2.10 Competitividad y la ganadería bovina para carne

En general los indicadores de la industria de la carne bovina estadounidense y canadiense son superiores a los de México. En Estados Unidos la tasa de pariciones está por encima del 80%, la de extracción es aproximadamente 35%, el rendimiento en canal es superior a 300 Kg. Los índices comparables son los de porcentaje de rendimiento en canal. Canadá cuenta con un inventario ganadero que en los últimos años ha estado en constante aumento con índices productivos superiores a los del hato mexicano.

Los apoyos vía subsidio que reciben los productores de los tres países no son siquiera comparables, los programas de apoyo para la ganadería de carne mexicana son con presupuestos muy limitados La facilidad con que las importaciones provenientes de Estados Unidos han podido penetrar el mercado nacional se fundamenta en primer lugar por la “híper concentración” de la producción y el capital de las empresas productoras de carne en Estados Unidos (tres empresas controlan el sacrificio en el país, dos de las cuales también controlan el sacrificio en Canadá), lo que les confiere un enorme poder económico y capacidad de competencia en el mercado. En segundo término, la estrategia comercial instrumentada por estas empresas, las prácticas desleales (dumping y subsidios al comercio), y los patrones de consumo y preferencias del consumidor en Estados Unidos que se inclina por ciertos cortes que constituyen el 30% de la canal (lomo y sirloin), el 70% restante tiene menor valor comercial por lo que se orienta preferentemente hacia la exportación. Con la venta de ese 30% de la canal se recupera un alto porcentaje el costo de la misma, por lo que la carne restante de la canal se puede deshuesar o manejar en otros cortes, para exportarse a precios competitivos, aumentando el margen de utilidad.

Lo mismo ocurre con todos aquellos productos que tienen escasa demanda en el mercado local como la carne proveniente de los animales de desecho, los canales y cortes de deficiente presentación, las carnes que permanecen demasiado tiempo en refrigeración, vísceras, etc.

En un estudio realizado por Carrera et al. (2003), se encontró que para la región árida y semiárida se redujo la rentabilidad a partir de 1997 de $723.18 por animal; para el 2002 se tuvo una pérdida neta de $113.19 por animal y de $132.3 en 2003. Las predicciones son de $123.4, $119.19 y $138.18 del 2004 al 2005, respectivamente. Para la región tropical se observó una pérdida constante entre 1997 y 2006, con una reducción de $532.26 por animal.

Para el sistema vaca-becerro en el norte de México, se encontró en Sonora en el 2000una utilidad por vientre de $767.31 cuando el becerro se comercializó en el país, y de $848.4 cuando se exportó. Los números para el 2001 fueron $715.91 y $813.4 por vientre, respectivamente (Carrera et al., 2003). Para Chihuahua, estos autores encontraron utilidades de $1,696.26 y $1,001.68 para el 2001 y 2002, la reducción en utilidad es de 69.34%.

La producción de becerros para la engorda en Estados Unidos es 212% menos rentable que en México, pero la engorda en corral es 81.8% más barata que en un estudio realizado en Veracruz (Carrera et al., 2003). La ganadería mexicana está en desventaja competitiva frente a la de estados Unidos.

CAPITULO III PANORAMICA INSTITUCIONAL Y LAS CADENAS DE SUMINISTRO DE BOVINOS DE CARNE.

Dentro del proceso de cambio con calidad, la participación de los distintos niveles de gobierno, en conjunto con los agentes económicos de la cadena de producción-consumo pecuario y además de prestadores de servicios, es fundamental tanto en la planeación de desarrollo ganadero y su integración, como en el desarrollo de las acciones que sean definidas en consenso.

La actual administración contempla como punto fundamental la competitividad de los productores agropecuarios, de los que se desprende la necesidad de avanzar en la integración de cadenas agropecuarias. (Agarwal,2002:35)

El programa Sectoral de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, establece dentro de su Visión “Lograr mayor eficiencia en nuestra producción y andamiaje comercial agrícola, pecuaria y pesquera, para que sean actividades redituables y que se sitúen con alto margen de competitividad y sustentabilidad, tanto en la economía global, como en nuestro propio abastecimiento”.

De lo anterior, se desprende la Misión de “Desarrollar el sector agroalimentario en términos económicos y financieros, integrando al productor primario a la cadena productiva que culmina con el consumidor” y “Dirigir los esfuerzos gubernamentales para que los productores oferten alimentos sanos y agro productos alimenticios de calidad para toda la sociedad.

En el apartado de ganadería de este Programa, se establece como Misión para el sector “Diseñar, instrumentar y operar la política del sector pecuario para promover la consolidación y desarrollo de la producción ganadera; elevar su tecnificación, productividad y competitividad, así como mejorar los ingresos de los productores, mediante el fomento, regulación y organización de la actividad y su mejor vinculación con los procesos de transformación, comercialización y consumo, así como la de proteger este sector de enfermedades y asegurar que los alimentos sean mejorados con procedimientos de calidad e inocuidad, a fin de incrementar su participación en los mercados nacionales e internacionales, a través de la promoción, regulación y certificación de los procesos productivos y de los insumos que son utilizados en los mismos, así como para contribuir a la preservación del medio ambiente.

Asimismo, al objetivo tercero del apartado de ganadería del Programa Sectorial establece “Promover la organización de productores e integración de cadenas agroalimentarias pecuarias”, lo cual impulsara “ Articulando las diferentes acciones de los agentes económicos que participan en los procesos producción consumo de alimentos y productos pecuarios e impulsando los Comités Participativos por Especie-Producto y su vinculación con los Comités Estatales de Fomento y Protección Pecuaria, para que funjan como organismos de consulta y gestión de fomento ganadero”. SAGARPA (2002).

El desarrollo del sector ganadero de las principales naciones productoras se ha sustentado en la integración vertical y horizontal de los procesos, a través de cooperativas y consorcios que alcanzan economías de escala y que por lo tanto, favorecen la inversión en los diferentes niveles de la cadena agroalimentarias, la planeación de los procesos de compras de insumos y materias primas, así como la comercialización de los productos.

Un amplia sector de producción nacional se ha visto al margen de esta integración, afectando negativamente sus posibilidades de capitalización, ya que una parte importante del valor agregado es retenido por agentes intermediarios, cuya actuación repercute negativamente en el nivel de precios al consumidor.

A fin de sanear estos procesos, se vincula a los pequeños productores a los eslabones de las cadenas producción-consumo de la ganadería, bajo esquemas organizados de participación y concertación que favorezcan su acuerdo e induzcan un proceso de integración vertical y horizontal que les permita aprovechar la infraestructura de transformación existente e invertir en la modernización, equipamiento y la creación de nuevas instalaciones (plantas de alimentos balanceados y rastros, entre otros).

Parte fundamental de estas acciones es la interrelación que se genere entre el sector agrícola productor de granos y los sectores ganaderos que en mayor medida se consumen. Para ello, se desarrollan esquemas innovadores como el establecimiento de siembra bajo contrato, lo cual además de asegurar la comercialización de parte de la producción agrícola, disminuiría las presiones por importaciones y posicionaría en mejor lugar al ganadero mexicano, al no tener que absorber el diferencial de precio con respecto a sus competidores del exterior.

Con este motivo, se revitalizara la operación de los Comités por Sistema-Producto a nivel regional y nacional y se ajustaran al marco jurídico para la toma de acuerdos y apoyos para su consecución.

En paralelo se promoverá la conformación de Subcomités o Grupos de Trabajo por Sistema-Producto en los estados, preferentemente en el marco de los Comités Estatales para el Fomento y Protección Pecuaria.