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REFORMAS CONSTITUCIONALES Y REVOLUCIÓN BOLIVIANA

Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra




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LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES Y EL INDIANISMO

El nivel alcanzado por la sociedad americana, en el proceso del desarrollo desigual y combinado de la historia, fue el comunismo primitivo que tenía un modo de producción colectivista. La caza, pesca, agricultura, ganadería, etc., eran distribuidas en el grupo. Su economía era de simple sobrevivencia.

En las sociedades precolombinas, el proceso de la apropiación de las tierras, animales domesticados e instrumentos de producción dieron origen a los antecedentes de la propiedad privada, que provocaron cambios en la estructura y la superestructura de la sociedad colectivista americana (Aztecas, Mayas, Collas, etc.) que se encontraba en un proceso de transición al esclavismo; interrumpido por la conquista española (1.530 ) que impuso el paso a la sociedad clasista feudal sin transitar por el esclavismo.

Los aztecas, mayas y quechuas fueron culturas que alcanzaron un nivel elevado. Se encontraban en el estadio medio de la barbarie en ellas, no existían clases sociales, propiedad privada, Estado ni norma jurídica. Tenían un modo de producción, base económica y superestructura social colectivista.

El Imperio Quechua o de los incas fue fundado por el Inca Pachacútec, hijo de Viracocha el año 1438. Estuvo dividido en 4 “suyos” (Chinchasuyo, Cuntisuyo, Antisuyo y el Collasuyo), con una población mayor a los doce millones de habitantes y tenía como capital al Cuzco. Su territorio fue constituido por medio de las guerras de dominación de Aimaras, Mochicas, Chimús, Chibchas y otras. Era una sociedad agrícola que estuvo en una etapa de transición al Esclavismo. No inventaron la escritura ni la rueda. Su población estaba conformada por castas o estratos sociales étnicos constituidos por la Nobleza (Inca, sacerdotes, etc.), el pueblo y los yanaconas. El Ayllu (gens) conformó la base de su organización social; el trabajo colectivo, obligatorio y la servidumbre eran sus características. Tenían dos religiones una popular, practicada por el pueblo y otra secreta por la nobleza. Adoraban el sol, la luna, la tierra, los fenómenos naturales y rendían culto a sus muertos. El Inca era considerado dios e hijo del sol; un dios creador. Constituyeron un régimen teocrático. Creían en la adivinación, la reencarnación y en las Huacas, que eran dioses que se transformaban parcial o totalmente. Su moral estaba regida por principios como el “Ama sua” “Ama llulla” y “Ama kella” (no seas ladrón, mentiroso ni flojo). Fueron conquistados por los españoles en 1535.

El indianismo y el indigenismo, corrientes del pensamiento moderno que rescatan la cosmovisión del Tahuantinsuyo, niegan: los valores definidos por la producción en cada etapa de la historia (esclavismo, feudalismo, etc.); la propiedad; las clases sociales, la lucha de clases; el Estado, etc. Consideran que la comunidad del Tahuantinsuyo tiene identidad, idioma, costumbres, valores, conocimientos propios ajenos a la influencia de los fenómenos sociales, valores, conocimientos, ciencia, historia, instituciones, etc. europeos. Para ellos el indio, es una raza superior con personalidad pura, distinta a la blanca y mestiza, que tiene valores superiores, una cultura propia; y es el actor principal en la organización social comunitaria cuyo punto de origen es el Ayllu (Gens). Plantean el retorno al Tahuantinsuyo creada por acción de los dioses andinos. Sostienen que los aimaras, quechuas y otras etnias son originarios de América en contraposición a la ciencia que demuestra que son el producto de las migraciones africanas, asiáticas, etc.

Las reformas constitucionales establecidas, en concertación con indianistas, indigenistas, MAS-IPSP y los partidos neoliberales (Podemos, etc.), al imponer el Estado Plurinacional, que recoge la cosmovisión racista de las culturas precolombinas del Tahuantinsuyo y dividir la Nación boliviana en 36 pedazos étnicos, por encima de la voluntad del soberano, atenta contra la integridad del Estado democrático y reafirma, contradictoriamente, el Estado capitalista definido por la ideología liberal resultante de la lucha de las clases sociales modernas (burguesía, proletariado y pequeña burguesía) en la que se encuentran incorporadas las etnias producto de la revolución boliviana (particularmente de 1952), y de todo el proceso histórico de integración de la Nación boliviana que definió nuestro carácter nacional.


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