BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CUADERNO DE TRABAJO USAT

Jesús Castillo More




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Lectura 9. EL ROL DEL ECONOMISTA

Jesús Castillo More

Los Economistas estudian el comportamiento de los individuos, las empresas, los grupos sociales y el Gobierno ante los problemas que les plantea la escasez, el bienestar, la estabilidad, el crecimiento y el desarrollo económico, lo que implica tener que elegir entre diversas opciones, entrar en relaciones de intercambio y acuerdos e intervenir en la actividad económica mediante la política económica del gobierno.

En el terreno de la microeconomía el economista maneja criterios para maximizar utilidades tales como igualar el ingreso marginal con el costo marginal, criterios para tomar decisiones acertadas bajo diferentes circunstancias, criterios para reducir costos, para predecir efectos de determinadas decisiones, criterios para evaluar proyectos de inversión, criterios para minimizar pérdidas o reducir el impacto de cambios exógenos a la empresa, criterios para conquistar mercados, etc.

En el campo de la macroeconomía, el entrenamiento del Economista está diseñado para ayudarle a determinar si una acción o medida específica de política económica contribuye o no a alcanzar alguna meta y a que costo.

Al evaluar las medidas de política económica, el Economista busca respuesta a las siguientes preguntas:

1) ¿Cuáles son las metas que se desean alcanzar?

2) ¿Se alcanzarán estas metas con las medidas propuestas?

3) ¿Cuáles son los costos directamente involucrados en la medida?

4) ¿Tienen las medidas propuestas, efectos colaterales adversos?

5) ¿Hay mejores formas alternativas -políticamente aceptables- de alcanzar las metas?

Los fundadores de la Economía fueron filósofos morales que basaron su análisis en la aplicación de ciertos postulados de la naturaleza humana a los problemas sociales. Tanto David Hume como Adam Smith escribieron tratados sobre la naturaleza humana o los sentimientos morales, como los llamaron respectivamente.

Estos postulados clásicos sobre la naturaleza humana formaron la base de lo que se llamó Economía Política y con el tiempo, ésta se separó en Teoría Económica y Ciencia Política.

La Teoría Económica se especializó en el estudio de todo el sistema de relaciones de intercambio y del sistema de mercado, conservando como pilares de su ciencia los postulados básicos de la conducta humana.

Como anotan Cortés y Wagner, la Ciencia Política, en contraste, al estudiar los problemas del Estado, devino cada vez más institucional y menos analítica, dejando a un lado los postulados sobre la naturaleza humana que habían adoptado en su origen. Así, la Política devino en el estudio de todo el sistema de relaciones coercitivas o potencialmente coercitivas, a diferencia de la Economía que se especializó en el intercambio y en las relaciones sociales voluntarias.

El Profesor James Buchanan, Premio Nóbel de Economía 1986, nos previene del peligro de desviarnos del verdadero campo de estudio de la Economía si nos limitamos a la “teoría de la asignación de recursos” en vez de concentrarnos en la teoría de los mercados o del intercambio, porque en la teoría de la asignación de recursos el campo de estudio es simplemente un problema o un conjunto de problemas no una forma característica de la actividad humana, ya que una vez que el formato ha sido planteado en forma de asignación, alguna solución es sugerida automáticamente y todo nuestro estudio se convertiría en el de maximización aplicada de carácter computacional relativamente simple de resolver. Si no hubiese nada más para la Economía que esto, tendríamos que convertirnos en matemáticos.

La propuesta de Buchanan es identificar la Economía con la Simbiosis, definida como el estudio de la asociación entre organismos disímiles y donde la connotación del término es que la asociación es mutuamente benéfica para ambas partes.

Desde el punto de vista de la Economía, esto implica la asociación cooperativa de individuos entre si, aún cuando sus intereses individuales sean diferentes. Por ejemplo, en el acto de compra-venta, ambas partes entregan algo que valoran menos a cambio de algo que valoran más, haciendo del intercambio un juego de suma positiva.

El mensaje de Buchanan es que “El mercado u organización de mercado no es un medio hacia el logro de algo. Es más bien la encarnación institucional del proceso de intercambio voluntario que es efectuado por los individuos en sus diversas capacidades. Los individuos son observados cooperando entre si para alcanzar acuerdos: para transar.

La red de relaciones que emerge o envuelve este proceso de intercambio, el marco institucional se llama “el mercado”. Es un escenario, una arena, en la que los Economistas como teóricos (espectadores) observan los intentos de las personas para cumplir sus propósitos, cualquiera que éstos puedan ser.

En síntesis, el rol del Economista es no solamente proveer los medios de hacer “mejores” elecciones sino más bien concertar la atención de las instituciones, las relaciones, entre los individuos y grupos sociales conforme ellos participan en la actividad organizada voluntariamente en el comercio o el intercambio ampliamente considerado, donde la gente puede decidir las cosas individual o colectivamente.

Así, un mercado no es competitivo por construcción o por supuesto.

Un mercado se hace competitivo y reglas competitivas vienen a ser establecidas conforme las instituciones emergen para poner límites sobre los patrones de conducta individual. Es en este proceso de conversión, resultado de la continua presión de la conducta humana en el intercambio, la que es parte central de la disciplina del Economista.

La tarea del Economista incluye el estudio de todos los arreglos cooperativos de intercambio que son meramente extensiones de los mercados definidos restrictivamente. De esta forma, la solución a un conjunto de ecuaciones de equilibrio general no es predeterminada por reglas determinadas exógenamente. Una solución general, si existe alguna, emerge como resultado de toda una red de intercambios, regateos, transacciones, pagos unilaterales, acuerdos, contratos, que finalmente en al algún punto cesan para volver a empezar.”

La profesión de Economista está regida por la ley del Economista Nº 15488, modificada por Ley Nº 24531. Su reglamento es el Decreto Supremo Nº 041-87-EF del 27 de Febrero de 1987.

Independientemente de lo que la ley establece, el economista dispone de un método de análisis, que lo habilita para aplicar sus conocimientos en la explicación, predicción y evaluación de la toma de decisiones en la empresa privada o en la gestión pública.


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