BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ALUCINAR (EN) LOS INTERSTICIOS: “ABECEDARIO” MÍNIMO. UN SUSURRO DE PALABRAS

Edgardo Adrián López




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Prólogo Circunlocuciones, desvíos y circunloquios

“Las novelas describen indefinidamente el sufrimiento, y casi nunca la satisfacción ...”

Georges Bataille

“En el fondo, todas las exasperaciones de nuestras peleas giran alrededor (del significado) de la palabra Revolución”

Antonin Artaud

Sin conocer todavía qué sería de mí luego del nefasto 2001, en que arbitraria e injustamente, se decide quitarme una beca para jóvenes graduados que había obtenido mediante concurso a fines de 1999 , me atareé con ahínco y durante interminables meses , en la tediosa conversión de los sintagmas y oraciones de los volúmenes de los Grundrisse, en enunciados ordenados por isotopías. El avance lento duró hasta diciembre de 2003, en que decidí que lo que había conseguido hasta ahí, era suficiente material para estructurar mi Tesis. De lo contrario, me hubiera agotado más tiempo en una labor “infame” y la tesis, que se desbordaba por sus cuatro costados..., amenazaba con convertirse en inmanejable (de hecho, lo es ). Habiendo consultado los pasos a seguir con mi Director, comencé la redacción en 2004.

Trabajé durante horas en 2003 y 2004, en una vivienda precaria, quedándome hasta la noche y levantándome al alba, sufriendo cansancio, hambre, calor, frío. Cuando mis hijitos permanecían conmigo, los fines de semana, me interrogaban ingenuasabiamente, si lo que intentaba, era útil para algo. Era lo Real, lo que asomaba en una pregunta obvia, de la mano de la inocencia de los niños; no conocía la respuesta entonces y sigo sin saberla completamente aun. Todavía mi hijo mayor, que quiso efectuar la experiencia de vivir solo pero que no pudo (regresando conmigo), al verme interminables mañanas, tardesnoches, madrugadas, en una secuencia sin transiciones, como si el día no tuviese partes internas, me recuerda esas tempranas inquietudes, con una pregunta que retorna: ¿por qué (vivir)escribir tanto?; ¿para qué? Nahir, las pocas veces que decide frecuentarme en un departamento en que ya no estará mi amigo anarquista Sergio Marocco, por causas de salud, repite lo mismo, agregándole la faceta económica, que siempre le preocupó: ¿de qué sirveservirá escribir, si respiro en la pobreza y nopudenopuedo ofrecerles una mejor infancia y adolescencia a mis hijos?

En paralelo, la nena, Zaira, con sus ojos enormes, me dice que soy un pobre papá, que deja sus horas ante una pantalla de computadora que no es demasiado entretenida, expresándome en clave que soy aburrido. Y sí, hija, contesto; papá es aburrido y lo siento mucho. Llegará el día en que podás comprender los motivos de ser “poco” alegre para un niño –concluyo... (¿se puede concluir ante la objeción de una palabramujer?).

Y al tipear esas líneas, las frases que desfilan frente a mí, una tarde de domingo en que por Canal 7 se reitera desde el viernes pasado, los festejos por el Bicentenario, como si fuera un asunto de Estado machacar con la Patria y con los “próceres” centralistas “salvajes unitarios” de la Independencia, acentuando la “argentinidad al palo”, entiendo que escribo porque sí, porque no me queda más que doler mis manos, mi endeble mano derecha, la operada tres veces (muriendo yo en el quirófano con la anestesia total...), con el teclado de mi vieja máquina, compañera de travesuras, querencias y desmanes. Escribo a causa de que es una forma de artefactuar a los otros, de entre/tejerme en ellos, de inventarlos en mí, de alucinarlos enellosenmí, para conquistar al tiempo, para disolverlo e ir más allá, más allá, sí, de sus palpitaciones, de sus fantasmas, de sus perfiles. Más allá...

Hoy, 30 de mayo, a las 20, 45, mi hijo mayor vuelve con su inquietud, jamás abandonada, de para qué por qué escribo, tanto, sin sentido. Respondo en silencio, para mí y para que los que lean lo que destino acá, que esculpo signos para dejar que gente como Marx, que se asemeja a personas como yo y como a tantos otros sin voz, excluidos, marginados, asesinados por ser grandes disidentes, puedan hablar de una forma inédita, sin censura, allende los aparatos, los dispositivos, las instituciones, sus máquinas y mecanismos, los espantos los terrores que son capaces de inducir, en lo subjetivo y en lo objetivo, en lo íntimo y en lo externo. Todo el tiempo, todo el tiempo –¿lograré vivirescribir más allá de lo instituido, de las instituciones, de lo que normalizainstitucionalizan, de lo que enferma de normalidad, para que duendes azules hadas puedan encontrar un lugar en el perro mundo? ¿Conseguiré escribirvivir para cambiar el rumbo, algo de(l) mundo? No lo sé, no.

Me prometí, me comprometí a dilucidar las causasazares por las que gubio signos (López, 2009b: 15), islas de tiempo, burbujas de historia, refugios anti segundos y es lo que (a)presenté, lo que pudemepermití arrimar No más, no menos


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