Principales desafíos de la política ambiental

Nuevo León ha tenido un crecimiento demográfico y socioeconómico irregular, lo que ha generado un alto grado de dispersión de la población en comunidades rurales (15.4% del total), y a su vez una gran concentración industrial en el AMM, factor que ha provocado un aprovechamiento poco racional de los recursos naturales, pese a las medidas de conservación que una buena parte del sector productivo de la entidad ha buscado promover por medios privados.

Muchos de los municipios de las regiones norte, sur, citrícola y periférica, no cuentan con la infraestructura ambiental necesaria para satisfacer sus necesidades básicas y para promover el desarrollo de una actividad económica estable y que genere garantías a la inversión privada. Al privilegiarse el fomento industrial en torno a la metrópoli, se han rezagado las estrategias que permitan el desarrollo ordenado y sustentable de todas las regiones del Estado.

Entre los efectos negativos provocados en el medio ambiente y los recursos naturales por el acelerado crecimiento demográfico y económico, concentrado en el AMM, se encuentran:

1. Aumento de las emisiones provenientes de los vehículos automotores, ocasionado por el incremento en el número y longitud de los viajes, y por el congestionamiento.

2. Aumento en el número de descargas de aguas residuales industriales al drenaje sanitario.

3. Aumento en la generación de residuos sólidos urbanos, de manejo especial y peligrosos.

4. Sobreexplotación de recursos hidrológicos.

5. Tala inmoderada de la cubierta forestal.

6. Pérdida de cubierta vegetal relacionada con los desmontes para fraccionar.

7. Existencia de especies en peligro de extinción por aprovechamientos ilegales de la fauna silvestre.

8. Falta de un desarrollo sustentable con enfoque regional.

Como resultado de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en enero de 1994, la actividad económica en el Estado se ha visto estimulada. Este proceso ha aumentado con la instrumentación del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión

Europea, y otros acuerdos regionales. Los nuevos desafíos que plantean el desarrollo económico y el impacto de la globalización, y la necesidad de obtener las materias primas que la naturaleza posee, implican crear una nueva conciencia en cuanto a la importancia de consolidar un desarrollo sustentable. Más que nunca resulta imprescindible una planeación que incorpore la variable ambiental a todos los ámbitos del crecimiento económico.

A continuación, se establece un diagnóstico general por cada uno de los grandes temas de la agenda ambiental, reflejados en sus respectivas estrategias, en el orden como se encuentran definidos en el Plan Estatal de Desarrollo 2004-2009, dentro del apartado denominado “Por un desarrollo ordenado y sustentable”.

Calidad del Aire

Diversas causas han conducido al estado actual de la contaminación en la cuenca atmosférica del AMM. Desde la década de los cuarenta, el despegue industrial en Nuevo León trajo consigo la concentración de la planta industrial en Monterrey y gradualmente, en sus alrededores. El periodo de mayor crecimiento de este sector se dio en los años sesentas debido, entre otros factores, al despliegue de estrategias internas de fomento industrial, tales como precios bajos de energéticos, bienes y servicios básicos como agua y transporte. La política de tarifas eléctricas contribuyó a diseños de alto consumo.

El dinamismo económico coincidió, desde luego, con un intenso proceso de urbanización que ha desembocado en la extensión actual del AMM. En este proceso se generó un crecimiento acelerado de las zonas periféricas que trajo consigo la expansión de las actividades urbanas, un fuerte incremento de la demanda de transporte y el consumo de combustibles, lo que ha llevado a un deterioro gradual en la calidad del aire. Además, siguiendo la tendencia observada en muchas ciudades medias, el desarrollo económico, la comodidad y la falta de un criterio ambiental sólido, privilegió el uso del transporte particular sobre la conveniencia de ampliar las redes de transporte público, en especial, el de tipo eléctrico, lo que ha contribuido a aumentar el nivel de emisiones atmosféricas.