PREÁMBULO

La vida está llena de momentos que te marcan, como las lágrimas que dejaste en la puerta del jardín que casi no le permiten a tus padres dejarte en ese lugar donde probablemente te sentías abandonado por las personas que más quieres, pero después de unas semanas comprendiste que sólo se trataba de un "parque de diversiones" donde asisten muchos de tu edad. Cuando pusiste un pie en ese lugar no sabias lo que te esperaba, pero fue con disciplina que las barreras se fueron superando.

Tu cuerpo crece, y a medida que esto ocurre, las metas y objetivos se van ampliando. Solo vives el presente, no tienes mayores preocupaciones, lo único que quieres es sentirte bien. Pasan los años, comienzas a experimentar una nueva etapa, la adolescencia, una edad donde vives cambios tanto fisiológicos como psicológicos, aumentas la estatura, subes de peso, tus órganos aumentan de tamaño, el rostro va perdiendo ese aire de ingenuidad y vas tornándote más maduro, se manifiesta el agrado por el sexo opuesto, asumes una personalidad un poco más definida: aficiones, gustos, te preocupas más por ser independiente, ir a fiestas, reuniones con amigos, dejando a un lado los juguetes para ser tú mismo el protagonista de esos juegos que algún día inventaste. Sientes que tienes propiedad para actuar, te crees autosuficiente, quieres hacer lo que te gusta, que no te molesten ni contradigan; por otra parte tienes una visión de la vida más amplia. Empiezas a interesarte un poco más por la parte académica.

Terminada la secundaria, llega el momento de decidir en que campo te vas a destacar profesionalmente, ingresas a la Universidad. La noche anterior al primer día de clases, la has pasado pensando que ropa sería la más adecuada para causar una buena impresión. Te preguntas: ¿Con qué clase de personas me encontraré?. ¿Mis compañeros serán interesantes?, en fin una serie de pensamientos cruzan por tu mente. Finalmente llega ese día y te das cuenta de que no todo es como lo habías pensado.

En el transcurso de las primeras semanas vas conociendo los compañeros con quienes compartirás esos años de Universidad; identificas al "piloso", al vago, al "gomelo", al que ostenta de ricachón, al fastidioso, al "rumbero", y hasta al "desubicado".

Llega el viernes y el "rumbero" propone diversión, entonces algunos acogen su idea, otros optan por irse a casa.

Indudablemente que entiendes el porqué y para que estás en la Universidad, adquiriendo compromisos contigo mismo y con tu carrera; piensas en hacer las cosas bien para sacar adelante tu semestre, tu profesión y tu familia que posiblemente tiene depositadas en ti muchas ilusiones y esperanzas.

Estudiantes V Semestre

Contaduría Pública