BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ESTADO DEL ARTE DE LOS ESTUDIOS DE LA CULTURA POLÍTICA EN EL PERIODO COMPRENDIDO ENTRE 1998-2009

Roberto Carlos Oñoro Martínez




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INVESTIGACIONES Y PROPUESTAS A NIVEL INTERNACIONAL

A nivel internacional la investigación sobre cultura política ha sido basta en términos de la variedad de unidades de análisis, de enfoques utilizados, estrategias de investigación, problemas de investigación y tendencias teóricas. El análisis de los documentos hallados se dará de manera no secuencial sino que se tomaran los datos de cada uno de estos sin que media ningún tipo de jerarquización que implique prioridades o tendencias.

A nivel internacional se tiene como aporte los avances de Marcela Portillo esta nos plantea en su tesis doctoral Culturas juveniles y cultura política: la construcción de la opinión política de los jóvenes de la ciudad de México que con esta se intentaba “explorar cómo construyen su opinión política y participan en el espacio público los jóvenes invisibles de la Ciudad de México. Por jóvenes invisibles entendemos aquellos sectores juveniles, por lo general de clases medias y populares, no organizados formalmente. Estos sectores no acostumbran suscitar la atención de los medios de comunicación, las instituciones políticas ni de la investigación académica. En este trabajo nos interesa rastrear la formación de las opiniones políticas de los jóvenes de la Ciudad de México” (Portillo, 2005). Las preguntas que guiaron esta investigación fueron las siguientes:

Preguntas generales

1. ¿cómo es que los jóvenes construyen su opinión política a partir de su biografía, su pertenencia generacional y su consumo televisivo?

2. ¿a partir de que elementos significativos cobre relevancia la política en la vida cotidiana de los jóvenes?

3. ¿por qué vías buscan incidir –o rehúsen hacerlo- los procesos comunicativos de la opinión pública?

Preguntas específicas

1. ¿de qué manera la biografía de los jóvenes influye en la construcción de la opinión política?

2. ¿Cómo incide la dimensión generacional en la construcción de la opinión política de los jóvenes?

3. ¿Qué relación se establece entre el consumo televisivo de los jóvenes y sus formas de comprender/aprender la política?

4. ¿de qué manera la opinión política de los jóvenes de los jóvenes puede influir en el proceso de cambio político?

Se tiene como aspectos metodológicos de la investigación que “se analiza las dimensiones individual, comunicativa, mediática. El interés de este trabajo es realizar la interpretación de la construcción de la opinión política. Se utiliza el grupo de discusión y la entrevista. Se realizan 8 entrevistas y cuatro grupos de discusión” (Portillo, 2005). Es decir que existe un fuerte aspecto cualitativo al abordar la investigación referenciada, de allí que se utilicen como herramientas las entrevistas y los grupos focales.

Para Tracy Summerville en su tesis doctoral denominada Political Culture: The relationship between "organizational identity" and "individual identity": an exploration of the Charlottetown Accord, se plantea en este estudio una pregunta: "esta nuestro concepto actual de la cultura política a la altura del desafío de la medida de la participación democrática en el siglo 21?" para Summerville “la respuesta, parece ser, no. Esto es particularmente el caso cuando examinamos ejemplos de la democracia directa - a veces, cuando se pregunta a los ciudadanos para dirigir el futuro de su vida política” (Summerville, 1998).

En el artículo de investigación publicado por M.Natalia Bermúdez, Lucas d. Savino y Lorena a. Zenklussen bajo el titulo Representaciones sobre democracia y participación en la juventud de Córdoba-Argentina, se puede hallar que “el estudio desarrolla a través de entrevistas cualitativas la aprehensión de la cultura política de la juventud cordobesa en argentina se indaga acerca de las representaciones sociales sobre “democracia” y “participación política” y la relación entre estas” (M.Natalia Bermúdez, 2004). En términos de la metodología se plantea de igual manera que “el estudio desarrolla a través de entrevistas cualitativas la aprehensión de la cultura política de la juventud cordobesa en argentina. La manera de abordarla se da desde diferentes niveles: 1)circunstancias de la producción, 2)competencia comunicativa, se realizan 12 entrevistas los cuales pertenecen a la secretaria de legislación social y el deporte, turismo y recreación del comité de participación adolescente de la municipalidad de la Ciudad de Córdoba”. En este estudio se resalta que el aspecto metodológico da relevancia a lo cualitativo como estrategia de abordar la investigación.

Las preguntas que dieron guía a la presente investigación fueron las siguientes: “¿de qué manera los jóvenes cordobeses (entre 16 y 18 años) significan los términos “democracia” y “participación política”?¿Cómo vinculan dichos sujetos? a)Las significaciones que los jóvenes cordobeses entre 16 y 18 años construyen de la democracia b)indagar qué importancia le asignan a la participación política dentro de dicho régimen, e)profundizar en la relación entre democracia y participación”.

Es así como en otros abordajes como por ejemplo el de Rodrigo A. Fábrega-Lacoa en su tesis doctoral School Effects And Civic Knowledge: A Cross-National Study Of Youth Political Socialization, de la investigación se desprende que “a pesar de que existe amplio análisis sociológico sobre el origen de la relación institucional entre la enseñanza pública y la ciudadanía de producción, hay poco análisis sociológico sobre la manera en la escuela produce los ciudadanos, y, a su vez cómo este proceso se forma por el Estado-nación y el sistema mundial de las naciones. Aquí examinar el proceso de escolarización, las microempresas para la ciudadanía, los efectos de la renta nacional, los modelos globales y en 27 países con datos únicos sobre los adolescentes los conocimientos cívicos” (Fábrega-Lacoa, 2004).

La metodológia utilizada se basa en “la estrategia de modelado utilizado aquí es el de modelado Jerárquicos Lineales (HLM). Los datos son ajustados por el diferencial de representación, y con el fin de obtener la precisión, la estimación de la varianza se tiene en cuenta la estructura de datos. Modelos jerárquicos lineales son apropiadas aquí por que estoy interesado en la estimación de los efectos de las escuelas y nacionales a nivel individual. En otras palabras, los parámetros estimados a convertirse en un estudiante de nivel variable de parámetros para la escuela (Raudenbush, 1986). Esta técnica de modelado se tienen en cuenta el problema del efecto del diseño presentado por la correlación entre los estudiantes las respuestas de los estudiantes recogidos en anidado escuelas (Goldstein 1987, 1991; Raudenbush y Bryk, 2002). En este análisis me HLM estima los coeficientes de rendimiento de los estudiantes con conocimientos en materia de educación cívica, cuando el resultado es variable de puntuación de conocimientos cívicos”.

Para esta investigación las principales preguntas de investigación fueron las siguientes:

• ¿Hay diferencias entre los modelos nacionales para la organización de la educación cívica a través de las escuelas?

• ¿Cuál es el efecto relativo de las características de la escuela frente a los efectos de la estudiante y su familia sobre las características de los conocimientos cívicos?

• ¿Los efectos de la escuela varían en el tipo y la fuerza entre las naciones?

• ¿Las características socioeconómicas modera o mejora el efecto de la escuela en la ciudadanía, los conocimientos y habilidades?

En el informe Contrastes Culturales En Configuraciones Políticas Un estudio comparativo de cultura política y nación en la Argentina y Brasil elaborado por los investigadores Alejandro Grimson y Jose Num del programa de naciones unidas, en este estudio los autores analizan comparativamente configuraciones nacionales de cultura política en la Argentina y Brasil, estos consideraron las percepciones sociales, las creencias y los valores, para identificar nodos culturales y políticos, se utilizaron cinco dimensiones de análisis: 1) criterios de división sociopolítica y de las alteridades internas; 2) concepciones de la temporalidad social; 3) concepciones del espacio y el territorio; 4) principios sociales de justicia distributiva; 5) sentimientos nacionales y modos de pensar la integración regional (Grimson & Num, 2007).

Para este proyecto el diseño de la investigación contempló un eje central de trabajo de campo que consistió en la realización en profundidad de ciento veinte entrevistas cualitativas en cada país. Esas entrevistas fueron realizadas a mediadores socioculturales: políticos, educadores, empresarios, dirigentes sociales, funcionarios públicos, profesionales, periodistas y religiosos. Fueron entrevistados en trece ciudades (siete de la Argentina y seis de Brasil) distribuidas en diferentes regiones. Simultáneamente, se desarrollaron cinco estudios.

Otros autores como Glynis M.Breakwell, Chris Fife-Schaw, John Deveraux en el artículo de investigación Political Activity and Political Attitudes in Teenagers: Is There Any Correspondence? A Research Note el cual fue publicado en 1989, sin embargo consideramos que nos ayuda a establecer las principales tendencias de investigación, en este trabajo se realiza “un estudio de 210 británicos de 16-18-años y evalúa los niveles de la actividad política en este grupo y se refiere a estas actitudes políticas. Los resultados sugieren que mayores niveles de actividad son las asociadas con los titulares de opiniones políticas de centro izquierda. Tales individuos el informe presta mayor atención a la televisión y los periódicos con un alto contenido político y de tener más discusiones políticas con los maestros y los padres” (Breakwell, Fife-schaw, & Deveraux, 1989).

En cuanto a lo metodológico se plantea que la muestra utilizada está conformada por estudiantes, fueron 210 jóvenes británicos de 16 a 18 años de edad. Se utiliza el cuestionario el cual utiliza una escala el cual toma como referente un estudio anterior con la misma población y adiciona unos ítems al instrumento. Estudio de los niveles de la actividad política en este grupo y se refiere a actitudes políticas. En cuanto a la indagación principal de la investigación esta se centra en evaluar los niveles de la actividad política en este grupo de jóvenes y se refiere a sus actitudes políticas.

En términos de las tendencias de investigación para investigadores como Manuel Cárdenas, Luis Parra, Juan Picón, Héctor Pineda y Rodrigo Rojas en articulo Las Representaciones Sociales De La Política y La Democracia se halla que “La muestra quedó conformada por 165 jóvenes, 69 hombres (41.8%) y 96 mujeres (58.2%) cuyas edades fluctuaban entre los 18 y los 29 años. El instrumento quedó constituido por tres bloques. El primero de ellos contenía diversas preguntas que apuntaban a obtener información sociodemográfica de los participantes del estudio (sexo, edad, nivel socioeconómico, preferencias políticas, etc.) y que incluía, además, preguntas conducentes a indagar en su participación o afiliación en diversos grupos o asociaciones (partido político, grupo cultural, club deportivo, etc.), así como una escala en la que se les consultaba por el grado de confianza que tenían en diversas instituciones (gobierno, sindicatos, juntas de vecinos, etc.) y cuyos valores oscilaban entre 1 (nada de confianza) y cuatro (mucha confianza). La segunda parte del instrumento quedó constituida por una escala de 16 ítems construida para el concepto de política y que toma la forma de un diferencial semántico (Osgood, Suci y Tanembaum, 1976). Los ítems de la escala final se seleccionaron a partir de los análisis realizados sobre una muestra piloto por medio de un análisis factorial (método de componentes principales con rotación VARIMAX) y que determinó la presencia de cuatro factores principales: estilo de ejercicio (25.08% de la varianza), estructura (11.49% de la varianza), evaluación de la eficacia (10.45% de la varianza) e integración (7.68% de la varianza). La tercera parte del instrumento quedó conformada por un protocolo verbal en que se ofrecían a los sujetos diez conceptos para que asociaran libremente palabras a ellos. Los conceptos utilizados son: poder, comunidad, partidos políticos, elecciones, democracia, política, movimientos sociales, protesta, orden y juventud” (Cardenas, Parra, Picón, & Pineda, 2007).

Dicha descripción nos plantea en los metodológico se ha utilizado un método de asociación libre de palabras a un conjunto de estímulos y un cuestionario de evaluación, el cual toma la forma de un diferencial semántico. Las representaciones sociales de la política y la democracia, elaboradas por una muestra de jóvenes de entre 18 y 29 años de edad. En cuanto al objetivo de indagación la investigación intento analizar las representaciones que los jóvenes elaboran de la política, en un contexto determinado.

En un estudio realizado por el INJUV- Instituto Nacional de la Juventud gobierno de chile realizado por CIDE en 1999, el estudio se denomina “Análisis de la participación política de los jóvenes”, con este se “pretende hacer una síntesis final, retomando los cuatro productos parciales que fueron alcanzados y las conclusiones a las que se llega a partir de un análisis integrado de los mismos. El estudio fue llevado a cabo por el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), por encargo del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), entre los meses de enero y agosto del año 1999” (INJUV-CHILE, 1999).

En el estudio se planteó como objetivo general “describir y analizar desde la óptica de los jóvenes y de los diferentes actores políticos de la vida nacional, la interpretación que se hace del concepto participación política y los modos en que éste es llevado a la práctica”.

Desde el problema planteado por los investigadores se plantean cuatro hipótesis, las cuales son las siguientes:

i. Estamos frente al surgimiento de una nueva cultura juvenil, que desborda lo estrictamente político, en donde aparecen desdibujados los límites tradicionales entre lo público y lo privado.

ii. El desarrollo y transmisión de valores asociados a la libertad, pluralismo, tolerancia y respeto de derechos, son asumidos no desde un discurso político sino a partir de nuevas formas de asociatividad más cercanas y adecuadas a los problemas cotidianos de los jóvenes.

iii. El cambio en la matriz sociopolítica nacional, caracterizada entre otras cosas por un decreciente interés y credibilidad de la sociedad frente a la acción política, influye -por extensión- de manera directa en el desinterés de los jóvenes por estos temas.

iv. Las actuales formas de asociatividad de los jóvenes, pueden constituirse en formas de participación política implícitas, que necesitan de un marco de reconocimiento y estimulación formal, gatillando en el interior de ellas procesos de ejercicio de ciudadanía juvenil.

El estudio se realizó con base a una investigación exploratoria con carácter cualitativo e interpretativo, partiendo de que la realidad de los jóvenes es definida por el conjunto de condiciones materiales, por las subjetividades que ellos construyen y de diferentes actores de la sociedad.

El presente estudio parte de considerar dos actores para realizar la indagación, los jóvenes y los políticos, estos fueron tomados en consideración según el estudio de la siguiente manera:

a) Los jóvenes

Durante la primera parte, el estudio buscó recoger el discurso de los jóvenes mediante la realización de 12 grupos focales en 6 localidades (3 de ellas con características rurales y las otras 3 con características urbanas).

Los jóvenes que fueron invitados a participar en los grupos tenían edades entre 15 y 29 años y fueron agrupados en dos rangos: jóvenes adolescentes de 15 a 17 años (sin derecho a voto) y jóvenes entre 18 y 29 años (con derecho a voto). Es necesario agregar que todas las localidades seleccionadas tienen un nivel socio económico medio bajo, y que por lo tanto los resultados deben ser leídos dentro de ese contexto.

b) Los políticos

La segunda etapa estuvo centrada en recoger el discurso de los actores políticos y para esto se trabajaron 15 entrevistas en profundidad a los presidentes nacionales de 8 partidos políticos y los presidentes de la juventud respectiva. A esto se agregaron 2 entrevistas a informantes claves de instituciones ligadas al tema de la participación política de los jóvenes (INJUV, directora nacional y Ministerio el Interior, jefa de comunicaciones y conocedora de la campaña pro inscripción de los jóvenes en los registros electorales).

Del análisis de cada uno de estos discursos se obtuvieron resultados parciales se trabajaron en dos resultados que servirían como complemento a la información proveniente del análisis de los dos actores mencionados, según el informe estos se podrían definir de la siguiente manera (INJUV-CHILE, 1999):

a) El primero de estos productos complementarios corresponde a un análisis histórico de corte cuantitativo, que recoge datos acerca de la participación política de los jóvenes entre los años 1950 y 1997, haciendo distinciones acerca de lo que se refiere a inscripción electoral, participación electoral y preferencias políticas.

b) El segundo producto complementario corresponde a un análisis de prensa escrita, realizado sobre un corpus correspondiente al periodo de tiempo en que se realizó la primera campaña pro inscripción en los registros electorales de los jóvenes (mayo a agosto de 1997), la que fue denominada “La elección es tuya”.

En el articulo Los jóvenes y la política, El papel de los medios de comunicación publicado por el Observatorio del Tercer Sector se plantea que “en los países democráticos se observa un aumento de la desafección política de la ciudadanía que afecta de forma acusada a la población más joven” (Observatorio del Tercer Sector, 2006).

En términos de las perspectivas metodológicas, se han puesto en práctica diferentes técnicas de investigación cualitativa:

• Recopilación bibliográfica y documental.

• Grupos de discusión con jóvenes de diferentes edades y perfiles, y procedentes de diversos territorios de Cataluña.

• Seminario con personas conocedoras de la realidad de los jóvenes desde diferentes perspectivas. Cabe señalar que la particularidad de este estudio consiste en que parte de la voluntad expresa de centrarse en jóvenes que no participan habitualmente en política, ni en asociaciones o iniciativas de acción colectiva, puesto que representan en definitiva a la mayoría de jóvenes y porque son los que tradicionalmente no aparecen retratados en los estudios sobre participación política.

Es así que el diseño de la investigación realizada plantea que “en el trabajo de campo han intervenido 158 jóvenes, de entre 15 y 29 años, a través de 20 grupos de discusión. Los medios de comunicación se identifican como una pieza clave al servicio del sistema político, que perdería su objetividad e independencia por el control que ejercerían los otros agentes de poder. Por ello, se desconfía de su imparcialidad y se considera que la mayoría de sus mensajes están manipulados por intereses políticos y económicos. Por su posición en el marco del sistema político, se suele acusar a los medios de falta de transparencia, además de no reconocerles su función básica de ofrecer una información objetiva y de calidad. Por otro lado, se señala a menudo el potencial educativo de los medios de comunicación y su responsabilidad en la sensibilización política de la ciudadanía. Uno de los aspectos que más unánimemente se destaca de los medios de comunicación es su poder para crear opinión y movilizar la ciudadanía” (Observatorio del Tercer Sector, 2006).

Desde esta perspectiva surgen o dicho diseño responde a las preguntas esbozadas para resolver en el curso de la investigación referenciada, dichas preguntas giran en torno a ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en este proceso? ¿Cuál es la responsabilidad de la ciudadanía?.

Para los investigadores Eduardo Candia Agusti y Marcelo Martínez Keim en el artículo La Amenaza Política Sin Voto De Los Jóvenes “que la relación que los jóvenes chilenos tienen con el sistema político, se caracteriza por una decreciente participación electoral e identificación con la actividad política y una persistente desconfianza en las instituciones políticas y sus representantes. Es decir, podemos afirmar sin error alguno que nos encontramos frente a un claro e incuestionable fenómeno de desafección política por parte de los jóvenes” (Candia & Martínez, 2004).

Para los investigadores se pude analizar el tema abordado desde dos perspectivas, en primer lugar la evolución del padrón electoral de los jóvenes –el número de jóvenes inscritos en el Servicio Electoral para cada elección– se advierte que los jóvenes mayores de 18 años, crecientemente se abstienen de inscribir en los registros electorales y en consecuencia a votar en las elecciones de representantes. En segundo lugar, los datos que informan los niveles de identificación con sectores o partidos políticos por parte de los jóvenes, plantean que con la caída en la participación electoral, la mayoría de los jóvenes no se identifica ni se siente representado por los partidos políticos chilenos. Por otro lado, se sugiere que los jóvenes desconfían de las instituciones políticas y las personas ligadas a este tipo de instituciones (Candia & Martínez, 2004).

Para Fernando Vidal Fernández en su tesis doctoral Análisis De Clase Del Asociacionismo Juvenil Católico En La España De Los Años Noventa “La tesis se plantea dos grandes cuestiones: primera, la cuestión de la importancia de las asociaciones para las clases comunitarias, de su función y de sus efectos sobre ellas; segunda, la cuestión recíproca de la importancia de las clases para las asociaciones o modos de lo clasal1 en dichos grupos corporados. La asociación es un hecho estructurado clasalmente y estructurante de la división o unión de clases al unisonó; un hecho enclasado y enclasante. Esta cuestión de doble sentido (si miramos hacia atrás la asociación es un hecho enclasado; si miramos hacia adelante es un hecho enclasante) se puede plantear a dos niveles analíticos: el de los individuos y el de las asociaciones. Desde la perspectiva de las asociaciones queremos sistematizar las diferencias que se han observado en la comunidad científica entre asociaciones en razón de la posición corporativa en la estratificación social y averiguar hasta qué punto se dan esas diferencias en la muestra que hemos escogido de asociaciones religiosas católicas en que participan jóvenes, presentes en el Madrid entre 1982 y 1997” (Fernández, 1998).

En cuanto a la metodología la investigación se desarrolló en tres fases que cercaban progresivamente la cuestión del asociacionismo desde la perspectiva de clase. Para el investigador “parte de ese proceso fue captar hechos que sucedían y que no eran explícitos, darles un nombre y situarlos dentro de un marco explicativo general. Conforme consumí la literatura al respecto vi que muchos de éstos eran hechos que ya habían descubierto con anterioridad otros autores mientras que otros permanecían inéditos como los enunciaba” (Fernández, 1998).

En el estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y Organización Iberoamericana De La Juventud denominado La juventud en Iberoamérica Tendencias y urgencias publicado en el 2004 nos plantea que “la necesidad expresada por instituciones de gobierno, organizaciones juveniles, organismos internacionales, académicos, intelectuales y medios de comunicación, de contar con información exhaustiva, actual y pertinente relativa a la situación de los y las jóvenes de nuestra Región. La creciente demanda por parte de una amplia gama de actores de gobierno y sociedad civil, de disponer de esta herramienta analítica, lleva a la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) y a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a realizar esta nueva impresión del Informe. La vida moderna coloca a los y las jóvenes en el proceso de preparación para entrar en el sistema productivo y autonomizarse respecto de sus familias de origen. La juventud pasa a ser objeto de discusión y análisis cuando los mecanismos de tránsito etario no coinciden con los de integración social, vale decir, cuando aparecen comportamientos definidos como disruptivos en los jóvenes, porque los canales de tránsito de la educación al empleo, o de la dependencia a la autonomía, o de la transmisión a la introyección de valores, se vuelven problemáticos. Conflictividad o apatía política, deserción escolar, postergación de la procreación, desempleo masivo, crisis normativa o conductas de riesgo pasan a ser parte del lenguaje que la sociedad usa para referirse a la juventud” (Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) , 2004).

Por otro lado Esteban Krotz y Rosalía Winocur nos plantean en su artículo Democracia, participación y cultura ciudadana: discursos normativos homogéneos versus prácticas y representaciones heterogéneas de la siguiente manera que “nuestro análisis no implica una descalificación de las encuestas como instrumento de análisis y valoración de la cultura política en lo general, y tampoco niega en lo particular el valor de las ENCUP para estos fines. Más bien apunta a explicitar y a realizar una revisión crítica de algunos de los supuestos que entraña el diseño de muchas de sus preguntas formuladas para conocer y valorar las prácticas civiles y políticas de participación ciudadana. Pretendemos, por una parte, demostrar que algunos de estos supuestos resultan problemáticos a la hora de interpretar las actitudes y las acciones políticas —pasadas y proyectadas a futuro— de muchos sujetos o grupos, de catalogar sus prácticas de participación o de evaluar el impacto de un programa de educación cívica, porque involucran definiciones sobre la participación y la ciudadanía, que no pueden generalizarse para todos los ámbitos cotidianos ni realidades socioculturales. Y, por otra parte, buscamos brindar elementos para la elaboración de las preguntas de los menúes de opciones de las encuestas sobre cultura política que pueden aportar distintas claves de interpretación para los mismos problemas. Iniciamos nuestro estudio con una breve contextualización de este tipo de encuestas sobre democracia, conducta ciudadana y participación política en el marco de la presencia reciente y masiva del tema “cultura” en el análisis político mexicano. Después nos ocuparemos específicamente de los términos “participación” y “ciudadanía” en esta clase de encuestas realizadas para conocer la cultura política de los ciudadanos. Nuestras conclusiones resumen lo hallado y mencionan algunas perspectivas para la reflexión” (Esteban Krotz, 2007 ). El artículo nos ilustra de manera crítica sobre la estructura de las encuestas que se han desarrollado en el tema de cultura política y sobre los errores en los que se incurren al diseñarlas y la mejor manera de establecer metodologías que aporten a desarrollar los estudios de cultura política.

Es así como los investigadores citados nos muestran que de las investigaciones realizadas se pueden hallar tendencias muy claras sobre los temas que se investigan y expresan que “el resultado ha sido una considerable cantidad de estudios empíricos sobre la “cultura política” de diversos sectores poblacionales, elaborados, ante todo, en los campos disciplinarios de la sociología, la antropología sociocultural y la psicología social. Una reciente revisión enlista los siguientes temas abordados: a) las elecciones, b) organizaciones y movimientos sociales y políticos, c) los campesinos, d) los obreros, e) la situación urbana y los habitantes pobres de las ciudades, f) los pueblos indígenas, g) las mujeres, h) los jóvenes, i) los medios de difusión masiva, j) nacionalismo e identidad nacional, k) miradas hacia otros campos temáticos, l) discusiones teóricas” (Esteban Krotz, 2007 ). De estos temas investigados según el autor se deja de lado las investigaciones sobre las relaciones subjetivas de los actores con las instituciones como el gobierno, el estado y la democracia los cuales son objetos políticos susceptibles también de ser indagados.

Para Rossana Reguillo en el articulo Ciudadanías Juveniles En América Latina se plantea la siguiente reflexión, se ha venido en los últimos años cambiando la visión acerca de los jóvenes y su conflictividad, se plantea una discusión acerca de la ciudadanía juvenil, se establecen tres tipos de ciudadanía: política, social y civil. Plantea que la participación electoral, formal o tradicional son categorías desactualizadas para analizar a la ciudadanía juvenil (Reguillo, 2003).

De allí que su planteamiento teórico en el artículo resalta que “los votantes jóvenes configuran un mercado sumamente atractivo para las ofertas partidistas, pero al mismo tiempo se constata un alejamiento cada vez mayor de los jóvenes con respecto a los ámbitos formales de la política que no logra interpelarlos. El asunto es complejo, porque de una parte, el destino de las sociedades latinoamericanas reposa hoy principalmente en un electorado joven y, de otra parte, es constatable la ausencia de proyectos y el desdibujamiento de las opciones de futuro por la vía de la democracia electoral cuyo efecto es el de un desencanto generalizado. Esto abre una enorme brecha entre las instituciones y los actores sociales, brecha que se convierte en territorio propicio para: i) El desentendimiento de los asuntos de interés colectivo, cuya resolución pasa por el ejercicio de decisión política vinculada al voto. ii) El aumento de las opciones pragmáticas en detrimento del voto razonado, que se agudiza por la labor de los medios de comunicación y el triunfo más o menos generalizado de la llamada «mercadotecnia política». iii) Y, quizás lo más preocupante, la emergencia en el espacio público de fuerzas que tienden a llenar el vacío dejado por la política: el narcotráfico, el crimen organizado, las religiones a la carta, entre otras, que trastocan la concepción del espacio público. Estos tres procesos: desentendimiento, pragmatismo, aparición de «nuevos referentes», provocan un repliegue hacia el individualismo con el consecuente vaciamiento de la dimensión política. En este sentido, re-politizar la política, es todavía una opción posible para ganar una ciudadanía juvenil capaz de utilizar su fuerza (electoral) y su vitalidad en la urgente re-construcción del espacio público”. Es clara la preocupación de la autora acerca de la posibilidad de salvaguardar la democracia como opción política y la necesidad de acercar a los jóvenes a la cultura política democrática, la cual es un reto para las diferentes fuerzas políticas en los países de Latinoamérica.

Para la investigadora Araceli Mateos Díaz en su artículo Una aproximación a las actitudes políticas de los españoles mediante una estructura dimensional inductiva publicado en la revista de Estudios Socio-Jurídicos (Diaz, 2004) nos plantea que en el articulo “.....se lleva a cabo un repaso de los conceptos de actitud política y cultura política.... se analizan las diferencias o relaciones conceptuales y teóricas establecidas entre las actitudes y otros conceptos como son los valores, las creencias y las opiniones. El segundo apartado conecta elementos teóricos y metodológicos en el análisis de las actitudes políticas, y en el tercer apartado se presenta un esquema dimensional que permite descifrar algunas de las relaciones entre las actitudes políticas de los españoles”. Por otro lado nos da una definición de la cultura política, en los siguientes términos "la teoría de la cultura política la define, en primer lugar, como compuesta por una serie de concepciones subjetivas que prevalecen en la sociedad. En segundo lugar, considera que posee componentes cognitivos, afectivos y evaluativos. En tercer lugar, parte de que su contenido es fruto de la socialización política y de las experiencias adultas. Finalmente, sostiene que afecta a la estructura y al desempeño político y gubernamental."

Por otro lado para Daniela Vairo y Lucia Tiscornia en un resumen del proyecto La Cultura Política De Elites Y Opinión Publica En Uruguay En El Periodo 2001-2004: ¿Patrones De Comportamiento? (Tiscornia & Valerio, 2008) publicado en la página web de la World Association of Public Opinion Research referenciando el primer congreso latinoamericano de opinión pública, nos plantea que “la Metodología se basa en un análisis descriptivo del comportamiento de las variables de cultura política, se toman dos grupos, uno es la Opinión Publica y se indagan a través del latinobarómetro y otro grupos es el de la elite esta se indaga por medio de una encuesta permanente, en esta investigación se estudia la dimensión evaluativa de la política. Las técnicas de análisis que se utilizaron en esta investigación fueron el análisis de documentos de prensa, descripción del comportamiento de las variables seleccionadas, comparación entre los dos grupos. Se generan varias preguntas ¿existen otros factores que puedan ser más determinantes más fuertes de la opinión que los mensajes de la elite?¿qué elementos definen el final de una "crisis" para la opinión pública?¿es suficiente con los indicadores macro?¿qué entiende la elite por "izquierda" y que entiende por opinión pública ?¿difieren ambas concepciones y eso implica la diferencia existente entre autoidentficación ideológica entre una y otra?¿o en realidad las elites están más cercanas a la izquierda que los ciudadanos comunes?”.

Para el investigador Jose Vargas Hernández en su artículo cambios en la cultura política y su impacto en el aprendizaje para Las transformaciones institucional y organizacional a través del Diseño de nuevos arreglos en el escenario de la globalización económica nos plantea los cambios en la cultura política en relación con los procesos de globalización, centrándose concretamente en las instituciones y organizaciones impacto. El autor analiza los mecanismos institucionales y los diseños para incorporar la nueva situación. El autor afirma que el aprendizaje cultural institucional es racional para prevenir los efectos de las nuevas disposiciones de la reforma institucional. La cultura institucional puede crearse y transformarse para incorporar las nuevas condiciones, surgido de la globalización económica.

Para Caroline Howarth en el articulo A social representation is not a quiet thing”: Exploring the critical potential of social representations theory plantea que “siguiendo a Moscovici (1972), este documento aborda las siguientes preguntas: ¿Cuál es el objetivo de la investigación dentro de una perspectiva de las representaciones sociales? ¿Es para apoyar o criticar el orden social? ¿Se trata de consolidar o transformarlo? Tras una breve descripción de las representaciones sociales teoría, yo sostengo que, si bien la teoría parece tener las herramientas conceptuales para iniciar esta tarea fundamental, hay serias críticas y puntos de subdesarrollo que es necesario abordar. Con el fin de que las representaciones sociales en la teoría a desarrollar una teoría crítica rigurosa, hay tres cuestiones controvertidas que requieren aclaración. Estos son: a) la relación entre los procesos psicológicos y las prácticas sociales, b) la reificación y legitimación de los diferentes sistemas de conocimiento y c) del organismo y la resistencia en la co-construcción de la propia identidad. Después de discutir cada una de las cuestiones a su vez, con ilustraciones de la investigación sobre racionalizar las representaciones, el papel de concluir con un debate sobre el papel de las representaciones ideológicas en la construcción y la impugnación de la realidad” (Howarth, 2006).

Asimismo Marcos J. Estrada Ruiz en su texto Campo político y juventud: análisis en dos dispositivos de Morelos. De la negación del otro a la política como servicio se presenta por parte de este investigador “un estudio en dos dispositivos formativos de Morelos, uno formal y el otro informal, en ambos se analizan las representaciones que los jóvenes mantienen de su relación con el campo político y la manera en que irrumpe en sus vidas. Sobresale que en los jóvenes escolarizados los núcleos figurativos imperantes son la manera formal en la que se la inscribe; la democracia como parte del campo en la que se presenta de manera disociada y la comprensión bajo el conflicto al que se la asocia con la consecuente negación del otro distinto. Por su parte, los jóvenes del dispositivo informal presentan representaciones similares, la política como conflicto; la democracia al interior del campo político y como elemento de las relaciones intersubjetivas y la política como servicio, a la cual aspiran y en la que el otro figura notablemente” (Ruiz, 2008).

De la misma manera Alfredo Echegollen Guzmán en el articulo Cultura E Imaginarios Políticos En América Latina expresa que “el presente ensayo se entabla un diálogo crítico con la tradición teórica más influyente en la investigación sobre la cultura política: la fundada por Gabriel Almond, Lucien Pye y Sidney Verba. Se analizan sus principales aportes y se retoman algunas de las principales críticas a tal enfoque teórico. Se propone además una ampliación cualitativa de la noción y el campo de la cultura política, en términos de imaginarios políticos y procesos de estructuración. Asimismo, se delinean los aspectos centrales de tres procesos socioculturales de larga duración en América Latina que pueden ser interpretados en esos términos, y que son cruciales para la comprensión de las orientaciones y comportamientos políticos en Nuestra América” (Echegollen, 2009).

En este sentido el investigador nos plantea una serie de reflexiones en torno a la obra y aportes de Gabriel Almond, Lucien Pye y Sidney Verba en cuanto al concepto de cultura política (Echegollen, 2009):

a) La cultura política puede ser un reflejo del sistema político más que un determinante del mismo;

b) la cultura cívica (que consiste en una mezcla de una cultura política participativa con elementos de las culturas políticas parroquial y subordinada) fomenta la estabilidad política en general y no sólo la de la democracia. Por tanto puede fungir como una "palanca" estabilizadora y legitimadora, garante de la gobernabilidad;

c) el esquema dedica muy poca o nula atención a las subculturas políticas, que pueden "desviarse" o aún chocar frontalmente con la cultura política nacional dominante, y no pueden soslayarse en la medida en que son factores del posible cambio político generalizado, y llegan a poner en cuestión la idea misma de cultura nacional;

d) los autores no dan importancia a la cultura política de las élites, que en países en "transición", o procesos de liberalización política o "consolidación" democrática puede ser una variable crucial.

Queda claro en esta revisión conceptual que la crítica de Echegollen revierte una suerte de esclarecimiento a la visión de reflejo de la cultura política del sistema político y no su determinante, dicha concepción parte del presupuesto de la estabilidad, hace énfasis a que dicho concepto no tiene en cuenta las subculturas políticas, no tiene en cuenta que en países en los que se está consolidando procesos democráticos existen elites que influyen en esta.

También Tirso Mejía-Ricart en su ponencia Cultura Política Y Marco Institucional En La Reforma Del Estado publicada en el VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, nos plantea que "la reforma del Estado es un tema que ha estado en la agenda de políticos y politólogos de la América Latina y desde hace por lo menos 25 años, pero es a partir de la década de los noventa del pasado siglo que comienzan a manifestarse esas tendencias en hechos concretos...América Latina ha conocido verdaderas oleadas de cambios políticos a lo largo de sus dos siglos de vida independiente que han ido modificando su carácter colonial, autoritario y contratista que les legó la metrópoli” (Mejía-Ricart, 2003).

De la misma manera entiende por cultura política de un país “al conjunto de ideas y soluciones compartidas de sus integrantes para todo lo relativo a la organización de la convivencia de sus integrantes en términos materiales y humanos....son parte de la cultura política las ideologías y prácticas que se tienen en cuanto a la acumulación, distribución y uso del poder y los servicios públicos...las ideologías políticas tienen como rasgos dominantes ciertas creencias o actitudes que tienden a condicionar todas las creencias, valores e intereses que los acompañan, que pueden ser de naturaleza etnocéntrica, religiosa, nacionalista o de filosofía socioeconómica." (Mejía-Ricart, 2003. ). Es importante resaltar de este planteamiento el hecho de que el concepto de cultura política hace la inclusión de los elementos de ideología y prácticas, en este sentido el aspecto organizacional de la distribución del poder y la convivencia en una sociedad determinada.

Por otro lado para el doctor Ismael Crespo Director de Investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas Pablo Mieres de la Universidad Católica de Uruguay publica en su página web el documento denominado La Cultura Política Democrática De La Clase Parlamentaria Uruguaya en este se “analiza las opiniones, actitudes y valores de la clase parlamentaria uruguaya en relación a su grado de cultura política democrática, de acuerdo con distintas dimensiones. Mediante la información obtenida de una encuesta aplicada durante la segunda mitad de 1996 a una muestra representativa de la Cámara de Representantes, este trabajo reafirma la continuidad de la mayor parte de los rasgos que han caracterizado la conformación del sistema político uruguayo. Así, se constata un alto grado de coincidencia entre los parlamentarios —tanto en sus juicios de valor como en sus percepciones sobre el funcionamiento del sistema político—, con independencia de su adscripción partidista, origen territorial o edad. A partir de esta constatación se diseña un panorama de las opiniones políticas de la clase parlamentaria sobre estos temas de forma global” (Crespo, 2007).

De allí que se pueda decir que “el análisis de las actitudes que componen la cultura política de una élite es una tarea compleja que trasciende de lejos los objetivos de este artículo. En este caso, nos limitaremos a realizar el análisis de algunos aspectos de ésta que, si bien son componentes relevantes en la caracterización de la cultura política de un grupo, están lejos de agotarla. De este modo, las dimensiones de estudio seleccionadas son: la valoración de la democracia como sistema, y el papel de los partidos y de las elecciones en un sistema democrático” (Crespo, 2007).

Para Gilberto Giménez en su texto Cultura Política E Identidad nos plantea que “Muchos politólogos tienden a disociar la política de la cultura como si se tratara de dos esferas autónomas que, en todo caso, sólo podrían mantener entre sí relaciones de exterioridad. En esta perspectiva, la relación entre ambas esferas sólo podría plantearse en términos de conjunción (“política y cultura”), y no de inclusión (“la cultura en la política”, “la dimensión cultural de la política” o, simplemente, “cultura política”). La disociación señalada tiende a profundizarse en los teóricos y analistas que conciben la política según el modelo del mercado, esto es, como un campo de competencia entre actores que tratan de hacer prevalecer sus respectivos intereses según el principio de la “opción racional” (rational choice), es decir, procurando obtener el máximo beneficio al menor costo posible. Según este paradigma - que actualmente ocupa una posición hegemónica en la ciencia política norteamericana - la política está mucho más cerca de la economía que de la cultura. Sin embargo, las cosas no son tan simples. En esta cuestión, como en muchas otras, todo depende de la idea de cultura que se tenga en mente. No es este el lugar para pasar revista a la galería de definiciones de este concepto particularmente ambiguo y elusivo. Sólo me limitaré a afirmar que si se asume la concepción simbólica – hoy prevaleciente - que define la cultura como “patrón de significados” (Thompson 1993: 145), entonces la cultura no puede considerarse como una “instancia exterior” a la política, sino como una dimensión inherente a la vida política o, más precisamente, como una dimensión analítica de todas las prácticas políticas. Esto significa que, lejos de ser un decorado accesorio e inesencial, la cultura impregna todo el campo político y “está en todas partes”: verbalizada en el discurso, incorporada en las creencias, en los ritos y la teatralización del poder, cristalizada en las instituciones representativas y en los aparatos de Estado, internalizada en forma de identidades colectivas en conflicto, traducida en forma de ideologías y programas, etc.” (Giménez, 2008).

Paralelamente para Leticia Heras Gómez en su artículo Cultura política: el estado del arte contemporáneo plantea que “el concepto de cultura política… nace como tal en los años sesenta, ha venido variando desde entonces en muy diversos grados, generando un arduo y a veces infructuoso debate entre politólogos, sociólogos y hasta antropólogos. El propósito de este ensayo es incursionar en el debate desde dos perspectivas teóricas aparentemente opuestas: la sociología interpretativa, que busca entender los significados y códigos de la acción social, y los más recientes aportes de la política comparada que buscan explicar el cambio de valores y actitudes políticas en las sociedades actuales…” (Heras, 2002).

Para Katherine Rhodes Knobloch B.A. de la Louisiana State University en su tesis Conversations On Citizenship: Young People’s Perceptions And Performances Of Democratic Citizenship del año 2008 sugiere que “Los estudiosos a menudo exigen una mayor alfabetización cívica y el compromiso, pero estos métodos a menudo son resultado de una comprensión ideal de la democracia participativa, que no pueden ser realizables a través de la forma representativa constitucionalmente práctica de la democracia que existe actualmente en los Estados Unidos. Aunque el gobierno estadounidense a menudo se habla de una democracia, una forma republicana de gobierno se ha aplicado en los Estados Unidos a través de la Constitución y sigue guiando el proceso político actual. La confusión entre estos dos sistemas puede ser en parte responsable del desagrado (Patterson 2002) y la sensación de ineficacia (Bennett, 1998; Patterson, 2002; Zukin et al., 2006), que reina sobre la conciencia del público. Este documento es, en un aspecto, un intento de rectificar las divergencias de la discusión, el examen de los ideales del proceso democrático en contra de la vida real históricos y las limitaciones institucionales que enfrentan los ciudadanos. Si tenemos la esperanza de reparar la brecha entre las versiones ideal de la ciudadanía y el carácter periférico de la vida real de la ciudadanía (Barnhurst, 2003), una clara comprensión de la ciudadanía hoy en día debe ser formado. El propósito de este documento es aclarar cómo la práctica de la ciudadanía democrática se compara con los ideales de la misma. Espero poder ofrecer una visión clara de lo que significa la ciudadanía democrática contemporánea, ¿cómo esta concepción se ha formado, y cómo la ciudadanía democrática puede ser practicado para servir a los ideales en poder de ciudadanos democráticos?. Para ello, este documento estará compuesto por varias partes. Después de una primera explicación de la perspectiva teórica utilizada, voy a explorar cómo la democracia es entendida y se aplica en las etapas de formación del gobierno de Estados Unidos. Luego de examinar las prácticas contemporáneas de la ciudadanía antes de examinar la forma primaria de los debates presidenciales son un reflejo de la democracia contemporánea. Por último, quiero hablar con los jóvenes acerca de sus percepciones e interpretaciones de la ciudadanía” (Electronic Thesis and Dissertation Library, 2008).

Para Dan Rusu de la Universidad de Oradea en Romania se plantea en la tesis doctoral denominada The Political Socialization of Youth and Children vs. The Political Re-socialization of The Socializing Factors Complex. A Possible Theoretical Model que se puede decir que “el documento, en su etapa inicial, trata de la clásica circunstancias en las que la socialización política se está logrando. La comparación también se hace entre la forma en que este proceso está pasando dentro de los sistemas democráticos frente al comunista. En la segunda parte se tendrá en cuenta el proceso político de la re-socialización de los complejos factores de socialización que tienen lugar en un período de transición desde el comunismo hacia la democracia liberal. Es importante porque la calidad de nuestros hijos pueden ser buenos ciudadanos, depende del modelo de socialización que se les ofrece. El presente estudio encuentra su apoyo en la afirmación de que Rumanía ha comenzado en el camino de la consolidación de su democracia, dando libertades para sus ciudadanos y con una economía de mercado, siendo ayudado por la experiencia de los países occidentales. Por lo tanto, otro país de la Europa Central y del Este Europeo reafirma su identidad y esto es muy importante que se mantenga como un valor central de la nueva política y la cultura rumana que se transmitirán a la próxima generación” (Rusu, 2003).

Se constituye el documento a partir de que “los niños en la socialización política comienza ya a partir de la etapa sensorial-dinámicas del desarrollo de la inteligencia según Piaget, entre 0-2 años…Los agentes de la socialización política son: la familia, las formas institucionalizadas de la educación, tales como: el jardín de infantes, la escuela, el Highschool, la universidad, el puesto de trabajo, los compañeros del grupo, los partidos políticos, la iglesia, los medios de comunicación….En los regímenes totalitarios, la socialización ideológica y la creación de la nueva persona están subrayados. El estado y el único partido existente tratar de comprobar el comportamiento de los ciudadanos y afecta la cognición. La creación de los sistemas democráticos el ciudadano, pero con un esfuerzo mínimo en la formación ideológica y la limitación de la propaganda ideológica como en el sistema totalitario…Socialización política transmite los valores de la cultura política, con su conjunto de creencias, supersticiones y las emociones se refiere a la historia nacional, los héroes legendarios y los cuentos de hadas. Esta información puede desempeñar un papel más importante en la determinación del comportamiento político de los ciudadanos que el oficial de la doctrina ideológica…el comportamiento, los afectos y cogniciones se refieren a la política son muy determinado desde la infancia, pero la experiencia de la vida o situaciones traumáticas pueden determinar o modificar….Una parte importante en el conocimiento de estos elementos es desempeñado por las representaciones sociales, las costumbres y las cogniciones. El socio-económico y las transformaciones de una política internacional alterar la socialización política de la socialización de los agentes. Son sometidos a una política de nuevo proceso de socialización que encuentra su explicación en la cultura política tradicional. El resultado consiste en una nueva cultura política, viable, enriquecidas y transmitidas a las siguientes generaciones….La adaptación e integración dentro de la internacional: Europa y las estructuras de la OTAN implica enriquecimiento, una re-evaluación y una nueva jerarquía de los elementos de la cultura política” (Rusu, 2003).

Para Juan Manuel Piña Osorio en su artículo La Cultura Política De Estudiantes Universitarios este plantea que en este documento “se exponen algunos elementos de la cultura política democrática de los estudiantes de licenciatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Para acercarnos a este objeto, se diseñó un cuestionario que integrara los principales elementos de la ciudadanía y, dentro de ésta, de la cultura política. El cuestionario constó de 60 preguntas. Se aplicó a 1680 estudiantes de las distintas licenciaturas de la UNAM. Las respuestas se vaciaron en una base de datos del Programa de Estadísticas para Ciencias Sociales (SPSS, siglas en inglés), con el propósito de obtener frecuencias, porcentajes y cruces de algunas variables para poder entender algunos elementos de la cultura política de los estudiantes universitarios. En este artículo se analizan los resultados de 8 preguntas relacionadas con la cultura política” (Osorio, 2007).

En términos metodológicos “se aplicó un cuestionario a 1680 estudiantes de todas las carreras y campus de la UNAM. Se preguntó sobre la información que obtiene, su opinión de los partidos principales del país, de las autoridades gubernamentales y de su participación política. Esta información se sistematizó en SPSS, se obtuvieron cuadros generales y se cruzaron algunas variables. Los resultados indicaron que cerca de la mitad de ellos no se informan de política y quienes lo hacen es a través de radio y televisión, muestran desconfianza con los representantes políticos incluyendo al presidente del país y a las votaciones para elegir representantes y gobernantes, solo a un reducido número le interesa la militancia política. Varias de estas preguntas están conectadas porque la desconfianza responde a la poca información y la falta de interés por la lectura de problemas políticos también se vincula con la imagen de corrupción y fraude de las autoridades del país. No se puede solicitar de los ciudadanos honestidad si esto mismo no se expresa en los empleados y funcionarios gubernamentales. Si las instituciones tienen los reglamentos adecuados para que cualquier ciudadano pueda ser atendido eficazmente, independientemente de suposición social, su credo religioso, su raza, su orientación sexual y sus preferencias políticas, entonces se puede exigir lo mismo a las personas que demandan un servicio.La cultura política de los estudiantes no es un monolito sino un mosaico, porque un sector de éstos son representantes de lo que puede denominarse una cultura política democrática, mientras que otros expresan elementos de formas tradicionales, prácticas que se empleaban en décadas pasadas para atraer votos y que en la actualidad son severamente cuestionadas especialmente en períodos de campaña. Se puede sostener que hay una tendencia mayoritaria y otras culturas o subculturas, conformada por los estudiantes que no comparten los valores y representaciones que caracterizan a una cultura política democrática. Veamos algunos componentes de esto. La televisión, como instrumento de difusión de noticias cuya finalidad es acaparar la atención del espectador, no es el medio más adecuado para estar enterado de lo que acontece en el país, sin embargo, fue el más nombrado por los estudiantes. Las revistas y periódicos ocuparon un porcentaje menor” (Osorio, 2007).

De la presente investigación la determinación del objeto de investigación se puede decir que se estructuró el “objeto de esta investigación es la cultura política de los estudiantes de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), sector con información y que cumplirá un papel importante en el futuro próximo. Se partió del supuesto de que los estudiantes universitarios poseen condiciones adecuadas para informarse y formarse una posición política, no obstante, la información a la que acceden y su actitud ante la política y los partidos políticos no corresponden a la cultura política democrática. La cultura política es una construcción social porque es producto de una sociedad histórica específica, pero también fruto de las interacciones y de la convivencia diaria entre los integrantes de una comunidad. La familia, el grupo de amigos, los compañeros de escuela o de trabajo, los vecinos, los familiares lejanos, todos participan en la constitución de esta cultura política. No puede eliminarse el papel que tiene el estado en la constitución de la cultura política. Si un estado se sostiene como democrático y demanda que sus ciudadanos sean portadores de una cultura política democrática, entonces los representantes públicos, los funcionarios, los empleados gubernamentales, deben demostrar responsabilidad y honestidad en su trabajo.” (OSORIO, 2007).

De dicho planteamiento del objeto nos llama la atención la parte en la que se menciona que “No puede eliminarse el papel que tiene el estado en la constitución de la cultura política. Si un estado se sostiene como democrático y demanda que sus ciudadanos sean portadores de una cultura política democrática, entonces los representantes públicos, los funcionarios, los empleados gubernamentales, deben demostrar responsabilidad y honestidad en su trabajo” (Osorio, 2007). Debido a que se establece una dimensión en la que se puede observar como el Estado como institución y objeto político inciden en la conformación de la cultura política.

Para Rossana Reguillo en su artículo Los nuevos argonautas. Jóvenes y cultura política en México, el articulo “se trata de un ejercicio que intenta problematizar el sentido de la(s) cultura(s) política(s), como los sistemas de representación-acción que orientan y definen la participación en la esfera pública, de un sector de la población agrupado bajo la categoría de jóvenes. Más que un acercamiento a través de definiciones cerradas, lo que estas páginas intentan es plantear algunos ejes que posibiliten la discusión en torno a la relación entre cultura política y jóvenes en el contexto actual” (Reguillo, cc-doc Documentación en Ciencias de la Comunicación , 1997).

En otro texto de esta autora en su artículo denominado Entre la diversidad y el escepticismo: jóvenes y cultura política en México se plantea que su investigación en “este trabajo representa un ejercicio provisorio, que intenta problematizar el sentido de la(s) culturas(s) política(s). Dos supuestos orientan esta reflexión. De un lado la enorme diversidad que "cabe" en la categoría de "joven", de otro el desdibujamiento de los referentes "duros" y una emergencia de nuevas formas de política que no pasan necesariamente por lo formal. La forma que adquiere la cultura política para los jóvenes mexicanos modernos, afirma la autora, es múltiple, polifónica e itinerante” (Reguillo, cc-doc Documentación en Ciencias de la Comunicación , 1997).

Para Jesús Galindo Cáceres en su artículo Cultura política, cultura popular y comunicación: esto no cambia hasta que cambia se pregunta “qué es lo que sucede en México con la relación cultura política-cultura popular. Para tomar una posición se requiere un punto de vista, una lectura, un diagnóstico, una perspectiva, un marco de experiencia e información y, por supuesto, un objetivo” (Cáceres, 1997).

Para Aitken Graeme en el artículo The Purpose and Substance of Social Studies: Citizenship Education Possibilities públicado en Benson, P. & Openshaw, R. (Eds.) Towards Effective Social Studies. Palmerston North, Kanuka Grove Press, se plantea en el capítulo del libro “que la educación para la ciudadanía debe ser el centro de Nueva Zelanda el programa de estudios sociales - y no simplemente un tema. Él se inspira en la propuesta de Derek (1999 y 2004) sostienen que el trabajo a la educación para la ciudadanía debería permitir a los niños a entender la ciudadanía como: la identidad (pertenencia a los grupos y la identidad personal), la virtud (la valoración de la libertad, la equidad, la tolerancia, la verdad y el razonamiento), civiles y derechos jurídicos, un concepto social (que reciben asistencia social) y un concepto político (participación activa en el debate público). Aitken ofrece una definición de la educación para la ciudadanía que puedan enseñar estas habilidades y fomentar la participación de los estudiantes en la vida política, económica y social de toma de decisiones a nivel local, regional, nacional e internacional. Señala que un currículo de ciudadanía de Nueva Zelanda se tira entre los valores liberales de la libertad de expresión y la individualidad (pluribus) y los valores republicanos de la unidad o la cohesión social (un) como el país se diversifica. Nueva Zelanda alega que los niños necesitan tanto el conocimiento político y participación significativa experiencias” (Aitken, 1999).

Para el investigador Bell, B. L en su texto Children, youth, and civic (dis) engagement: Digital technology and citizenship auspiciado por la Canadian Research Alliance for Community Innovation and Networking (CRACIN), allí Bell analiza “la reciente literatura académica relativa a los jóvenes en la participación cívica, y se centra en una serie de cuestiones relativas a cómo los niños y los jóvenes son conceptualizados, la manera como la juventud y la ciudadanía se entiende la separación y, finalmente, cómo la tecnología puede y está siendo utilizada para participar los jóvenes en la participación cívica. Bell también incluye una amplia bibliografía de la literatura contemporánea acerca de la participación de los jóvenes en la vida cívica. Se concluye por lo que sugiere que los jóvenes no son el sufrimiento de la separación civil, participan en su propia capacidad y en sus propias comunidades. Aquellos que están preocupados por la participación de los jóvenes debe cambiar y mejorar sus percepciones para observar adecuadamente los objetos de su investigación” (Bell, 2005).

Para Bessant, J. en su artículo (2003) Youth Participation: A New Mode of Government. Policy Studies desde allí “controversia aparentemente, sostiene que los programas diseñados para mejorar la participación democrática de los jóvenes tienen de hecho una ampliación de la gestión del gobierno de ellos. A través de un examen de los informes de los australianos y británicos regionales y los gobiernos nacionales, el artículo muestra que la idea de la participación de los jóvenes a menudo se utiliza para extender la gestión de los jóvenes en lugar de participar realmente. Bessant llega a la conclusión de que la participación de los jóvenes se limita a cuestiones específicas que no cuestionan el poder de los encargados de formular políticas, y que el poder de decisión de los jóvenes sigue siendo muy limitada a pesar de la reciente retórica de las políticas de juventud” (Bessant, 2003).

En el documento se puede observar como fortalezas una crítica como los jóvenes vienen realizando su participación y como solo se queda en una consulta general de los jóvenes y no avanza más allá y se busca el comprometimiento de los mismos en los procesos de toma de decisiones. En cuanto a las limitaciones en el documento no se observa una postura conceptual acerca de los alcances de la cultura política de los jóvenes y como esta se relaciona con la participación de los jóvenes.

Para Carpini, Michael X. Delli Carpini, Director del Programa de Políticas Públicas de la Pew Charitable Trusts y ex profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia en su texto Gen.com: Youth, Civic Engagement, and the New Information Environment. Political Communication analiza “la separación de los jóvenes de la sociedad civil americana. Carpini sostiene que los jóvenes tienen menos confianza de los demás ciudadanos, menos interesados en la política, la falta de orgullo generales relacionados con su ciudadanía americana, y tienden a estar menos informados acerca de la política, la menor probabilidad de voto, y menos probabilidades de participar en la toma de decisiones. El artículo analiza las explicaciones para esta retirada de la política, incluida la falta de consulta con los jóvenes, el hecho de que los grupos cívicos y organizaciones que se dedican a cuestiones que no están relacionados con las experimentadas por los jóvenes, el enfoque de las escuelas americanas sobre el voluntariado en política compromiso y, por último, la falta de información cívica para los jóvenes. Carpini contemporánea afirma que el entorno político ha impedido que las personas de participar activamente, porque de la privatización de interés público, y el hecho de que la mayoría de las personas que están ahora en sus 30 años nunca han sido testigos de los efectos de la acción colectiva. Llega a la conclusión al examinar el lugar y los límites de Internet en la transformación de la participación política” (Carpini, 2000).

Para Checkoway, B., Allison, T. & Montoya, C. (2005) en su articulo Youth Participation in Public Policy at the Municipal Level publicado en la Children and Youth Services Review numero 27 en esta se “cuestiona la opinión de que los jóvenes son desvinculados de la política pública a través de un estudio de caso de la Comisión Juvenil de San Francisco. Los autores describen las formas en que la ciudad de diecisiete jóvenes comisarios participantes en la política pública a nivel municipal a través de una serie de actividades, incluidas las posiciones políticas en la defensa cara a cara las reuniones, la propuesta políticas, que participan en los procedimientos públicos, y la organización social y acción política, y explicar cómo su participación contribuye a la calidad general de gobierno municipal. Afirman que la literatura sobre los jóvenes en la participación política debe hacer hincapié en sus recursos y esfuerzos en vez de sus deficiencias y la separación” (Checkoway, Alison, & Montoya, 2005).

Es así como Micha De Winter en su libro Children as Fellow Citizens: Participation and Commitment analiza “el concepto de ciudadanía y la forma en que se aplica a los niños. Analiza cómo los niños se conciben como ciudadanos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, e investiga la participación de los jóvenes en la política de la juventud holandesa y la participación en las actividades de los niños de la calle en los países en desarrollo como estudios de caso. De Winter su argumento clave es que los jóvenes para la participación la ciudadana es esencial, ya que faculta a los jóvenes a expresar sus necesidades y aprender de las virtudes requeridas por la ciudadanía moderna, que él define como la responsabilidad, la lealtad, la independencia de criterio, la solidaridad, la atención y el afecto”(Winter, 1998).

Para Dee, T. S. en su artículo Are there civic returns to education? Publicado en el Journal of Public Economics número 88, el artículo analiza empíricamente la hipótesis de que la educación influye en el conocimiento político y la participación cívica de los adultos, y también analiza el papel del gobierno en la provisión de fondos estatales de educación. Dee utiliza los datos obtenidos de la escuela y más allá StatesHigh estudio longitudinal para estimar el impacto de la universidad en la asistencia de adultos y la participación de voluntarios de votantes y, a continuación, utiliza los datos de la Dirección General de Encuestas Sociales 1972-2000 para estimar los efectos de años de escolaridad de adultos voto, el grupo y las actitudes hacia la libertad de expresión. Dee ilustra y analiza a fondo su metodología, e incluye una amplia bibliografía sobre la educación y la participación política. Concluye afirmando que su investigación demuestra que tanto la escuela secundaria y la educación superior tiene un gran impacto en los adultos las actitudes y los comportamientos cívicos, y que el papel del gobierno en la prestación de la educación es una cuestión que todavía requiere debate (Dee, 2004).

Para el investigador Fitzgerald, M. (2003) en su artículo denominado Easier Voting Methods Boost Youth Turnout, en el marco del “Centre for Information and Research on Civic Learning and Engagement (CIRCLE)” en este “examina la forma simple de mecanismos tales como la posibilidad de registrar el día de las elecciones un aumento sustancial de la probabilidad de los jóvenes acudir a votar. Además, el autor también analiza el impacto de los métodos alternativos de votación en la movilización de los partidos políticos a los jóvenes en contacto con los posibles votantes. La alternativa que incorpora métodos de votación en sus estudios son sin restricciones de voto en ausencia, en persona la votación anticipada, el día de las elecciones y el registro de votación por correo. Fitzgerald sostiene que estos enfoques reducir el "coste" asociado a la participación.” (Fitzgerald, 2003).

En la investigación realizada por Gauthier, M. y de la cual escribe el articulo con el título The Inadequacy of Concepts: The Rise of Youth Interest in Civic Participation in Quebec publicado en el Journal of Youth Studies número 6 en este artículo, en este “argumenta persuasivamente para la ampliación del concepto de participación política más allá de los confines de la participación electoral. Retos que las limitaciones de los indicadores de participación, y se describe la naturaleza de la juventud contemporánea compromiso político en Quebec como un caso de estudio. El artículo sostiene que los jóvenes no están perdiendo interés en la política y son, en realidad, motivados a expresar sus opiniones políticas a través de medios tales como el activismo de protesta, el trabajo voluntario, la participación en asociaciones de estudiantes, y con objetivos de compra. Gauthier llega a la conclusión de que una nueva generación política que está tomando forma establecida indicadores de compromiso político que no se reconocen” (Gauthier, 2003).

Por otro lado Gibson, C. en su artículo From Inspiration to Participation: A Review of Perspectives on Youth Civic Engagement. New York, publicado en el The Grantmaker Forum on Community and National Service, en este informe “resume las diferentes perspectivas sobre la cuestión de la participación cívica de jóvenes, discutiendo los argumentos de los científicos políticos, educadores, especialistas y el desarrollo de la juventud. Gibson sostiene que, a pesar de un interés común en promover la ciudadanía activa, los miembros de estas diferentes disciplinas a menudo pasar por alto las contribuciones de los demás debido a sus diferentes valoraciones de lo que se debe hacer. Ella llega a la conclusión de que un enfoque multidisciplinar debe adoptarse, que combina lo mejor de lo que cada disciplina tiene que ofrecer, y que interdisciplinarmente la colaboración debe fomentarse. Gibson aconseja un enfoque híbrido a la mejora de la participación cívica de jóvenes, incluyendo la investigación longitudinal, basada en la escuela de educación cívica, formación cívica para los profesores, la mejora de las prácticas democráticas en las escuelas, uso de diversos medios de comunicación como herramientas de aprendizaje y las fuentes de información para los jóvenes, y con base en la comunidad cívica programas de educación.” (Gibson, 2001).

En un texto elaborado por Golombek, S. E. del año 2002 titulado What Works in Youth Participation: Case Studies from Around the World, en la International Youth Foundation, se nos plantea que “este informe aborda las cuestiones relativas a la participación de los jóvenes desde una perspectiva global. El informe es de naturaleza cualitativa, lo que permite explorar e inhibe la participación de los jóvenes a través de nueve estudios de caso de los logros y desafíos en la toma de la participación de los jóvenes el trabajo. Los estudios de caso proceden de diversos países: Filipinas, Brasil, Tailandia, India, Argentina, Alemania, Colombia, los Balcanes y los EE.UU.. El informe concluye que, si se trabaja de manera efectiva en los planos local, nacional e internacional, y al vincular personas y organizaciones a través de nuevos medios de comunicación, la participación de los jóvenes puede contribuir a más incluyente y democrática las sociedades de todo el mundo” (Golombek, 2002).

Mientras que para Hayward, B., Donald, H. en un documento publicado en el 2006 denominado Whakarongo mai! Listen to me! How young people talk about politics in New Zealand. Dialogue across difference: Governance in a multicultural era, de la Australian National University, se informa “de la manera de hablar de la ciudadanía y la política en seis grupos focales y observaciones de clases de un gran medio bicultural y multicultural de la escuela urbana. El documento toma nota de la forma en que los niños bilingües en la unidad de hablar de su comunidad en términos de la acción colectiva. Los niños en el medio Inglés clases tienden a hablar de su comunidad en términos de su relación con los lugares. El estudio también tomó nota de muy pocos espacios compartidos y oportunidades para hablar a través de la diferencia fuera de la escuela o salir fuera del lugar. Los niños bilingües en la unidad identificaron sus iwi (tribu), como su siguiente comunidad más importante, mientras que los niños de familias migrantes nombrado nuevo su familia inmediata y, a continuación, país de origen. Otros niños nombrados sus barrios. La escuela local, en lugares y locales de protesta contra el cierre de una piscina comunitaria se identificaron como importantes porque se encuentran entre las pocas experiencias de socialización política compartida. Mientras que los niños puedan articular los derechos de la ciudadanía cuando se le solicite, la mayoría de los niños equipararse con la ciudadanía "autoayuda" actividades (recoger la basura, comer sanamente, etc.) Los niños son descritos por los autores como los hijos del mercado "que podría identificar algunas comunidades o fuentes de apoyo más allá de su familia. Este estudio destacó el valor de la escuela basada en la educación para la ciudadanía y también planteó preguntas acerca de la vulnerabilidad en el futuro de los niños maoríes y del Pacífico en programas de Inglés medio que no tienen oportunidades para el desarrollo de la capacidad política, o cualquier niño cuya familia no está en condiciones de prestar apoyo para satisfacer sus necesidades.” (Hayward, Donald, & et al., 2006).

Por ello Hooghe, M en un artículo del año 2004 titulado Political Socialization and the Future of Politics plantea que en este “estudio de investigación se centraron principalmente en las actitudes políticas y acciones de los jóvenes. Hooghe menciona estudios sobre la disminución de votantes y la participación cívica. Se eleva el estado de la investigación de la socialización política, creyendo que era vital para comprender la evolución de las democracias liberales. Sostiene que existe un acuerdo sustancial en la disciplina que esta cohorte de jóvenes del grupo llevar significativamente diferentes "orientaciones políticas" que las generaciones anteriores, y este "desplazamiento generacional" tendrá implicaciones a largo plazo de las actitudes políticas y la participación.” (Hooghe, 2004).

Sin embargo el Instituto de Investigación de Conflictos en el informe del año 2006 denominado Youth Participation in the Democratic Process expresa que el “informe investiga la participación de los jóvenes en Irlanda del Norte. Considera las opiniones de los jóvenes de las elecciones y sus percepciones de los políticos, y se explica cómo los jóvenes pueden estar mejor que participan en el proceso electoral. El estudio se basa en datos cualitativos y cuantitativos, incluyendo talleres con jóvenes, grupos de discusión y una encuesta de 1.100 jóvenes que prueba las conclusiones de los talleres y grupos focales. La principal conclusión del informe es que mientras muchos jóvenes no están interesados en la política y encontrar el área de perforación, que de hecho se sienten pasión por las cuestiones políticas que afectan sus vidas. Los autores concluyen que los jóvenes quieren más educación acerca de la política, y sienten que los políticos tienen que responder mejor a las preocupaciones de la juventud.” (Institute for Conflict Research, 2006).

Para los investigadores Iyengar, S. & Jackman, S. en su artículo Technology and Politics: Incentives for Youth Participation, publicado en Working paper 24, del Centre for Information and Research on Civic Learning and Engagment (CIRCLE), en este documento de trabajo se analiza la escasa representación contemporánea de los jóvenes votantes en los Estados Unidos. Para Iyengar y Jackman “comenzará su debate de la tecnología y la participación de los jóvenes, al señalar algunas de las razones que pueden explicar la separación de los jóvenes de la política, tales como la aparente falta de pertinencia y más importantes eventos del ciclo de vida, y discutir brevemente los enfoques actuales para la movilización de los jóvenes en la sociedad civil. Según los autores, la educación cívica fomenta el desarrollo de las actitudes políticas, pero es insuficiente para impulsar la participación de los jóvenes en las elecciones. Impulsar campañas de movilización de votantes de votantes jóvenes, pero tienen poco impacto, y puede incluso impedir, el desarrollo de las actitudes políticas y acciones. La solución, según los autores, es proporcionado por la utilización de la tecnología para movilizar a los jóvenes, que les permite participar en sus propios términos. El artículo resume un experimento realizado por los autores que participan de correo un CD interactivo a 350 jóvenes antes de 2002 las elecciones para gobernador de California, seguido por una base de estudio posterior a las elecciones de hacer una serie de cuestiones relativas a la participación electoral. Iyengar Jackman y sacar conclusiones de su experimento que favorecen el uso de la tecnología a los jóvenes participar en la política, señalando que los jóvenes que recibió la Conferencia de Desarme participó en una tasa más elevada durante la elección de un grupo de control.” (Iyengar & Jackman, 2004).

En otras investigaciones como las desarrolladas por Jarvis, S. E., Montoya, L. y Mulvoy, E. de las cuales publican sus resultados en el 2005, en el articulo The Political Participation of Working Youth and College Students, en la revista Working Paper 36, del Center for Information and Research on Civic Learning and Engagement (CIRCLE), los autores consideran la participación política de los jóvenes que trabajan en los EE.UU, “un grupo que han sido ignoradas en gran parte en estudios previos de la participación de los jóvenes. El documento examina los tipos de actividades políticas de los jóvenes que trabajan en participar, se comparan sus actitudes políticas y comportamientos a los jóvenes que asisten a la universidad, y se analizan varias estrategias que podrían aumentar sus niveles de participación. Los resultados se basan en una encuesta telefónica de trabajo de 1000, los jóvenes de edades comprendidas entre los 19 y 23 que probado su participación política, los recursos políticos, predisposiciones psicológicas, sociales, conectividad, la escolaridad, experiencias de trabajo y las oportunidades políticas. Como hipótesis, Jarvis y sus colegas encontraron que los jóvenes que trabajan informe niveles más bajos de la socialización política y el interés de los estudiantes universitarios, y son menos propensos a participar en actos políticos. Sin embargo, también encontró que la socialización política era el más fuerte predictor de la participación de los trabajadores jóvenes, y recomendar que esto se podría desarrollar con eficacia durante años de la escuela mediante el empleo de las mejores prácticas para la educación cívica.” (Jarvis, Montoya, & Mulvoy, 2005).

Entre las investigaciones consultadas se resalta la realizada por Jennings, K. M. & Stoker, L. los cuales publican en el 2002 en su libro Generational Change, Life Cycle Processes, and Social Capital. Citizenship on Trial: Interdisciplinary Perspectives on the Political Socialization of Adolescents. En dicho libro M. Kent Jennings y Laura Stoker examinan el concepto de capital social dentro de los Estados Unidos con el objetivo de ilustrar a largo plazo entre los cambios y transformaciones sociales en la confianza y el compromiso cívico. Los autores “utilizaron un período de tres generaciones de estudio longitudinal con datos obtenidos a partir de 1965 una muestra nacional de 1,669 estudiantes de escuela secundaria que se re-investigaron en 1973, 1982 y 1997, con unos 935 participantes que sobreviven hasta la fecha la última encuesta. El artículo comienza exponiendo los objetivos de los autores de la investigación: proporcionar nuevos elementos de prueba que demuestra el grado de cambio en la confianza social y la participación cívica con un enfoque específico en las diferencias entre los Baby Boomers y la Generación X, para separar el ciclo de vida y generacional efectos de determinar si la confianza social y la participación ciudadana son rasgos hereditarios, para examinar los cambios en los niveles de confianza y el compromiso cívico entre los individuos en el tiempo, y para proporcionar evidencia de la interdependencia de la confianza social y la participación cívica. Los autores sostienen que la Generación X es el principal responsable de la disminución de la confianza social y la participación ciudadana, el voluntariado y los niveles de la caída con el grupo y poco a poco la edad adulta aumenta con la edad madura, y los niveles de confianza social también disminuyen con la transición a la edad adulta.” (Jennings & Stoker, 2002).

Para los investigadores Kahne, J. & Westheimer, J. en el 2003 dentro de sus trabajos de investigación publican el texto denominado The Role of Adolescent Extracurricular Activities in Adult Political Participation en la revista Working Paper 2, del Center for Information and Research on Civic Learning and Engagement (CIRCLE), en este informe se plantea que el estudio es “un estudio en profundidad de la revisión de la literatura sobre la relación entre la participación de los adolescentes en actividades extracurriculares y el compromiso político de adultos. Se basa en la investigación de las disciplinas de las ciencias políticas, psicología, sociología y educación en los Estados Unidos abarca varias décadas. Kirlin toma nota de que la investigación sobre la participación de los adolescentes tiende a ser muy o bastante de nuevo, con grupos de estudios que ocurren durante los últimos cinco años y en los años setenta y ochenta. El informe concluye que la investigación muestran que la relación entre las actividades extraescolares y los adolescentes la participación de los adultos es fuerte, pero no podemos estar seguros acerca de las causas específicas de esta relación. Kirlin sostiene que la investigación futura debe ser amplia, longitudinal y de carácter interdisciplinario para la comprensión de la adolescencia cívica socialización” (Kahne & Westheimer, 2003).

Por otro lado para los investigadores Kirshner, B., Strobel, K. & Fernandez, M en un documento de 2003 denominado Critical Civic Engagement Among Urban Youths publicado en la web de la universidad Penn GSE Perspectives on Urban Education, este artículo considera la perspectiva de los jóvenes en su entorno social y político, trata de sobre “cómo esto está relacionado con su emergente conciencia cívica y la participación. El estudio es único en el sentido de que utiliza los métodos de interpretación - entrevistas cualitativas, proyectos en grupo y el trabajo de campo llevado a cabo en un programa después de la escuela - para averiguar cómo los jóvenes razón de su entorno y la relación de este con sus actitudes cívicas. Los autores encuentran que los jóvenes son conscientes de su crítica social y político, y que esto puede influir positivamente en su conciencia cívica si tienen la oportunidad de influir en los cambios. A falta de esas oportunidades, la conciencia crítica puede conducir a la apatía y no la habilitación. El estudio también sugiere que la investigación-acción participativa tiene un fuerte potencial como una estrategia educativa para la promoción de la ciudadanía, a través de impartir tales como trabajo en equipo, resolución de problemas, hablar en público y la reflexión.” (Kirshner, Strobel, & Fernandez, 2003).

Para los investigadores Matthews, H., Limb, M. & Taylor, M. en el articulo Young People's Participation and Representation in Society, publicado en la revista Geoforum, en el año 1998, estos sostienen que los niños ocupan una posición marginada en la sociedad y se discute la conveniencia y capacidad de los niños a participar, “La participación de los niños y la representación en el Reino Unido es examinado y comparado con la situación en otros países europeos, incluida Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, los Países Bajos, Noruega, Rumanía, España, Suecia y Suiza. El artículo revisa la literatura existente sobre la participación de los jóvenes y análisis de las estructuras organizativas que faciliten la participación y la representación de los niños en los países abarcados por el estudio. Los autores sostienen que en el Reino Unido los jóvenes no se dan el respeto o escuchar con la seriedad que merecen, pero bien establecido las estructuras participativas para los niños funcionan a un nivel de base en Europa continental. Los autores concluyen que el Reino Unido tiene mucho que aprender de las experiencias de otros países en relación con la participación de los niños.” (Matthews, Limb, & Taylor, 1998)

En una investigación relizada por Mattson, K. publicada en el libro Engaging Youth: Combating the Apathy of Young Americans Towards Politics, por la The Century Foundation nos plantea que la apatía política es "endémica" en las generaciones más jóvenes en los EE.UU. el libro analiza y “examina las posibles soluciones. Mattson explica cómo los jóvenes políticos de separación se ajusta a la historia de América y la cultura política, basando su análisis en la literatura existente, así como entrevistas con los estudiantes universitarios acerca de sus actitudes políticas. Llega a la conclusión de que los jóvenes acerca de la apatía política es un problema de múltiples facetas que requiere un amplio conjunto de respuestas, incluida la mejora de la calidad de la educación cívica en la escuela, la incorporación voluntaria de servicio público en la educación cívica, que los mentores de los jóvenes activistas, la campaña persigue la reforma de las finanzas, la ampliación de los programas de registro de votantes y la apertura de los debates políticos a los candidatos de terceros. Mattson expersa que el informe es único en el que él llama la atención sobre el fuerte impacto sobre el contexto de la política americana en los jóvenes la apatía política, con el argumento de que la corrupción política y la derecha la deriva del debate político desde el decenio de 1980 han empujado a muchos jóvenes fuera de la política.” (Mattson, 2003)

Se puede plantear desde los avances de Michelson, M. R. quien en el 2003, publica un documento denominado Mobilizing the Latino Youth Vote para el Centre for Information and Research on Civic Learning and Engagement (CIRCLE), de este se puede plantear que “aborda el hecho de que los votantes para las elecciones presidenciales entre los latinos es menos de un tercio de los votantes, y que esta cifra es aún menor para los jóvenes latinos de edades comprendidas entre los 18 y 25 años de edad. También presenta los resultados de un experimento de campo en California, destinado a aumentar la participación entre los jóvenes latinos. Su investigación "consistía en un puerta a puerta no partidista-a obtener el voto de la unidad... generales de 2002 (gobernador) elección en Fresno, California". Ochenta elecciones de una variedad de orígenes étnicos fueron empleados para llevar a cabo el experimento. Este trabajo reitera algunos supuestos anteriores que indican que "los latinos son la manera más eficaz movilizado para votar por activistas latinos". De hecho, revela Michelson "los resultados son dramáticos, y en cuanto a las grandes": los jóvenes votantes latinos en contacto puerta a puerta elecciones son más propensos a votar, los destinatarios de los latinos tienen más probabilidades de estar en contacto y que los latinos son más propensos a votar es alguien les pide. Para el autor, la falta de este tipo de apoyo se explica la escasa participación de las tasas de este grupo étnico.” (Michelson, 2003).

Mientras que para los investigadores Orr, S. & Hoover, M. quienes en el 2005 publican un articulo denominado Youth Political Engagement: why "Rock the Vote" hits the wrong note, dicha pbulicacion se realiza bajo el auspicio de la Annual Meeting of the American Political Science Association. Este artículo examina y discute las teorías en torno a la participación sin derecho a voto de la juventud hábitos de los votantes en los Estados Unidos, los autores expresan que es “de particular preocupación es la fuerte posibilidad de que los jóvenes votantes se excluyen a sí mismos de votar más tarde en la vida. Los autores comienzan señalando la pauta de disminución que se están experimentando en todo democracias liberales occidentales, que "pone la propia legitimidad del sistema democrático en situación de riesgo". Se refieren a las dos principales explicaciones de esta tendencia dentro de la juventud: "ciclo de vida" y "generación" teorías. Ciclo de vida de los adherentes creen que los jóvenes serán más comprometido políticamente a medida que van creciendo, mientras que los partidarios de la "generacional" opinión respecto del desarrollo de "archivos adjuntos en el proceso político" a una edad tan crítica. El documento se centra particularmente en el examen de las respuestas para hacer frente a débiles hábitos de los jóvenes votantes a través de la "Rock the Vote (RTV) campaña. Orr y Hoover nota cómo "[y] OUTH la música y la política han sido durante mucho tiempo gran parte de asociados, aunque el énfasis ha cambiado de mensaje a la comercialización". Sin embargo, también reconocen RTV como una estrategia orientada hacia el consumidor. Argumentan que este tipo de estrategia de marketing es poco probable que la influencia de los jóvenes en serio la votación o de contratación.” (Orr & Hoover, 2005).

Para el investigador Phillips, J. A. en el texto The Relationship between Secondary Education and Civic Development: Results from Two Field Experiments with Inner City Minorities el cual fue publicado en la revista Working Paper 14 del Centre for Information and Research on Civic Learning and Engagment (CIRCLE), Phillips de manera breve ofrece un resumen de su tesis doctoral que investigó la relación entre la educación secundaria y el desarrollo cívico. El artículo comienza señalando que el autor uso dos experimentos de campo en el centro de una ciudad a estudiantes de secundaria para evaluar si la participación en la comunidad afecta el comportamiento y los conocimientos cívicos de los estudiantes involucrados, de allí que “este experimento representa un nuevo intento para examinar el mal entendido, aunque ampliamente discutida, la conexión entre la educación y la participación política activa. Phillips pruebas la hipótesis de que los estudiantes de una minoría étnica poseen menos conocimientos y políticos participan menos que los estudiantes blancos. Incluido en el artículo es un resumen de los resultados de dos de sus experimentos, en el que participaron 260 jóvenes y 207 estudiantes de alto nivel. La investigación sugiere que en los Estados Unidos, los jóvenes participen de manera positiva en el trabajo voluntario, pero mantienen al margen de la participación política. En contraste con otros estudios (Crick, 1999), este autor sostiene que la participación en organizaciones de estudiantes se concentra en problemas del mundo real no mejoran significativamente el desarrollo de pensamiento cívicamente.” (Phillips, 2004).

Para los investigadores Print, M., Saha, L., and Edwards, K. en la investigación Youth, Political Engagement and Voting. Youth Electoral Study realizada en Australia con el apoyo de la Australian Electoral Commission, en este informe se resalta que es el segundo realizado a los jóvenes australianos de estudios electorales que “intenta determinar las razones por las cuales los jóvenes son menos propensos a inscribirse para votar a los grupos de mayor edad, y lo que motiva a los jóvenes australianos a voto. El informe analiza la participación de los jóvenes australianos en el activismo de protesta, su apoyo a los nuevos movimientos sociales, la escuela y la participación en elecciones y gobiernos estudiantiles, y esta participación se correlaciona con la intención de voto. Los autores concluyen que una amplia gama de actividades políticas experimentadas durante la adolescencia puede tener efectos beneficiosos sobre las actitudes hacia el voto y otras formas de comportamiento político de adultos, y asesorar a las escuelas que los adultos pueden ayudar a facilitar la participación política mediante la promoción de valores y prácticas democráticas.” (Print, Saha, & Edwards, 2005).

Mientras en este sentido otros investigadores como Rubenson, D., Blais, A., et al. Plantean en su estudio Accounting for the Age Gap in Turnout publicado en la revista Acta Política numero 39, en este artículo se trata de explicar y aclarar las razones de la brecha en la participación electoral en Canadá entre los ciudadanos y en virtud de más de 30 años de edad. Se comienza “señalando la disminución de la participación electoral en el Canadá desde la Segunda Guerra Mundial, y continúa con un análisis de las variables socio-demográficas entre los ciudadanos (como su sexo, origen étnico, la educación, y los ingresos) como los factores que influyen en la eficacia y la propensión a votación. Los autores concluyen afirmando que la disminución de la participación electoral en el año 2000, las elecciones federales de Canadá se debe principalmente a la abstinencia de la cohorte más joven de los votantes. Los autores afirman que la relación entre la participación sin derecho a voto y el cinismo no resiste al escrutinio, con los niveles de cinismo político más elevado entre las generaciones mayores, que participen más efectivamente en las elecciones de los jóvenes.” (Rubenson, Blais, & et al, 2004)

De allí otros investigadores como Russell, A y Fieldhouse, E, en un artículo por estos publicado el cual se denomina Voter Engagement and Young People, este estudio se realiza en el Reino Unido bajo el auspicio de la Electoral Commission, se cuestiona acerca de la baja participación de las personas ubicadas entre los 18 y 24 años de edad en las elecciones generales de 2001 “este informe investiga una serie de cuestiones clave relativas a la participación electoral y los jóvenes. El informe se basa en datos de la Encuesta de 2001 las elecciones británicas, la British Constituyente de datos, investigación y estudio de la Comisión Electoral del Reino Unido. Temas cubiertos por el informe incluyen razones para votar y no votar, los jóvenes las actitudes hacia las elecciones, las percepciones de los políticos y los partidos políticos, las estrategias de comunicación y los jóvenes. También hay una discusión útil de los problemas que enfrentan en la realización de la encuesta de investigación sobre el voto y sin derecho a voto. Los autores concluyen que aunque los jóvenes no son desinteresados en la política, que tienen bajo las opiniones de los políticos y los partidos políticos. Se discuten los posibles cambios en el registro de votantes y la educación, lo que sugiere que los jóvenes de votantes podría aumentar si los políticos escuchen más de cerca a los jóvenes.” (Russell, Fieldhouse, & et al., 2002).

Para Saha, L. J. al publicar el articulo Prosocial Behaviour and Political Culture among Australian Secondary School Students, en la revista International Educational Journal número 5, en este artículo, Lawrence J. Saha “utiliza datos obtenidos de 1311 de Australia la escuela secundaria los estudiantes que participó en la segunda escuela, el trabajo, y la Política de proyecto para investigar su comportamiento prosocial y la relación y la correlación entre el comportamiento pro-social, tales como voluntariado, y elevado entendimiento de la cultura política y el conocimiento entre los jóvenes. Concluye afirmando que las actividades prosociales y la escuela tienen un impacto positivo en el desarrollo de los valores políticos y la cultura en los jóvenes.” (Saha, 2004).

Para Sandell, J. & Plutzer, E. en el articulo Families, Divorce and Voter Turnout in the US publicado en la revista Political Behaviour número 27, este trabajo examina el impacto de la vida familiar en las actitudes políticas y la participación, los autores sostienen el efecto del divorcio es muy grande entre las familias blancas en los EE.UU., “deprimen a los votantes hasta el 10%. Basándose en datos de 1988 el Consejo Nacional de Educación Estudio longitudinal, sostienen que el divorcio puede rivalizar a padres como un impacto importante en los votantes, argumentando la pérdida de ingresos, la movilidad residencial y los efectos sobre la educación que puede ser el resultado de divorcio aumentan las posibilidades de que los ciudadanos no votar.” (Sandell & Plutzer, 2005).

Para Shea, D. M en su artículo del 2004 denominado Throwing a Better Party: local mobilising institutions and the youth vote. The Centre for Information and Research on Civic Learning and Engagement (CIRCLE), este articulo se refiere a la "disminución en el número de estadounidenses que no muestran interés en el proceso político, especialmente entre los jóvenes. El principal objetivo de este trabajo es examinar el papel de los partidos locales en el fomento de votantes. Se examina el "dinamismo" de los partidos políticos a nivel local y sus esfuerzos para conectar con los jóvenes votantes y movilizar la participación de los jóvenes, señalando que la participación en esta etapa es a menudo una fuerza motivadora para una mayor participación política. Con este fin, el documento se centra en tres estrategias clave para involucrar a los jóvenes: "la necesidad de la innovación", "conseguir el enganche" y "conectarse". El autor concluye que los medios tradicionales de promoción de la participación ya no son satisfactorias y los nuevos enfoques, tales como la construcción de la política como "enganche" y la conexión con las actividades de los jóvenes, son necesarios para presentar la política como pertinente y emocionante. Al abordar estas deficiencias, el autor sugiere que los partidos políticos puedan aumentar a su papel fundamental en la limitación de la retirada.” (Shea, 2004).

Por otro lado el investigador Simon, J. & Merrill, B. D en 1998 publica un artículo denominado Political Socialization in the Classroom Revisited: the Kids Voting program el cual es dado a conocer a través de la revista Social Science Journal número 35. “Este artículo de Simon & Merrill examina el fondo de la Kids Voting programa que se entregó a 2,3 millones de estudiantes en 1994. El objetivo de esta iniciativa es la educación cívica para "aumentar la conciencia del estudiante y la participación intelectual en las elecciones de 1994, y para usar estos estudiantes para obtener más adultos a votar en grandes cantidades [de] que tendrían en ausencia del programa". El estudio incluyó un estudio aleatorio de 24.976 encuestados. Los autores reconocen el papel que las escuelas desempeñan en la socialización política, junto con la familia, grupos de pares y los medios de comunicación. Sin embargo, la disminución de la participación dentro de los EE.UU. desde la década de 1960 ha causado la eficacia de "las escuelas y otros agentes de socialización" para fomentar una mayor participación política que se le interrogue. Resultados de este estudio revelan que el programa "Kids Voting” había una variedad de efectos positivos en los estudiantes y sus padres, incluyendo una mayor conciencia política y entusiasmo, junto con un mayor índice de cifras para los adultos en las zonas donde los estudiantes participaron con el curso.” (Simon & Merrill, 1998).

Mientras que para Soule, S. en el 2001 establece en su artículo denominado Will They Engage? Political Knowledge, Participation and Attitudes of Generations X and Y. Active Participation or a Retreat to Privacy, en este trabajo de investigación, Soule “da cuenta de la política del conocimiento, la participación y las actitudes de las generaciones X (los nacidos entre 1965 y 1978) y Y (los nacidos después de 1978). El documento se basa en una serie de estudios transversales realizados en los Estados Unidos. Soule considera que los estadounidenses nacidos después de 1965 están menos informados acerca de los asuntos públicos, menos interesados en la política, y políticamente menos de que se trata que las generaciones anteriores, y que sus niveles de confianza política son particularmente bajas. Alega también que la disminución en la participación política de las generaciones X e Y, es más pronunciada entre las personas con menores niveles de educación e ingresos, exacerbando las desigualdades existentes en la representación y participación, y concluye que los estudios longitudinales son necesarios para determinar qué factores motivan Generaciones X y S para participar en la política.” (Soule, 2001).

Es así como Southwell, P. L. por otro lado para el 2003 pone en consideración en su artículo The Politics of Alienation: Non-voting and Support for Third-Party Candidates Among 18-30-Year-olds publicado en The Social Science Journal, en este artículo “examina las posibles razones por qué los jóvenes optan por abstenerse de votar en elecciones EE.UU., y el fenómeno de la tercera parte de voto de protesta - en la que, según el autor, los jóvenes alienados de ventilación de su desencanto con las opciones políticas oficiales que tienen a su disposición por voto por los candidatos que no es probable que ganar. El artículo utiliza los datos del 1992 y 1996 en América Estudio Nacional de Elecciones para examinar empíricamente la hipótesis de la relación entre la alienación y la conducta política. Se opone a la 'preocupación' hipótesis, en la que los jóvenes están demasiado interesados en los demás acontecimientos de la vida a participar en actividades cívicas como la votación, en lugar que sugiere la necesidad de considerar el concepto de la abstinencia de votantes conscientes. La investigación examina el impacto de la etnia, edad, educación, género, partidistas y de contacto con intensidad en los votantes. Llega a la conclusión preliminar de que terceros candidatos pueden surgir dentro de las elecciones y movilizar a los jóvenes desencantados con la votación.” (Southwell, 2003)

Mientras que para Stanley, J. W. & Weare, C en el 2004 en su artículo The Effects of Internet Use on Political Participation: Evidence from an Agency Online Discussion Forum en la revista Administration & Society número 36 se expone la relación entre el uso de Internet y la participación política, aquí se establece que “ha sido citada por muchos académicos y funcionarios de gobierno por su capacidad de ofrecer a los ciudadanos un mayor acceso a la información y una mayor capacidad para participar directamente en las decisiones políticas que afectan a sus vidas. Sin embargo, varios estudios han llegado a la conclusión de que Internet no ha podido estar a la altura de su potencial, y es esta evaluación negativa de la Internet como fuerza de movilización cívica que Stanley y Somos desafío. Que examinar la relación entre el uso de Internet y la participación política a través de una agencia de gobierno experimentar con una base de discusión. De especial interés para el lector es la amplia revisión de la literatura que abarca el impacto de Internet y las nuevas formas de tecnología de la comunicación sobre la participación ciudadana en la política. Los autores concluyen que el Internet puede tener un efecto positivo sobre la participación de los ciudadanos, proporcionando una plataforma que abre las cuestiones a la deliberación y el debate a nuevos participantes.” (Stanley & Weare, 2004).

Para Stoll, M. A. quien en el 2001 publica su artículo denominado Race, Neighbour Poverty, and Participation in Voluntary Associations, en la revista Sociological Forum, 16, se puede decir que el documento “comienza por reconocer el renovado interés en el papel de las asociaciones de voluntarios para contribuir a la potenciación del capital social y el proceso democrático. Al examinar las diferencias raciales en la participación, los autores tienen por objeto evaluar si los afroamericanos están involucrados con más frecuencia que otros grupos étnicos, cuando la "influencia de la condición de vecindad" - considerado como una variable significativa para la participación en asociaciones voluntarias - se considera. Sus conclusiones indican que los afroamericanos siguen "para compensar el exceso de su posición desventajosa en la sociedad mediante la participación en asociaciones voluntarias más que otros grupos". Además, los resultados muestran diferencias de participación entre otros grupos étnicos, lo que sugiere que "raza" sigue siendo un factor importante al evaluar la participación en los EE.UU.. Sin embargo, Stoll afirma que los barrios que viven en la pobreza tiene un efecto negativo sobre la participación en el grupo privación, junto con menos recursos y oportunidades, también puede tener un impacto notable en la participación política.” (Stoll, 2001).

En la investigación realizada por Torney-Purta, J. y publicada en el 2000 denominada Comparative Perspectives on Political Socialization and Civic Education, dada a conocer en la Comparative Education Review 44, en este artículo se analiza “el importante proyecto de investigación amplio llevado a cabo por la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) sobre los jóvenes. El proyecto de investigación que participan 90.000 jóvenes de 14 años en todo el mundo, y prueba su comprensión de las sociedades de las que son miembros, y las funciones de sus respectivos sistemas educativos en el proceso de la educación cívica. El artículo da una descripción detallada de la metodología empleada y los ejemplos de las diferencias entre países observados. Conclusiones se dividen en conocimientos cívicos, el compromiso cívico y actitudes cívicas secciones.”

Posteriormente Torney-Purta, J, Barber, C. H. y Richardson, W. K. en el 2004 realizan una articulo denominado Trust in Governement-related Institutions and Political Engagement among Adolescents in Six Countries y estos investigadores la publican en la revista Acta Politica 39, este artículo analiza cómo afecta a la confianza política de socialización de los niños, niñas y adolescentes, es asi como estos investigadores “utilizando los datos recogidos en el IEA de 1999, Estudio sobre la Educación Cívica, de 14 años de edad, los autores examinan la confianza de los adoldescents en tres niveles; la confianza en las instituciones de gobierno, la confianza en las escuelas, y la confianza en otras personas. Niveles de confianza son en comparación con las democracias en seis distintos niveles de estabilidad política: Alemania, Bélgica, Bulgaria, Chile, Colombia, Inglaterra y los EE.UU.. La relación de confianza con la votación, la participación política convencional más allá de la votación, y se examina la participación de la comunidad. El artículo concluye que los niveles de confianza se refieren a la estabilidad democrática en los seis países considerados, y que un "umbral" de la confianza es necesaria en un sistema político con el fin de fomentar la participación política y ciudadana en los jóvenes”. (Torney-Purta, Barber, & Richardson, 2004)

Para Wilson-Kelly N, en su artículo Young women voters in Aotearoa New Zealand: what makes them tick? The political opinions and efficacy of first-time women voters in New Zealand publicado en 2006 en la revista School of Political Science and Communication de la Universidad de Canterbury, en este ensayo informa sobre los resultados de tres grupos de jóvenes por primera vez las mujeres votantes en Nueva Zelanda, incluyendo estudiantes de nivel terciario, las mujeres que trabajan y los maoríes y del Pacífico, las mujeres de 18-24 años. El estudio pone de manifiesto todas las mujeres fueron influenciados por su familia y la escuela a la votación, a pesar de que la política que se percibe (unfeminine) no-femenina y conflictivas. El ensayo examina el papel de los medios de comunicación y la forma en el Pacífico y las mujeres maoríes parece ser más socializada en la acción política. Otras mujeres dijeron que no estaban interesados en la política, pero cuando se le puede discutir muchas cuestiones que eran pertinentes para sus vidas, pero que no se asocian de inmediato como las cuestiones políticas. El papel de la familia, los compañeros y la escuela en la superación de la ineficacia política y los medios de comunicación las imágenes de la política se hace hincapié en este estudio” (Wilson-Kelly, 2006).

En Americalatina la investigadora Araceli Mateos Díaz escribió un artículo denominado Cultura Política (Mateos Díaz), hace una presentación sobre la discusión acerca del concepto de cultura política y presenta los debates y perspectivas teóricas sobre el concepto en este documento hace una presentación sucinta de los aporte de los aportes de Gabriel Almond y Sidney Verba en la que puede se puede establecer los tipos de dimensiones y los tipos de orientaciones políticas. Esta autora la grafica de la siguiente manera:

En este articulo Araceli Mateos Díaz realiza la presentación de algunas reseñas sobre textos relacionados con la evolución de los estudios de cultura política, en cada una de estas presentaciones se logra de alguna manera observar también cómo ha evolucionado el concepto de estudio, con sus énfasis y metodologías de estudio.

Si bien es cierto esta obra ya los hemos citado y de hecho hemos planteado que el aporte de Gabriel Almond y Sidney Verba ha sido significativo es así como para Araceli Mateos, el libro the civic culture, political actitudes and democracy in five nations. An analytics study, menifiesta que esta obra es fundamental para los estudios de cultura política debido a que “se considera como parte de la fundamentación de este tipo de estudios, este estudio es innovador debido a las técnicas y metodologías utilizadas ya que en esta época los estaba de moda el behaviorismo norteamericano, se detallan técnicas que posteriormente fueron base también para los estudios comparatistas en ciencia política. De este estudio se resalta la diferenciación de los inputs y los outputs del sistema político y la caracterización de la cultura cívica de la cual se clasifican varias entre estas la cultura parroquial, la cultura de súbdito y la cultura de participación de las cuales se plantean son en sí mismas los diferentes tipos de relaciones que se establecen entorno al objeto político” (Mateos Díaz).

Para Gabriel Almond y Sidney Verba las serie de argumentos críticos en relación a su primera obra les hace reflexionar y plantar una segunda obra construida colectivamente, en el libro The civic culture revisited, publicado en 1980, se retoman “todas las críticas realizadas a los planteamientos de la primera versión realizada por los autores, se retoman en este sentido los autores de dichos cuestionamientos y se relizan propuestas desde cada uno de estos, entre ellos se encuentran A. lijphart, C.Pateman, y J.wiatr, los elementos tratados por cada uno de estos son los conceptos, las variables, la medición, los casos escogidos etc. En cada uno de los casos se recogen datos para actualizar continuidades y rupturas” (Mateos Díaz).

Por otro lado otros autores como Daniel Elazar, plantea en su libro American federalims: a views froms states, el cual fue publicado en 1966, que dentro de los elementos este libro este “es el primer acercamiento que hace al de las "Subculturas políticas" dicho autor realiza un estudio sobre las culturas políticas de los estados norteamericanos y como se dan patrones de cambio a partir de las migraciones, de allí que el autor plantea tres tipos de culturas políticas: -la moralista(características de los estados del norte que considera que el Estado debe estar dirigido al bienestar público),-la individualista(esta es parte del sector agrario que considera que la participación debe ser individual y minoritaria estos consideran la democracia como un mercado y los políticos establecen la reglas de la misma), - la tradicionalista (esta es mas aristocrática y representaría a los estados del sur, estos considerarían el "orden social" y al "jerarquía" como parte predominante de la sociedad plantean como discusión pública la participación). Este autor no plantea la existencia de estas culturas como algo perfecto sin embargo plantea que estas hacen parte de lo predominante en el país” (Mateos Díaz).

Para Ronald Inglehart en su libro Culture shift in advance industrial society publicado en 1990, este “presenta un estudio de tipo comparativo el cual se reseña como innovador, en este estudio analiza datos de 25 países, intenta dar pistas sobre el cambio de valores materiales a valores pos materiales, en este se sustituye el enfoque de la "Elección Racional" por el enfoque "culturalista". Inglehart postula la confianza interpersonal y algunos niveles de satisfacción de la vida” (Mateos Díaz).

Para Nichols Clark, Terry y Hoffman-Martinot, Vincen, The New Political Culture, publicado en 1990, en este libro “se analizan los cambios presentes a nivel mundial acerca del declive de las jerarquías, la democratización y de las condiciones estructurales que señalan como el surgimiento de nuevos valores sociales y políticos. Se realizan encuestas de opinión en 20 países. Los autores plantean que este cambio opera en los países en los que se da mayor nivel de educación, ingresos y ocupaciones de alta cualificación, por otro lado se analizan también a los partidos políticos en el sentido de cómo están asimilando dichos cambios en la prioridades políticas” (Mateos Díaz).

Otro investigador que ha venido haciendo aportes en el tema es Robert Putnan, en su libro Making democracy work: civic traditions in modern Italy, en dicho libro se “analiza la relación del entrono social con el funcionamiento de las instituciones públicas. Este utiliza la entrevista cualitativa, la encuesta y otras fuentes para analizar el desempeño de las diferentes instituciones en Italia. Este resalta la importancia del capital social o los que este define como comunidades con altos niveles de cultura cívica, para este el compromiso cívico significa mayor participación y sentimientos de eficacia hacia la política (Mateos Díaz).

Otra postura podemos encontrar en Rachel Brooks, en su artículo Young People and Political Participation: An Analysis of European Union Policies, publicado en la revista Sociological Research Online, Volume 14, Issue 1, en este texto nos expresa que en la “actualidad existe un reconocimiento generalizado de que, lejos de ser políticamente apáticos, los jóvenes de toda Europa participan en una amplia gama de políticas de las actividades. Si bien la participación en las elecciones nacionales y europeos entre los 18a-25ta grupo de edad puede ser baja, los investigadores han puesto de relieve diversas y creativas formas de participación política. En relación a las mujeres jóvenes, en particular, Harris (2005) ha presentado un convincente análisis de los nuevos espacios de fronteras (borderspaces) "abierto entre los ámbitos público y privado de las mujeres jóvenes mediante el uso de las nuevas tecnologías. Sostiene que en la cara de una mayor vigilancia y la regulación provocada por el paso a las formas neoliberales de la gubernamentalidad, la talla de un espacio protegido por sí mismo es un acto político, en sí mismo. Además, las formas creativas en que las mujeres jóvenes en todo el mundo utilizan estos espacios - a la narrativa dominante sobre la naturaleza de la niñez contemporánea, para resistir la construcción de discursos que sólo las mujeres jóvenes como consumidores pasivos, a los problemas y las nociones convencionales de "la participación de los jóvenes" - son altamente políticos. Algunos representantes de la UE han indicado una toma de conciencia de estas nuevas formas de compromiso y profeso un deseo de desarrollar los vínculos entre ellos y las formas más tradicionales de la política de partidos y la formulación de políticas (Hoskins, 2005). Sin embargo, el grado en que estos sentimientos se han traducido en la política sigue siendo incierta. Este artículo se basa en documentos recientes sobre los jóvenes, la ciudadanía y la participación política para evaluar el grado en que estos nuevos espacios de la política de las mujeres jóvenes son, en primer lugar, el reconocimiento y, en segundo lugar, por un valor dentro de la política de la UE.” (Brooks, 2009).

El método utilizado para realizar la investigación por parte de Brooks esta nos muestra que “en su estudio longitudinal de los jóvenes británicos de la comprensión de la ciudadanía, Lister et al. (2005) sostienen que durante el período en que los datos recopilados (de 1999 a 2001) que fue testigo de un cambio de conceptualizaciones que hizo hincapié en los derechos de los ciudadanos hacia lo que ellos ubicaron como "la participación social constructiva". Sostienen que, en muchos sentidos, esto refleja el discurso político más amplio en el Reino Unido durante el mismo período, lo que ha dado prioridad a las responsabilidades de derechos, y puso de relieve la centralidad de la cohesión social y la renovación de los conceptos cívicos de la ciudadanía. Los cinco jóvenes de las políticas relacionadas con documentos en el mismo discurso que operan a nivel europeo. De hecho, la cohesión social y se destacó con frecuencia vinculados de forma directa y explícita a la comprensión de la ciudadanía y la participación política. En el Libro Blanco, por ejemplo, se argumenta que por «tirar a sí mismos en las actividades sociales" en las escuelas y otros ámbitos, los jóvenes pueden "vivir con la plena ciudadanía" (2001: 5). Del mismo modo, uno de los cuatro temas prioritarios de la resolución 2002 alienta: ... la participación de los jóvenes en el ejercicio de una ciudadanía activa y la sociedad civil. Esto significa apoyar la labor de las asociaciones juveniles y otras formas de participación activa con el fin de mejorar la participación de los jóvenes y la cohesión social…” (Brooks, 2009).

Por otro lado se plantea en el artículo que se ha “puesto de relieve una serie de maneras en que los discursos se articulan con la política del poseedor es más optimista cultural desplazamiento perspectiva y hacer referencia a la aparición de Bennett lo ha llamado el "actualizar ciudadano" de la sociedad contemporánea. Sin embargo, como resultado de su tendencia a “problematise” jóvenes del compromiso político y la construcción de ellos como ciudadanos en la toma, en la necesidad de programas educativos y de socialización en las formas más tradicionales de participación, es la "desafección ciudadana" es el discurso que privilegiados. Además, como resultado de la insistencia en las responsabilidades de los jóvenes en lugar de sus derechos, los documentos de política tienden a reforzar una definición estrecha de la ciudadanía, y dar reconocimiento a los poco más de oposición las formas en que algunos jóvenes están eligiendo a colaborar con local, nacional, regional y mundial, la política. Estos patrones son, por supuesto, no es exclusivo de la UE. De hecho, en el Reino Unido, diversos autores han puesto de relieve las tensiones dentro de los programas de educación para la ciudadanía que, por un lado, pretende fomentar una ciudadanía activa comprometida con, por ejemplo, el cambio de leyes injustas y, por otro, presentar un programa de control, con el fin de socializar los jóvenes en particular, las normas sociales (Coffey, 2004; y Lavalette Cunningham, 2004).” (Brooks, 2009)

Para Richard M. Merelman, Greg Streich y Paul Martin, en el articulo Unity and Diversity in American Political Culture: An Exploratory Study of the National Conversation on American Pluralism and Identity el cual se puede consultar en la revista, Political Psychology, Vol. 19, No. 4 (Dic, 1998), y también la International Society of Political Psychology, en este texto “basándose en la observación participante y análisis cuantitativos … se investiga la Consulta Nacional sobre el pluralismo y la identidad de América, una serie de locales de conversación proyectos organizados por el Consejo Nacional de la Dotación para las Humanidades en 1995 y 1996. Después de vincular este programa a los debates sobre la cultura política americana, en el documento se analiza la observación y los datos de la encuesta a la luz de cinco hipótesis sobre las conversaciones. El conversaciones revelan fundamentales, sin resolver los dilemas en cuanto a la compatibilidad entre identidad y pluralismo étnico, aunque a veces de hacer frente a los participantes con estos dilemas culturales en forma creativa.” (Richard, Merelman, & Streich, 1998)

Entre los resultados este articulo nos presentan datos que muestran algunas visiones de los autores, en este articulo nos muestra que “los datos para este análisis proceden de una combinación de observación, los participantes de observación, y un cuestionario de 31 estudios NEH conversaciones patrocinadas locales durante 1995 y 1996 en St. Paul, Minnesota, Green Bay, Wisconsin; Chicago, Illinois, y Kenosha / Racine, Wisconsin. Algunas de las conversaciones incluyó audiencias tan grandes como 100 personas, que examinaron un tema específico para una sola noche. Por ejemplo, hemos examinado las conversaciones en el Field Museum de Chicago, sobre temas tales como "Significado de África para todos los estadounidenses" y "El Creación of Nacional de IDENTIDAD " por contraste, en St. Paul y Green Bay grupos pequeños (5 a 15 personas) se reunieron en tres o cuatro ocasiones a lo largo de varias semanas para discutir un tema. Por lo tanto, hemos sido capaces de analizar los diversos formatos que caracterizan NEH Conversaciones de Estados Unidos. Hemos explorado 31 conversaciones en el Consejo Nacional de Conversación sobre el pluralismo y la identidad de América. Se encontró que conversadores expresaron ambivalencia acerca de la identidad de América, vio la identidad étnica y el pluralismo algo positivo; perciben las relaciones raciales y étnicas como plagadas de luchas, divide sus conversaciones a lo largo de líneas raciales y, por último, tuvo dificultades para conciliar la unidad y la diversidad dentro de la cultura política americana. También descubrieron características inesperadas de las conversaciones, como dos teorías del racismo, el fenómeno de la bicicleta, la personalización del debate racial y étnica, y las ideas creativas para resolver las tensiones entre la identidad étnica y el pluralismo." (Richard, Merelman, & Streich, 1998).

Para el investigador José Antonio Pérez Islas, el cual realiza investigaciones para el Instituto Mexicano de la Juventud, Centro de Investigación y Estudios sobre Juventud, el cual publica el articulo Trazos para un mapa de la investigación sobre juventud en América Latina el cual es publicado en la Revista de Sociologia, Papers 79 en el año 2006 en este articulo sostiene que “el desarrollo de la investigación sobre juventud en América Latina en los últimos veinte años ha generado una amplia producción en distintos rubros. En este artículo se hace un recuento y análisis de los principales esfuerzos en la materia y sus discusiones centrales a partir de los informes regionales, los estados del arte nacionales, las encuestas nacionales de juventud, las publicaciones periódicas especializadas en la materia y los principales grupos de trabajo. Sin embargo, la fragmentación, la escasa institucionalización, la poca vinculación entre los agentes sociales involucrados (investigadores e instituciones académicas, gobiernos y organizaciones civiles) entre otros, han impedido la consolidación de un campo propio (como lo plantea Bourdieu), que, en el contexto de una región como la latinoamericana (la importancia cuantitativa de las jóvenes y los jóvenes y la presencia de retos inéditos que se acentúan en las nuevas generaciones), son de vital relevancia para pensar desde miradas renovadas a los sectores juveniles. Hacer un alto en el camino y otear el horizonte y las condiciones prospectivas de la producción en juventud es el objetivo de este trabajo.” (Pérez, 2006).

El investigador intenta presenta “las investigaciones realizadas sobre juventud como campo de estudio para ello se indaga sobre los informes latinoamericanos y los Estados del Arte sobre el tema, para ello se exponen documentos realizados en diferentes periodos y por último se realiza una conclusión provisional acerca del avance de este tipo de estudios.” (Pérez, 2006).

En el artículo publicado por Ronald Inglehart, The Renaissance of Political Culture, se constituye en un referente critico para este campo de estudio, el articulo fue publicado en The American Political Science Review, Vol. 82, No. 4 (Dic., 1988), en dicho artículo se plantea que “es hora de restablecer el equilibrio en el análisis social. Desde finales del decenio de 1960, los modelos de elección racional basada en las variables económicas se han convertido en el principal modo de análisis, mientras que los factores culturales han sido de destacó a un nivel poco realista. Este enfoque ha hecho grandes contribuciones a nuestra comprensión de cómo funciona la política, sin embargo, se subestima la importancia de los factores culturales, aunque sólo sea porque, mientras los indicadores económicos están disponibles para estos modelos, datos culturales en general no lo son. El carácter incompleto de los modelos que hacen caso omiso de los factores culturales se está convirtiendo cada vez más evidente. En las sociedades católicas de América Latina a Polonia, la iglesia juega un papel muy importante a pesar de la desaparición a menudo previstos por deterministas económicos. En el mundo islámico, el fundamentalismo musulmán se ha convertido en un factor político que ni Oriente ni Occidente puede ignorar. El confucianismo influencio a Asia oriental se manifiesta un dinamismo económico que supera a cualquier otra región del mundo. Criterios económicos por una de las regiones menos favorecidas de la tierra, es prácticamente imposible de explicar su desempeño, sin referencia a factores culturales. Incluso en las sociedades industriales avanzadas de la religión no sólo supera la clase social como factor que puede influir en el comportamiento electoral (Lijphart 1979) pero en realidad parece ser la ampliación de su liderazgo: la clase social de voto, mientras que ha disminuido notablemente en los últimos decenios, religiosas siguen siendo sorprendentemente duradera.” (Inglehart, 1988)

El método utilizado se pone en crítica sobre la base de abordar una visión general de cómo en los estudios más significativos, es así como Inglehart plantea que el estudio “de la cultura política se basa en la suposición implícita de que los autónomos y razonablemente duradera cruzar las diferencias culturales que existen y que pueden tener importantes consecuencias políticas. Intuitivamente, estos supuestos parecen verosímiles. Pero los críticos de las explicaciones culturales han puesto en duda, y de hecho muy pocas pruebas empíricas se ha presentado en apoyo de ellos hasta ahora. Ya que son cruciales los supuestos subyacentes a un tema controvertido, vamos a examinar un considerable conjunto de pruebas para ver qué tan bien estos supuestos tienen en perspectiva longitudinal. Empezaré con una de las más básicas y el centro de las actitudes de todos: si uno no está satisfecho con la manera van las cosas en la vida. las diferencias internacionales en respuesta a la pregunta, "En términos generales, ¿cuán satisfecho está usted con su vida como un todo? ¿Diría usted que está muy satisfecho, bastante satisfecho, no muy satisfecho o nada satisfecho? " esta pregunta se ha pedido en repetidas ocasiones en el Euro-Barómetro encuestas realizadas desde 1973 hasta el presente.” (Inglehart, 1988).

En el marco del European Centre for Social welfare policy and research el profesor dr. Bernd Marin, plantea en su artículo political participation of youth a remedi against marginalisation and social exclusión que en “muchos países europeos han promovido la participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar en la última década. Sin embargo, es difícil lograr una visión general de los acontecimientos en curso en los diferentes países ya que existe poca documentación sobre este tema bastante nuevo. Este proyecto de investigación se llevó a cabo para compensar esta falta de información con el objetivo de estudiar la situación en diferentes países europeos (Austria, Finlandia, Italia, Suecia, Reino Unido). El estudio se llevó a cabo por un equipo de investigación internacional y coordinado por el Centro Europeo de Política de Bienestar Social e Investigación. El estudio proporciona una breve reseña de los acontecimientos a nivel internacional. Aquí se hace especial referencia a la importancia de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y las opiniones pertinentes del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo” (Marin, 2007).

Por otro lado plantea el profesor Bern que “los acontecimientos actuales en Alemania, Austria, Finlandia, Italia, Suecia y el Reino Unido se han descrito y analizado. Por último, una tipología de la participación política de la juventud se desarrolla sobre la base de los informes nacionales y los resultados de una conferencia de 22 expertos en representación de 13 países. El objetivo de esta tipología es sistematizar la experiencia obtenida hasta este punto y crear una base más firme para el futuro teórico trabajo sobre la participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar. El estudio proporciona una breve reseña de los acontecimientos a nivel internacional. Aquí se hace especial referencia a la importancia de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y las declaraciones pertinentes del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo. Además, los acontecimientos actuales en Alemania, Austria, Finlandia, Italia, Suecia y el Reino Unido se describen y analizan. La heterogeneidad de los cinco informes nacionales sugiere que se trata de un nuevo campo de investigación que no será capaz de confiar en las definiciones y los estudios preliminares. En cualquier caso, los análisis revelan claramente que las formas de participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar lo existen en todos los países incluidos en este estudio, aunque en términos de condiciones y el alcance es relativamente alto nivel de variación. En el último capítulo, los cinco informes por país y los resultados de una reunión de expertos con participantes de 13 países diferentes se utilizarse para elaborar una tipología de proyectos de participación” (Marin, 2007).

Para el profesor Bern las formas en que los jóvenes por debajo de la edad de votar puedan participar (Marin, 2007), teniendo en cuenta cuatro modelos distintos estos pueden ser identificados de la siguiente manera:

- Integración directa de los jóvenes en los procesos de participación política

- Iniciativas Asociativas: por ejemplo, las organizaciones juveniles o centros de la juventud

- Acciones orientadas a la participación: desde la recogida de firmas a la desobediencia civil

- (Ombuds work) Defensoría del trabajo para los niños, llevada a cabo por adultos profesionales.

Para el profesor Bern teniendo en cuenta que se hizo todo un sondeo en la investigación que estructura el presente artículo, según sus palabras “el objetivo de la elaboración de esta tipología es sistematizar la experiencia adquirida hasta entonces y para crear una base más firme para el futuro trabajo teórico sobre la participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar.” (Marin, 2007)

El método desarrollado según Bern Marin tuvo como eje la realización de diferentes pasos con los cuales se fueron desarrollando los procesos de recoleccion de información, los pasos según se plantea en el articulo fue de la siguiente manera(Marin, 2007):

A. Análisis de los últimos acontecimientos relacionados con la cuota de jóvenes político de toma de decisiones: Tabla de investigación.

B. Panorama general de los proyectos ya existentes en los países participantes: Desarrollo de un cuestionario que permite el análisis estadístico de los proyectos ya existentes en la cooperación entre Austria, Finlandia e Italia. La aplicación nacional de la encuesta realizada en Alemania, Austria, Finlandia e Italia, el cuestionario se envía por correo a los grupos de jóvenes y organizaciones que trabajan sobre la juventud. El análisis estadístico de los datos y la interpretación a nivel nacional en cada uno de los países participantes. Los informes nacionales sobre los resultados de las encuestas por cada uno de los países participantes. Adicionales de informes nacionales de los expertos del Reino Unido y Suecia.

C. evaluación selectiva de la participación de los jóvenes en proyectos de Austria: Entrevistas con participantes jóvenes y adultos asistentes. Cuestionario sobre el impacto de la participación. Taller con los jóvenes (con el fin de desarrollar perspectivas de la participación política).

D. Comparación internacional y la elaboración de una tipología de proyectos de participación: Cruz-nacionales de análisis de los informes nacionales.

E. Difusión y discusión de los resultados: Reunión internacional de expertos con 15 expertos europeos, Publicación del Informe Final” (Marin, 2007).

De la preguntas desarrolladas en la investigación se puede decir que “uno de los principales objetivos de este estudio fue el de fomentar el intercambio internacional de experiencias en el ámbito de la participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar, ya que aún no ha sido en gran medida la cooperación en este tema de investigación.

Además, otros objetivos y metas del proyecto de investigación sobre la participación política por debajo de la edad de votar son los siguientes:

- La promoción de la participación política de los jóvenes por debajo de la edad de votar como una estrategia para el fortalecimiento de la integración social y la lucha contra la marginación y la exclusión social

-Promover la solidaridad intergeneracional y la creación de las bases de una nueva generación de contrato

-La recogida de información sobre los proyectos de participación en cinco países europeos: Austria, Finlandia, Italia, el Reino Unido y Suecia.

-Comparación internacional de las experiencias en curso y la elaboración de una tipología de proyectos de participación

- La evaluación de las experiencias de Austria y la elaboración de directrices y orientaciones para el éxito de los modelos

- Difusión de los resultados con miras a futuros proyectos y la ampliación del estudio a Europa Central y Oriental países cambiar.

Por otro lado para la investigadora Melissa Jones, la cual fue asesorada por profesor Kent Portney, en su trabajo monográfico denominado Parental Influence on the Political Participation of Young People, el cual se publica el 13 Diciembre 2007 y se puede hallar en la página web de la universidad de Tufts, en este articulo esta plantea que se tiene “la intención de examinar si las personas cuyos padres demostrado la participación política, mientras que los individuos eran jóvenes son más propensos a ser activos políticamente a sí mismos. Voy a cruzar la tabulación de las variables independientes y dependientes a fin de determinar si los jóvenes cuyos padres votado y tomó a sus hijos a las urnas tienen más probabilidades de ser registrados para votar y para ver la política como importante. De esta forma, se ponen de manifiesto que los jóvenes cuyos padres demuestren la participación política son más propensos a ser políticamente activa. Opté por examinar si los padres influyen en el comportamiento de voto de los jóvenes, comportamiento del voto porque esta cuestión tiene importantes ramificaciones para la próxima generación de votantes. Si los padres no inculcan un sentido de deber cívico de sus hijos, entonces la próxima generación que pueden no sentirse obligados a acudir a las urnas como el que vino antes que ella. De hecho, con el tiempo hemos visto una disminución constante de los jóvenes a votar con cada generación. La investigación existente sobre los padres influyen en los jóvenes el comportamiento político ha tendido a centrarse en si los jóvenes heredan de sus padres las ideologías políticas y de partido identificaciones. Menos se ha prestado atención a si los padres que fomenten la participación política mediante la adopción de sus hijos a las urnas es más probable que los niños que tienen voto. La cuestión de si los padres de jóvenes promueve la votación de votación ha sido examinado por McDevitt y Kiousis "investigación de los EE.UU. el programa" Kids Voting. Kiousis determinó que el programa promueve la participación política de la juventud mediante el fomento de los padres a llevar a sus hijos a las urnas y hacer que participen en el proceso político.” (Jones & Portney, 2007).

En este sentido para Kevin Lownds en su tesis “Political Ideology” and “Economic Ideology” Among College and Non-College Young People, se plantea que “al parecer, los ideales libertarios de conservadurismo fiscal y la economía de libre mercado tienen un llamamiento a algunos estudiantes universitarios. Estas revelaciones contradicen las afirmaciones de expertos que constantemente conservadores sostienen que las universidades son baluartes del liberalismo y hostil a cualquier forma de conservadurismo. En este trabajo, voy a examinar el alcance de este "sesgo liberal" y la posibilidad de altos niveles de conservadurismo fiscal en los campus universitarios. Voy a ambos grupos de estudio de estudiantes universitarios y jóvenes que actualmente no están matriculados a tiempo completo en cuatro años un colegio o universidad para determinar si el "sesgo liberal" en el mundo académico lleva a los estudiantes a adoptar las orientaciones políticas más liberales, o si estas actitudes son simplemente un reflejo de su edad. Voy a examinar también la situación económica ideologías de estos dos grupos separados de los jóvenes para determinar si realmente es conservadurismo fiscal más destacado entre los estudiantes universitarios. En definitiva, voy a argumentar que este examen no sólo puede determinar el efecto de la supuesta "sesgo liberal" en los campus universitarios, pero también puede ayudar a predecir el futuro comportamiento político de los jóvenes.” (Lownds, 2007).

Para realizar la investigación el método utilizado parte de una encuesta, “esta encuesta se realizó durante las últimas semanas de noviembre de 2007 por la organización de investigación de la opinión pública Polimetrix. Polimetrix creado una muestra objetivo de 1.000 jóvenes mediante sorteo de una selección aleatoria de 1.000 encuestados de edades comprendidas entre los 18 y 24 de la Comunidad de estudios de América, que fue llevada a cabo por la Oficina del Censo. Esta meta muestra fue creada con el fin de describir más adecuadamente las características demográficas de las poblaciones de adultos jóvenes entre las edades de 18 y 24. En última instancia, 1629 Se realizaron entrevistas, y de los 1.000 encuestados que más se representa la muestra objetivo se incluyen en los datos. La muestra estaba obligada a incluir 500 encuestados que asisten a la universidad a tiempo completo y 500 respondieron que no lo hacen. Esta especificación particular, mi hipótesis encaja bien porque me permite estudiar las diferencias de ideologías políticas y económicas entre los estudiantes universitarios y no universitarios jóvenes uniformemente. Dado que aproximadamente el 25% de los jóvenes asistir a una universidad a tiempo completo, (Portney, 10/16/07) si una muestra aleatoria simple de 1000 se hicieron de los jóvenes entre las edades de 18-24, unos 250 estudiantes universitarios que deben figurar en la muestra. Estas respuestas no serían suficientes para proporcionar con exactitud los datos sobre las actitudes de los estudiantes universitarios, por lo que fue necesario dividir la población en los estudiantes universitarios y no universitarios jóvenes a fin de comparar las ideologías políticas y económicas de estos dos grupos. También se requiere que las personas que están cumpliendo a tiempo completo en el ejército de los Estados Unidos ser excluido de la muestra, ya que el objetivo general del estudio es examinar el compromiso cívico de los jóvenes, y miembros de tiempo completo de los militares no son permite participar en muchas actividades políticas.” (Lownds, 2007).

Para Dean Ladin en su tesis Civic Education and the Voting Behavior of College Students en este informe plantea que “los jóvenes no son votantes. Inmensa mayoría de los niños en edad universitaria 18-25 ni siquiera se registraron para votar. Este fenómeno puede ser visto a través de los Estados Unidos, con muchos niños de la universidad, teniendo un asiento de atrás cuando se trata de la firma para que emitan su voto en el nivel local, regional, y las elecciones nacionales. Esto no fue siempre el caso. Cuando los jóvenes recibieron el derecho de voto, que se aprovecharon de ella. Sin embargo, cada año, excepto durante las elecciones de 1992, el registro de votantes y la participación disminuyó. No fue sino hasta las elecciones de 2004 un ligero aumento que podría ser visto. Hay varios factores que agravan la causa de esta caída, con la falta de educación cívica en el actual plan de estudios es la universidad más grande causalidad. Convencionales en toda la historia demuestra que los años 1960 y principios del decenio de 1970 hubo una fuerte presencia de la educación cívica en el currículo de los colegios. Lamentablemente, esta existencia se deterioró en los años posteriores. …no es hasta finales de 2002 hubo un impulso a la educación cívica a ser re-introducido a América del plan de estudios básico, cuando el Presidente Bush promulgó tres nuevas iniciativas de apoyo a la enseñanza de la educación cívica en las escuelas de América.” (Ladin, 2007 )

La metodología utilizada tiene como punto de referencia como lo plantea la investigadora que “para probar y examinar mi hipótesis, voy a estar utilizando las preguntas de la encuesta específica de la salud cívica y política de la Nación: Encuesta Nacional de la Juventud de Participación Cívica de 2002. Esta encuesta fue realizada entre enero 29 y 25 de febrero de 2002. Hubo 1.166 participantes entre las edades de 15-25, los cuales fueron elegidos como una muestra aleatoria. Yo uso esta encuesta porque las preguntas formuladas en él la mejor manera posible a las preguntas, le pregunté. Como se ha mencionado anteriormente, no es uno de los estudios que hemos analizado abordado tanto en el ámbito de la educación cívica, y no diferenciar lo que ocurre en obligatorios y voluntarios. Esta fue la primera encuesta que me encontré con que pedirlo explícitamente los estudiantes universitarios acerca de su historia de la educación cívica y si o si no era obligatoria. En la misma línea, si me veo o no los estudiantes estén matriculados o no a votar” (Ladin, 2007 ).

En este sentido la investigación arroja las siguientes conclusiones, que en “este trabajo se ha demostrado que la educación cívica conduce a un mayor porcentaje de la universidad en edad de personas que se registran para votar y, de hecho, una votación en la fundición. Además, el análisis que sugiere que los jóvenes que tienen la educación cívica, opcionalmente, serán los que se registren y voten en las tasas más altas. Esta información permite un argumento que se que es necesario que haya una mayor cantidad de la educación cívica en las escuelas. La correlación que la educación cívica, obligatoria o no, ha de haber personas que inscribirse y votar más, sugiere que la educación cívica no influir en el comportamiento de voto de una persona en la universidad de manera positiva, sin duda. A centrarse principalmente en el aumento de este porcentaje de la población, es necesario que haya una investigación adicional sobre lo que es eficaz en la educación cívica sobre el tema de la gente a inscribirse y votar. ..Hay una necesidad de más centrado y conciso de educación cívica de la votación, como puede verse por el relativamente alto porcentaje de personas que habían de educación cívica, pero aún no se registran para votar. Además, debe haber un impulso a la educación cívica obligatoria en los colegios de todo el país. Dado que la correlación positiva entre la educación cívica y el voto es visto aquí, sería beneficioso para la nación para apoyar el aumento de la educación de los futuros ciudadanos en el ámbito de la votación. Esto permitiría una nación de personas que son conscientes de sus decisiones, y que tienen opiniones acerca de las opciones. Esto aumentaría la tasa de participación electoral de personas tremendamente colegiado, esperamos poner fin a la tendencia actual de los jóvenes no votantes”. (Ladin, 2007 ).

Para Marlee Kutcher, en su texto “Determinants of Political Ideology Among Young People”, el cual fue asesorado por Kent Portney, de la Tisch College of Citizenship and Public Service, el cual se puede hallar en la web de la universidad de Tufts, en este el investigador plantea “la hipótesis de que si una persona joven es de un estado de una determinada ideología, su ideología política, la historia y la votación será el mismo que el de su ideología Estado de origen. Asimismo, la hipótesis de que el estado en el cual el estudiante va a la universidad no tendrá ninguna relación con cada uno de ideología política. Tengo previsto investigar esta hipótesis utilizando los resultados del cuestionario. Yo uso varias preguntas en el cuestionario con el fin de evaluar con más precisión la relación entre las variables de la ideología política del Estado y la persona de ideología política.” (Kutcher & Portney, 2007).

En cuanto al método se puede decir que se utilizó “Polimetrix completado la encuesta. Polimetrix programado una encuesta por Internet de la recepción y la invitación de los panelistas Polimetrix para alcanzar 1.000 entrevistas. Entre ellas figuran una lotería de $ 100 como un incentivo. La encuesta fue dada a una muestra nacional representativa de personas de edad 18 a 24. El grupo de encuestados fue de 1000 de la Comunidad de América Estudio realizado por la Oficina del Censo. Las entrevistas se dividieron en dos grupos. 500 personas en la muestra fueron a tiempo completo en los estudiantes universitarios de 4 años de colegio o universidad. La otra mitad de la muestra se compone de no-estudiantes universitarios que no son militares a tiempo completo, tiempo parcial, aunque los militares se incluyeron. La duración del cuestionario fue de 20 minutos, y la encuesta fue entregada a través de Internet. Polimetrix llevó a cabo un total de 1.629 entrevistas con los panelistas y seleccione el más cercano se pongan en venta 1.000 casos de la muestra objetivo. Tasa de Respuesta de la Polimetrix Informe se describe el proceso y los resultados de la encuesta: "Post-estratificación pesos para la muestra final se construyeron por orden de la muestra marginales marginales a la población por edad, raza, educación y género de dos maneras. Un conjunto de pesos representa las características de la universidad y la universidad no respondieron por separado. El segundo grupo de pesos representa el 18va-24ta la población en su conjunto en estas cuatro variables. Había dos grupos de los encuestados para [el] estudio. 993 encuestados se invitó directamente a [el] estudio del conjunto de activos panelistas. De estos, 95,2% calificados para el estudio.” (Kutcher & Portney, 2007).

Kent E. Portney, Profesor del Department of Political Science y Profesor Adjunto, de la Tisch College of Citizenship and Public Service y Lisa O’Leary, Asistente de Director, plantean el documento final de la “National Survey of Civic and Political Engagement of Young People”, estos plantea que “durante el otoño de 2006, los estudiantes de ciencias políticas en la Universidad de Tufts, que trabaja bajo los auspicios de la Jonathan M. Tisch College of Citizenship and Public Service, realizó la "Encuesta Nacional de cívica y el compromiso político de los jóvenes", una encuesta de 1.000 personas de 18 a 24 años de edad. El propósito de este "Tisch Survey" fue examinar dos subgrupos específicos de los jóvenes - estudiantes a tiempo completo en universidades de 4 años, y no la universidad de los jóvenes - para obtener información acerca de sus actitudes políticas y cívicas y de comportamiento. El cuestionario fue diseñado en Tufts, y se administra en línea por un experto profesional, organización de la encuesta de investigación.” (O’Leary & Portney, 2007)

Para estos investigadores el resultado fue “una muestra de 1.000 no militar de los jóvenes, de 500 estudiantes matriculados a tiempo completo universidades de cuatro años, y 500 jóvenes que fueron estudiantes de tiempo completo no.” (O’Leary & Portney, 2007), para poder realizar la investigacion se diseño un cuestionario, esto con el fin de que “la encuesta a los jóvenes de entre 18 y 24, se elaboró un cuestionario con un enfoque especial en la participación cívica y política. La base de este cuestionario es el “cuestionario previamente elaborado por el personal de Tisch College y la Oficina de Investigación Institucional y Evaluación en la Universidad Tufts para medir los resultados de la participación cívica de los estudiantes. Los estudiantes Tufts de licenciatura en Ciencias Políticas 115 de la Opinión Pública y Estudios de Investigación, modificada estas preguntas cuando sea necesario a fin de que sería aplicable a una muestra nacional, y agregó seleccionados preguntas para obtener información adicional. Una vez terminado un proyecto de cuestionario, que fue convertido por Lisa O'Leary, Director Adjunto de la Oficina de Investigación Institucional y Evaluación, en una contrapartida de Internet (Perseus), y fue colocado en un servidor de Internet. Estudiantes y otras personas entonces probada en el campo de la encuesta, el control para asegurarse de que las cuestiones que aparecían en el orden designado, que no hay errores, y que la lógica y el flujo del cuestionario ha funcionado correctamente en todas las ramas condiciones. El cuestionario elaborado para este proyecto fue luego transmitida a una encuesta de investigación fuera de la organización, Polimetrix, Inc., de Palo Alto, CA. Una vez que el cuestionario fue colocado en el servidor web Polimetrix, estudiantes y otros más probados en el terreno el cuestionario para identificar cualquier problema. Una versión de texto sin formato del cuestionario final se encuentra en el apéndice” (O’Leary & Portney, 2007).

El diseño metodológico se realiza partiendo de “la encuesta Tisch ha proporcionado datos para demostrar que, entre los jóvenes de 18 a 24, hay muchas diferencias entre los que son estudiantes universitarios a tiempo completo y aquellos que no lo son. El patrón general es inconfundible. Los estudiantes de la universidad a tiempo son mucho más cívica y políticamente comprometidos que sus homólogos no la universidad. Los estudiantes universitarios informe de mayores niveles de participación de la comunidad y la participación en una amplia variedad de tipos de organizaciones. Son voluntarios con más frecuencia, sino que más frecuentemente participan en organizaciones culturales y religiosas, están involucrados en los procesos políticos y electorales, sino que son más activos en recaudar fondos para organizaciones caritativas y causas, y son más propensos a comprometerse en discusiones en línea sobre temas políticos y sociales. Además, los estudiantes universitarios son más propensos a estar conectado a la actualidad política y social en virtud del gasto en tiempo de lectura más, viendo y comentando las noticias. Ya sea a través de la lectura de periódicos convencionales, fuentes de noticias en línea, ver programas de noticias en la televisión, o participar en discusiones políticas con los amigos y la familia, los estudiantes universitarios son más comprometidas que las personas no universitarios jóvenes. Tal vez el resultado de esto es que los estudiantes universitarios parecen estar más informados sobre sus representantes políticos en el Congreso. Los estudiantes universitarios con más frecuencia sabía los nombres de sus representantes de sus lugares de residencia permanente que no gente joven universidad. Sin embargo, los estudiantes universitarios asisten a la universidad fuera de sus estados de origen claramente tenían más dificultades para conocer a los representantes de los distritos donde se encuentran sus colegios. Si no es un impedimento para una mayor participación de fuera-de-los estudiantes universitarios del Estado, parece estar relacionado con el desplazamiento que experimentan cuando se va a la escuela. Los estudiantes universitarios son mucho más propensos que el colegio de los jóvenes a utilizar Facebook como un recurso en línea. En virtud de ello, los estudiantes universitarios son también más propensos a usar Facebook como una forma de participar en los debates sobre cuestiones sociales y políticos. Sólo hay ligeras diferencias entre universitarios y no universitarios a los jóvenes en términos de los tipos de grupos que pertenecen. Por último, las personas, los estudiantes universitarios son más propensos a informar que se registró para votar, y que se ha votado en las elecciones generales, que los no universitarios jóvenes. Aunque la investigación de la encuesta tiende a sobreestimar los niveles de registro de votantes y la votación, los estudiantes universitarios son consistentemente más comprometida que non-college los jóvenes. Entre los estudiantes universitarios, hay una ligera tendencia a los que asisten a la universidad fuera del estado a ser menos propensos a votar que los asistentes en el estado.” (O’Leary & Portney, 2007)

Para Matt Whitehead en su tesis denominada Gender and Political Attitudes of Young People, plantea en este estudio en que entre otros estudios realizados el “estudio de Pew también midió los hombres y las opiniones de las mujeres en relación con determinadas políticas, para ser clasificados como "puntos de vista políticos", en lugar de puntos de vista económico. Un ejemplo de ello sería que se les preguntó cuál es la mejor manera de garantizar la paz sería. El 57% de los hombres respondió que esto sería a través de la guerra, y el 57% de las mujeres respondió que esto sería a través de la diplomacia. Cuando se le preguntó acerca de la homosexualidad, el 29% de los hombres respondieron que debería ser aceptada, y el 38% de mujeres piensa así. Hubo numerosos ejemplos en esta encuesta, y esta tendencia tiende a mostrar a las mujeres ser menos conservador en estos políticos o cuestiones de tipo social. Aunque esta investigación por Pew fue hecho exclusivamente para el Partido Republicano, sentí que el Partido Demócrata sería un sondeo similar, y esto es en gran parte por eso que he intentado medir el grado en que los hombres y las mujeres se sienten acerca de temas económicos y políticos. Creo que ambas partes, y, más ampliamente, pueblo en general, resultará que seguir la evolución de la siguiente manera: los hombres son económicamente más conservadoras que las mujeres y las mujeres son políticamente más liberales que los hombres (esta hipótesis en breve será tanto más clara y bien explicada). La clave del estudio de otros en los que se basa este tema de investigación se encuentra en Ciabattari de Género y Sociedad, que examina los posibles motivos detrás de las disparidades entre hombres y puntos de vista económico y político de las mujeres. Este estudio afirma que los hombres tienden a ser más económica y socialmente conservador a causa de una mentalidad profundamente enraizado, reconociendo un hombre tradicional como el sostén de la familia / ama de casa "de una familia”.” (Whitehead, 2007).

La muestra que se utilizó pa esta investigación fue “la población de… 18-24 años de edad hombres y mujeres que viven en los Estados Unidos que no están sirviendo en la militar de tiempo completo. El tamaño de la muestra fue de 1.000 hombres y mujeres de todos los diferentes grupos étnicos, niveles socioeconómicos, religiones, creencias y orígenes, en general. La mitad de los encuestados estaban a pleno los estudiantes universitarios de tiempo y la otra mitad a los estudiantes no universitarios. La forma en que la muestra fue distribuida de la siguiente manera. Al decidir sobre la muestra, y después ampliamente la edición y revisión de la encuesta, el grupo decidió que era el momento de enviar la encuesta a Polimetrix Polling Point. Hemos decidido colectivamente que este servicio [de Polimetrix Polling Point] iba a ser utilizada por el hecho de que había sido utilizado en la encuesta realizada el año pasado. Debido a esto, las limitaciones de dinero no eran tan grandes de un problema, ya que este servicio se pueden acoger a todos los cambios que la clase desea hacer el estudio ya en el sistema (después de numerosas ediciones y muchos cortes a las preguntas anteriormente sugeridas) . Hemos sido capaces de establecer la nueva encuesta dentro de los límites de la cantidad específica de dinero que fue designado para nuestro estudio, según datos facilitados por la Escuela Tisch de la ciudadanía y de otras fuentes y donantes.” (Whitehead, 2007).

Para Sam Perrone y el Profesor Portney en su tesis Political Ideology & Community Outreach in Young People, el cual se puede encontrar en la web de la Tisch College of Citizenship and Public Service, en este estudio se evalúa “si existe una relación entre el alcance de la comunidad y la ideología política de los jóvenes a través del análisis de las actitudes cívicas y políticas de los jóvenes estudiantes. Las respuestas de la ideología política y la participación de extensión a la comunidad respuestas frente a discernir si existe una correlación entre la participación en la extensión a la comunidad y la ideología política. Las características que se asocian con la propia ideología política pueden predisponer al titular de este punto de vista de una mayor participación en el servicio comunitario. Debido a las diferencias en los ideales y creencias entre los diferentes partidos políticos las ideologías, no puede ser una ideología que tiene más seguidores dispuestos a asumir un papel activo en la comunidad a través de programas de alcance comunitario…Además, la ideología política está influenciada por una multitud de factores en la vida. Raza, religión, educación, geografía, y género todos pueden tener alguna influencia sobre la propia ideología política. Por esta razón, no es razonable creer que la participación en actividades de divulgación de la comunidad puede tener un efecto sobre la ideología política. Esto es importante tener en cuenta, ya que nos puede dar otra perspectiva en la que para evaluar cómo las ideas y creencias con respecto a la política se forman. Sabemos que algunas entorno natural e inevitable de una persona juegan un papel importante en la conformación de su ideología política, y es importante saber si las experiencias de voluntarios desempeñan también un papel. Los resultados pueden darnos una mejor comprensión en cuanto a si la ideología política es, posiblemente, en forma voluntaria por estas experiencias.” (Perrone & Portney, 2007).

La metodología que se utiliza parte del diseño de una encuesta, para estos investigadores “la encuesta fue realizada online por Polimetrix más de una semana larga duración en noviembre de 2007. Es la muestra de 1.000 jóvenes entre las edades de 18 y 24, 500 de los cuales son estudiantes universitarios a tiempo completo y 500 de los cuales no son estudiantes universitarios a tiempo completo, con exclusión de todos los de tiempo completo militar. Objetivo de la muestra se creó utilizando una submuestra aleatoria de 1.000 encuestados, de 18-24 años, desde el Estudio sobre la Comunidad Estadounidense de la Oficina del Censo. Desde el panel de Polimetrix es, 1.629 personas fueron entrevistadas, y de esta muestra, 1.000 fueron seleccionados que mejor coinciden con la muestra objetivo. Los resultados fueron ponderados de dos maneras: mediante la aplicación de cuatro variables (edad, raza, educación y género) en primer lugar, a los estudiantes universitarios y no universitarios por separado, y en segundo lugar, a toda la población de 18-24 años de edad. De las 1.629 entrevistas realizadas, 993 de los entrevistados fueron invitados directamente, de los cuales 95,2% participaron en el estudio. La tasa de respuesta fue del 31,2%. Los otros 636 participantes se dirigieron al estudio con salidas de pantalla de otros estudios y el 66,7% participó. El método de encuesta por Internet fue elegida como la mejor manera de tomar esta muestra debido a la naturaleza de la población de la muestra.” (Perrone & Portney, 2007)

Para Rafi Nolan-Abrahamian, en su trabajo The Role of Socioeconomic Status in Determining Political Participation among College and Non-College Students, en este se plantea que “entre los factores que contribuyen al compromiso político más alto a nivel individual, el estatus socioeconómico y nivel de educación son dos de las más aceptadas y, a menudo citados. Utilizando los resultados del 2007 Tisch Colegio Nacional Cívica y el compromiso político de los jóvenes encuesta, este trabajo examina los efectos de estas variables en los jóvenes, en particular la hipótesis de que asistiendo a la universidad elimina la fuerte relación entre el nivel socioeconómico más alto y mayor actividad política. Si la hipótesis ha de ser demostrada correcta, los estudiantes universitarios de clase baja tiempo de completo no muestran una disminución de la actividad política en relación con estudiantes de las clases medias y altas, pero no completo, los estudiantes universitarios de tiempo seguirán haciéndolo en relación con sus contrapartes; mayor las tasas relativas de la actividad política entre los estudiantes universitarios de clase baja que se espera debido tanto a las oportunidades adicionales disponibles en el campus de la universidad, y el nivel de educación superior en este grupo. Con respecto a este último punto, esta hipótesis también puede ser visto como una prueba de si la correlación entre la riqueza y la participación política pesa más que la correlación positiva comúnmente aceptado entre la participación política y el nivel educativo. La hipótesis se enmarca con el nivel educativo y nivel socioeconómico que constituyen las variables independientes, y la actividad política que constituye la variable dependiente. Ambas variables pueden ser evaluados utilizando plenamente las preguntas de la versión de 2007 de la Tisch Colegio Nacional Cívica y el compromiso político de los jóvenes encuesta.” (Nolan-Abrahamian, 2007)

Los resultados que se desprenden de esta investigación los podemos plantear de la siguiente manera “se basan en las respuestas a la Tisch 2007 Colegio Nacional Cívica y el compromiso político de los jóvenes encuestados, con un cuestionario diseñado para medir la participación cívica y política, así como el conocimiento político y las actitudes hacia la participación cívica y política. La encuesta se realizó vía correo electrónico por Polimetrix, que obtuvo 1.629 respuestas a la encuesta en noviembre de 2007 de un grupo de panelistas activa y, a continuación, seleccione finalistas 1000 para coincidir con el objetivo de la muestra se describe a continuación. De las respuestas iniciales, 993 fueron elegidos directamente, lo que representa el 31,2% de los invitados, y 636 fueron desviados desde otras encuestas, lo que representa el 66,7% del número total redirigida. El conjunto final de las respuestas fue ponderada para tener en cuenta la edad, raza, educación y género tanto de la población de 18-24 en su conjunto, y el colegio por separado y no completa las respuestas de la universidad a tiempo. La muestra final estuvo compuesta, por diseño, de 1.000 en personas de edad militar 18-24,500 de los cuales estaban llenos de estudiantes universitarios de tiempo y de los cuales 500 no lo fueron. El personal militar fueron excluidos porque no son libres de involucrarse en los tipos de participación medido; la muestra estratificada se utilizó para garantizar tamaños de muestra adecuados para hacer comparaciones entre los dos grupos.” (Nolan-Abrahamian, 2007).

Por otro lado para William Sokoloff, en su texto denominado Impartiality in Televised News and its Influence on Youth Audiences, en el marco de el studio desarrollado por la Tisch College of Citizenship and Public Service, en este texto se plantea que “el objetivo de este estudio fue encontrar, en primer lugar, si la gente, incluso la gente cree en la existencia de sesgos de los medios de comunicación, y en segundo lugar, si los estadounidenses aún importa. ¿Tiene la parcialidad de las noticias realmente influencia, o en el paralelo como mínimo, la frecuencia con que una persona veía las noticias. Para averiguar eso, también es necesario demostrar que viewerships las personas reflejan su aprobación de los programas de informes. Hasta ahora no ha habido muchos estudios realizados por el comunidad de investigación de la encuesta, así como los conglomerados de medios de comunicación sobre el tema de los prejuicios se percibe en los medios de comunicación. Sin embargo, no ha habido un montón de investigación sobre cualquier correlación sólida entre cómo la gente percibe la objetividad de las noticias y si es o no afecta a su elección en los programas de noticias.” (Sokoloff, 2007).

Mientras que para Jeff Hamilton, en su artículo The Effects of Politically Motivated Internet Use on the Political Engagement of Youth, Tisch College of Citizenship and Public Service en este trabajo, se busca “explorar la posibilidad de una relación causal entre el tiempo dedicado al uso de la Internet y la participación política de la juventud. En concreto, voy a estudiar si el uso de Internet para la discusión política o de la recopilación de información tiene un efecto positivo sobre la probabilidad de un joven para votar. Las razones para el estudio de este enlace son numerosas. En primer lugar, gran parte de la literatura existente sobre el compromiso político de los jóvenes pone en su patrón de no ver ni leer las noticias de una manera tan regular como grupos de más edad como un factor clave en el juicio que puede o no quiere participar en el proceso político . Estas piezas de la investigación, sin embargo, no incluyen a tener noticias de la Internet - una importante fuente de información para los jóvenes de hoy. Por lo tanto, es importante aprender de los jóvenes o no que utilizan Internet para obtener información son más propensos a votar que los jóvenes que no, que efectivamente haría uso de Internet de la demografía joven es equivalente de la lectura de la noticia. En segundo lugar, el Internet es una comunicación amplia y la comunidad con herramientas de construcción. Las comunidades en línea pueden existir y son las personas que las limitaciones físicas que hacen imposible, como un grupo de amigos en diferentes países. Las métricas tradicionales han observado el deterioro del espíritu de comunidad en las cohortes más jóvenes observando la participación del grupo (como la participación en las ligas de bolos) y el debate político entre amigos, y he juzgado a los jóvenes de hoy a participar menos en estas dos categorías de cohortes anteriores en el momento de su juventud. (Putnam, Bowling Alone) Sin embargo, si el uso de Internet se traduce en una participación de la comunidad en línea, a continuación, utilizar netos, también podría mostrar algunos de los beneficios positivos que los miembros de la comunidad tradicional en la participación política.” (Hamilton, 2007).

De allí que el investigador plantea que “este documento se basa en los resultados de dos estudios separados. El primero, el Nacional de Participación Cívica Estudio 1 (NCES 1), se llevó a cabo en 2002 y se basa en una encuesta telefónica aleatoria de 3,000 participantes para sus datos. De estos 3000, mi trabajo sólo utiliza los demandados en el rango de 18-25 años de edad, a fin de aislar la única variable de uso de Internet frente a la no utilización de Internet en la juventud demográfica. Esto limita el lote total de los encuestados a poco menos de 1.000. Las preguntas utilizadas fuera de esta encuesta son quienes tienen ingresos anuales de la familia, el uso de Internet en la semana anterior a la encuesta, con qué frecuencia los votos demandado si son mayores de edad, y con qué frecuencia planean votar si todavía no son de legal edad. También se examina el uso de Internet en particular como fuente de noticias. El segundo, la Tisch Colegio Nacional Cívica y el compromiso político de los jóvenes encuesta, señala sus datos de respuestas de correo electrónico establecidas por la compañía encuestadora contratada para hacer la encuesta. Las preguntas utilizadas en este estudio determinar la frecuencia con la persona entrevistada participa en la discusiones en línea sobre la política y la probabilidad que existe para votar en 2008.

Entre las conclusiones se puede decir que hay mucho “que aprender todavía de cómo internet afecta a los patrones de votación de la campaña 18-25 cohorte de edad, pero este trabajo demuestra que hay una promesa significativa en la Internet como una herramienta para involucrar a los jóvenes a menudo descuidado demográficos en el proceso político. En primer lugar, muestra que la gran mayoría de los jóvenes usan la Internet de una manera u otra, independientemente de su nivel de ingresos. Esto es bueno porque sirve como un factor de igualación en el bucle de retroalimentación tradicional de dinero la obtención de la obtención de la educación la obtención de la participación de la eficacia. Además, que el Internet afecta a una amplia franja de la juventud de hoy significa que los efectos positivos que la red tiene en el voto, se suministrarán a la gran mayoría de la actual generación de jóvenes. En segundo lugar, se establece claramente un vínculo positivo entre la lectura de noticias en línea y la participación electoral. Esto demuestra que, si bien era correcto Wattenberg demostrar que una disminución en newsreading conduce a una disminución en la votación, fue incorrecto en el supuesto de que la lectura de periódicos sólo se reproduce en informar a los ciudadanos y aumentar su probabilidad de votar. Por último, y quizás lo más applicably, mi análisis muestra una clara relación entre la discusión de la política en línea y la participación en el sistema político. Para aquellos que buscan una nueva forma de tratar de lograr que los jóvenes a unirse al sistema político en función de las necesidades de la Comunidad no es la bala de plata que se pretendía ser, este podría ser un gran espacio para nuevas investigaciones. Si, de hecho, un único mensaje a la semana a un foro es todo lo que es necesario para obtener un 20% adicional de la juventud a votar, como fue sugerido por los datos de la encuesta Tisch, entonces relativamente simple, solución de bajo costo para los niveles de baja participación está a la mano” (Hamilton, 2007).

Mientras que para Maddie Buras, The Effects of Religion on the Political Engagement of Young People, bajo auspicio de la Tisch College of Citizenship and Public Service, esta investigadora comienza planteando que “En Cliff Zukin “un nuevo compromiso", afirma que "la asistencia religiosa es un factor de compromiso cívico", es decir que las personas que participen en diversas actividades por el activismo de sus iglesias, sinagogas y mezquitas (Zukin 151)…. Si bien es claro que existe una conexión entre la religión y el compromiso cívico, la relación entre la religión y el compromiso político es mucho más gris. Zukin analiza las actitudes de los jóvenes sobre cuestiones en las que mezcla religión y política, y encuentra que es difícil resumirlas. Sin embargo, no mide la relación entre la religiosidad y el compromiso político. Este trabajo explora si y cómo se relacionan estos factores. Mi hipótesis es que los jóvenes que son muy religiosos tienen más probabilidades de participar políticamente, si este compromiso se manifiesta en la votación, luciendo botones de campaña, o hablar de cuestiones políticas con los amigos y familiares…las iglesias han dedicado tradicionalmente a la gente en sus comunidades y han "servido como la organización de lugares para muchos de los movimientos sociales del país (López, 1)."…Iglesias de inculcar valores en los jóvenes y fomentar la participación de la comunidad. En Marcos, Hugo López et al. 'S hoja de CIRCLE a partir de abril de 2007, titulado "Servicio de Asistencia Religiosa y el compromiso cívico entre los 15-25 años de edad," rompe el compromiso cívico en tres categorías: actividades cívicas, las actividades electorales, y la voz política. A continuación se analizan estas categorías con respecto a la participación religiosa. Sin embargo, a diferencia de Zukin y López, voy a mirar sólo en las actividades políticas, sin tener en cuenta los valores cívicos. Voy a utilizar la Encuesta Nacional de Participación Cívica (NCES i) los datos a analizar mi hipótesis” (Buras, 2007).

Dentro de los resultados que establecen para este estudio es que en general, “creo que mi hipótesis funcionó bien. No todas las correlaciones fueron tan fuertes como yo predije que sería, sin embargo, mi hipótesis fue la mayor parte de probada verdadero. En lugar del número de personas que participaron políticamente cada vez más pequeños como los jóvenes tiene menos religiosos, sólo los muy religiosos que mostraron diferencias en la participación. Los que fueron sólo algo religioso, y los que asistían a la iglesia de vez en cuando, no mostró diferencias reales de los que no eran religiosos y que no asisten a la iglesia en absoluto. Parece que los jóvenes que asisten a la iglesia con regularidad y se consideran muy religiosos son los que más participan. Tal vez si uno no asiste a la iglesia con regularidad suficiente para absorber el activismo y los valores de su iglesia, ellos no están influenciados suficiente para tener un efecto en su participación política…Aquellos que se consideraban nacidos de nuevo o evangélicos participaron más en cada una de las tres categorías. Ellos tenían más probabilidades de ser registrados para votar, a votar siempre, para hablar de política con los demás, usar los botones, y para donar dinero a las campañas….Votar y participar en la campaña fueron las áreas en donde la religión parece influir en la participación política. Cuando se trata de hablar de política con los demás, la religión tenía poco o ningún efecto.” (Buras, 2007).

Para Amanda Nover en studio The Rosy Side of Teenage Peer Pressure bajo el marco de las investigaciones desarrolladas por la Tisch College of Citizenship and Public Service, en este documento se plantea que “la presión de grupo entre los adolescentes de hoy es un tema que ha recibido una gran atención. Este interés general, se ha centrado en la influencia negativa que los jóvenes pueden tener sobre sus compañeros, como la promoción de abuso de drogas o alcohol, el sexo, el engaño, el robo, y un sinnúmero de otras actividades perjudiciales. La presión de grupo puede, sin embargo, tienen un efecto positivo en los jóvenes. Creo que una influencia positiva como es en el ámbito de la participación política, un área donde los jóvenes de hoy son los que menos participación de todas las cohortes. Si efectivamente existe una relación entre la participación política de los jóvenes y sus interacciones con sus compañeros, tal vez nuevos métodos de participación de los adolescentes podrían comenzar a ser empleados.” (Nover, 2007).

Dentro de los resultados se plantea que los datos en que se basan estos análisis fueron recogidos en la Universidad Tufts en el 2007 las actitudes civicas y políticas de los jóvenes estudiantes. “Para realizar la encuesta, los investigadores crearon una muestra aleatoria de 1,000 estadounidenses entre las edades de dieciocho y veinticuatro años. Los encuestados fueron seleccionados al azar de los individuos en el estudio de los americanos de la Comunidad, realizado por la Oficina del Censo. Dentro de la muestra de 1.000 personas, 500 encuestados fueron estudiantes universitarios y 500 no lo fueron. Los encuestados se les pidió una larga serie de preguntas sobre sus niveles de compromiso político y cívico, así como sus sentimientos acerca de estas cuestiones….Opté por usar este estudio por varias razones. En primer lugar, esta encuesta es uno de los pocos que piden a los encuestados acerca de sus interacciones con los amigos en todos. Si bien varias encuestas tener influencia de los padres y la demografía de los padres (como la educación) en cuenta, la interacción con los amigos es una variable que casi nadie ha considerado el examen en las encuestas de los jóvenes. Además, la encuesta de Tufts proporciona una gran muestra representativa de los jóvenes, un grupo de encuestados en general no solo” (Nover, 2007).

Para Zach Greenky, en su artículo Youth Trust and Political Participation, es plantea que “la confianza es una parte integral de todos los intercambios humanos. En la vida personal, si no hay confianza entre padres e hijos, hermanos, seres queridos, o amigos, no hay base para una relación. En este estudio, trato de llevar esta misma ideología de la interacción entre los jóvenes votantes y el gobierno. Yo la hipótesis de que mayores niveles de confianza en los jóvenes que se correlacionan con niveles más altos de participación política. Yo los datos de la Encuesta Nacional de Participación Cívica I (NCES I), administrado desde 4 abril-20 mayo, 2002 para llevar a cabo mi investigación…Confío separados en tres categorías diferentes. El primero es la confianza general de las personas, la segunda es la confianza de los políticos, y el tercero es la confianza de la política o el gobierno. Cuatro preguntas se utilizaron desde el NCES yo encuesta, uno para la confianza de la gente, uno para la confianza de los políticos, y dos para la confianza del gobierno. Para medir los niveles de participación política, de nuevo cuatro preguntas fueron utilizados. Se midió el porcentaje de aquellos que fueron registrados, votaron en las elecciones presidenciales del 2000, los anuncios de campaña de uso, tales como pegatinas o Carteles en apoyo de un determinado candidato durante las elecciones, y si se donó dinero para un candidato u organización política asociada con candidatos, respectivamente. Aunque el NCES I encuesta incluyó preguntas de las edades de 15 y más, he limitado mi análisis para estudiar el grupo de edades comprendidas entre 15 y 25. 1001 personas en este grupo de edad fueron encuestadas.” (Greenky, 2007).

El Instituto Nacional de la Juventud de Chile (Injuv) plantea en su cuadernillo Nº3, titulado La Participación Social Y Política De Los Jóvenes, el cual fue publicado en enero de 1999, en este se plantea que “la Encuesta Nacional de Juventud es un instrumento desarrollado como parte de las actividades de estudios y evaluaciones que realiza el Instituto Nacional de la Juventud. Hasta ahora, la Encuesta se ha aplicado en dos oportunidades, en 1994 y en 1997. En ambos casos se ha recopilado información relativa a la realidad juvenil en sus más diversos ámbitos: participación social y política de los jóvenes, su inserción en el mundo del trabajo y la educación, sus preferencias, sus aspiraciones, su opinión respecto de los adultos y los rasgos más relevantes de su vida privada, entre otros aspectos…La Segunda Encuesta Nacional de Juventud fue ejecutada por el Injuv, a través de Adimark, y se aplicó en 1997 a un total de 3.446 jóvenes de 15 a 29 años. Esta versión del instrumento pretende ser un aporte a la comprensión de los jóvenes de la década de los ‘90, toda vez que permite comparaciones sobre las materias consultadas en los dos períodos, 1994 y 1997, posibilitando el análisis y la interpretación de la realidad siempre cambiante de los jóvenes. En esta oportunidad, presentamos los resultados de la Encuesta en relación a la participación social y política de los jóvenes. En estas páginas se puede tener una visión del significado que tiene la integración institucional para quienes son jóvenes al finalizar el siglo XX.” ( Injuv- Instituto Nacional De La Juventud De Chile, 1999.)

En este documento institucional se desarrolla una definición de cultura política, esta se plantea como “La cultura política de los jóvenes hereda la sensibilidad de un período en el cual los mecanismos de representación política se encontraban proscritos. De aquí deriva una percepción de la actividad política donde los procesos institucionalizados pierden sentido. Los jóvenes de los 80, a pesar de su participación en las protestas democráticas, llegaron a inscribirse en los registros electorales luego de una campaña comunicacional centrada en sus intereses, más que a partir de su propio impulso. Las finalidades que los jóvenes asignan hoy a la política aparecen coherentes con la desvalorización de los sistemas de representación que viene de su socialización política. Participación Política de los Jóvenes: El porcentaje de inscritos en los registros electorales es mayor a medida que aumenta la edad; el porcentaje de inscripción baja desde un 77% en los mayores de 24 años, hasta 15% en los más jóvenes. Al respecto pueden plantearse dos interpretaciones dependiendo si se cree que los jóvenes se van inscribiendo más en la medida que se van haciendo adultos o que la inscripción ocurre a una edad determinada....el poco interés de los jóvenes por la actividad política es lo que ha llevado a construir el estereotipo del joven apático. No obstante, desde el punto de vista de su participación social resulta destacable su alta participación organizada. Si su participación social no se dirige al campo político, ello no tiene que considerarse una desventaja. Agreguemos su exposición a los medios de comunicación masiva para inferir que su interés por los asuntos públicos esta mediada por este aparato cultural. Si sus intereses en asuntos públicos no van más allá de la propuesta de los medios de comunicación, esta es tampoco una falencia que se le deba achacar a los jóvenes”. ( Injuv- Instituto Nacional De La Juventud De Chile, 1999.)

Por otro lado para Anny Chávez Cerda y Lorena Poblete Nuñez en su artículo Acción Colectiva Y Prácticas Políticas Juveniles, publicado en la revista Ultima Década Nº25 se plantea este artículo pretendía dar a conocer los hallazgos “en tanto características y análisis de los componentes constitutivos y de funcionamiento en las agrupaciones de carácter no formal en la Comuna de Valparaíso, reconociendo en las acciones grupales de los y las jóvenes el contenido político (explícito-implícito)…Tal información es recogida a partir de la investigación cualitativa realizada por las autoras en el transcurso del año 2005. Bajo una lectura interpretativa, analítica y reflexiva, es analizada la información recogida, tomando como base la mediación conceptual propuesta por Morales Gil de la Torre en su modelo de análisis para la acción colectiva, que comprende la noción de sistemas de acción, complementados con conceptos de política y participación juvenil. Se presentan los elementos constituyentes y descriptivos de la participación fuera de los canales tradicionales de la participación política de los y las jóvenes, reconociendo en sus agrupaciones nuevas formas de participación política y acción colectiva, lo que implicó una revisión de los marcos comprensivos desde los cuales se abordan como sujetos y actores sociales a las juventudes y sus diversas agrupaciones, permitiendo rescatar sueños y desafíos de los y las jóvenes porteños.” (Chávez & Poblete, 2006)

Se puede decir en cuanto al método utilizado y la conclusión de las investigadoras que “el desacato y no cumplimiento de los planes que la sociedad construye e impone a los y las jóvenes, les da el título de apáticos, constituyéndose en un sujeto de intervención caracterizado centralmente por su conducta apática o antisocial y por su condición de exclusión del sistema, lo que pretende ser contrarrestado por la institucionalidad en la materia a través de organismos y acciones tendientes a la inclusión social con el propósito de mejorar la calidad de vida y posibilitar el pleno ejercicio ciudadano; en otras palabras: busca la incorporación de los jóvenes a los espacios funcionales de la sociedad moderna (económico, educativo, religioso, científico, legal y político). En el marco de la incorporación y participación, la oferta pública en el ámbito político ofrece tres posibilidades para los y las jóvenes; la oferta de participación electoral a través de campañas de inscripción en los registros electorales; la oferta proveniente de los partidos políticos o instancias ligadas a grupos o personalidades políticas, que pretenden perpetuar la tradición de la militancia en estos espacios, y la oferta de formación cívica en los procesos educacionales... La información recogida durante el estudio se obtuvo mediante la observación participante y entrevistas semiestructuradas, técnicas que permitieron un acercamiento intersubjetivo a la realidad estudiada, pudiendo generar un concepto de ésta a partir de las y los propios jóvenes y sus agrupaciones....Siguiendo a Reguillo, la construcción de lo político pasa por ejes como el deseo, la emotividad, el privilegio de los significantes por sobre los significados y las prácticas arraigadas en el ámbito local, alimentadas a su vez por la cultura globalizada.” (Chávez & Poblete, 2006).

Para José Joaquín Brunner, en su artículo Ciudadanía y Participación Notas Para La Discusión, en este articulo el autor no plantea que “más que ofrecer un análisis ordenado del tema ciudadanía y participación, me propongo presentar unos apuntes que sirvan para el debate. De hecho, nuestro tema plantea toda suerte de cuestiones conceptuales que tienen que ver, principalmente, con diferentes concepciones normativas de la democracia; con la distinción entre las esferas pública y privada; con la relación del Estado y los mercados; y con la organización, entre esos dos polos, de la sociedad civil y la cultura política en que ella se expresa. Un simple esquema permite representar los parámetros que usaremos para este ejercicio. Como veremos, este dispositivo tiene la ventaja de “abrir” el concepto de ciudadanía y participación a variadas modalidades y múltiples significados, que pueden ordenarse dentro de los cuadrantes ahí representados.” (Brunner, 1997)

De la reflexión hecha por este autor se puede resaltar la definición que logra desarrollar a partir de los elementos planteados, entre estos el concepto de participación política, en este sentido plantea que “aquí los individuos desiguales en la sociedad civil aparecen constituidos como ciudadanos formalmente iguales ante la ley, en al ámbito público y en relación con el Estado. Participan como tales en una actividad que intenta, o tiene por efecto, influir sobre la acción del gobierno; ya sea directamente, afectando la formulación o implementación de las políticas o, indirectamente, influyendo sobre la selección de las personas que hacen esas políticas. El voto es la expresión esencial de esta última forma de participación....Hoy, más de un millón de jóvenes entre 18 y 24 años no se hallan inscritos. Adicionalmente, la ciudadanía chilena posee uno de los indicadores más negativos de América Latina en cuanto a confianza en el voto como medio para cambiar las cosas....En este mismo cuadrante se sitúan las demás formas de participación política voluntaria; tales como trabajar en campañas electorales; tomar parte en marchas, protestas y demostraciones; involucrarse en asociaciones voluntarias de distinto tipo que intervienen en la esfera pública; elegir o ser elegido para instancias representativas, no remuneradas, a nivel funcional, local o regional; contribuir tiempo o recursos a causas políticas; ser miembro activo de sindicatos o gremios que intervienen en el debate sobre políticas o ejercen presión sobre decisiones de autoridad, etc. A los participantes en este tipo de actividades los podemos llamar “ciudadanos políticos”, “comprometidos” o “militantes”, por cuanto se movilizan en la esfera pública en función de asuntos de incumbencia estatal. Es una ciudadanía que puede ser ejercida de forma esporádica o más permanente; pero que habitualmente sólo abarca a una fracción menor de los ciudadanos legales o formales. Aquí los canales tradicionales de participación son los partidos, los sindicatos y los gremios.” (Brunner, 1997).

Para Ángela López Jiménez, de la Universidad de Zaragoza, plantea en su artículo Cultura E Identidades Juveniles Modernas. Consciencia generacional de los jóvenes españoles, en este texto se plantean varias partes “la primera aborda la sociogénesis de la condición juvenil en el proceso de socialización. La segunda revisa las interpretaciones que de dicha condición han hecho las tradiciones de pensamiento sociológico .…la tercera se introduce en la teoría de las generaciones y su conexión con los estudios de memoria histórica y construcción de las identidades modernas. Desde este marco se reflexiona sobre el ethos de las generaciones juveniles españolas envueltas en el reemplazo generacional, entre 1960 y los inicios del siglo XXI.” (Jiménez, 2006).

Del presente documento se desprende como reflexiones significativas que la “sociogénesis de la condición juvenil en el proceso de socialización: La personalidad social del sujeto se construye en la interrelación del individuo con la sociedad, en un proceso que nunca ceja, y para el que George Simmel acuñó en 1908 el nombre de proceso de socialización. La condición infanto-juvenil de los sujetos está especialmente marcada por dicho proceso, debido a que coinciden el desarrollo biológico e intelectual con la interacción social dirigida a modelar el tránsito del niño en adulto. Sociología de la juventud y tradiciones de pensamiento: La sociología clásica del siglo XIX y principios del XX ha estudiado las relaciones entre la edad y las estructuras sociales desde sus orígenes. Comte observó la relación entre los estados de desarrollo social y los niveles progresivos de conocimiento, Marx y Engels tuvieron en cuenta el impacto potencial de la industrialización en el significado de la edad y Durkheim se ocupó de las conexiones entre la edad y la integración social (Edmund y Turner, 2002: 3). Los estudios generacionales y la construcción de las identidades modernas: Los estudios generacionales se inician con Mannheim (1952), para quien la generación es un componente de la sociología del conocimiento. Mannheim elabora un concepto de generación que distingue dos condiciones fundamentales vividas por los contemporáneos. Por una parte, hay una condición de coetaneidad por la que las gentes que coexisten en la misma época constituyen un conjunto generacional sumido en las mismas experiencias. Una generación tiene oportunidades vitales como resultado de su contexto histórico y social. Los miembros de una generación se mantienen unidos en la experiencia de los acontecimientos históricos, que difiere de la experiencia de las otras generaciones. Por ello el autor habla de la estratificación de las generaciones.” (Jiménez, 2006).

El investigador Humberto Porras Vásquez, plantea en su artículo la Cultura Política Del Estudiante Molinero, Anales Científicos Unalm, en este desarrolla la conceptualización de que “los patrones de socialización de los jóvenes han cambiado y las demandas de la globalización exigen al sistema educativo un perfil profesional distinto. Por otro lado, basándonos en las tesis de Schutz sobre la Distribución social del Conocimiento, establecemos tres tipos de conocimiento: el experto, el hombre común y el ciudadano bien informado. El estudiante de La Molina se mueve entre el conocimiento del experto en su formación profesional y el conocimiento del hombre común en lo referente a sus opiniones políticas. Sin embargo, para el fortalecimiento de una democracia real se requiere de ciudadanos bien informados”. (Porras, 2001).

Pedro Núñez y Lucía Litichever, en su artículo Acerca De Lo Justo, Lo Legal Y Lo Legítimo. Cultura política en la escuela media, el cual fue publicado en la revista Ultima Década N°3 los autores plantean que “el trabajo presentado pretende indagar la cultura política promovida en la escuela media. Más allá de resaltar la importancia que tiene la misma en el proceso de socialización política de los jóvenes, nos interesa analizar las ideas de justicia que se ponen en juego, así como los regímenes disciplinarios y consejos de convivencia vigentes. Para ello proponemos un análisis de las nociones de juventud y de autoridad planteadas en las normativas de los sistemas de convivencia sancionados en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires. Por último presentamos el caso de una escuela media de la Ciudad de Buenos Aires, a fin de acercarnos al proceso de implementación de la nueva normativa, así como a las percepciones y formas de resolución de los conflictos. A lo largo del trabajo esperamos poder mostrar la sedimentación de una cultura escolar y una forma de pensar a los jóvenes que condicionan las actitudes en la escuela, a pesar de las modificaciones que intentan llevarse a cabo.” (Núñez & Litichever, 2005)

Los resultados u/o hallazgos parten del referente teórico establecido por Rossana Reguillo se pueden plantear de alli en “el sentido de la justicia se individualiza. En cierta manera podríamos decir que nos encontramos ante el dislocamiento de la transición escuela-trabajo. La educación, que implicaba un espacio de socialización central para adquirir las capacidades del individuo moderno, hoy ante las transformaciones en el entorno pareciera perder razón de ser para muchos jóvenes. Estos cambios tienen fuertes implicancias a la hora de pensar sus representaciones y prácticas políticas, especialmente ante su supuesto desencanto político…” (Núñez & Litichever, 2005).

Para Dina Krauskopf, de la FLACSO, Chile, en su artículo Dimensiones de la participación en las juventudes contemporáneas latinoamericanas, expresa que “la discusión en América Latina sobre las nuevas prácticas juveniles de participación social, y el reconocimiento de la participación como un derecho ciudadano, llevan a reconocer la importancia de la participación de los jóvenes en relación con la democracia, el sistema político, las modalidades de institucionalización y legitimación de la participación, la resolución de las distancias generacionales y la redistribución del poder político y económico. En el contexto de la aceleración de los cambios sociales, se analizan prácticas sociales y formas de asociatividad juvenil emergentes. Éstas demandan espacios abiertos, equitativos y plurales. También requieren el reconocimiento de las dimensiones culturales y subjetivas en la vida de los jóvenes, de su capital cognitivo y de sus pautas de asociatividad. Todo ello implica negociar nuevas normas organizativas e innovar las modalidades de promoción de la acción colectiva. Especial énfasis se presta a la construcción de conocimiento por parte de grupos de jóvenes, como forma de desarrollar la capacidad de comprender y modificar su propia situación” (Krauskopf, 2008).

Para esta autora se puede expresar que en el marco de la resistencia a la institucionalización política “los jóvenes se descentran en múltiples formas y contenidos de participación que no coinciden con los mecanismos consagrados de representatividad. Se da, así, cierta asincronía con la oferta de participación de las estructuras partidarias. Nuevas modalidades más coyunturales y específicas son las que reflejan el compromiso político participativo de las juventudes, donde las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) son decisivas para recrear formas de participación, espacios de referencia y generación de pautas de asociatividad juvenil por el expediente de redes interactivas.” (Krauskopf, 2008).

Para Francisco José Francés García del Instituto Universitario De Desarrollo Social Y Paz de la Universidad De Alicante, en su artículo El Laberinto De La Participación Juvenil: Estrategias De Implicación Ciudadana En La Juventud, publicado en la Revista OBETS 2, del año 2008 se plantea que en el estudio de la participación juvenil “supone un reto investigador, por cuanto las prácticas colectivas de los jóvenes se contextualizan en el marco de la participación ciudadana adulta, pero presentando elementos y potencialidades propias del a condición juvenil. El artículo pretende asumir el vínculo entre reproducción del orden social y producción de nuevos órdenes en las prácticas sociales de los jóvenes, para cuestionar los enfoques teóricos que plantean una desafección pública de la juventud contemporánea. Para ello se exponen las limitaciones y disfuncionalidades del modelo participativo actual y se proponen elementos que configurarían las condiciones necesarias para la implicación ciudadana de los jóvenes, a través del avance en tres dimensiones básicas de los procesos participativos innovadores: inclusividad, intensidad e influencia”. (Francés, 2008).

Entre los resultados o reflexiones que se pudieran establecer está el hecho de que se resalte que “es de especial interés como investigadores tener acceso a los modos en que los individuos (como actores individuales o grupales relacionados con el mundo juvenil) se ven a sí mismos, a sus interlocutores, representantes, a las instituciones implicadas y al mundo que les rodea. En otras palabras, cuál es la definición social de la situación en todo aquello que tiene que ver con el joven y cómo se construye socialmente esa realidad, especialmente en el marco de sus redes de relaciones grupales…Y la participación social o ciudadana es sin duda una de las dimensiones a través de las cuales los jóvenes construyen su universo de relaciones grupales y definen imaginarios de la realidad social. Dentro de esta perspectiva trataré de contemplar a los jóvenes como agentes sociales con entidad propia, como miembros de grupos formales o informales y como actores individuales, que desarrollan en diverso grado estrategias, modos, alternativas implicaciones en los canales participativos en sentido amplio, de acuerdo con unas expectativas grupales o sociales, con unas experiencias pasadas y con una actitud ante otros actores sociales que, por su participación o no participación, construyen esa definición de la situación a la que pretendemos acercarnos.” (Francés, 2008).

Para el investigador Francisco Ramírez Varela, en su artículo El Mito De La Cultura Juvenil, publicado en la Revista Ultima Década N° 28 en Julio 2008, expresa que “cuando empezamos abordar el tema de juventud y/o de jóvenes, terminamos describiendo a este grupo social, mas allá de los rangos de edades y biológicos, tratando de incorporarlos a una visión desde las ciencias sociales, que nos logren explicar diversos fenómenos que suceden con los jóvenes, y asíentender sus problemáticas y actuar social. Normalmente estas definiciones, tocan de al alguna manera, el concepto de la «cultura juvenil», donde se encasilla diversas manifestaciones de la juventud. Vamos a hacer un repaso en las siguientes páginas no sólo de la validez o relevancia del término de «cultura juvenil», sino también a realizar una revisión de algunas miradas sobre la juventud, y la asociación a lo cultural; esta reflexión nos llevará a la interrogante, ¿existe o no la «cultura juvenil»?; la que no intentaré responder, sólo de reflexionar.” (Ramírez, 2008).

Por otro lado en el campo de las prácticas sociales “que reflejan la cultura de los individuos, ha sido encapsulado por autores como Adorno y Horkheimer (2004), como «industria cultural», donde existen rasgos de semejanza de un colectivo de sujetos. Hoy en día esta industria, dicen los autores, se representa monopólicamente y abierta, sin ocultar sus fines, la que hoy en día se globaliza y guía al unísono a todo el mundo. Manipula la idea de cultura, y la reflexión que ésta podría generar en los individuos. El irrumpimiento de nuevas formas de arte, en el cine, luego en la televisión y hoy en Internet, trata de mostrar una sola cultura y de difundir ideologías determinadas. La cultura ha pasado a ser un fetiche, una mercancía y/o en un estilo de vida, que los medios intentan plasmar a la ambición de los sujetos.” (Ramírez, 2008).

Para Rossana Reguillo, plantea en un artículo titulado Emergencia De Culturas Juveniles Estrategias Del Desencanto, en el libro Estrategias del desencanto publicado en Buenos Aires por la editorial Norma en el 2000, esta investigadora plantea que “en América Latina, los testimonios cotidianos que evidencian su irrenunciable búsqueda de una sociedad más inclusiva y democrática se estrellan contra el creciente deterioro económico, la incertidumbre y la fuga del futuro. El debilitamiento de los mecanismos de integración tradicional (la escuela y el trabajo, centralmente) aunado a la crisis estructural y al descrédito de las instituciones políticas, genera una problemática compleja en la que parecen ganar terreno la conformidad y la desesperanza, ante un destine social que se percibe como inevitable. Es en este contexto donde adquiere relevancia la pregunta por las formas organizativas juveniles, por sus maneras de entender y ubicarse en el mundo, por los diversos modos en que se asumen ciudadanos. Los jóvenes se han autodotado de formas organizativas que actúan hacia el exterior -en sus relaciones con los otros— como formas de protección y seguridad ante un orden que los excluye y que, hacia el interior, han venido operando como espacios de pertenencia y adscripción identitaria, a partir de los cuales es posible generar un sentido en común sobre un mundo incierto. La anarquía, los graffitis urbanos, los ritmos tribales, los consumes culturales, la búsqueda de alternativas y los compromisos itinerantes, deben ser leídos como formas de actuación política no institucionalizada y no como las practicas más o menos inofensivas de un montón de desadaptados. Entre los jóvenes, las utopías revolucionarias de los setenta, el enojo y la frustración de los ochenta, han mutado de cara al siglo veintiuno, hacia formas de convivencia que, pese a su acusado individualismo, parecen fundamentarse en un principio ético-político generoso: el reconocimiento explicito de no ser portadores de ninguna verdad absoluta en nombre de la cual ejercer un poder excluyente. Por ello, principalmente, este es un libra sobre jóvenes.” (Reguillo, 2000)

Para el presente documento un acercamiento a las conclusiones podrían ser que “los jóvenes han sido importantes protagonistas de la historia del siglo XX en diversos sentidos. Su irrupción en la escena pública contemporánea de América Latina puede ubicarse en la época de los movimientos estudiantiles de finales de la década de los sesenta... Aunque en ese entonces fueron mas propiamente pensados como "estudiantes", empezaba a ser claro que un actor social que tendía a ser visto con temor o con romanticismo y que había sido "construido" por una pujante industria cinematográfica como un "rebelde sin causa", afirmaba, a través de sus expresiones, una voluntad etc. participar como actor político de manera enfática, los movimientos estudiantiles vinieron a señalar los conflictos no resueltos en las sociedades "modernas" y a prefigurar lo que sería el escenario político de los setenta…Cuando muchos jóvenes se integraron a las guerrillas y a los movimientos de resistencia, en distintas partes del continente, fueron pensados como "guerrilleros" o "subversivos". Al igual que en la década anterior, el discurso del poder aludió a la manipulación a que eran sometidos "los jóvenes" por causa de su "inocencia" y enorme "nobleza", como atributos "naturales" aprovechados por oscuros intereses internacionales….la derrota política, pero especialmente simbólica, aunada al profundo desencanto que generó el descrédito de las banderas de la utopía y el repliegue hacia lo privado, volvieron prácticamente invisibles, en el terreno político, a los jóvenes de la década de los ochenta…. Mientras se configuraba el "nuevo" poder económico y político que se conocería como neoliberalismo, los jóvenes del continente empezaron a ser pensados como los "responsables" de la violencia en las ciudades. Desmovilizados por el consumo y las drogas, aparentemente los únicos factores "aglutinantes" de las culturas juveniles, los jóvenes se volvieron visibles como problema social” (Reguillo, 2000)

En otro artículo Rossana Reguillo, el cual fue titulado Las culturas juveniles: un campo de estudio; breve agenda para la discusión, nos plantea al “cuestionar los modos en que desde el campo cultural han sido pensadas las juveniles que, caracterizadas por sus sentidos múltiples y móviles, incorporan, desechan, mezclan, inventan símbolos y emblemas, en continuo movimiento que las vuelve difícilmente representables en su ambigüedad. Para este cuestionamiento, el primer supuesto que se asume como punto de partida, es el de la enorme diversidad que cabe en la categoría “jóvenes”: estudiantes, bandas, punks, milenaristas, empresarios, ravers, desempleados, sicarios, pero todos hijos de la modernidad, de la crisis y del desencanto. Un segundo supuesto, entonces, lo constituye el contexto en tanto referente-mundo en el cual habitan estos nomádicos sujetos: el de un orden social marcado por la migración constante, el mundo globalizado, el reencuentro con los localismos, las tecnologías de comunicación, el desencanto político, el desgaste de los discursos dominantes y el deterioro de los emblemas aglutinadores, aunados a la profunda crisis estructural de la sociedad mexicana, como parte indisociable del escenario en el que cotidianamente miles de jóvenes semantizan el mundo y se lo apropian.” (Reguillo, www.scielo.br, 2000).

En este sentido Rossana Reguillo establece como sintesis que:

a) En una primera parte se analizan los discursos que han producido conocimiento sobre los jóvenes. A partir de una revisión de la literatura especializada disponible se buscó el conjunto de supuestos que han orientado, en el país, la mirada sobre los jóvenes, como insumo fundamental para arribar a una reflexión crítica sobre los conceptos, las categorías y los enfoques utilizados. Se trata de una primera aproximación a la naturaleza, límites y condiciones del discurso que se ha producido sobre las culturas juveniles.

b) En un segundo momento se discute acerca de los “nuevos” escenarios tanto en lo que respecta al pensamiento sobre las culturas juveniles, como en lo que toca a sus territorios – materiales y simbólicos.

c) En el tercer momento se abordan las perspectivas y desafíos que para la investigación en ciencias sociales representa el campo de estudio de las culturas juveniles (Reguillo, www.scielo.br, 2000).

Para Luciana Scaraffuni, en su artículo Las Jóvenes Militantes: Construcciones, manifestaciones y expresiones de la participación partidaria considera que “mucho se ha teorizado acerca de la representación de la mujer en el parlamento y en los ámbitos de poder político, destacando así la sub-representación con que este grupo cuenta. Actualmente han ganado mayor terreno los estudios acerca de la cultura política juvenil, debido a las transformaciones que el mundo político ha experimentado, pero muy poco se sabe acerca de las jóvenes mujeres en este ámbito. Con respecto al tema de la identificación partidaria de los jóvenes y las jóvenes mujeres hay un vacío empírico y teórico enorme, por lo que considero que un acercamiento a la participación político-partidaria de las jóvenes, a partir del significado q estas le atribuyen a su actividad y al mundo político, enfocándonos así en el aspecto subjetivo de la cuestión, puede resultar un aporte importante para una línea de estudios que se circunscriben en lo que es la cultura política uruguaya. Así el objetivo del actual trabajo es reconstruir, las percepciones y valoraciones de las jóvenes mujeres militantes de izquierda, en torno a la construcción de sus identidades partidarias y el significado subjetivo que éstas le atribuyen a su participación política” (Scaraffuni, 2007).

Se podría decir de los aportes de Scaraffuni algunos elementos pueden cponsiderarse significativos como exprea al plantear que “se buscó reconstruir y analizar relatos sobre experiencias, percepciones y comportamientos de jóvenes militantes mujeres, ya que comprender el mundo social es comprender la definición que el individuo da de su situación y ese es el interés principal. Dado que el objetivo de la investigación es analizar, interpretar y comprender un “universo simbólico”, es que resulta primordial una aproximación cualitativa a la problemática, ya que y como lo plantea Cea D`Anconca “…el paradigma cualitativo se asocio a la epistemología interpretativa, centrada en el sujeto individual y en el descubrimiento de los significados, los motivos y las intenciones de su acción” (1998: 46). Se opto por la entrevista en profundidad debido a que el siguiente estudio se basa fundamentalmente en el análisis de los discursos de los sujetos que se intentan abordar. Lo cual lleva a asumir un papel interpretativo que permita dar cuenta del significado y la construcción de relatos. Se eligió esta técnica, por considerarla una de las más apropiadas de aproximación a los sistemas de valores, creencias y percepciones, de las jóvenes militantes del Frente Amplio a partir del papel que el discurso cumple en tanto revelador de la realidad social. Para lo cual se realizaron 16 entrevistas de las cuales 8 a Jóvenes del MPP y 8 a jóvenes de la JVA, también se realizaron 4 entrevistas; a dos jóvenes hombres de cada sector (para obtener un acercamiento a las percepciones de algunos jóvenes hombres y ver si estos coincidían en parte con los de las jóvenes entrevistadas)” y que “se realizo 1 entrevista en profundidad a cada secretario de organización de cada sector. Criterios de selección:-las jóvenes mujeres debían tener entre 18 y 29 años, ya que debían haber votado por lo menos una vez.-ser heterogéneas en su nivel educativo, para obtener una mayor heterogeneidad en el análisis.-la forma de reclutamiento de las mismas se realizo a través de contactos telefónicos y a través de visitas a los espacios de participación de ambos sectores.” (Scaraffuni, 2007).

Mientras que para María Isabel Domínguez, en su artículo Los Movimientos Sociales Y La Acción, Juvenil: Apuntes Para Un Debate, nos plantea en cuanto a a la estructura del texto que “el trabajo aborda el rol que está jugando la juventud como generación, en el marco del aumento de las acciones colectivas y convivencia de movimientos sociales de múltiples orientaciones. Se toman en cuenta dos dimensiones: su peso en el marco de movimientos que involucran a distintos sujetos y cuyas reivindicaciones tienen un alcance más general, así como en qué medida, en tanto jóvenes, se convierten en actores sociales específicos, reconocidos (y autorreconocidos) como sujetos en sí mismos. Se constata que la juventud en esta etapa no ha constituido de manera significativa movimientos sociales con marcado carácter generacional y se formula la hipótesis de que el acelerado ritmo de los cambios que están teniendo lugar en nuestra época, imprimen un mayor dinamismo al contexto en que se configuran las generaciones y limitan las posibilidades de conformarse como tal, con una identidad colectiva definida, frente a otros criterios estructurantes de mayor estabilidad como el género o la etnia o frente a conflictos sociales más visibles y generales como la defensa de los derechos humanos o del medio ambiente. Sin embargo, la juventud constituye una relevante masa crítica dentro de movimientos sociales de diferente carácter, tiene particular protagonismo en algunos de ellos y su presencia resulta vital pues representan la perspectiva de futuro.” (Domínguez, 2006 )

En este artículo el significado del renacimiento de los movimientos sociales adquiere mucha relevancia es por ello que se plantea siguiendo a la investigadora (Domínguez, 2006 ) y con el inicio de un nuevo siglo, la autora nos plantea que:

• Se han concentrado en la deslegitimación del sistema imperante pero aun se ha avanzado poco en la definición de objetivos estratégicos y en la propuesta de nuevas alternativas. Hay que entender que ese vacío programático de los movimientos sociales, los trasciende. Asistimos a una época en que luego del derrumbe de las experiencias de sociedades alternativas al capitalismo, el pensamiento social no ha logrado articular nuevas propuestas que, sin que ello implique la construcción de “el modelo” con carácter único, se puedan definir objetivos estratégicos comunes y líneas de acción concertadas. Sin dudas, la reconstrucción de un nuevo paradigma lleva tiempo y será el resultado de la labor conjunta de intelectuales comprometidos (con particular peso de los cientistas sociales) y activistas de los movimientos, a través de sus mutuas experiencias de pensamiento y de acción. Aunque este proceso ha comenzado, aun no ha solidificado suficientemente.

• Junto a la multiplicación y ampliación de las resistencias, aun es fuerte su fragmentación, no solo por las reales separaciones geográficas y sociales y la falta de medios para enfrentarlas, sino por la todavía débil convergencia de intereses.

• Esa falta de convergencia es claramente visible entre actores del Norte y el Sur, lo que habla de dificultades para articular los intereses globales con los regionales y locales.

• La falta de objetivos claros lleva en ocasiones a que las movilizaciones se concentren en la forma y pierdan de vista los contenidos, por lo que a veces son solo expresiones folclóricas o culturales, desvirtuadas y ridiculizadas por los instrumentos del sistema, en particular los medios de comunicación.

• En la misma dirección anterior, en ocasiones las acciones se reducen a expresiones de violencia criminal o callejera que también los deslegitima”

Desde otra perspectiva para la investigadora Katia Valenzuela Fuentes plantea en su artículo denominado Colectivos Juveniles: ¿Inmadurez Política O Afirmación De Otras Políticas Posibles?, el artículo reflexiona sobre “las distintas maneras en que se ha comprendido el fenómeno de la «participación política juvenil», argumentando que el discurso dominante de las ciencias sociales ha operado naturalizando el sistema de representación política y subvalorando otras expresiones políticas presentes en la juventud. En el intento por visualizar estas expresiones, el artículo brinda un análisis de los discursos y prácticas de cuatro jóvenes participantes de colectivos culturales y estudiantiles de la Provincia de Concepción, Chile. El análisis permitió constatar que los jóvenes no se alejan de «lo político» propiamente tal, sino de la concepción de la política representativa, la que al juicio de éstos, tiene como principales características la burocracia, la jerarquía, el centralismo electoral y el autoritarismo, entre otros. … Ante el rechazo del sistema de representación política, los jóvenes proponen nuevas prácticas sociopolíticas definidas por la participación equitativa, por el asambleísmo, la autogestión, el pluralismo y la culturalización de la política.” (Valenzuela, 2007)

A partir del citado artículo plantea que “si consideramos que la idea de política centralizada alrededor de un ejercicio de poder representativo constituye sólo una concepción dominante de ésta, es predecible la existencia de «otras políticas», o más bien, de «micropolíticas», cuyo «poder no es el Estado, ni el aparato gubernamental ni la ley» (Garavito, 1999:115). Lo anterior nos permite pensar una política minoritaria que no busca los centros de poder, no busca el control de lo social desde un lugar central, no busca mecanismos burocratizados en la administración, no pasa por un aparato tipo partido o sindicato, y se constituye en conciencia por fuera de la autoridad (Garavito, 1999). Esta manera de pensar «otras políticas» explicaría la articulación entre éstas y la juventud, ya que «la política no es un sistema rígido de normas para los jóvenes, es más bien una red variable de creencias, un bricolage de formas y estilos de vida, estrechamente vinculado a la cultura» (Jameson, 1993; en Reguillo, 2000:43). Tomando como base esta argumentación, asumir que los jóvenes debieran agruparse alrededor de los principios racionales inscritos en la lógica de determinadas prácticas políticas, es cada vez menos un principio operante, ya que ante el deterioro de las formas de la política clásica, la respuesta por la vía de la acción colectiva juvenil ha sido la de formación de asociaciones de distinta índole que cristalizan intereses parciales de alcance limitado (Reguillo, 2000). Algunas de estas asociaciones juveniles, que sin duda proponen nuevas conceptualizaciones de «lo político»; son los llamados «colectivos », los que en palabras de Muñoz (2002) a partir de los 90 comienzan a tomar las formas y lógicas de acción propias de las instancias básicas de sociabilidad en que encuentran su origen, es decir, los grupos de amistades. Por su parte, Salazar (2002) argumenta que los colectivos son agrupaciones con un determinado posicionamiento cultural e incluso de política local. Para este autor, los colectivos tienen una definida y anunciada identidad grupal, implican la presencia de algún consenso básico y conservan el desapego respecto a las formalidades innecesarias. Siguiendo a Salazar (2002), el discurso revela de modo prominente el carácter democrático-participativo de los colectivos: todos sus miembros piensan, deciden y actúan; no hay censura, no hay jefes, la representatividad se limita a los que quieren participar, es decir, la participación subordina la representatividad.” (Valenzuela, 2007)

Marco Antonio Gonzalez, Pensando la política: representación social y cultura política en jóvenes Mexicanos, “El documento se compone de dos partes, en la primera se tiene la presentación de los fundamentos conceptuales de representaciones sociales y la cultura politica como ejes de la investigación que se desarrollar en mexico; en la segunda parte se presenta el diseño metodológico y los resultados de la investigación.” (Gonzalez, 2006).

La investigadora Araceli Mateos Díaz, elabora su tesis doctoral relacionada con el tema de cultura política y participación: las subculturas de los electores de 2000 de la citada tesis se puede decir que “aborda dos variables que son consideradas por la literatura especializada como puntos centrales en la evolución de la democrácia: la cultura política y la participación electoral. A lo largo de esta tesis se intenta responder a tres preguntas principales: ¿Las actitudes, las percepciones y las evaluaciones de determinados objetos políticos permiten discriminar a los ciudadanos en cuanto a su decisión de votar en unas elecciones?. ..Y si es así, ¿cuáles son las variables que más influyen, y en qué medida, en esa discriminación?, ¿Esta diferenciación permite hablar de subculturas políticas concretas en función de esa toma de decisión?...Esta tesis aporta un nuevo esquema dimensional de cultura política y critica el clásicamente utilizado por Almond y Verba. Además, se caracteriza por aplicar técnicas de análisis multivariantes para explorar y predecir cuáles son las actitudes políticas que más influyen en la probabilidad de participar.” (Mateos, 2002).

Por otro lado en su tesis doctoral el investigador Leopoldo Alafita Mendez, la cual se denomina Tradición Y Cultura Política En México: Un Estudio De Caso: Veracruz, en esta se plantea que “dirige su análisis en el largo tiempo histórico, desde el origen de los procesos de la cultura política en México, con la configuración de cuerpos sociales de subsistencia y la preservación de sus identidades, su administración local y el relativo control de sus tierras, hasta el control político de la revolución mexicana y el dominio del consenso autoritario. El proceso reciente de la transición democrática y los intentos por establecer nuevas normas a los procesos políticos electorales en el país. Concluye con un acercamiento al carácter de la cultura y los valores políticos de los veracruzanos que se formaron en contextos históricos autoritarios y corporativos, y que se debaten en la construcción de una nueva civilidad en la que los partidos no acaban de definirse y la sociedad aún expresa síntomas preocupantes de debilidad.” (Alafita, 2008).

Mientras que para María Victoria Espiñeira Gonzalez, en su tesis doctoral planteada como Democracia E Cultura Política Dos Universitarios Brasileiros. Estudio Sociológico Sobre As Prácticas Políticas Das Univ. De Bahía, en esta se realiza un “estudio… en congruencia con los planteamientos teóricos, conceptuales y metodológicos que conformaron el proyecto de Tesis Doctoral, analiza las creencias y prácticas políticas que de los estudiantes universitarios en el Estado de Bahía (Brasil), tomando como referencia muestral tres Universidades de la ciudad de Salvador…en particular, en el Informe final de la Tesis, atendiendo a los objetivos y conclusiones obtenidas pone énfasis en aspectos relacionados con las formas de participación, la noción de democracia y el espacio político de estos jóvenes… se observa que el movimiento estudiantil actual, a diferencia de los que lo precedieron, está orientado predominantemente hacia la gestión; así como para formas de mediación más horizontales. …al mismo tiempo se constata que el espectro político-ideológico (derecha versus izquierda) aún sobresale como un elemento significativo en la orientación de las acciones del colectivo estudiantil.” (Espiñeira, 2000).

Para Óscar Aguilera Ruiz Eduardo, en su tesis Movidas, Movilizaciones Y Movimientos. Cultura Polìtica Y Políticas De Las Culturas Juveniles En El Chile De Hoy, en esta “supone un esfuerzo por indagar sistemáticamente en las acciones colectivas de los y las jóvenes chilenos y los procesos políticos involucrados en sus prácticas. El problema de investigación se sitúa en la intersección entre la antropología de la cultura juvenil, la antropología política y el estudio de los movimientos sociales….De esta forma, se ha procedido a distinguir analíticamente los planos constituyentes de toda práctica política juvenil en acción colectiva (movidas), protesta social (movilizaciones) y construcción de significados (movimientos)….A partir de una estrategia etnográfica multilocal (Marcus 1994) se reconstruye, analiza e interpretan las prácticas juveniles, permitiendo el paso de una enfoque centrado en las dimensiones culturales de la política a uno donde priman los enfoques políticos de las culturas.” (Aguilera, 2008).

De igual forma se plantea que “la investigación fue desarrollada en Chile entre los años 2003 y 2007, y se trabajó con técnicas de observación participantes, grupos de discusión y entrevistas en profundidad en la que participarón jóvenes hombres y mujeres de Santiago, Valparaíso y Concepción.” (Aguilera, 2008).

Para Araceli García Del Soto, en su tesis Representaciones Sociales Y Fundamentos Básicos De La Cultura Política: Opiniones Intergeneracionales Sobre La Monarquía Española Actual en esta se plantea “como objeto analizar las representaciones sociales que sobre la actual monarquía tienen dos generaciones distintas de españoles, para ello se apoya en la consideración conjunta de supuestos propios de la cultura política y de la teoría psicosocial de las representaciones sociales. Utilizando una metodología mixta (cuestionarios, entrevistas y grupos de discusión) se revelan las distintas categorías que fundamental las representaciones sociales de hijos, por un lado, y de progenitores, por otro, así como los distintos procesos de géneros de estas representaciones.” (García A. , 1999).

De allí que en esa tesis “se analizan las percepciones ciudadanas de la monarquía, englobándose aspectos propios de la cultura política relativos a las dimensiones de adhesión y referenciales de dos generaciones de españoles respecto a la institución de la monarquía y a sus actores. La sociedad española se considera a través de dos ciudades y de dos generaciones o cohortes de edad, que permiten aunar a los sujetos muestrales en núcleos familiares. La decisión de limitar el trabajo a dos ciudades, Burgos y Córdoba, queda justificada en función de criterios económicos, Renta Familiar Disponible, e ideológicos, voto municipal sostenido desde 1979. La consideración de las representaciones sociales, RS, que albergan miembros de una misma familia, por un lado progenitores -padres y madres- de una media de edad entre 45 y 50 años, y por otro hijas e hijos adolescentes entre 15 y 17 años, busca analizar la continuidad o la ruptura que aparece entre ambas generaciones respecto a su autoubicación socio-política, y a sus opiniones sobre la monarquía española actual.” (García A. , 1999).

El método utilizado para la presente tesis tiene como “técnica central utilizada ha sido un cuestionario de diseño propio (cuyos ítems pretenden recoger con la amplitud y la profundidad deseadas las RSM y los aspectos socio-políticos relativos a los progenitores e hijos de Burgos y Córdoba), apoyado por grupos de discusión y entrevistas como técnicas complementarias. En cada ciudad se seleccionan cuatro centros de educación secundaria, y en cada centro se pasan los cuestionarios diseñados a la muestra de estudiantes elegida, que posteriormente hacen llegar los cuestionarios a sus progenitores” (García A. , 1999).

Se puede plantear que los resultados obtenidos “revelan el apoyo mayoritario a la institución de la monarquía española actual y a sus actores. En concreto, todas las personas consideradas en la tesis, progenitores e hijos de Burgos y Córdoba, valoran el papel moderador que la institución ha jugado durante la Transición y su simbolismo para dotar de unidad al país. Destaca la valoración altamente positiva del papel que el rey Juan Carlos, como actor concreto, desempeñó a la hora de detener el intento del golpe de estado del 23 de febrero de 1981, 23-F.” (García A. , 1999).

Por otro lado se puede observar que “las hipótesis de trabajo versan sobre el peso que ejerce la pertenencia a distintas generaciones, el peso de la institución familiar y la influencia local de la ciudad de residencia. Partiendo de que la generación, la familia y el marco local al que se pertenece son susceptibles de condicionar los valores personales y socio-políticos de los ciudadanos, en esta tesis se indaga en la influencia de estos factores sobre las opiniones que de la actual monarquía manifiestan las personas de la muestra elegida.” (García A. , 1999).

Para Marcelino Díaz Rodríguez, en su tesis La Cultura Política En El Alumnado De Bachillerato, que “un desarrollo teórico de las influencias éticas y políticas tanto en la Modernidad como en la Posmodernidad, en torno a la hipótesis de partida: en cada generación histórica existen una serie de oportunidades o constricciones políticas, económicas, tecnológicas, sociales y culturales que vienen a conformar nuestra forma de ser, pensar y comportarnos. No obstante, el ser humano tiene la posibilidad de decidir dentro de unas opciones plurales. Ademas, se analizan las creencias, actitudes, valores, estilos de vida de los alumnos y alumnas de Bachillerato de ambos sexos, con edades comprendidas entre 16 y 18 años. Se trata de un estudio de encuesta con dos muestras extraídas de dos Centros de Bachillerato en un intervalo de diez años. A través del cuestionario se clasifican una serie de variables y se contrastan unas hipótesis mediante técnicas estadísticas y otros aparatos metodológicos como el estudio de campo y las entrevistas verbales. Se concluye con la verificación de la hipótesis entre las que destaco algunas como: la cultura política del alumnado de Bachillerato se caracteriza por el escaso interés en la política oficial así como por la desconfianza en las instituciones democráticas.” (Díaz, 2007)

Para Margarita Diaz Abrego, en su tesis doctoral denominada juventud y política. Análisis Sociológico De Las Expectativas De Los Jóvenes Universitarios Mexicanos Sobre Una Nueva Cultura Política, plantea que “la principal finalidad de este trabajo es realizar una investigación sociológica sobre la juventud universitaria mexicana para explorar si, a partir del Tratado de Libre Comercio, la rebelión zapatista y la crisis económica y social de 1994, ha surgido una nueva cultura política. En esta investigación se consulta a los jóvenes universitarios mexicanos, mediante técnicas cualitativas de investigación social, sobre sus preocupaciones sociales y sus expectativas políticas. Con el fin de dar sentido a sus discurso en el campo social, se proporciona un marco histórico-social de la sociedad mexicana, se analiza el concepto de cultura política y de la juventud, y se ha procedido a entrevistar a líderes de opinión. A partir de variables tales como capital económico, capital cultural, género, formación... se ha intentado definir la posición que ocupan distintos agentes en el campo social y analizar los discursos con el fin de dar cuenta de la complejidad de las representaciones que se hacen los jóvenes universitarios del campo político.” (Diaz Abrego, 2000).

Para Thalia Magioglou, Maison des Sciences de l’Homme Paris en su tesis denominada Social Representations of Democracy; Ideal versus Reality A qualitative study with young people in Greece, se plantea que “la democracia es un tema importante en el mundo contemporáneo. El colapso del mundo comunista y la devaluación de la ideología comunista, la crisis del estado del bienestar en las democracias occidentales y el importante papel de la globalización tienen un efecto sobre la forma de pensar sobre la democracia. ¿De qué manera los ciudadanos de la experiencia de estas transformaciones? La abstención de las elecciones y la acción a través de asociaciones humanitarias son ejemplos de un nuevo tipo de movilización ciudadana. Más precisamente, el presente proyecto apunta a investigar las siguientes: La construcción social del sentido de la democracia: ¿cómo las personas que viven en un sistema democrático se considera que entender la democracia? ¿Qué significa para ellos? • El ideal y la representación de la realidad de la democracia. ¿Cuál es el sistema político que los jóvenes que desear, y es diferente de la que viven? ¿Tienen un ideal de democracia que se opone a la que la experiencia? • Los límites de lo que consideran como posible en el mundo real. ¿Es la democracia, o su sistema político ideal posible o imposible, según ellos? Si la democracia ideal es visto como imposible, no hay acción, a fin de hacer que suceda. "Un estudio de caso fue realizado sobre una muestra compuesta de hombres y mujeres de 18 a 26 años, en Grecia. Una serie (30) de entrevistas no directivas se llevaron a cabo. Grecia es un país de Europa del Sur con una serie de características particulares, sino también las características comunes con otros países europeos, sobre su sistema político. De esa manera, es posible comparar nuestros resultados con los hallazgos de otros estudios en Europa." (Magioglou, 2009).

En el desarrollo de la presente investigación nos planteó que “el análisis de contenido al principio mostró que la democracia es una cuestión importante para todos los entrevistados. La abundancia de temas asociados a la democracia (144 temas), y las diferentes maneras de hablar de él, son evidencia de la importancia que la noción es válida para los sujetos. Los valores de la libertad, la igualdad y la justicia, y los principios y procedimientos del sistema representativo, tales como la deliberación o las elecciones, son los temas más mencionados. Sin embargo, los entrevistados no aceptan el sistema representativo sin ninguna reserva: más de la mitad de la muestra considera como un compromiso entre el ideal de democracia directa que es imposible, y un sistema político que es factible en las sociedades contemporáneas. La mayoría piensa que la democracia ideal nunca ha existido y nunca existirá, con la posible excepción de la antigua Atenas. La democracia ideal se opone a la democracia real para la mayoría de los entrevistados. Aunque la democracia ideal se sitúa en el ámbito de lo imaginario, es simbólicamente la realidad actual y los jueces. La matriz compuesta de los temas de los análisis temáticos y su presencia o ausencia en el discurso de cada entrevista, fue tratado con el análisis de correspondencias múltiples. Este análisis se obtuvieron dos dimensiones, que corresponden a dos formas diferentes de pensamiento social. La primera dimensión explica el 15% de la varianza y corresponde a la ideología política. Se opone a temas relacionados con la izquierda política, a temas relacionados con la derecha. La segunda dimensión explica el 7% de la varianza y se opone a dos formas de pensar la democracia: en el polo positivo de la dimensión nos encontramos con una versión elitista, moderada e individualista de la democracia, mientras que en el polo negativo de esta dimensión nos encontramos con un modo dualista de la pensamiento constituido por diversas oposiciones: ideal a la realidad, bien al mal. Estas dos dimensiones son los principios organizadores de la representación de la democracia (Doise, 1996), en el sentido de que organizar todos los temas mencionados. Esta evidencia empírica nos permite relacionar el concepto de las representaciones sociales a la de la ideología, ya que demuestra que la ideología y los sistemas de valores que no son parte de la definición o la representación de la democracia, en el hecho de organizar la representación. La ideología, es decir, una forma de pensamiento social diferente de la representación social, es probablemente un elemento que organiza muchas otras representaciones políticas. Los resultados de este estudio demuestran que el núcleo central de la representación está compuesto por los valores de la libertad, la igualdad y la justicia, porque son los temas mencionados con más frecuencia y son indispensables para la definición de la democracia. En cuanto a la diferencia entre "el« núcleo central de una representación (Abric, Flament, 1994), y sus principios de organización (Doise, 1986), los resultados muestran que el núcleo central no es lo mismo que los principios de organización, que en realidad puede se encuentra «fuera» de la definición de la democracia. La ideología y los valores tradicionales o modernos organizar la representación de la democracia en nuestro caso.” (Magioglou, 2009).

Para Marta Garcia Lastra, en su tesis La Cultura Política De Los Estudiantes De La Universidad De Cantabria en cual se plantea que en la tesis se ha “analizado el conjunto de cogniciones, afectos y evaluaciones que dan lugar a la cultura política de los estudiantes de la Universidad de Cantabria. Hemos pretendido así ofrecer la imagen de la cultura política en un grupo que a nuestro juicio se caracteriza por dos rasgos fundamentales: una población joven, nacida y socializada en democracia y poseedora, o potencial poseedora, de un nivel académico superior. Dadas estas dos situaciones, hemos creido oportuno conocer su cultura política (dimensionalizada a partir de su rol en el mundo político y de la relación entablada con el contexto político) y, además, descubrir si estos dos rasgos les hacen diferenciarse de la mantenida por el conjunto de la población. El trabajo queda estructurado en cinco partes claramente diferenciadas: en la primera, bautizada con el título "Marco Teórico", comenzamos con el planteamiento del término cultura política; hemos indagado en el origen del paradigma, en su evolución desde la formulación primigenia de Almond y Verba y en sus distintas aproximaciones. A continuación, hemos analizado la producción científica llevada a cabo en España sobre este tema desde, aproximadamente, la segunda mitad de la década de los sesenta hasta la actualidad. Esta revisión nos ha permitido confeccionar el siguiente capítulo basado en el análisis de los rasgos generales de la cultura política de los españoles, de su evolución desde el inicio de la democracia hasta nuestros días. Desde aquí alcanzamos la segunda parte en la que se recoge la "Investigación empírica" en la que se basa nuestro trabajo; partiendo de una primera aproximación a la realidad universitaria de los estudiantes objeto de estudio, hemos pasado a analizar los datos obtenidos a través de las encuestas y las entrevistas realizadas (hemos utilizado una combinación de metodología cuantitativa y cualitativa)” (Garcia, 2004)

Para Raul Ruano Bellido, en su tesis denominada Sociología Y Anarquismo : Análisis De Una Cultura Política De Resistencia no plantea que “a partir de historias de vida de viejos y viejas anarquistas que pretende recuperar la memoria histórica y los principales trazos de una cultura política de resistencia que son constrastados con los valores de las jóvenes generaciones adscritas a un pensamiento libertario. La tesis pretende, por tanto, sacar a la luz una rica vida cultural, una cultura de oposición que ha permanecido durante demasiado tiempo silenciada. La recuperación de la memoria colectiva puede contribuir a iluminar hoy las relaciones conflictivas entre el capitalismo y la democracia.” (Ruano Bellido, 2004).

Para los profesores Alejandro Eyssautier G. Psicólogo y Mauricio Palma H., Licenciado en Psicología, ambos de la Universidad Nacional Andrés Bello, publican en la revista Electrónica PsicologiaCientifica.com un articulo denominado Participación Política Juvenil En Los Noventa, Un Ciudadano En Transición en el cual se puede observar algunos interrogantes de los cuales podemos decir que hacen parte de las preocupaciones por la juventud es así como cuestiona el “¿Por qué los jóvenes no se inscriben en los registros electorales?, ¿por qué no quieren votar? El presente artículo pretende dar una respuesta a estas interrogantes a partir de la revisión del concepto de ciudadanía en Chile, de la inclusión del país en la era de la Modernidad y de los procesos de transición política vividos en la década de los noventa. Pone en juego aspectos fundamentales sobre socialización y participación política de los jóvenes en la búsqueda de una re-lectura de los datos aportados por investigaciones sobre participación política juvenil en Chile.” (Eyssautier & Palma, 2006).

Para Marcel Thezá Manríquez, en su artículo Apuntes Para Una Resignificación De La Participación Política De Los Jóvenes A Partir Del Eje Igualdad-Desigualdad, publicado en la revista Ultima Década nº19, en este se plantea que “particularmente en el caso de los jóvenes, el eje de significación tradicional utilizado para abordar este tema, se ha estructurado en torno a la díada «participación-anomia». De esta forma, la condición anómica implicaría una cierta patología general donde el individuo —en el marco de factores que lo determinan— procede a «emanciparse» de esa micro-sociedad en la cual habita, rompiendo, de esta forma, con las normas y los modelos de comportamiento habitual. Ahora bien, la relevancia de este tema radica en que esta rela- ción confusa y compleja entre juventud y política se ha convertido, en el último tiempo, en uno de los elementos más controversiales tanto en el imaginario ciudadano como en la opinión que se construye habitual- mente desde el mundo de las políticas públicas. Permanentemente nos vemos enfrentados a interpretaciones no siempre correctas del fenómeno de desconfianza juvenil, pensando que en él se expresa un desinterés general por la cosa pública y una ausencia total de todo tipo de civismo.” (Thezá Manríquez, 2003).

Por otro lado para Miguel Abad, en su artículo Posibilidades Y Limitaciones De La Participación Juvenil Para El Impacto En La Agenda Pública: El Caso Del Consejo Municipal de Juventud en Medellín, publicado en la revista Ultima Década N°17, este nos plantea que “en estas condiciones, y sin ningún afán de sentar cátedra, me creo obligado a establecer lo más precisa y tempranamente posible un punto de vista desde donde voy a mirar el «bosque», por llamarlo así, de la participación ciudadana. Como cualquier visión de conjunto, y no siendo propiamente mi área de trabajo, omitiré con toda seguridad cuestiones que son fundamentales y en cambio cometeré gruesos errores de apreciación, que les pido tengan la generosidad de disculpar y corregir. Siendo así, pido excusas nuevamente por la muy probable superficialidad con la que abordaré temas en los que muchos de ustedes son especialistas, así que pasaré muy rápidamente a exponer algunas características que a mi modo de ver definen las posibilidades de la participación ciudadana de los jóvenes, tema en el cual me siento un poco sobre terreno conocido. Esta parte pretende establecer el contexto más amplio en que se desarrolla la experiencia del Consejo Municipal de Juventud en Medellín, y me parece un paso fundamental para argumentar mi lectura posterior sobre este caso concreto de participación ciudadana.” (Abad, 2002).

Para Kristian Hansson & Lisbeth Lundahl publican un articulo denominado Youth politics and local constructions of youth, en la revista British Journal of Sociology of Education, en este se plantea que “se convirtió en un enfoque común a la manipulación de desempleo juvenil y la integración social de los jóvenes en Suecia. En un estudio longitudinal, estudio cualitativo, 35 hombres y mujeres desempleados, los jóvenes que asisten a proyectos locales en tres municipios de Suecia, se seguidos durante un período de dos años. Los contextos seleccionados representaban una amplia variedad de características socioeconómicas, demográficas y geográficas. cuestiones centrales en cuestión la importancia de la localidad en la construcción de los jóvenes y la política de los jóvenes, las funciones de los proyectos de los jóvenes para los jóvenes, y cómo la política de juventud se traduce en la práctica. Se concluyó que a pesar de huelga similitudes en ESCRIPCIÓN Project y la organización, sus funciones reales diferían, tanto vis-i-vis el los individuos y los municipios implicados. Los proyectos de los jóvenes estudiados sirve como un aparato de distribución social, como una medida del mercado laboral, y como un espacio para el ocio y espera, respectivamente. Local final Project jóvenes a insistir en las responsabilidades de un auto-governing individual on por una parte, sino para reproducir las estructuras locales y las desigualdades en el otro. Ambos cuenta las políticas nacionales a nivel local recontextualizarse y las políticas formuladas a nivel local.” (Hansson & Lundahl, 2004).

Para Ottilia Chareka, Alan Sears, en su artículo Civic Duty: Young People's Conceptions of Voting as a Means of Political Participation,el cual inicialmente fue publicado en la Canadian Journal of Education Vol. 29, No. 2, Democracy and Education en el 2006, y posteriormente en la Canadian Society for the Study of Education en este articulo se plantea que “muchos ciudadanos se han desprendido de la participación en la vida cívica con una llamada resultantes de las nuevas iniciativas en materia de educación cívica. Muchos de estos programas han tenido poca investigación sobre las concepciones previas de los ciudadanos de la participación. En este artículo, ofrecemos un mapa de las concepciones de la participación ciudadana, en concreto de voto, en manos de dos grupos: los nuevos inmigrantes africanos a Canadá y nativos canadienses nacidos vivos. Los jóvenes a entender el voto como un elemento clave de la gobernabilidad democrática, un duro ganó el derecho democrático, y un deber de la ciudadanía democrática, pero la mayoría de indicar que no tienen intención de votar porque el voto no hace la diferencia.” (Chareka & Sears, 2006).

Es así como autores como Álvaro Martín Hernández, plantea en su artículo Participación socio-política de los jóvenes españoles: medios y trayectorias, nos presenta una visión en la cual establece que “la participación socio-política juvenil está sujeta actualmente a un debate que enfrenta a catastrofistas con matizadores e, incluso, con entusiastas. La posición catastrofista, en retroceso, va en la línea de Putnam (1995 y 2000) al lamentarse por un declive del capital social en los diferentes países, el cual también afectaría a los jóvenes e iría en correlación con un clima de desafección política (Montero y Torcal, 2000). La investigación social, en este caso, parece ir acompañada por la percepción general de la ciudadanía y de los medios, que utilizan a menudo el Mayo francés como criterio de comparación subjetiva con la situación actual. Más concretamente, en lo que concierne a España, la imagen de cierto letargo tras la transición ha ganado adeptos. Frente a estas posturas emergen estudios de corte más positivo. Las matizaciones señalan que en la Unión Europea no disminuye el interés de los jóvenes por la política sino la credibilidad de los políticos (Bendit, 2000), que hay una apatía política juvenil interesadamente agigantada (Lacaci, 1985) o que lo realmente existente es un descontento con la participación política formal y una elaboración de agenda política propia por parte de los jóvenes (Henn et al., 2002). Incluso, para el caso español, hay quien ha demostrado estadísticamente que aislando el efecto de la edad (los jóvenes de todas las épocas siempre votan menos que los adultos) y otros, resulta que sería la generación de los noventa (nacidos entre 1976 y 1982) frente a las anteriores la de mayor probabilidad de votar actualmente (Morales, 2003). Todos estos hallazgos ponen en entredicho una supuesta retirada de los jóvenes de la política, y hacen pensar más en una reformulación de los medios empleados tanto para implicarse en la sociedad como para influir en la esfera política.” (Martín Hernández, 2006)

Como resultados se puede plantear siguiendo al autor que “el excesivo peso otorgado a las tradiciones culturales (Almond y Verba, 1972; Putnam, 1993) como explicación de las diferencias relativas a capital social entre sociedades ha sido uno de los grandes problemas de este programa de investigación, que ha sido enmarcado por la nueva ola de investigadores en capital social (Levi, 2001; Herreros, 2002). Salvando estas dificultades, ligadas a los mecanismos pero no al fondo, todas las corrientes deudoras del programa de investigación del capital social confluyen en la caracterización del asociacionismo como un factor importante en el funcionamiento político de la sociedad. Los jóvenes votan menos que los adultos, pero es conveniente señalar que no existe una diferencia constante en esta participación ni tampoco una tendencia clara de caída del voto juvenil. Las diversas convocatorias electorales muestran resultados de participación dispares que no apuntan hacia un destino único. De hecho, en las elecciones generales de 2004 el voto juvenil se incrementó en un 8% mientras el de los adultos lo hizo en un 3%. Este dato, así como la forma zigzagueante del gráfico, nos hacen pensar en la importancia que tiene la coyuntura de cada momento a la hora de considerar la abstención, ya que los jóvenes pueden ser o no movilizados de forma específica para acudir a las urnas. La movilización, junto con el manejo de recursos individuales, parecen ser los factores clave en la participación ya que, como señalan Rosenstone y Hansen (2003) para el caso estadounidense, “citizens participate in elections and government both because they go to politics and because politics comes to them” (pág. 6). Así, las llamadas de los jóvenes a la política son un factor a tener en cuenta para argumentar en contra de una retirada unívoca de ellos respecto al voto” (Martín Hernández, 2006).

Para Rossana Reguillo, en su artículo Pensar los jóvenes. Un debate necesario, esta investigadora nos hace reflexionar acerca de los nuevos escenarios en los que se piensa de manera diferente a la juventud, de allí que plantea que “los jóvenes han sido importantes protagonistas de la historia del siglo XX en diversos sentidos. Su irrupción en la escena pública contemporánea de América Latina puede ubicarse en la época de los movimientos estudiantiles de finales de la década de los sesenta. Aunque en ese entonces fueron más propiamente pensados como "estudiantes", empezaba a ser claro que un actor social que tendía a ser visto con temor o con romanticismo y que había sido "construido" por una pujante industria cinematográfica como un "rebelde sin causa"1, afirmaba, a través de sus expresiones una voluntad de participar como actor político. De manera enfática, los movimientos estudiantiles vinieron a señalar los conflictos no resueltos en las sociedades "modernas" y a prefigurar lo que sería el escenario político de los setenta…Cuando muchos jóvenes se integraron a las guerrillas y a los movimientos de resistencia, en distintas partes del continente, fueron pensados como "guerrilleros" o "subversivos". Al igual que en la década anterior, el discurso del poder aludió a la manipulación a que eran sometidos "los jóvenes", por causa de su "inocencia" y enorme "nobleza", como atributos "naturales" aprovechados por oscuros intereses internacionales…La derrota política, pero especialmente simbólica, de esta etapa, aunada al profundo desencanto que generó el descrédito de las banderas de la utopía y el repliegue hacia lo privado, volvieron prácticamente invisibles, en el terreno político, a los jóvenes de la década de los ochenta….Mientras se configuraba el "nuevo" poder económico y político que se conocería como neoliberalismo, los jóvenes del continente empezaron a ser pensados como los "responsables" de la violencia en las ciudades. Desmovilizados por el consumo y las drogas, aparentemente los únicos factores "aglutinantes" de las culturas juveniles, los jóvenes se volvieron visibles como problema social. Los chavos banda, los cholos y los punks en México; las maras en Guatemala y El Salvador, los grupos de sicarios, bandas y parches en Colombia, los malandros de los barrios en Venezuela, los favelados en Brasil, empezaron a ocupar espacios en la nota roja o policíaca en los medios de comunicación y a despertar el interés de las ciencias sociales. En un continente mayoritariamente juvenil,5 en el que el país más "viejo" de la región es Uruguay con un promedio de edad de 31 años, y el más joven Nicaragua, con un promedio de 16 años; y con un crecimiento poblacional que se ubica entre el 2 y 3 % para la mayoría de los países de la región, la pregunta por los modos en que los y las jóvenes viven, experimentan e interpretan un mundo tensionado por múltiples conflictos y enfrentado a la paradoja de una globalización que parece acentuar fuertemente los valores locales, se hace urgente.” (Reguillo, www.cholonautas.edu.pe, 2008).

Por otro lado para seguir en la discusión “con excepciones, el Estado, la familia, la escuela, siguen pensando a la juventud como una categoría de tránsito, como una etapa de preparación para lo que sí vale; la juventud como futuro, valorada por lo que será o dejará de ser. Mientras que para los jóvenes, el mundo está anclado en el presente, situación que ha sido finamente captada por el mercado. La construcción cultural de la categoría "joven", al igual que otras "calificaciones" sociales (mujeres e indígenas, entre otros) se encuentra en fase aguda de recomposición, lo que de ninguna manera significa que ha permanecido hasta hoy inmutable. Lo que resulta indudable es que vivimos una época de aceleración de los procesos, lo que provoca una crisis en los sistemas para pensar y nombrar el mundo. Si bien es cierto que "la juventud no es más que una palabra" (Bourdieu, 1990), una categoría construida, no debe olvidarse que las categorías no son neutras, ni aluden a esencias; son productivas, hacen cosas, dan cuenta de la manera en que diversas sociedades perciben y valoran el mundo y, con ello, a ciertos actores sociales. Las categorías, como sistemas de clasificación social, son también y, fundamentalmente, productos del acuerdo social y productoras del mundo. En términos de la vinculación de los jóvenes con la estructura o sistema, en los estudios pueden reconocerse básicamente dos tipos de actores juveniles: a) los que han sido pensados como "incorporados", cuyas prácticas han sido analizadas a través o desde su pertenencia al ámbito escolar, laboral o religioso; o bien, desde el consumo cultural; b) los "alternativos" o "disidentes", cuyas prácticas culturales han producido abundantes páginas y que han sido analizados desde su no-incorporación a los esquemas de la cultura dominante. Desde luego este recorte es un tanto arbitrario pero, ¿qué recorte analítico no lo es? El balance se inclina tanto en términos cuantitativos como en lo referente a la relativa consolidación de lo que podría considerarse una "perspectiva" de estudio, del lado de los "alternativos" o "disidentes"; mientras que sobre "los incorporados", la producción tiende a ser dispersa y escasa. Estas tendencias señalan que el interés de los estudiosos se ha centrado de manera prioritaria en aquellas formas de agregación, adscripción y organización juvenil que transcurren al margen o en contradicción con las vías institucionales. Esto apunta a una cuestión que resulta vital y no es de ninguna manera "inocente" o "neutra": la pregunta por el sujeto. La pregunta por los jóvenes en tanto sujetos de estudio, ha estado orientada por una intelección que, con sus matices y diferencias, desde diversas perspectivas ha intentado reconocer cuáles son las características y las especificidades del sujeto juvenil.” (Reguillo, www.cholonautas.edu.pe, 2008).

Para Alicia Laura Quezada Chávez, en su artículo Entre el poder y la desesperanza: dilemas actuales de jóvenes ciudadan@s frente al escenario político Una aproximación a la cultura política de las y los jóvenes limeños universitarios de sectores populares desde su televidencia de programas periodísticos de allí que se plantea que “, la hipótesis de la presente investigación está orientada a describir y entender cómo se construye la cultura política de las y los jóvenes restringiéndose a aquellos que han optado por la educación superior universitaria y que provienen de sectores populares de la capital. Esta variable es sumamente importante pues como primera aproximación, me atrevo a afirmar que la anomia y el escepticismo que se viene planteando en las y los jóvenes no operan de la misma manera en este grupo en particular. Si bien existe desesperanza y ciertamente grandes dosis de escepticismo, no considero que éstas sean las características que tiñan su actitud y discurso en estos últimos años (post dictadura). Las y los jóvenes universitarios tienen convicciones con respecto a su desarrollo que merecen ser indagadas así como sentimientos de indignación que pueden resultar en deseos de aportar y generar cambios positivos en su comunidad.” (Quezada, 2008)


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