BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CÓDIGO DE ÉTICA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO

David Francisco Camargo Hernandez




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CAPITULO SÉPTIMO. EL ESTUDIANTE MEDIOCRE

"Para comprometerme debo primeramente

conocerme; pero de hecho, no me conoceré

realmente más que si primero me he compro

metido".

GABRIEL MARCEL

1. ¿ CÓMO IDENTIFICAR AL ESTUDIANTE MEDIOCRE?

El estudiante mediocre se caracteriza por ser una persona de pocas cualidades, con carencia de criterio que le permita sobresalir dentro de la comunidad universitaria.

La mediocridad se presenta con mucha frecuencia en los claustros académicos en aquellos estudiantes que no se trazan objetivos y metas a cumplir y por lo tanto no tienen una finalidad que perseguir. Su rasgo característico es la muestra de respeto por la opinión de sus compañeros, porque al ignorar muchas cosas no tiene la capacidad crítica para refutarlas, por lo común hablan poco y cuando lo hacen repiten los mismos conceptos una y otra vez; juzgan a los demás apoyados en la opinión de otros.

Veneran a quien esté en una posición más ventajosa que la suya, incluso a aquellos estudiantes que no hayan sido de su agrado, por el hecho mismo de destacarse; como dice el dicho popular "se arriman al sol que más caliente", rechazando si es preciso a sus mejores amigos si estos no tienen la aceptación de los demás compañeros, se trata de una especie de "judas".

Estudiantes carentes de iniciativa en su labor académica. Como su nivel cultural es muy pobre, tienden a imitar a los compañeros dejando que piensen por ellos cuando están realizando algún taller o trabajo, siendo su participación nula; no son nada creativos, incapaces de formarse ideales propios, les agrada pasar desapercibidos. Amigos de la rutina, de un carácter agradable que se ajusta a las exigencias del medio, no tienen expectativas y miran hacia el pasado, le tienen pavor a las evaluaciones.

La mediocridad es moralmente peligrosa por el daño social que causa, por tal razón es importante evitar que se incube y arraigue en las instituciones educativas, porque termina por contaminar a otros estudiantes. Uno de los lemas del estudiante mediocre es el que dice "más vale malo conocido que bueno por conocer ".

Son los que comúnmente hacen copia en las evaluaciones, se refugian en la presentación de trabajos en grupo, impotentes para asimilar ideas nuevas, la envidia es otra de sus características.

La mediocridad se trata de una especie de autoengaño siendo más grave aún cuando se es mediocre y no se reconoce porque no se asume tal situación. Hay estudiantes que aún sabiendo de su mediocridad no se preocupan por ocultarla porque sencillamente no le dan importancia y consideran que el camino fácil también lleva al éxito.

La mediocridad se debe erradicar en los estudiantes inculcándoles la importancia de esforzarce por adquirir y compartir conocimientos que en un futuro serán su herramienta para alcanzar los objetivos, sueños o ideales propuestos. Mientras no se proceda a actuar ética y conscientemente reconociendo las falencias y la pobreza intelectual en que se puede estar inmerso y se despierte la preocupación y el compromiso por salir de ahí, se estarán haciendo intentos que no conducirán a nada.

Cuenta el Padre Jose Miranda que una vez en Nueva York un rico comerciante tuvo la idea de organizar la compraventa de cerebros y despertaba el interés tres en especial: el del físico Einstein, que tenia un precio de quinientos mil dólares cifra que obedecia a que aparecía muy usado; el de Kennedy que mostraba algunos desperfectos por el impacto sufrido en el momento en que lo asesinaron y al cual se le daba un valor de un millón de dólares y el de Pedro Perez que valia dos millones de dólares. Las personas se preguntaban con extrañeza quien era ese señor y por qué su cerebro tenia tan elevado precio. El comerciante aclaró a un posible comprador: ¨vea lo que sucede, caballero, es que este cerebro de Pedro Perez vale tanto porque está sin estrenar¨.

Lo que nos dice el Padre Miranda es que hay muchos ¨Pedro Perez ¨ que pasan la vida sin esforzarse ni aportar nada, no se preocupan por analizar las cosas y se guian por lo que digan los demás, los que no leen un libro, ni se interesan por prepararse adecuadamente para enfrentar los retos del mañana.

La vida de las personas tiene mayor sentido cuando está sustentada en algún ideal.


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