Introducción

"La cuestión no es quién soy, qué hago, qué quiero ... (El asunto) es ... cómo y qué bloqueo, cómo y qué corto, cómo y qué anexo. ¿Cómo y qué máquina hago funcionar? ..."

Equipo Editorial Cactus1

"É enorme a bibliografia sobre as crises do marxismo ... (que) identifica a crise de uma ou outra vertiente da tradicao marxista ... como a crise do marxismo ..."

José Paulo Netto2

Luego de las te/diosas aclaraciones de los procedimientos para la edición de un segmento de mi análisis de doctorado, viene el momento de una territorialización de mi endeble palabra, negro sobre blanco, gris y rojo. ¿Qué podría enunciar, después de tanto decir en un estudio que casi me tumbó? ¿Qué quedaría para sostener, escribir con mi mano derecha herida, operada3 y que me duele cuando la presiono horas para que tipee en mi vieja PC, máquina que es la risa de mis hijitos? No podría sino invocar una oración de mi fantasmador mimado, destacando la frase:

"... las cosas ... sólo existen gracias a una creación perpetuamente recomenzada" (Proust, 2000: 129).

Es esto, sí, lo que hago con ese otro maquinador de insondables, gigantescos, increíbles, provocadores delirios positivos, disparadores, que es Karl Heinrich Mordejái Marx Levy. Quizá no haga más que repetirlo, que repetirme, que agotar a los otros con mi propia obsesión o manía; no poseo sino lo que tengo para esculpir en mi haber y es lo que ofrezco en la palma de mis amaneceres. Para bien y para mal. Ojalá los abultados estratos que seguirán, puedan situarse en la línea "latinoamericanista" para un socialismo "inédito"4, que detentaría de nuevo:

a) un respeto por múltiples formas de organización que no sean en exclusiva, la formaPartido; b) la desestimación del centralismo sovietista; c) la objeción contra el Estado "obrero"; d) la aceptación de las comunas auto coordinadas y en desvío epicúreo con relación a cualquier poder; e) la bienvenida a un ideario anarquista en consonancia con los escritos del suegro de Longuet5, anarquismo que obstruiría las tendencias fascistizantes al interior de las pulsiones revolucionarias estimuladas por el universoMarx; f) un "pacto natural" con la biosfera, alterno al predatorio occidental y capitalista6 (Serres, 1991); g) una concepción no terrorista ni autoritaria de la revolución; h) etc.

Lo que vendríamos a tallar, se ubicaría en un intento sistemático de artefactuar un Marx, inagotables Marx, que fueran algo siempre distinto de lo que hicieron de él y contra él, Lenin, el leninismo, los innumerables marxismos, los no marxistas, los anti marxistas, los posmodernos, los postestructuralistas, Freud, Lacan, el "marxismo"-leninismo, entre otras tendencias. Y al cabo, pero en deriva continua, toparnos con un "Carlitos" que pudiera ser insurgente, rebelde, anti burgués, pro socialista, a favor de las disímiles "minorías", por la hospitalidad de las diferencias, por una ratio y racionalidad que no acaben en pesadilla, por un derecho a la existencia que no termine en Muerte, por un festejo de la vida que no sea un odio a lo distinto, por una Historia que no siga siendo la interminable cadena de espantos que fue hasta hoy, en que ruego por una época sin sangre, ni intolerancia, ni angustia, ni mutilaciones. Cortocircuitar ahora el silogismo y empujarlo a un quiebre de sintaxis, ruptura que no deja de ser minúscula y empero, es también una insurgencia esencial7, en el parergon en que nos hace rebeldes culturales, anti hegemónicos:

"... (Fue) de planeta en planeta ... buscando ... siluetas o algo semejante que fuera adorable, o por lo menos querible, besable, amable ..."8