METODOLOGÍA PARA LA GERENCIA DE LAS EXPOSICIONES A RIESGOS DE PÉRDIDAS EN LA DIRECCIÓN MUNICIPAL DE SALUD PÚBLICA EN BAHÍA HONDA
Adys Azcuy Albert
1.1.3 Clasificaciones de los riesgos de empresas.
Una de las clasificaciones gira en torno al efecto bipolar del riesgo. Estos fenómenos se dividen en dos grupos, en riesgos puros y riesgos especulativos:
- Los primeros son los riesgos que realizándose provocan pérdidas, los segundos son riesgos cuyo efecto podría ser tanto la pérdida como la ganancia.
La misma perspectiva ha desarrollado una clasificación más detallada basada tanto en el criterio de la estructura como en el criterio de las principales funciones de una empresa.
En tal perspectiva los riesgos en una empresa del sector real son fundamentalmente de carácter económico, de mercado, de crédito, de legalidad, de carácter tecnológico u operacional y organizacional.
- El riesgo de carácter económico tiene que ver con la probabilidad de un empeoramiento de la situación financiera, de bajar el valor de su capital, etc.
- Los riesgos de mercado son riesgos relacionados con la inestabilidad de la coyuntura económica, con las pérdidas potenciales por cambios de los precios, con problemas de liquidez etc.
- El riesgo de crédito se produce normalmente cuando las contrapartes no cumplen sus obligaciones contractuales.
- El riesgo legal se presenta con la probabilidad de producirse pérdidas porque las actividades de la entidad no están conformes con la legislación y la normativa vigentes o porque el contraparte no tiene la autoridad legal para realizar una transacción.
- El riesgo organizacional es la probabilidad de pérdidas por errores e ineficiencia de la organización interna de la entidad (fallas del control interno, de las normativas del trabajo, etc.).
- De carácter tecnológico son los riesgos relacionados con la probabilidad de daños ambientales, averías, incendios, fallas de los equipos tecnológicos, etc.
Otro tipo de clasificación suele centrar su atención en la relación “objetivo – subjetivo”de los factores que producen los riesgos. Este enfoque destaca dos tipos de riesgos – inherentes e incorporados.
- Los riesgos inherentes son los que se emanan de la actividad propia de la entidad.
- El riesgo incorporado es producto de la irresponsabilidad del personal.
Si los riesgos inherentes son fenómenos producidos por factores objetivos que vienen de la misma naturaleza de la actividad que se realiza, los riesgos incorporados son de segundo nivel ellos aparecen como resultado de errores o fallas humanas.
Esta distinción lleva consigo una diferencia clave en los enfoques de enfrentar los dos tipos de riesgos. En el primer caso la orientación es de minimizar los riesgos si potencialmente son los que producen pérdidas, en el segundo de eliminarlos.
De forma general llegamos a la conclusión de que los riesgos pueden resumirse en dos grandes grupos:
- Por los intereses que afectan: se agrupan en tres (3) clases:
- Riesgos Personales: Son aquellos que amenazan la integridad física de las personas, o reducen su capacidad de trabajo. La muerte natural o accidental, la enfermedad, la invalidez, la desmembración, la hospitalización, etc.
- Riesgos Reales: Aquellos que afectan la integridad de las cosas corporales, sean muebles o inmuebles, o afectan los derechos radicados en ellas. El incendio, el terremoto, la inundación, el hurto, etc.
- Riesgos Patrimoniales: Los que implican una pérdida económica y no propiamente física. La responsabilidad civil, el lucro cesante, manejo y cumplimiento. El riesgo de responsabilidad civil es un ejemplo típico de riesgo patrimonial. La persona es civilmente responsable de los perjuicios que ocasione por su delito o por sus culpas. Esa responsabilidad constituye un riesgo en cuanto implica una posibilidad de pérdida económica. Los seguros que amparan contra riesgos reales o patrimoniales también se conocen con el nombre general de seguro de daño. Mientras que los riesgos reales originan pérdida o daño físico en los bienes concretamente considerados, los riesgos patrimoniales golpean el patrimonio económico de las personas.
Estas distinciones tienen implícito los siguientes riesgos:
- Riesgos laborales o personales: Incluye aquellos riesgos que afectan o pueden afectar la capacidad física y mental de obreros y funcionarios de forma parcial o permanente (Ej. accidentes laborales, enfermedades comunes o profesionales, muerte, accidentes, etc.).
- Riesgos de las propiedades: Constituyen los riesgos a que están expuestos los bienes o propiedades de las entidad, y que pueden ocasionar perjuicios de todo tipo (Ej. daños materiales, la destrucción, incendios, robos, contaminación, residuos tóxicos, etc.).
- Riesgos por otras responsabilidades: En este caso se incluye la responsabilidad penal, en caso de incurrir en un hecho punible, o responsabilidad administrativa cuando está relacionada con la administración como tal. Un aspecto también importante a tener en cuenta es sin duda la concienciación social por conservar el medio ambiente, con lo que se amplía todavía más el espectro de posibles responsabilidades en que puede incurrir la entidad.
- Riesgos de Responsabilidad Civil: Están conformados por aquellos riesgos que pueden causar daños y perjuicios a terceros, a sus bienes, a empleados, etc. Entre los ejemplos más conocidos se encuentran: la contaminación, el ruido, los residuos tóxicos, etc.
- Por la variabilidad del peligro: Se agrupan en (3) clases:
- Constantes: Si la amenaza se presenta con la misma intensidad a través del tiempo, no importa que ocasionalmente pueda ser mayor o menor: los riesgos de incendio, robo, explosión, etc.
- Progresivos: Son los que en el transcurso de los días, el peligro se hace cada vez más próximo: el riesgo de la muerte, el de la vejez.
- Decrecientes: Son los que a medida que pasa el tiempo, disminuye la intensidad de la amenaza: el riesgo de supervivencia, el cumplimiento de contratos.
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