CAPÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

1.1 Introducción al estudio del estrés.

El hombre -decía Marx- no es un ser abstracto que se encuentra fuera del mundo. El hombre es el mundo del hombre, el Estado y la Sociedad. Fuera de la sociedad no existe el hombre. Al hombre le son inherentes las propiedades del sujeto natural directo, incluida la sensibilidad; pero al mismo tiempo crea su segunda naturaleza, su naturaleza social: la cultura, la civilización; por medio del trabajo se crea a sí mismo, no simplemente apropiándose de los objetos de la naturaleza, sino modificándolos de conformidad con sus necesidades (Konstantinov, 1878). El hombre puede hacer eso en la actividad del trabajo, siendo un sujeto social, relacionándose con sus semejantes.

El papel del trabajo en la vida humana no se limita ni mucho menos a ser condición indispensable de la existencia y desarrollo del hombre, a ser fuente de su fuerza y riqueza. Actuando sobre la naturaleza el hombre, al propio tiempo, se transforma a si mismo, desarrolla su cultura material y espiritual, sus facultades físicas e intelectuales (Savchenko,1989).

En un principio, el hombre tomaba de la naturaleza los bienes materiales que podían ser directamente consumidos. Sin embargo, con el tiempo, aprendió a producirlos. Para satisfacer sus necesidades vitales se veía obligado a perfeccionar constantemente los instrumentos de trabajo y la tecnología de su elaboración; paralelamente a ese perfeccionamiento se desarrollaban sus hábitos laborales.

A medida que se enriquecía la función humana y educativa del trabajo, este se afirmaba como modo de autoexpresión del individuo, de desarrollo de su potencialidad creadora. Esta expresión del individuo reviste un carácter social pues implica el contacto de unos con otros que se da en su grupo de trabajo que es la organización.

La organización laboral le permite al individuo desarrollar su potencialidad creadora a la vez que le sirve de estímulo para la satisfacción de sus necesidades. En su labor cotidiana el hombre pone mucho de sí para que sus resultados sean óptimos y con calidad. Pero aún cuando su actividad deba ser gratificante y placentera, el hombre se enfrenta a múltiples presiones que le generan malestar y disgusto. Presiones sociales, ritmos acelerados de producción, mercados altamente competitivos, empresas que buscan la excelencia en el servicio, son algunos de los procesos que caracterizan el medio social en que nos desenvolvemos.

Actualmente la sociedad se desarrolla en medio de muchos cambios, avances en la ciencia, en la tecnología y en las comunicaciones que nos deben de llevar a redefinir prioridades, optimizar la asignación de recursos para revalorizar el sentimiento solidario y la pertenencia a un futuro común.

Pero en medio de tantos cambios y como resultado de ello, el hombre, en ocasiones, no encuentra alternativas que le permitan enfrentar ese ritmo y es cuando el hombre siente que la situación es superior a sus fuerzas, sin contar con mecanismos para enfrentarla. En el individuo aparece entonces el estrés. Cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad laboral puede provocar la reacción de estrés.

El estrés es un fenómeno que se da en el individuo debido a diferentes causas relacionadas con distintas facetas de su vida. Una de estas facetas es el trabajo. El hecho de que gran parte de las condiciones en las que el individuo desarrolla su actividad laboral pueden convertirse en fuentes de estrés hace que merezca especial atención este ámbito.