BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

FUNDAMENTOS DEL SERVICIO COMUNITARIO PRIVADO

Nelson de Vida Martincorena




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B) Los Beneficiarios

En relación con el verdadero destinatario de la actividad, ya hemos destacado el papel trascendente que juega «la comunidad» interpretando el concepto en el sentido más amplio.

El servicio se origina y desarrolla con una perspectiva colectiva, dotada de un proyección social; los servidores comunitarios aprecian primero el «bosque», tienden a la protección y mejoramiento del conjunto, sin descuidar por ello los beneficios concretos a los integrantes del grupo.

Esta óptica general, hace que el servicio adopte para su acción, variados segmentos de una comunidad dada, o la totalidad de la misma, buscando brindar su gestión en todos los planes que resulten de pública utilidad.

La relación entre el agente y el receptor aparece vitalizada en un doble aspecto participativo : en tanto la comunidad es la directa beneficiaría, es lícito requerir su aporte y colaboración para la fructificación de las obras; asimismo quienes resultan destinatarios, no por su situación de demérito personal, sino por encontrarse en el marco de actuación de la entidad tienen el deber de coparticipar en los esfuerzos realizados.

La experiencia sigue acreditando que el viejo principio, «ayúdate que te ayudaré» mantiene intacta vigencia; es adecuado a la naturaleza humana, apreciar lo que se logra con esfuerzo propio, a la vez que muchas veces poco se valora «lo que llega de arriba»...

Es muy cierto que habitualmente la población objetivo de la acción social está inhibida de adoptar un papel activo en la gestión: la niñez desamparada, quienes padecen enfermedades inhabilitantes, los que están en grados avanzados de marginación.

Pero en la mayoría de las situaciones, es lícito pedir a la gente necesitada que se aglutine, se organice primariamente y asuma, en su momento y con todas sus limitaciones, su papel en las gestiones.

Es posible que alguien piense que es como pedir peras al olmo... pero también es probable que muchos podrían aportar ejemplos concretos de posiciones activas de los necesitados. (*)

C) El Contenido de la Acción

Recordamos que por «contenido», hemos entendido los objetivos que las instituciones se proponen, así como las tareas que efectivamente se cumplen.

Dado que las organizaciones de servicio tienden prioritariamente, a la búsqueda del bienestar colectivo, ello las coloca ante un dilatado horizonte de actividades, pues toda colectividad es tan pródiga en carencias, como rica en posibilidades de mejoramiento.

La capacidad de respuesta de cada entidad concreta será variable, cambiando incluso a lo largo de la vida de la misma, pero en todo momento la naturaleza del propósito comunitario operará como permanente acicate para la actuación colectiva.

La investigación de los problemas sociales, en todas aquellas materias que pueden incidir en el estándar de bienestar social, revisten para las entidades de servicio, fundamental interés.

El conocimiento constituye un requisito previo para abordar soluciones profundas: se procura el saber para proceder.

Si bien muchas veces la institución no está en condiciones de propiciar áreas de investigación, que por definición requieren un cúmulo de requisitos que sólo entidades de gran porte pueden cumplir, deberá siempre, estar muy atenta a los resultados de esas investigaciones y difundir lo más masivamente posible, las conductas que se aconsejan por ejemplo, para prevenir ciertas enfermedades.

En el terreno concreto de las realizaciones, existe un área de asistencia, para atender necesidades acuciantes, que resulta compartida con otro tipo de actividades que se cumplen con fines igualmente loables.

No obstante esa tarea instrumental se brinda como paliativo, entretanto se logra enfrentar la situación de otra manera.

El servicio no se conforma con el auxilio y la atención de los efectos nocivos de una situación social determinada, trasciende la circunstancia, no se detiene ante lo ocasional, busca las causas.

La asistencia aparece casi siempre como un etapa transitoria, que se aspira a transformar en innecesaria, mediante la rehabilitación o con una adecuada prevención.

(*) Un libro titulado «De la necesidad al servicio», «Cuarta jornada del sector social» (Ediciones Granica, Buenos Aires, 1999) publicado por la Fundación Compromiso, radicada en Argentina, contiene un riquísimo material afín a los temas que nos ocupan.

La capacitación para el desarrollo individual y colectivo viene adquiriendo un saludable incremento en las gestiones comunitarias que procuran así la promoción social.

En apretada síntesis puede decirse que el contenido del servicio consiste en estudio e investigación, asistencia, rehabilitación, prevención, promoción y desarrollo humano.

El carácter innovador del resultado de la gestión, lo que hemos llamado el aspecto creativo del servicio constituyen un índice seguro que permite evaluar positivamente los trabajos que lo utilizan en forma adecuada.

Hay que reconocer que la propia amplitud de los objetivos que se postulan y la total autonomía que las instituciones privadas tienen para abordarlos, conlleva un gran peligro: muchas entidades sucumben a la tentación de formular múltiples objetivos y fines, que realmente no están a su alcance; el ansia de abarcar mucho y al mismo tiempo, lleva a que muchas veces se termine «apretando poco»...

Si bien el punto de los resultados concretos, se verá con alguna extensión más adelante, cabe adelantar que en algunos casos ellos no son muy halagüeños y por tanto las entidades del área, deberían estar preparadas para posponer parcialmente algunas de sus tareas, en aras de poder asumir en conjunto la solución de algunos graves problemas sociales, muy prioritarios.


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