6.4.3. El TLCAN en Corea del Sur

Existen factores positivos en la integración del entorno. Según el Institute of International Finance se prevén entradas netas de capital extranjero privado de 62,500 millones de dólares en las economías emergentes de Asia, cifra algo superior a los 61,800 millones registrados en 2002, de las que 5,700 millones corresponderán al grupo de Asia-5 -Corea del Sur, Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia-, cantidad mayor que la de 2002 por 2,900 millones.

Otro de los factores positivos es el comercio interregional que se ha potenciado mucho, en el caso de Corea del Sur, con China, lo cual de alguna manera contrarresta la recesión mundial. Desde el 2002, Corea del Sur exporta más a China que a Japón, aumentando del 8% en 1990 al 16% en 2002. También contribuyen las reformas estructurales realizadas para superar la crisis de 1997.

Las previsiones del Banco Mundial hasta el año 2015 estiman un crecimiento anual medio del PIB per cápita de Asia oriental (sin contar Japón) del 5,1% en 2001-2005 y del 5,4% en 2006-2015, cifras algo más bajas que la de los años ochenta (5,6%) y sobre todo muy inferiores a la del decenio de los noventa (6,4%).

Así, cabe preguntarse si la crisis de 2003 será el simple resultado de perturbaciones externas pasajeras o una señal de que el extraordinario auge de Asia oriental en el último tercio del siglo XX está empezando a desvanecerse.

Difícilmente en un futuro medio, el Área Asia Pacifico será capaz de volver a sus tasas de crecimiento anteriores a la crisis del 97/98. Únicamente el crecimiento de China, sin futuro asegurado, puede mantener un nivel medio de crecimiento en la zona. El crecimiento económico en China puede verse afectado por su deuda pública, que podría aumentarse con una posible crisis bancaria debida a una mala reestructuración de las empresas estatales. Tal deuda podría, según algunos analistas, provocar en un plazo de seis o siete años una fuerte crisis financiera.

Suponiendo que la recesión japonesa no se agrave aún más y que China siga progresando a un ritmo alto sin riesgos de crisis financiera, se puede pensar que el crecimiento de Asia oriental continuará en los próximos años.

Otras soluciones que tienen estos países, y especialmente Corea, es el acercamiento a los mercados sustitutivos de los países latinos, entre ellos México. Park Ghun-su, director de la División Europea y Américana del Ministerio de Comercio, Industria y Energía (MOCIE), subrayó que Corea del Sur está interesada en participar en proyectos de energía en México, pues aunque cuenta con escasos recursos naturales, tiene grandes conocimientos tecnológicos. Se trata de un primer paso, o por lo menos una oferta.

Otras ofertas se dirigen a los sectores petroquímico, del acero y el textil. Partiendo de una base económica semejante, las dos naciones pueden aprovechar sus ubicaciones estratégicas, una como puerta de entrada al noreste asiático y la otra como acceso a EE.UU., Canadá y Latinoamérica; oportunidad para reducir la dependencia comercial con sus respectivos vecinos.

La necesidad de Corea del Sur - 55 por ciento de sus importaciones en mayo 2005 han sido materias primas, y el 16 por ciento petróleo- y su alta tecnología en manufacturas y telecomunicaciones, pueden ser factores de negociación bilateral para la economía de México.

En la siguiente parte de este capitulo de hace un análisis de los indicadores registrados en este trabajo respecto a la integración regional en los tres países propuestos, incluye un apartado metodologico explicativo del resultado encontrado en el ejercicio que se plantea