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INTEGRACIÓN. TEORÍA Y PROCESOS. BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

Alberto Solares Gaite




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CAPÍTULO XVII. PARTICIPACIÓN DE BOLIVIA EN LOS DIFERENTES PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL

Comentario general.- Participación en la ALALC.- Participación en la Cuenca del Plata.- Participación en la ALADI.- Participación en el Pacto Amazónico.- Participación en la CAN.- Participación en MERCOSUR.- Participación en el ALBA/TCP.- Participación en UNASUR.-

1. COMENTARIO GENERAL

En el anterior Capítulo se han tratado de definir las características de la participación de Bolivia en la integración en general, pretendiendo identificar el desempeño, las limitaciones y resultados de la presencia del país en todos los procesos.

Sin embargo, si bien existe una homogeneidad de causas y efectos en esta participación, existen también algunas circunstancias particulares respecto a la participación en cada uno de los procesos que es importante analizar, puesto que nuestra vocación integracionista se manifiesta en mayor o menor medida o tienen matices especiales en cada uno de estos procesos, en los que Bolivia participó, pretendió participar y participa actualmente.

2. PARTICIPACIÓN EN LA ALALC

Como se explicara anteriormente, el proyecto de conformar una zona de libre comercio entre los países de Suramérica más México, que emergió del Tratado de Montevideo 1960, tuvo una primera etapa fructífera de negociaciones y consolidación de preferencias arancelarias que motivó un notorio incremento del intercambio comercial. Pero, a muy corto plazo, el proceso se estancó -mediados de los 60 - por los diversos factores que ya se explicaron, entre los cuales cabe destacar la rigidéz de sus mecanismos y plazos, así como el desigual aprovechamiento de la apertura de mercados, que favorecía casi exclusivamente a los países de mayor desarrollo (ABRAMEX), los que tenían en su favor un mayor nivel de desarrollo industrial, políticas exportadoras claramente definidas y la presencia de empresas transnacionales, cuyas filiales locales fueron las que más aprovecharon las oportunidades del mercado ampliado.

Bolivia, que no fue suscriptor del Tratado de Montevideo 1960, se incorpora a la ALALC ya extemporáneamente, recién en 1967, cuando el proceso estaba en virtual estancamiento. No obstante, se ampliaron a Bolivia las concesiones arancelarias ya consolidadas (Lista Común), y si bien se generaron algunos flujos de comercio hacia la zona, los logros comerciales para el país no fueron nada relevantes, más que nada se orientaron a lograr la formalización los flujos de comercio previamente existentes con los países vecinos.

En materia de complementación industrial, se suscribieron algunos convenios pero sin llegar a su ejecución.

A partir del Protocolo de Caracas (1976), último esfuerzo por relanzar el proceso, la ALALC quedó definitivamente paralizada, iniciándose por esta razón y con el objetivo de preservar los avances logrados y más que todo la idea de la integración, las negociaciones que condujeron en 1980 a la creación de la ALADI.


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