5.3 LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS URBANOS EN ESPAÑA: PUEDEN LAS SOLUCIONES ACTUALES ATAJAR LOS PROBLEMAS EXISTENTES?

Las actividades productivas humanas ocasionan una determinada cantidad de residuos que a su vez pueden ocasionar diferentes tipos de contaminación. Los residuos son, desde el punto de vista de la ecoeficiencia, un “indicador” de la ineficiencia de la actividad humana, sea ésta en las empresas o en los hogares.

Los problemas de residuos en la UE y en España, imputables a las pautas de consumo, están creciendo a un ritmo tal que el conjunto de las medidas que tratan de eliminarlos o prevenirlos no lo consiguen. Las medidas de prevención no han conseguido estabilizar ni su producción ni su peligrosidad. .

Los análisis económicos y normativos de los residuos no han recibido en España la atención que se merecen, concediéndose tradicionalmente más importancia a otros aspectos ambientales. Su relevancia, sin embargo, es creciente aunque su estimación resulta estadísticamente muy dificultosa .

El Plan Nacional de Residuos Sólidos Urbanos 2.000-2.006 (PNRSU) (B.O.E., Febrero de 2.000) trata de corregir “el escaso nivel de valorización, reciclado o utilización de materiales de segundo uso de los residuos, el limitado uso de tecnologías minimizadoras y la carencia de infraestructuras.” Este plan se halla a la espera de una directiva europea sobre los criterios que deben perseguir el compostaje de los residuos de materia orgánica, que tanto interés tiene para España dado el problema de la pérdida de suelo y erosión. De otra parte, el Plan se apoya en la Directiva 94/62/CE, que dio origen en España a la Ley de Envases y Residuos de Envases (Ley 11/1.997) y la Ley de Residuos (Ley 10/1.998), así como la Directiva 99/31/CE relativa al vertido de residuos.

5.3.1 Diagnóstico De La Situación De Los Rsu Y Posibles Orientaciones Para El Futuro

Según muchos expertos, de los residuos en nuestro país es, en general, bastante lamentable desde el punto de vista no sólo ambiental, sino de las inversiones tecnológicas y financieras pudiendo afirmarse que los RSU están abandonados. Esta situación no es uniforme pues algunas Comunidades Autónomas y ciudades han adoptado políticas eficientes de gestión. Concretamente, las actuaciones públicas y privadas emprendidas en Pamplona y Cataluña son ejemplares y, en un grado menor, las realizadas en algunas comarcas de Navarra y Córdoba.

El PNRSU ha nacido con considerable retraso desde su concepción, lo que ha permitido, mientras tanto, la gestación y aprobación de planes autonómicos muy disparatados y contrarios a la tendencia y doctrina de la UE basada, en cuanto a basuras orgánicas, en el compostaje en lugares no demasiado alejados del origen de su producción. Además, la Ley de Envases y Residuos de Envases, cuyos objetivos reales de prevención y aprovechamiento son mínimos y poco ecológicos, fomentan la potenciación de los envases desechables frente a los reutilizables (prevención), permitiendo que los intereses de los fabricantes de envases condicionen y determinen la política de gestión de los RSU en nuestro país.

El objetivo prioritario del PNRSU es la prevención y la minimización de desechos, pero éste se queda corto dado que no tiene en cuenta la estabilización e, incluso, reducción de la población española. Además, dada la profusión de vertidos incontrolados y controlados pero inefectivos, resulta inverificable. En cuanto al segundo objetivo del PNRSU, el de la reutilización, se establecen metas muy confusas e inverificables, sin un programa específico de aplicación ni el correspondiente presupuesto. Se ha perdido así, la ocasión para establecer un programa de normalización y reutilización de envases (no sólo de envases de bebidas y vidrio) y de penalización de objetos desechables, tal y como se ha establecido hace tiempo en varios países europeos. Los objetivos de reciclaje, incluido el compostaje, son los más importantes desde el punto de vista presupuestario del PNRSU; sin embargo, en éste último no se contempla un sistema de recogida eficaz y coherente.

De otra parte, aun siendo el incentivo al compostaje de la materia orgánica fermentable la aportación más importante del PNRSU, éste se queda corto a la hora de especificar en qué consistirá el apoyo y el modelo de recogida selectiva deseado, aún existiendo ya experiencia, por ley, en Cataluña, en la ciudad de Córdoba y en municipios de Navarra y Galicia . Por último, cabe resaltar que el PNRSU dedica el 42% de su presupuesto a vertederos e incineradoras lo que impide un mayor apoyo a la prevención y minimización (4,58%), recuperación y reciclaje (6,79%) y compostaje (26,23%). Además, se echa en falta un programa de prevención y recogida de residuos peligrosos que garantice su no incineración.

Existe, no obstante, otra línea de acción pública que habría que potenciar intensamente en España y que, en la actualidad, no es sino muy incipiente. Se trata de reforzar los instrumentos económicos que incentiven la reducción de la producción de RSU tanto en los hogares, como origen de los mismos, como en su posterior recorrido y tratamiento. En opinión de los expertos , “la gestión de RSU en España carece de incentivos económicos apropiados para acercarse a la cantidad óptima de generación de residuos. La ausencia de una articulación efectiva de un mecanismo de precios, incluyendo costes y beneficios privados y sociales, comporta su sobreproducción y elimina la posibilidad de aplicar impuestos conducentes a desincentivar la citada sobreproducción. La introducción de mecanismos de precios, junto a la sensibilización y educación ciudadanas aparece como imprescindible, si bien insuficiente, para gestionar los RSU en España de una forma efectiva y eficiente.”