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REFORMAS CONSTITUCIONALES Y REVOLUCIÓN BOLIVIANA

Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra




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LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES Y EL PROGRAMA DE OCTUBRE

Marchaban, los del disciplinado Regimiento “Juan Lechin Oquendo” de Huanuni, uniformados con camisas Kaki, pantalón azul, chocolateras y cascos café, con sus fusiles y ametralladoras livianas al hombro, los de Bolsa Negra con “sacos plomos, pantalón azul y su banda propia”, gritando “Gloria Villarroel”, “Viva la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB)”. “Muera la oligarquía minero feudal”, “Viva Lechín”, etc. Los combatientes habían sobrepasado a la dirección y convertido el golpe de Estado, preparado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), en una insurrección armada triunfante bajo la dirección de la FSTMB. Eran desfiles masivos de las milicias armadas, luego del triunfo de Abril, descritos por la prensa de ese año.

El movimiento insurgente había constituido una dirección nacional, paralela a la del MNR el 17 de Abril de 1952, fundando la Central Obrera Boliviana (COB), ante la necesidad de contar con una dirección propia diferente a la de Hernán Siles Zuazo, que dio por terminada la revolución de Abril, gritando “Volveremos, venceremos y perdonaremos”, para luego ir a refugiarse en la nunciatura, al igual que otros dirigentes en las embajadas ante el fracaso del Golpe de Estado. Y brindado su respaldado al único partido de masas que tuvo la historia, expresado en el MNR, con miles de esperanzas que terminaron en desilusiones y frustraciones al saber que las minas y empresas estatizadas fueron desnacionalizadas y privatizadas; y desvirtuadas la diversificación económica e industrialización, la reforma agraria, la educación revolucionaria y antiimperialista, etc.

La política pro imperialista de la dirección nacionalista burguesa (Víctor Paz Estenssoro) del MNR había pacientemente enfriado y debilitado los ímpetus nacionalistas revolucionarios hasta vencerlo, en Agosto de 1985, porque la burguesía, como clase social, tomó el poder y ajustó cuentas con el pueblo insurgente que hizo la revolución de Abril, aplicando la política neoliberal definida por el FMI, el BM y las transnacionales contenida en el D S 21060 (vigente hasta hoy) con los objetivos de: Liquidar y disgregar el Estado Revolucionario (capitalismo de Estado), emergente y estructurado por la revolución de Abril, y sustituirlo con un Estado Neoliberal constituido por una “nación camba”, con autonomía plena, y otra occidental, en concertación con la oligarquía, partidos neoliberales y los sectores radicales del nacionalismo indígena promovido por las ONGs; someter los sindicatos que son las fuerzas de la revolución; y destruir la estructura y superestructura estatista del Estado Revolucionario.

Dolarización de la economía; libertad de precios; flotación cambiaria sometida a la ley de la oferta y la demanda; liberalización del comercio interno sin protección al igual que la producción nacional; disciplina fiscal por medio del ahorro descargando la seguridad social y la salud sobre las espaldas de los trabajadores activos (seguro universal gratuito); jubilación universal sin que el Estado y la parte patronal aporten a las jubilaciones; sueldos y salarios congelados; autonomía del Banco Central que posibilitó los depósitos a plazo fijo de las reservas fiscales en oro con el riesgo permanente de ser congelados y perdidos, etc. se hallan intactos y en ejecución.

En veinte años de gobiernos neoliberales se entregó los recursos naturales a favor de las transnacionales ligadas al capital financiero; privatizaron las empresas estatales como YPFB, COMIBOL, y otras; desarmó y desideologizó los sindicatos; situación que permitió crear las condiciones para una nueva movilización insurgente, producida en Octubre del año 2003, cuyo corolario fue la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada y la aprobación de la Agenda de Octubre, como programa mínimo a efectivizar, consistente en abrogar el DS 21060, nacionalizar e industrializar los hidrocarburos, recuperar las empresas privatizadas, etc. Y posteriormente posibilitar el triunfo electoral del Movimiento al Socialismo (MAS – IPSP) porque tomó como “bandera electoral” la Agenda de Octubre que hoy no lo considera y desconoce sin comprender que no es posible modificar el capitalismo salvaje sin abrogar el DS 21060.


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