Prólogo; instantáneas de(l) otoño

Como lo anticipamos , lo que asomará consiste en una diseminación de un segmento arduo de mi antigua Tesis Doctoral: publicarla tal cual había sido defendida ante un Jurado obtuso , hubiera sido inmanejable aun para una edición digital, además de ser engorrosa su consulta. Por eso, después de infinitas tentativas de diseminar la investigación de entonces, elegí fragmentarla y editarla de acuerdo a “unidades” plus ou moins, coherentes. Debido a lo enunciado, es que esta parte forma el tomo III, a causa de que el apretado resumen de la investigación, será el volumen I y el cuerpo “central” del estudio, el tomo II. Es probable, no lo sabemos todavía, que lo que fue el Apéndice III, constituya el volumen IV.

Por añadidura, el segmento del Apéndice I que hace un racconto de las innumerables líneas de la Semiótica, es plausible que sea una obra distinta a la serie precedente. El “Diccionario” que fue asumido como base de la terminología empleada, podría quizá ser otro libro. En alguna de las dos obras mencionadas, podría incluirse el autosocioanálisis que compuso el Apéndice I; tampoco lo hemos decidido.

Lo que más o menos sabemos, es que los libros del I al IV, que serían el “conjunto” asociado con el pensamiento del suegro de Aveling, no seguirán una publicación consecutiva. Por un lado, porque es muy tedioso regresar otra vez, a una obra que se frecuentó mucho y es humanamente comprensible, el aburrimiento que ello ocasiona, de modo que la edición de los libros estará embragada con la publicación de las otras obras desprendidas del antiguo estudio.
Por otro, a raíz de que se anhela dejar florecer la sensación de que los libros del I al IV, guardan una relación lábil, flexible, múltiple, abierta, y que por ende, pueden consultarse de forma independiente e incluso, como si no pertenecieran a un mismo “autor” .

En cuanto al palimpsesto que los lectores auscultarán, es dable proferir que, si bien se ajustó el aparato “erudito” a estándares internacionales y fueron subsanados gruesos errores en ese aspecto, que salieron a la luz en 2010 y luego de correcciones sin pausa del texto de 2004, lo que se dice en este tomo III de Los perfiles de Marx, es lo que fue articulado en la encuadernación “original” que se elevó al Departamento de Posgrado en diciembre de hace 6 años (adoptar como punto de orientación, junio de 2010).

Salvo unas cuantas excepciones, la bibliografía se redujo a la que es efectivamente citada al “interior” de la obra. Siempre que, a criterio del investigador, había que reiterar los datos de un escrito colectivo, se procedió así.

Aunque pueda ser poco ortodoxo, determinadas enumeraciones se evaluaron cuadros, por su importancia.
Los agregados que no son sencillas modificaciones de estilo, van con asteriscos simples, dobles, triples o cuádruples.
En pocos casos, se utilizaron paréntesis cuadrados o corchetes, dentro de las transcripciones.

Sin embargo, los paréntesis de ese tipo no son iguales a los corchetes en que se elaboran aclaraciones en torno a en qué registro se sitúa lo que argumentamos: ya es conocido que diferenciamos entre plano de la ciencia, de las valoraciones políticas y de la crítica, distinciones que no obstante, no siempre pueden separarse tajantemente .

Con lo último que esparcimos, se terminó de malograr una prosa que procuramos cuidar en la diseminación de este volumen, estilo que quisimos diferenciar, sí, del seco y duro de la investigación de 2004.