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EVOLUCIÓN DE LOS VÍNCULOS COMERCIALES EN AMÉRICA DEL NORTE Y EL ESTE ASIÁTICO 1994-2004

Alfredo Sánchez Ortiz




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3.3.2. Gobiernos Asiáticos

La Asian-Pacific Economic Cooperation (APEC) constituye desde 1989 el foro de los países del océano Pacífico. Esta organización funciona, como la ANSEA, según la modalidad del consenso. Cada año ocupa la presidencia un país diferente y todos pueden hacer propuestas para la agenda del año siguiente. Promete una "regionalización abierta", con la cual todos los países miembros de la OMC pueden gozar de la liberalización practicada en esta zona, aun cuando no formen parte de la APEC.

En 1994 la APEC decidió que la liberalización del comercio y de la inversión debería terminar alrededor de 2010 para los países desarrollados y alrededor de 2020 para los países en vías de desarrollo. La "Trade and Investment Liberalisation and Facilitation" (TILF), orientación que debía permitir esa conclusión, fue definida en 1995. Estipulaba, entre otras cosas, que cada país debía anunciar las medidas que pensaba tomar para reducir sus tarifas aduaneras, o para facilitar el comercio en general. Estos diferentes proyectos fueron denominados Individual Action Plans (IAP). A pedido de la APEC se los hizo públicos a partir de 1997. Los IAP no implican ningún compromiso firme por parte de los países signatarios, no tienen carácter obligatorio y funcionan más bien como indicadores. Es cierto que las tarifas aplicadas por los países miembros de la APEC bajaron, en promedio, un tercio entre 1995 y 2000 y hoy están en alrededor del 8%. China ha pasado de un promedio tarifario del 30% en 1998 al 10% en 2000. Pero un estudio detallado referido a 18 de los 21 países miembros reveló que el proyecto de liberalización del comercio se encontraba lejos de estar en marcha. En efecto, sólo tres países bajaron sus tarifas por debajo del 5%, nueve países las tienen entre el 5% y el 10%, y otros ocho aplican todavía, para los productos sensibles que no se han comprometido a reducir progresivamente, tarifas superiores al 20 por ciento.

Con la excepción parcial de Singapur y Hong Kong, todos los miembros asiáticos de APEC compartieron puntos de vista acerca de sus metas y procedimientos de operación que difirieron significativamente de la visión de EE.UU.. En particular, estos gobiernos valoraron principalmente la contribución de EE.UU. al proceso evolutivo de establecimiento de confianza entre los países de la región, pero un factor que fue determinante en la postura asiática a partir de 1993 fue la creación del TLCAN, que fue considerado el símbolo del nuevo regionalismo de EE.UU.. En este contexto Hadi Soesastro (APEC, 2003) afirmó que APEC necesitaba ser guiado por el juicio de que los procesos son más importantes que las estructuras y que la institucionalización prematura debía ser evitada.

Como parte del TLCAN en la reunión de 1993, los países asiáticos insistieron en los principios enunciados en la Conferencia Ministerial de Canberra, poniendo especial énfasis en la diversidad de las economías miembro y en el respeto a los puntos de vista de los participantes como base para la toma de decisiones dentro de la agrupación . En la siguiente parte se hace el análisis de la participación de los gobiernos en la consolidación de APEC, sobre todo aquel que de alguna forma han delimitado y definido al APEC.

3.3.3. Japón

Para Frankel (1997), el gobierno de Japón fue el primero en expresar su interés por la construcción de una organización intergubernamental en el Pacífico, para ello trabajó, junto con Australia por más de tres décadas.

El acercamiento de Japón a APEC ha involucrado un balance de tres conjuntos de objetivos (no siempre compatibles): intento por reducir el alcance del unilateralismo de EE.UU. en la política comercial; deseo de mantener acceso al mercado de EE.UU. y alentar su compromiso con la región en los asuntos de economía y seguridad; y el deseo por mantener buenas relaciones con ANSEA para alentar las actividades de sus compañías en el Sureste de Asia.

El objetivo de ser buen amigo de ANSEA coincide con la promoción de los intereses económicos nacionales de Japón. En particular, debido a su deseo de continuar la protección para los sectores ineficientes de su economía -principalmente la agricultura, pero también algunos sectores de servicios tales como finanzas- Japón ha estado opuesto al deseo de EE.UU. de convertir a APEC en un foro de negociaciones para la liberalización comercial acelerada.

Ravenhill (2001) dice que aunque Japón teóricamente era defensor de los principios de APEC (liberalización comercial, facilitación comercial, y cooperación económica y técnica) nunca ha hecho énfasis sobre el primero de estos pilares. “Los americanos están equivocados en tomar en cuenta a APEC como un ente eminentemente comercial” (Ravenhill, 2001; 97) fue el comentario que hizo el Oficial Mayor del Ministerio de Finanzas de Japón Makoto Kuroda, ex viceministro de MITI y ex vicepresidente ejecutivo de Mitsubishio. En una conferencia en la institución Brookings dijo que APEC estaba perdiendo su tiempo debatiendo qué tan comprensiva debería ser la liberalización comercial; en lugar de eso debería enfocarse en la facilitación comercial y en la cooperación técnica y económica.

La antipatía de Japón respecto a la promoción de la liberalización comercial en APEC ha tomado varias formas. Funcionarios del gobierno de Japón inicialmente se opusieron a la introducción de las reuniones de líderes APEC, temiendo que este foro de alto nivel sólo generaría más presión para Japón sobre la liberalización comercial. El gobierno ha intentado consistentemente exentar la agricultura de los planes de APEC para la liberalización comercial, el ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca argumentó en reuniones de oficiales APEC que los productos agrícolas deberían recibir el estatus de mercancías no negociables. El gobierno de Japón por medio de MOFA y MITI, cabildeo al gobierno de Indonesia en 1994 para excluir la agricultura de la agenda comercial en la Reunión de Líderes de Yakarta. Sus funcionarios también visitaron el Sureste de Asia en un intento por persuadir a los líderes locales para exentar a la agricultura de la agenda de liberalización de APEC (Kono, 1995).

Habiendo fallado en este esfuerzo, el gobierno japonés buscó de nuevo excluir la agricultura de la agenda comercial en la reunión de líderes de Osaka al año siguiente. Usó la presidencia de APEC aquel año para intentar retardar el ímpetu sobre la liberalización comercial.

Solo después de la presión de otros miembros de APEC, particularmente de Australia y EE.UU., el gobierno japonés reconoció que tenía poco potencial para mover la causa de la liberalización comercial. Cuando APEC intentó la liberalización comercial sobre bases sectoriales en la Reunión de Líderes de Vancouver en 1997 el gobierno de Japón rechazó el acuerdo para la liberalización de silvicultura y pesca.

El gobierno de Japón compartió la visión de los países menos desarrollados en APEC de que la cooperación económica y técnica era esencial para ayudar a estas economías realizar los ajustes necesarios para la liberalización comercial. Si la liberalización comercial estaba por darse dentro de APEC, el gobierno de Japón estaba determinado a que debería tomar lugar a través de un proceso voluntario de medidas unilaterales que serían aplicadas a miembros y a no miembros por igual de una manera no discriminatoria. Japón no compartió las preocupaciones de EE.UU. sobre la libre carrera europea para la liberalización comercial de APEC. Más problemática fue la posibilidad de que la liberalización discriminatoria en Asia Pacífico alentara la fragmentación de la economía global en bloques comerciales rivales, APEC debería por lo tanto proceder a través de un proceso de “Regionalismo Abierto”.

Otra preocupación central de Japón fue asegurar que APEC continuara operando de acuerdo a los principios establecidos en la reunión de Canberra. El gobierno japonés se alarmó cuando Bill Clinton hablo de “Comunidad Pacifica” en la reunión de Seattle, con la posible implicación de que APEC involucraría hacia adelante una agrupación más institucionalizada semejante a la UE. La reacción por parte de los países asiáticos fue de rechazo, y fue uno de los factores que dio lugar junto con el TLCAN al estancamiento del programa de liberalización en APEC.


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