BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EL LIBRO Y EL BIOS: ALGUNOS MOMENTOS EN SU HISTORIOGRAFÍA. LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
(VOLUMEN II)

Germán López Noreña



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7.1.1.2 Los Cromberger En Sevilla y América

Sevilla no fue ajena a la llegada de los impresores extranjeros, fenómeno ya estudiado de manera general en España en páginas anteriores de este volumen; siendo así el como a finales del 400 sobresalen cuatro socios alemanes, y los nombres de Meinardo Ungunt y Estanislao Polono. Atención especial de entre esos impresores, lo merece, la familia de Los Cromberger, pues desde allí se gestó el capítulo especial de la llegada de la imprenta a América.

Libro Manufacturado En Los Talleres De Los Cromberger

www.loc.gov/.../heavenlycraft/heavenly-16th.html

Jacobo Cromberger escogió bien la ciudad de Sevilla, porque los importantes centros de población del sur de España y de Portugal, que constituían su mercado potencial, no tenían imprentas o estaban inactivas. En la mayoría de estas ciudades había catedrales que encargaban grandes ediciones de obras litúrgicas y en ellas había también salida para libros más populares. “Hay constancia de unas 300 ediciones realizadas en Sevilla desde 1501 hasta 1520, mientras que sólo se hicieron 39 en Lisboa”. Desde 1504 hasta su muerte en 1528, Cromberger dominó la industria ya que alrededor de dos tercios de los libros impresos en Sevilla salieron de su imprenta y esto lo sabemos porque la mayoría de los libros de los Cromberger llevaban su firma. Otro aspecto que ayudó a que Sevilla fuera un centro ideal para la imprenta, fueron los esclavos, que aparecían como parte de las herramientas del taller. En 1540, cuando se hizo el inventario de la herencia de Juan Cromberger, los esclavos de la imprenta fueron también enumerados: “había tres negros que eran batidores, y un negro y un esclavo blanco (posiblemente árabe) que trabajaban como tiradores”.

(Luisa Martínez: 2003)

Jacobo Cromberger considerado por los estudiosos del libro de la ciudad de Sevilla como el padre de la dinastía de los impresores sevillanos, se encontraba en inmejorables condiciones económicas para la ejecución de sus proyectos como impresor y comerciante.

No en vano era dueño de la imprenta en la que producía sus textos, como también propietario del papel utilizado en las impresiones; además de haber sido Sevilla proveedora de mano de obra a bajo costo para ser utilizada en su taller, como producto de la enorme cantidad de esclavos que llegaban a la ciudad, gracias a ser el epicentro de La Casa De Contratación De Las Indias.

Su habilidad en los negocios del libro, sumado a la visión del comercio internacional de su yerno Lázaro Nuremberg, le condujo al monopolio del libro en España, Portugal e incluso con un interesante mercado en Alemania, y muy especialmente en el nuevo mundo. Normalmente su producción se centraba en textos religiosos de gran demanda, los que debido a su alto costo de manufacturación, mientras tanto eran financiados por el tiraje de miles de indulgencias las que le redituaron a la familia excelente ganancias.

Ahora bien volviendo a lo que corresponde a esta sección de este volumen II, en la instalación de la imprenta en América , cuatro personajes más entran en escena en esta interesante trama del libro en las recién descubiertas tierras americanas:

Carlos V, quien como suprema autoridad de España y de las Indias, y obviamente con sus intereses expansionistas y deculturación para con el continente americano, avala la presencia de la Imprenta en México; el obispo Juan De Zumárraga quien propendiendo por la implementación de un enfoque de adoctrinamiento católico, eleva la petición al rey; el Virrey Mendoza ejecutante de la orden del rey, dando la concesión a la familia Cromberger; y finalmente Juan Pablos, empleado de confianza de Jacob Cromberger, quien se constituye como el primer impresor en América. Entonces veamos algunos elementos de cada uno de estos episodios:

De Carlos V y Juan de Zumárraga:

Escribía el Obispo Juan de Zumárraga al Emperador Carlos V, en 1533, que "parece sería cosa muy útil y conveniente haber allá imprenta y molino de papel, y pues se hallan personas que holgarán de ir, con que su Majestad haga alguna merced con que puedan sustentar el arte, Vuestra Señoría y Mercedes lo manden proveer".

(www.comunigraf.com.mx)

A lo que el rey responde:

Y lo que solicitaba el progresista prelado lo concedió el augusto Monarca, según lo testimoniaba al Consejo: "que se les dará pasaje y matalotaje a México y se les prestará alguna cantidad de la hacienda de su Majestad para ayudar a comenzar y privilegio por tiempo señalado.

(www.comunigraf.com.mx)

José Torres Revello (1960) en el capitulo “Las Cartillas Para Enseñar a Leer a Los Niños en América Española”, citándose en su trabajo de 1940 y citando a Toribio Medina (1912), hace referencia al episodio de los Cromberger, el Virrey Mendoza y el Obispo Zumárraga en lo relacionado al envío de cartillas, probablemente para la enseñanza del evangelio y los dogmas de la fe católica en los habitantes de la nueva España:

En 1539, cuando ya funcionaban los tórculos de imprimir en México, por parte del virrey Antonio de Mendoza y del obispo Juan de Zumárraga, se concedió a Juan Cromberger, su esposa e hijos, impresores de Sevilla, privilegio para remitir cartillas y otra suerte de libros a la Nueva España, con un beneficio de ciento por ciento, "y que él sólo también tuviera imprenta en México, a condición de que cada pliego impreso importase un cuartillo plata y cada cartilla medio real", siéndole confirmado el referido privilegio por el Rey, por cédula expedida en Talavera, a 6 de junio de 1542, limitándolo al plazo de un decenio que se consideraría cumplido el mismo día y mes del año 1552. Al fallecer Juan Cromberger en 1540, se paralizaron los envíos que su casa hacía a México, originando algunas protestas por parte de los mercaderes que se sentían perjudicados, dando el hecho ocasión a la Audiencia para dirigirse al monarca en 17 de marzo de 1545, solicitando que si los herederos de Cromberger no cumplían con lo estipulado, se autorizase a otros mercaderes a realizar libremente esas negociaciones.

La impresión y envío de cartillas considerado bajo el aspecto comercial era sumamente productivo, conociéndose por referencias para el siglo xvi no sólo ediciones en castellano efectuadas en España, sino también en los Países Bajos, que eran remitidas a distintos lugares de nuestro continente. Con respecto a México, como ya veremos más adelante, diversos impresores las estamparon en dicha centuria y en la siguiente.

Señalemos ahora, después de la breve disquisición que acabamos de hacer, que en un embarque hecho en 1557, anotamos dos asientos. Uno con seis "gruesas" y otro con treinta y siete docenas de cartillas, y en 1565, en un solo envío figuran treinta y siete docenas o sea cuatrocientas cuarenta y cuatro cartillas.

(José Torre Revello; 1960: pp. 216-217)

Marturino Gilberti, Vocabulario en lengua de Mechoacan, México, Juan Pablos, 1559.

http://www.adabi-ac.org/investigacion_libro_ant/articulos/paginas/04art_ecv08.htm

Juan Pablos de Bresca, oriundo de Italia, le cabe el honor de haber sido el primer impresor de América. Efectivamente materializó la encomienda del rey Carlos V, y ambos hicieron realidad los anhelos tipograficos del virrey Mendoza y el obispo Zumárraga.

El 12 de junio de 1539 Juan Pablos estableció y firmó un contrato con Juan Cromberger para trabajar la imprenta en México. En él, entre otras cosa se determinaba la exclusividad de llevar impreso en los tirajes de libros impreso en la Nueva España, durante diez años la frase "en casa de Juan Cromberger" , cláusula que explica la ausencia del nombre de Juan Pablos en su primeras ediciones.

Lo que es posible a partir de 1546, ya muerto Cromberger (1540), en que tras varias gestiones, estampa su nombre en los libros que edita. Ya finalizado su contrato con Cromberger, Juan Pablos solicitó y obtuvo del Virrey de Mendoza el privilegio exclusivo para imprimir en la Nueva España.

Veamos a continuación una transcripción de fragmentos del original del contrato entre Juan Pablos y Cromberger, tomado del trabajo de García De Izcabalceta, quien cita respectivamente los numerales 1, 7,9,10, 11, 12, 13,14, 15, 17, 27, 28,29, 30, 33, 34, 35, 37, 38, 39 y 73. Contrato registrado, en Sevilla, Archivo Notarial, Protocolo De Alonso De La Barrera, Oficio I, Libro I, De Dicho Año, fol. 1069:

Del Encabezamiento:

Sevilla, 12 de Junio de 1539, - Contrato entre Juan Cromberger, impresor, y Juan Pablos, Cajista, por el cual comprométiase el segundo a trasladarse a México y ejercer el arte de la imprenta, con arreglo a las condiciones que se especifican.

En el nombre de Dios, Amén. Sepan quantos esta carta vieren cómo yo Joan Pablo, componedor de letras de molde, marido de Gerónima Gútierrez, vecino que so desta muy noble e ideal çibdad de Sevilla, en la çollación de San Ysidro, otorgo e conosco que hago pacto e postura e çonvenevçia asosegada con vos Joan Crovenguer, ynpresor, vecino que soys desta dicha çibdad de Sevilla, en la dicha collaçión de San Ysidro, questades presentes, en tal manera que yo sea tenudo e obligado e me obligo de yr a la Nueva España del Mar océano, a la çibdad de México, e de llevar conmigo a la dicha Gerónima Gutierrez, mi muger […].

De la producción en la imprenta en América:

Yten, con condiçión que yo sea obligado de tener cuydado de administrar la prensa, e que todavía, aviendo quehazer, trabaje y no pare, y para ello daré toda la horden e yndustria que fuere neçesaria, y buscaré la gente que fuere menester para que me ayude, y porné en ello toda la diligençia y trabajo que fuere menester para que la dicha prensa no pare y siempre ande en su orden e conçierto, como anda en Sevilla en casa de vos el dicho Joan Crovenguer, haziendo la tarea de tres mill pliegos cada día, como se faze en la dicha vuestra casa; e sy por mi culpa e negligencia alguna cosa se perdiere, que yo sea obligado e me obligo de vos pagar lo que asy se perdiere con el doblo, e que sea en vuestra escogencia el me llevar la dicha pena o de me quitar e echar de la dicha ynpresyón, qual vos más quísierdes.


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