BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CONTRIBUCIÓN A LA DESCENTRALIZACIÓN DESDE LAS MUNICIPALIDADES: DIAGNÓSTICO Y PROPUESTAS PARA EL CASO PERUANO

Raymundo I. Arnao Rondán



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Capítulo 2. Gerencia Financiera Pública

La Administración Financiera como disciplina académica tiene dos principales vertientes. La más divulgada y estudiada está orientada a los negocios; la otra, a los asuntos del sector público.

La administración financiera, en sentido general, está en constante evolución desde que surgió como disciplina teórica a comienzos del siglo XX. En la actualidad para que ella sea más útil, se debe aplicar con una perspectiva mucho más amplia que antes, porque su influencia se extiende a todas las actividades de la empresa así como al medio que lo rodea.

Según James Van Horne, la administración financiera –la que se aplica a los negocios– involucra la solución de tres grandes decisiones:

 La Decisión sobre las Inversiones.- Es la más importante, puesto que la inversión del capital es la asignación de éste a las propuestas cuyos beneficios se obtendrán a futuro, asociados a un determinado riesgo.

 La Decisión sobre Financiamiento.- Que consiste en determinar la mejor mezcla financiera o estructura del capital.

 La Decisión sobre Dividendos.- Se refiere al porcentaje de ganancias que se paga a los accionistas en efectivo y los destinos alternativos del porcentaje restante.

Añade Van Horne que para que se puedan tomar decisiones óptimas, la administración financiera provee herramientas analíticas en el análisis, planeación y actividades de control de la empresa.

Con relación al sector público, de la escasa bibliografía existente quizá la definición más explícita corresponda a la de Marcos P. Makón. Este autor explica que la Administración Financiera Pública consiste en el conjunto de elementos administrativos de las organizaciones públicas que hacen posible la captación de recursos y su aplicación a la concreción de los objetivos y las metas del sector público en la forma más eficaz y eficiente posible. Los elementos administrativos, a su vez, son las unidades organizativas, los recursos, las normas, los sistemas y los procedimientos administrativos que intervienen en las operaciones de programación, gestión y control necesarias para captar y colocar los recursos públicos.

Las unidades organizativas que en el sector público integran la administración financiera son las responsables de programar, coordinar la ejecución y evaluar el presupuesto, administrar el sistema de recaudación tributaria y aduanera, gestionar las operaciones de crédito público, administrar el Tesoro y contabilizar todas las transacciones económicas y financieras que ejecutan las organizaciones públicas. Los recursos humanos, materiales y financieros que demanden el funcionamiento de estas unidades forman parte de la administración financiera. Los sistemas que integran la administración financiera del gobierno, son los siguientes:

 Presupuesto

 Administración Tributaria

 Crédito Público

 Tesorería

 Contabilidad

En la concepción de Makón, los objetivos a los que debe dirigirse la administración financiera pública son, básicamente, los siguientes:

 Realizar la gestión de los recursos públicos de tal forma que permita asegurar el cumplimiento de los objetivos de la política fiscal, en particular, y de la política económica, en general.

 Coadyuvar a que la gestión operativa se ejecute en la forma más económica y eficiente posible.

 Asegurar la absoluta transparencia de las cuentas públicas.

 Generar información oportuna y confiable para la toma de decisiones por parte de los responsables de la gestión política y administrativa.

 Implementar un sistema de rendición de cuentas para los funcionarios que administren fondos públicos, por el uso económico eficaz y eficiente de los mismos.

 Interrelacionar los sistemas de la administración financiera gubernamental con los de control interno y externo a fin de incrementar la eficacia de éstos.

En un sentido normativo, la administración financiera pública, “en conjunto con la administración de recursos humanos, compras y contrataciones y administración de bienes, debe posibilitar el suministro en tiempo, forma y calidad adecuadas, de los insumos necesarios para que las áreas productivas del sector público (educación, salud, defensa, seguridad, relaciones exteriores y otras) puedan ofrecer a la sociedad lo que ésta le demanda con eficacia y eficiencia” .

La definición de José M. Brusa es similar a la indicada líneas arriba. Este autor entiende a la Administración Financiera Pública “como el conjunto de procesos y actividades que se cumplen para programar las finanzas del Estado, recaudar los ingresos, ejecutar los gastos, financiar los déficit o invertir los excedentes de liquidez y evaluar el impacto de la gestión, en todo el ámbito institucional del Sector Público no Financiero, es decir gobierno central y gobiernos territoriales, así como en las entidades no financieras descentralizadas de los mencionados niveles de gobierno” . Y el término “administración financiera” lo utiliza con el mismo sentido que el término “gerencia financiera”, es decir haciendo énfasis en la teoría de las decisiones y en la gestión de los responsables de las mismas, quienes acompañan a su responsabilidad las correspondientes áreas de autoridad.


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