EL CÓDIGO DE LO PERMITIDO EN LOS SOPORTES AUDIOVISUALES TRADICIONALES Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS DIGITALES DE LA COMUNICACIÓN

Miguel Santiesteban Amat

26. ALGUNOS ELEMENTOS SOBRE LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA

Cuando se va a contar una historia es preciso tener en cuenta los elementos más importantes y los más sencillos que puedan dar una idea detallada del ambiente que existe, los personajes, la situa­ción social y los conflictos que hacen que una historia sea contada.

Intervienen tres aspectos fundamentales: cómo es en realidad la historia, cómo se quiere contar esa historia y cómo reciben los receptores esa historia.

De acuerdo a los intereses del público y las motivaciones, los sentimientos y su estado de ánimo, interpretaran el fragmento. Se identificaran con lo que conocen o con lo que creen ejemplificado en su propio yo.

Experiencias unidas, situaciones presentes, recuerdos de otras historias intervienen en el análisis y percepción de la idea que se quiere trasmitir y recibir. Es preciso que a la hora de cons­truir cualquier mensaje se tenga en cuenta, no sólo la aptitud o característica de cada actor, sino también el público que reci­birá el contenido de lo que vayamos a narrar.

Todo lo que interviene en la realización de un trabajo artístico es dramático y el contenido se va formando en la medida de que vayamos incorporando elementos que ligados, hagan llegar nuestro pensamiento o el reflejo de una realidad vista por nosotros a un espectador determinado. Siempre será dirigido a alguien, puesto que después necesitamos recibir la impresión del trabajo realiza­do.

En la escenificación de una obra, es muy importante que el curso de la acción no sólo proporcione una idea del personaje, sino que construya y proporcione una idea de imagen el propio personaje.

Al escoger una obra teatral, se tendrá en cuenta el conocimiento del público a quién irá dirigida, para poder hacer que el mensaje llegue de la mejor manera posible. Se tendrá en cuenta de cómo es la obra y de cómo se quiere que se desarrolle la misma, cómo quiere que sea la obra.

Se tratará de conocer el público a que va dirigida, conociendo sus condiciones y su composición.

* Elementos básicos de la dirección:

1. Composición

En la TV la composición varía constantemente. Se debe tener en cuenta el balance, la armonía, la unidad. En el teatro el espacio siempre será el mismo y el público se mantendrá en el mismo lugar.

La composición no sólo es lograda a través de la escenografía y las tomas de cámara, sino también en la distribución de los diferentes elementos que compondrán la escena, incluyendo los actores.

Así también las líneas paralelas horizontales o verticales, darán diferentes estados de ánimo a la escena, al igual que la composición de los actores o la distribución de los mismos podrá dar la división entre grupos, si es que no están situados con ese objetivo.

2. Énfasis

a) Por niveles de altura

De acuerdo a los niveles de altura que existen en la escena será mayor o menor el énfasis que recibirá cada personaje o actor.

Es decir, que el énfasis más débil que podrá tener un actor en la escena, será en la posición de tendido en el piso. De ahí comen­zará el énfasis a subir de acuerdo con el nivel de altura que posea en la escena: sentado en el piso, arrodillado, sentado en una silla, sobre un escalón, en una escalera, y así sucesivamen­te. Mientras más alto esté el actor, mayor énfasis tendrá dentro de la escena.

Es por eso que en diversas ocasiones son utilizadas tarimas o plataformas para dar mayor énfasis a los artistas, buscando varios niveles de altura.

b) Por espacio libre alrededor del actor

De acuerdo al espacio que quede libre alrededor de un actor de la escena será el énfasis que también recibirá. A mayor espacio libre alrededor del actor más atraerá la atención del espectador por lo que se encontrará más enfatizado.

c) Por repetición

Enfatizar un personaje por repetición, será repetir cualquier elemento que lo destaque de los demás (movimientos, texto, ac­ción, sonido, etc.). A través de la repetición señalaremos el personaje deseado del resto del grupo.

d) Por foco visual

En cámara, específicamente, estará más enfatizado el actor que mejor foco tenga. Eso será logrado también a través de los pla­nos.

Por ejemplo: un actor que se encuentra hablando en primer plano y uno que está escuchando en segundo. Si queremos enfatizar al que se encuentra en segundo plano a la escucha de lo que está hablando el que está en primer plano (para conocer cual será su expresión, acciones o aptitudes), pasaremos el foco a segundo plano y lograremos así que la atención del televidente se concentre en él (lo enfatizamos), aunque el que está en primer plano continúe hablando. Esto también podrá realizarse con varios personajes al ir cambiando de uno a otro el foco, estaremos enfatizando el actor deseado.

También de acuerdo con la dirección de la mirada se enfatizará un personaje. La vista, dirigida a una persona por un actor, enfati­zará a quién se está mirando, atrayendo la atención del especta­dor. La vista dirigida de una persona a otra y así sucesivamente a varias personas, se irán enfatizando los personajes hasta el final de la cadena en que el espectador volverá al principio si hay algún cambio, sino, permanecerá esperando la reacción del último. En este caso la cadena se iniciará desde un personaje que se encuentre privilegiado en cuanto a posición, es decir enfati­zado por la posición.

La dirección de la mirada enfatiza al objeto o persona mirada. Un personaje que sea mirado por otro estará enfatizado.

e) Por luces (iluminación)

De acuerdo a la cantidad de luz que tenga una escena o un perso­naje, así será mayor o menor el énfasis que recibirá.

También recibirá mayor énfasis si la luz aparece nueva en la escena, atrayendo la atención del espectador hacia ese punto des conocido o indiferente hasta ese momento.

f) Por sonido

Se podrá también enfatizar un personaje o una escena a través de la utilización adecuada del sonido.

Si mantenemos constantemente un sonido y en un momento determinado paramos interrumpiendo su emisión, para continuarlo posteriormente significará que en ese intervalo de tiempo hemos querido llamar la atención sobre algo que ha sucedido o irá a suceder. Será un momento enfatizado a través del sonido.

Igualmente sucederá si durante toda una escena no aplicamos sonido alguno y en un momento determinado lo producimos.

Enfatizaremos de la misma forma si mantenemos un sonido durante toda la escena con un mismo nivel y sin variación y en un momento determinado surge otro o levantamos el mismo. Esto indicará que hay un cambio en la escena o personaje y variará el momento constante hasta ahora.

El sonido, a través de su repetición caracterizando una escena o personaje, lo identificará con los espectadores que memorizan el sonido característico de algo o alguien.

g) Por color

Cada color tendrá psicológicamente su propio significado por lo que se deberá tener cuidado con su distribución en la escena o en los personajes.

De acuerdo con su apreciación, el color que mayor propiedad tiene de énfasis, será el blanco, será como es el que mayor cantidad de luz refleja, atraerá más profundamente la atención del especta­dor. Sucesivamente serán el amarillo, el rosa, el azul claro, el verde, el azul oscuro y el negro con toda la grama de grises.

Podrá enfatizarse también buscando el contraste, es decir, si toda la escena es blanca y existe un elemento negro, él será el enfatizado. Esto, sobre todo a la hora de determinar un vestuario, debe de ser de sumo cuidado por parte del director artístico.

El color de acuerdo a las escenas se reflejará psicológicamente en cada uno de los espectadores y crearán un ambiente emocional en el público, a veces provocarán también un sentimiento.

Deberá conjugarse siempre el color con los momentos del texto en una obra.

h) Por planos

De acuerdo a los diferentes planos que pueden lograrse con una cámara, así será el énfasis que recibirá una escena o personaje. El Big close up será el plano que más énfasis dará y así sucesi­vamente en orden decreciente hasta el plano general donde la escena tendrá énfasis general y no habrá nada enfatizado particularmente.

En cuanto al sonido, se podrá dar el énfasis igualmente de acuer­do a los diferentes planos, donde siempre estará mayormente enfatizado el sonido que sea puesto en primer plano. Referente a la iluminación vimos anteriormente que el plano más enfatizado será el que mayor luz posea.

i) Por la posición en relación al eje central del cuerpo

De acuerdo con la posición del eje del cuerpo hacia el especta­dor, así será mayor o menor el énfasis que adquiere un personaje.

La posición más enfatizada será totalmente de frente al especta­dor; después será un cuarto de perfil y así sucesivamente: de espaldas, de perfil y por último un cuarto de espaldas.

j) Por colocación geométricas

En un escenario o en la pantalla, al colocar en diferentes posi­ciones a los actores se formarán imaginariamente figuras geomé­tricas. Por ejemplo: tres podrán formar un triángulo. En un triángulo, el personaje que mayor énfasis será el que quede en el medio de los otros tres, de frente al público.

En un semicírculo no habrá nadie enfatizado. En un círculo tampoco habrá nadie enfatizado por posición.

La distribución de cuatro personas en un cuadrado, es de mala impresión. Deberá evitarse de acuerdo a las posibilidades.

Siempre una distribución en triángulo tendrá más fuerza que la de un cuadrado.

k) Por movimiento

Todo personaje que se encuentre en movimiento, estará de por sí, enfatizado.

Todo movimiento que se realice en una escena, a menos que no presente una situación de impaciencia o nerviosismo, será para alejarse o acercarse a algo. El movimiento injustificado robará la atención de cualquier otro aspecto de la escena que es posible sea importante.

Los movimientos se dividen en fuertes y en débiles. Los fuertes serán los que se realizan desde una posición menos enfatizada a una que se encuentra con mayor énfasis. Los débiles serán los que se realizan desde una posición enfatizada a una menos enfatizada.

El texto débil debe de ir siempre acompañado de un movimiento débil.

Un texto fuerte puede convertirse en débil cuando se aplica con un movimiento débil. En ese sentido, el movimiento determinará sobre el texto. Así mismo también se hará fuerte un texto débil si va acompañado de un movimiento fuerte.

Por ejemplo: Uno de los recursos de la comedia es acompañar un texto fuerte de movimientos débiles, lo que provoca un efecto cómico en el espectador.

Las entradas en la escena tendrán más fuerza si se producen de izquierda a derecha. Aunque la entrada en escena siempre enfati­zará al que entra.

Un movimiento fuerte antes de decir el texto, enfatiza el texto.

En un movimiento débil antes del texto fuerte, resultará enfati­zado el movimiento. Al dar un texto seguido de un movimiento débil resultará enfatizado el texto.

Un personaje no deberá moverse mientras otro esté hablando ya que robará énfasis al que se encuentra dando el texto y desorientará al espectador.

El único que podrá moverse es el que se encuentra hablando, a menos que con la movilidad de los otros actores quiera lograrse un efecto escénico o distraer la atención de los espectadores del texto al movimiento.

Los movimientos deberán ser limpios, reflejados con sencillez y naturalidad, de acuerdo al carácter del personaje. Los movimien­tos deberán ser completos.

En los movimientos en la escena deberá comenzarse a caminar con el pie que se encuentra más cerca del punto a donde se dirija el personaje.

La trayectoria que deberá seguir un personaje al realizar un movimiento es la línea curva. Los giros de los actores al reali­zar un movimiento deberán ser siempre al público.

Los giros se deben hacer siempre por el lado donde el ángulo tenga menos de 180 grados. Cuando un actor entra en escena, deberá entrar hablando o a su vez, hablar enseguida.

Cuando un actor va a hacer mutis, deberá decir las últimas líneas de su texto, lo más cercano al sitio por donde saldrá, evitando crear un tiempo muerto hasta salir de la escena.

Dos personajes no deberán moverse al mismo tiempo y mucho menos si es en la misma dirección o en dirección opuesta.

Cuando un grupo tiene que trasladarse en una misma dirección debe tratarse de que un por ciento muy reducido se mueva en dirección contraria.

* Aspectos para dirigir el movimiento de los actores.
Al querer situar el actor, el director no deberá tocarlo, sino que ordenará su movimiento de acuerdo a las áreas donde deberá situarse o moverse (fondo derecha, centro frente, zona 1, etc.).
El director deberá dar todas las órdenes desde el frente de la escena para poder observar en su conjunto todos los movimientos.
Un recurso del actor, será en el texto propio, todos los movimientos, marcándolos de acuerdo a las orientaciones del director o los que hayan sido aprobados de acuerdo a las sugerencias hechas por el propio actor.
El primer montaje de movimientos será impuesto por el director, el que conoce la esencia de la obra, sus objetivos y el punto de vista que quiere lograr.
En el segundo ensayo, el actor podrá sugerir cómo puede reali­zar este movimiento de una forma más cómoda y natural, o si el movimiento le es totalmente incómodo.
No se deberá explicar a los actores si es un movimiento fuerte o débil. El director marcará ese movimiento de acuerdo al momento de la obra y el actor deberá interpretarlo como lo siente, al menos en principio. Será rectificado por el director en caso de que la idea no sea expresada correctamente.
La intención del texto será rectificada posterior al montaje de los movimientos.
La velocidad para realzar los movimientos no será dada en el primer ensayo.
No se deberá plantear actuación en el primer ensayo.
El ritmo de la obra será dado en los últimos ensayos.

l) Por la fuerza del texto

De acuerdo con la fuerza que tenga el texto, así también será el énfasis que reciba en la escena cada personaje. Un texto fuerte dentro de textos débiles tiende a enfatizar el personaje que da el texto fuerte.

En sentido contrario, por contraste, también resultará enfatizado ante el espectador, el que dentro de varios textos que tengan la misma fuerza, de un texto débil intencionado.

En la medida de que los personajes vayan dando el texto, resul­tará más enfatizado el que mayor fuerza tenga en el texto en orden creciente.

m) Por la entrada a escena

Vimos anteriormente que un personaje al entrar en la escena estará enfatizado de por sí. En el momento de entrar a escena, atraerá totalmente la atención del espectador, el que pensará, que por algo es que entra en la escena y esperará de él, un nuevo aporte o un momento diferente hasta el presente. Es por eso que el actor que entra deberá hacerlo hablando o hacerlo tan pronto entre.

n) Por el área de posición en la escena

En teatro, el escenario está dividido de acuerdo a las áreas de mayor énfasis, a menos que sea un teatro circular, el que tendrá otro tipo de área de énfasis y requerirá de otro montaje de movimientos.

Las áreas de énfasis dentro de un escenario son: Primero, centro - frente, segundo, centro - fondo, tercero, derecha - frente, cuarto, izquierda - frente; quinto, derecha - fondo y sexto, izquierda - fondo.

5 2 6 Orden del énfasis por áreas de posición en un escenario de teatro.
4 5 6 Orden de énfasis por áreas de posición de acuerdo a la
2 1 3 pantalla de televisión.
7 8 9

De acuerdo a las áreas de posición donde sean ubicados los actores o los objetos así será el énfasis o el grado de atención hacia el espectador. De acuerdo al movimiento dentro de estas áreas, es decir, de una hacia otra, será mayor o menor el énfasis que reciba.

Las partes claves de una obra cualquiera serán siempre ofrecidas al espectador desde formas enfatizadas fuertes, nunca desde posiciones débiles.

El espectador acumulará en su memoria las partes claves de una obra y comprenderá, de esa forma la conclusión final.

Según Bertolt Bretch, mostrar una obra dramática es contar una historia interpretada por medios dramáticos en la forma más clara posible a un público determinado.

Bretch ha dicho que al actor se le debe dar el cómo y el por qué, saldrá después.

De acuerdo con Stanivslavsky el qué y el por qué, se les dará primero, después el cómo, saldrá sólo.

* Análisis de una obra

Dramaturgia

Se analizará por el director la obra a presentar en todos sus aspectos.

Se tendrá en cuenta al seleccionar una obra: el autor y con qué objetivos, el estilo propio y qué pretendió lograr con ella.

Se analizará la época en que fue escrita y el contexto económico, político y social del momento. El desarrollo de la literatura en el tiempo en que fue escrita y su influencia en el público a la que fue dirigida. Su aplicación literaria en el momento de pre­sentarla nuevamente y las condiciones reales a la hora de ser puesta en escena nuevamente o por primera vez.

Se tendrá en cuenta la situación histórica antes y después en que se desarrolla el argumento, analizando el desenvolvimiento de los personajes en cada uno de sus medios, así también como el desen­volvimiento o decadencia de los mismos dentro de la obra.

La obra presentará en su comienzo, desarrollo y desenlace, dife­rentes momentos fundamentales, los que darán las partes claves para su comprensión final. Estas partes serán analizadas con más detenimiento para que en su realización no sean pasadas por alto o ignoradas por el espectador y sean destacadas y valoradas dentro de la presentación de la obra.

Las obras a presentar por la televisión deben tener una caracte­rística diferente a lo que a otras formas de divulgación se refiere, es decir, no es lo mismo presentar una obra en televi­sión que leerla, verla en el cine o montada para teatro.

La televisión tiene características propias que son necesarias de cumplir, para que el mensaje llegue de forma clara y precisa en un tiempo límite de apreciación y comprensión.

Muchas de estas obras, la mayoría requieren de un trabajo de adaptación para el medio en que se desarrollarán, este es el caso de la televisión.

Escenas que expresadas en otros medios tienen además del valor literario, otras imágenes atrayentes, en televisión pueden resul­tar monótonas o demasiado rápidas para ser captadas por el espectador delante de la pantalla. Es en muchos casos que el director podrá realizar cortes en la obra, que serán necesarios para no alargarla en demasía cuidando siempre que no vaya a perder sentido ni momentos claves, así también como no deformando lo que ha querido reflejar el autor o dar a entender.

Los medios de difusión tienen la gran ventaja sobre el tiempo. Es posible presentar en minutos lo que la naturaleza a tardado miles de años en construir. Una vida completa de un hombre puede ser llevada a la pantalla con un buen entendimiento, en tiempo muy reducido. Pero, se tendrá en cuenta que el espectador necesitará apreciar esos cambios aunque sean de forma muy rápida.

Durante este análisis general de la obra, el director deberá penetrar en las situaciones personales de cada uno de los perso­najes, así también como en las relaciones existentes entre ellos, llegando a imaginar posibles consecuencias y motivaciones en la a actuación de cada uno. Analizará la personalidad que representa cada personaje y su influencia en la obra, determinando el protagonista o los protagonista, las contrafiguras y los persona­jes que sin representar un papel protagónico, juegan de forma determinante en la obra.

La transfiguración de los personajes y de las escenas de acuerdo con el tiempo en que transcurre la acción, será determinante también para un buen conocimiento de cómo desenvolver la obra.

Tema

La obra presentará un tema dirigido a lograr un efecto determi­nante en cierto público. Es por eso, que de acuerdo al desarrollo económico, político y social del público ante el cual se presen­tará la realización, el director se impondrá la condición de lograr expresar con la presentación o puesta en escena, una serie de objetivos que finalicen con ejemplos positivos, ganando con su realización una enseñanza práctica, sentimental o cultural.

Al analizar el tema deberá conocerse el sector de público al que puede interesar y las características del mismo, para aprovechar la realización, de la mejor forma posible, las partes claves de la obra. A la vez de no tratar de apartarse del tema central, valorando otras situaciones anexas que podrán influir en la desviación del tema a tratar.

Argumento

El argumento de la obra en cuestión será el hilo conductor del tema. Tendrá tres momentos fundamentales que deben ser guardados celosamente y bien expuestos en la realización: principio, des­arrollo y desenlace.

Debe estudiarse y analizarse con sumo cuidado pues de él, depen­derá el concepto general en la realización.

De acuerdo con los hechos en que se basa el argumento, el director conocerá las conexiones existentes entre los tres aspectos que se desarrollan en una obra y a través de un porme­norizado análisis irá conociendo las características de cada personaje

En muchos argumentos no se sitúan edades, pero si el desarrollo de los mismos. Es de ahí que se analiza la psicología de cada uno aplicándola a la idea que tiene el director para la realización.

En muchas ocasiones el director podrá también incorporar cual­quier otro personaje que aún que no aparezca en la obra original, puede facilitarse la realización haciéndola más rica.

Una buena documentación posterior que puede ayudar a mejorar la comprensión del argumento y los personajes que intervienen, harán que la realización se aproxime mucho más a la realidad de la imaginación de la obra.

Cadena de sucesos

Cada uno de los sucesos presentados tendrá un matiz diferente y a su vez estará enlazado con otro, desde el principio hasta el fin. Ningún suceso dentro de la obra deberá ser presentado sin el suficiente valor que debe llevar. Los sucesos serán presentados en el montaje que el director estime y crea comprensible para el público, sin que el uno vaya a quedar aislado del otro o quede separado dentro de los límites de la obra.

Se tendrá presente los enlaces de esta cadena de sucesos. Los enlaces darán la uniformidad necesaria al argumento presentado.

Punto de vista

El director o realizador tendrá su punto de vista sobre la obra en general y sobre cada suceso en particular hasta lograr la uniformidad requerida. El dará el ritmo necesario a cada una de las escenas desde su punto de vista, así como a cada personaje.

El tiene el concepto general bien definido y la idea de que es lo que quiere lograr en toda la obra hasta el final.

Los actores o demás integrantes del equipo de realización podrán tener otros puntos de vista, los que podrán enriquecer la puesta en escena. Esto es, sin apartarla del sentido que el director requerirá en cada momento.

Un aporte positivo en la realización podrá siempre aprovecharse en beneficio de una escena o en la interpretación de un persona­je.

Fábula

Será el enlace de la obra y la apreciación, complacencia y mensaje que deje en el espectador.

El espectador llegará a reflexionar sobre cada uno de los elemen­tos que han integrado la puesta en escena. Se comparará y apli­cará estas reflexiones a su propia vida o a la de los demás.

* Planificación de una puesta en escena

Arreglo narrativo. Concepto.

En la televisión será la imagen más el sonido el que hará la narración del argumento, por lo que habrá que tener en cuenta todos los elementos prácticos y plásticos, además de los sonoros y los humanos que intervendrán en él. Cualquier error dentro de este conjunto podrá echar a perder todo el trabajo realizado. No es como, simplemente, se relata en un libro, donde el lector es libre de imaginar todos y cada uno de los sucesos y escenas.

En televisión la imaginación se dará directamente con la imagen y el sonido, es decir, significa que el espectador no tendrá la oportunidad de imaginar libremente como ha sucedido la acción, sino que tendrá que atenerse a la imaginación del director. La televisión obligará al espectador a creer en lo que ve y podrá comparar. Es por eso que la narración en imagen y sonido de cualquier argumento debe ser lo más cercano posible a la imagina­ción literaria.

 - Medios y materiales para plasmar el arreglo narrativo.
Se tendrá en cuenta la escenografía, las luces, el vestuario, el maquillaje, la ambientación, la utilería, los planos de cámara y la sonorización incluyendo el audio.

Todos estos elementos materiales unidos a la dirección artística y a la actuación de los actores harán el conjunto necesario de un ambiente propicio para la imaginación de la puesta en escena.

Todos los elementos materiales utilizados en la realización de un argumento serán seleccionados de acuerdo con el análisis dra­matúrgico de la obra, es decir, de acuerdo al tema y argumento, el que se ha analizado con anterioridad y que irá cambiando de acuerdo con el momento en que se desarrolla, el tiempo, la posi­ción social o las características de los personajes.

Trayectoria de los personajes.

El director deberá conocer perfectamente los personajes desde el principio hasta el fin, identificándose con ellos y previendo en cada momento el desenvolvimiento de la trayectoria dentro de la obra. Esto será imprescindible para poderlos dirigir y explicarle su papel y las reacciones que deberán tener ante los sucesos. La presencia de los personajes en la escena irá cambiando según se cambie su trayectoria.

 - Cronología de la acción de una obra.

* Planificación de los ensayos

Historia

El director se reunirá en principio con el colectivo de actores que el mismo ha seleccionado, explicándoles la obra que ha sido escogida y el por qué. Dará un resumen en lo que a la dramaturgia de la obra se refiere, tema a tratar y el argumento desarrollado, es decir, hará una explicación pormenorizada de toda la obra. Época en que se desarrolla, autor, época en que fue escrita, situación económica, política y social del argumento y aconteci­mientos históricos próximos a la época que puedan o hayan podido influir en la vida de los personajes o en la realización de las escenas.

Después de realizar esta explicación general, pasará a explicar las características de cada personaje y su trayectoria dentro de la obra. Los cambios que sufren a través de los sucesos y las posiciones que mantendrán. Dará a los actores una reseña completa en detalles, de cada uno de los personajes y las conexiones que existirán entre ellos. La forma de tratarse y los intereses de cada uno dentro del tema. Todos los actores dentro de una obra serán importantes y todos, aunque tengan mayor o menor participación, serán parte de la cadena de sucesos.

Atenderá a todas las preguntas que sean hechas por los actores y les dará respuesta, tratando de que a partir de este momento, los actores se enamoren de su papel a interpretar, conozcan el desarrollo de sus personajes y el valor del de los demás, a la vez que se identifiquen con todo lo que interviene en la obra.

Lectura de la obra y trabajo de mesa.

Un segundo paso será la entrega de los textos a los actores y la reunión con el equipo técnico.

Se citará a los actores para la lectura de la obra. El texto será leído por cada personaje y a partir de aquí, comenzará para los actores y para el director lo que se puede llamar el trabajo de mesa.

Los actores comenzarán a buscar datos sobre los personajes que interpretarán y literatura que pueda tener conexión con la época en que el argumento se desarrolla.

El director se reunirá con el escenógrafo, utilero, maquillista y luminotécnico y diseñador de vestuario y musicalizador para determinar todas las cuestiones técnicas y artísticas que deberá llevar la parte material. Estos elementos deben de recibir el texto con anterioridad y ya en este momento cada uno deberá traer una idea de lo que hará para conjugarla con la idea que tiene el director. El director discutirá y aprobará finalmente todos estos recursos a utilizar.

Todo este equipo deberá trabajar estrechamente unidos pues todo esto hará un conjunto que entre una y otra cosa se complementan: escenografía-luces-vestuario-maquillaje.

El director de acuerdo al espacio calculado comenzará en la elaboración de los movimientos, y la forma de enfatizar los momentos necesarios de la obra, marcándolos en su texto.

Montaje de movimientos.

El próximo paso será el montaje de los movimientos sin esceno­grafía.

En este paso los actores comenzarán a tratar de empezar a memori­zar el texto, aunque lo podrán leer mientras marcan los movimientos orientados por el director en su texto.

A partir de aquí el director dispondrá de los ensayos que necesi­te para el montaje de los movimientos, hasta que los actores conozcan perfectamente todos y cada uno de ellos y el director sepa de memoria cuando y cómo se deberán mover los actores. Si resulta positivo o no, de acuerdo con el texto y la intención o énfasis que se quiere dar.

 - Memorización y justificación.

A la vez que ya han sido montados los movimientos, en el próximo ensayo se deberá pasar el texto memorizado y con los matices que el actor entienda hasta el momento, que debe llevar.

Podrá justificar su movimiento si es cómodo o no, analizándolo con el director. En este momento el actor debe de terminar de memorizar el texto y sentirse seguro dentro del personaje. Deberá conocer a la perfección cuales son los momentos de su interven­ción dentro de la obra y en que momento comienzan o terminan. El director le hará justificar su actitud como personaje, orientán­dolo constantemente.

Profundización y matices.

Se trabajará en lograr constantemente una mayor perfección en los personajes y en cada una de las escenas. Profundizando siempre en la intención de cada personaje y rectificando en cada momento que sea necesario a los actores. Estos ensayos durarán hasta que sea logrado por parte del director y de los actores el objetivo propuesto: interpretar la obra.

Trabajo del director con el equipo técnico.

Paralelo al trabajo de ensayo con los actores, el director ha tenido que trabajar con el escenógrafo, el luminotécnico, el diseñador de vestuario, el musicalizador, el maquillista, el utilero, hasta lograr una armonía entre el movimiento de los actores, el texto y los elementos técnicos que intervendrán en la realización. Después de haber sido aprobados y elaborados: la escenografía, las luces (ambientes), etc.... comenzarán los ensa­yos sin cámara en el estudio.

Ensayo sin cámara en el estudio.

El director y los actores se moverán ya dentro del ambiente de la obra, tendrán los elementos escenográficos y de útiles necesarios para plasmar o realizar su imaginación.

Se sentirán dentro del argumento y limitarán sus movimientos de acuerdo con el espacio real de escenografía. Se identificarán también con los objetos que lo rodean.

El director comenzará a marcar los planos de cámara de acuerdo al plan previsto. Los planos de cámara se marcarán de acuerdo a la intención de las escenas y la fuerza de expresión de los actores en los momentos de la obra.

De acuerdo a los planos de cámara el director podrá corregir los movimientos en función también de la composición y el encuadre. Luces de acuerdo con el diseño antes previsto marcarán también según los movimientos de los personajes y los tiros de cámara.

Vale decir que en el diseño de luces realizadas con anterioridad y ahora visto en cámara se incluye el ambiente de cada momento de la obra.

En este primer ensayo sin cámara deberán estar presentes los camarógrafos, los operadores de audio y el musicalizador. Ellos tendrán la responsabilidad de identificarse con el movimiento de los actores y las indicaciones del director.

Ensayo con cámara en el estudio.

Conocido por todos el desarrollo de la obra, se realizarán los ensayos con cámaras. El director indicará a los operadores de cámaras cuales serán los planos en cada momento de acuerdo a lo marcado en el texto. En este ensayo podrán ser rectificados también de acuerdo con las posibilidades de las cámaras, los movimientos en la escena.

Desde este momento el director pasará a ver la obra y su montaje detrás de las pantallas.

De la composición de la toma y el encuadre, hasta la intención fotográfica, serán visto a través del lente y no de otra forma.

Cada operador de cámara conocerá y anotará sus planos, conocién­dolos de memoria. En estos ensayos participarán todos los elementos técnicos y artísticos que componen el equipo de reali­zación.

Grabación, filmación o transmisión directa.

Sólo queda la prueba final. La grabación completa o por fragmen­tos y la transmisión en otro de los casos.

Si se graba por fragmentos o escenas existe la posibilidad de que pueda rectificarse cualquier error por parte o aplicar cualquier cuestión en beneficio de la obra. El maquillaje puede hacerse por escenas aumentando su calidad y rehacerse constantemente, las luces pueden ser colocadas con mejor precisión, los actores podrán conocer su desenvolvimiento en la obra y el director podrá apreciar cómo van quedando las escenas y el próximo montaje.

En cada transmisión directa deberá tenerse mucho más cuidado en todos los pormenores y conocer por parte de todos que se hará en todo momento.

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