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EVOLUCIÓN DE LOS VÍNCULOS COMERCIALES EN AMÉRICA DEL NORTE Y EL ESTE ASIÁTICO 1994-2004

Alfredo Sánchez Ortiz




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4.3.2. Causas de expansión de la IED dentro de Asia

Hay un movimiento hacia la liberalización de flujos de capital en cada economía del mundo. Es una visión de oportunidad en los movimientos deseables de capital, benéficos para el país receptor así como para los países fuente. El movimiento internacional de capital busca ganancias más altas, los capitales se mueven de un lugar con pocas ganancias a otro que genere más. Las inversiones que tienen ganancias positivas también benefician a los países receptores por aumento de ingresos per cápita salarial así como por transferencia de tecnología, necesaria al flujo de IED. El movimiento de capital en IED es importante para la transferencia internacional de conocimiento, técnicas, habilidades, y tecnología, mucha de la cual es específica de ciertas empresas multinacionales. Actualmente las preocupaciones más importantes de los países receptores son los efectos secundarios ambientales, la alteración de los ecosistemas sociales, culturales, bióticos, otros más que acompañan a las inversiones por ganancia.

Hay una aceptación creciente al modelo de ciclo de producto basado en una ventaja comparativa que lo dinamiza. La visión moderna del ciclo económico-comercial llamado inicialmente “gansos voladores” por los economistas japoneses, es un patrón de ventaja comparativa cambiante en Asia, vinculado a IED como una estrategia deliberada para recolocar actividades de los países fuente que ya no tienen ventaja comparativa en la producción de ciertos artículos, para incluir por inversión a países que si la tengan. Esta es una hipótesis dinámica y vincula a los patrones comerciales de artículos de primera necesidad con la IED, la hipótesis de los “gansos voladores” es difícil de probar. Sin embargo, las observaciones individuales listadas en un principio dan consistencia a la hipótesis.

Los cambios en el patrón de ventaja comparativa han sido verificados por estudios empíricos sobre ventaja comparativa manifiesta. Japón como primer ganso en la delantera de la formación asiática, ha diseñado una estrategia de actualización estructural en sus industrias manufactureras, primero en las industrias de mano de obra intensa como la textil, para en un segundo paso, adaptarla a industrias pesadas de capital-intensivo como la siderurgia y la construcción de barcos, y luego en un tercer momento táctico aplicar la experiencia en industrias orientadas al ensamblaje de vehículos motorizados, electrónica y máquinas de herramienta, y en cuarto lugar consolidar la actualización industrial en las áreas de alta tecnología como biotecnología y superconductores.

En las etapas recientes del cambio estructural estratégico, algunas de estas actividades han sido recolocadas por empresas japonesas en los PARI y en los países ANSEA. A su vez los PARI trasladan hacia nuevas localidades en los países ANSEA y China, las actividades manufactureras de mayor intensidad laboral y menor intensidad tecnológica, actividades no-competitivas por su bajo costo.

4.4 Cambios en el discurso gubernamental

El foro en donde puede apreciarse este cambio de discurso gubernamental es en las reuniones de los líderes de las economías miembro de APEC, en esta parte del trabajo se hace una exposición breve y cronológica del cambio de discurso, asi cuando la idea de Winston Lord -entonces embajador de EE.UU. en China-, sobre la “Comunidad del Pacífico” fue aceptada por EE.UU., por la necesidad que ellos tenían de un intenso diálogo político en el seno de la “comunidad transpacífica”, y en un viaje que realizó en julio de 1993 a Asia, introdujo en sus discursos los elementos de una cooperación multilateral, tanto en el orden político como en el económico. Los miembros de ANSEA reaccionaron con frialdad a la propuesta “comunitaria”, y en respuesta, en la reunión anual de Ministros de economía en Singapur señalaron que APEC no debería convertirse en un foro de negociaciones comerciales, pero al final ninguno de los participantes en APEC, pudieron evadir la convocatoria de EE.UU. los “líderes económicos” , como se llamó a los Jefes del Estado y Gobierno, y en 1993 se presentaron a la reunión en la isla Blake el 20 de noviembre de ese año. Sólo faltaron China – el gobernador de Hong Kong y el presidente o primer ministro de Taiwán- y el Primer Ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien se oponía a elevar el nivel político de las reuniones ministeriales anuales de APEC.

En esa primera reunión de líderes se estableció un programa de voluntarios empresariales para fomentar el intercambio y el desarrollo de los recursos humanos en Asia Pacifico; la elaboración de un código de inversiones con principios no obligatorios relativos a la liberalización del movimiento de capital; programas para desarrollar la cooperación en materia de educación superior, analizar conjuntamente las tendencias de la macroeconomía y los flujos de capital de las economías de APEC, y para discutir la situación de las pequeñas y medianas empresas.

A partir de 1993 (Anguiano, 2000) cada reunión anual de ministros de exteriores y comercio desemboca en un encuentro de dirigentes nacionales de los países y territorios integrantes de APEC, con las excepciones indicadas de Taipei chino y Hong Kong (este último hasta 1996), que se celebra a puerta cerrada y en un solo día al final del cual se emite una declaración conjunta solemne, cuyo texto recoge lo más relevante de lo efectuado en un año de actividades de los numerosos grupos de trabajo que se han ido estableciendo en APEC, y se dictan las orientaciones para nuevas acciones. Corresponde de todas maneras a los ministros revisar los proyectos de declaración de ellos y de los Líderes, que entre una reunión y otra van preparando los altos funcionarios con base en los resultados que arrojan los grupos de trabajo, talleres, conferencias y demás instancias del foro de cooperación en Asia Pacifico.

Esta parte del trabajo está documentada en las referencias consignadas por Ramírez Bonilla (2003) y por las propias declaraciones de los Líderes asiáticos que se encuentran disponibles en Internet en apec.org/apec/leaders__declarations

La Segunda reunión de líderes económicos donde se encuentran evidencias del impacto político del TLCAN en APEC, esta reunión se realiza en Bogor, Indonesia, 15 de noviembre, participaron México, Papua Nueva Guinea y Chile, 16 jefes de Estado y gobierno y dos representantes gubernamentales. Satisfacción por la contribución de APEC a la culminación de la Ronda Uruguay, y respaldo al lanzamiento de la OMC, sucesora del GATT. Un tema importante y recurrente en esta Reunión fue la liberación de comercio e inversión de una manera que fuera consistente con el GATT/OMC, en clara alusión al TLCAN, mecanismo que se consideraba contrario a tales principios. Se estableció como fecha para alcanzar esa meta a más tardar en 2020 para las economías en desarrollo y 2010 para las desarrolladas. El GPE y el PBF continuarían sus actividades de apoyo de APEC. Como puede constatarse, esta preocupación por la liberalización del comercio y establecimiento de fechas era parte del temor latente que los países asiáticos tenían ante el inicio del TLCAN.

En el año 2002 México es sede tanto de las reuniones ministeriales como de la correspondiente a Líderes, parece que los “desprecios” de 1993, cuando México ingresó a este organismo por el apoyo de EE.UU., fueron olvidados y los Ministros y Líderes asisten en busca de acuerdos de integración estratégicos, lo que encuentran es un giro en la retórica y objetivos de APEC. En esta edición se dejó de lado la cuestión básica de APEC y se tomó como bandera la lucha contra el terrorismo, se reafirmó que el terrorismo en todas sus formulas y manifestaciones constituye un acto brutal y odioso de violencia que contradice la ley aplicable, creencias religiosas y valores fundamentales de miembros de APEC; y se le consideró como un desafío directo a la visión de prosperidad de APEC.

En síntesis, como señala Ramírez Bonilla (1996) si se revisan los acontecimientos regionales más importantes de los últimos años y se comparan con las propuestas APEC, el resultado será poco alentador. En materia de liberalización comercial y de las inversiones, el principal objetivo de APEC, según esta predicaba aun después de entrar en vigor el TLCAN, era un “Regionalismo Abierto”. Hoy, cuando:

• En la ribera oriental del Pacífico existen otros acuerdos comerciales como el TLC – México – Chile y están pendientes otros que podrían desembocar en la creación de un área de libre comercio continental;

• En la ribera occidental el AFTA hace su camino y se extiende con la incorporación de Vietnam a la ANSEA; los países de Oceanía consolidan su proyecto regional (ANZCERTA) , y

• Doce de las 18 economías de APEC forman parte de acuerdos comerciales subregionales.

El EPG ha adaptado su perspectiva espacial a la nueva realidad, acuñando el concepto “Subregionalismo Abierto” y aceptando con él un fracaso medio. Hay que reconocer, sin embargo, que no todo es problemático. La APEC también ha impulsado exitosamente iniciativas fuera del ámbito económico que pueden contribuir, en el largo plazo, a una mejor comprensión entre los pueblos y los gobiernos de una región tan diversa como la del Pacífico. Entre esas iniciativas hay que destacar la de educación que promueve la creación de centros de estudios APEC.

Conclusión

En conclusión, el incremento del comercio intra-asiático respecto al total del comercio asiático es explicado por varios factores. El más importante parece ser efecto del alto crecimiento comercial entre los mismos países. Otro, es la reducción unilateral en las barreras comerciales. Esta liberalización ha trabajado en combinación con comercio y facilitación de inversión en Sub-zonas económicas regionales y nacionales junto a la reducción en los costes de transportación para incrementar la proporción del comercio total llevado a cabo dentro de la región. Pero además de estos factores, recordemos el impacto reactivo del TLCAN en el comercio, que tuvo dos fases en cadena; en principio un decremento en sus niveles de exportación hacia EE.UU. balanceado por un incremento en el comercio interregional. Luego, los países de la región recobraron confianza en el mercado de EE.UU. dando lugar a una integración regional económica relativamente débil. Estos efectos influyeron para que la región sea modelo de integración económica con dirección de mercado, contrario a las políticamente inducidas UE y TLCAN.

En el caso de Asia, mucha de la IED ha sido dirigida hacia la exportación, por países cuyas producciones son destinadas principalmente a mercados intraregionales, estas actividades de flujo mercantil han usado productos de capital e ingresos intermedios proporcionados por Japón y otros inversionistas extranjeros. De esta manera, la IED se asocia con el comercio en exportación e importación de productos.

La lógica de la contribución de Japón a la Globalización y la Regionalización en Asia cuenta al menos con tres factores: sus relaciones con los EE.UU., el poderío financiero japonés donde la contribución estadounidense fue casi decisiva y la importancia de su mercado para el resto de Asia y de ésta para Japón. Tokio reforzó sus relaciones comerciales y financieras con el Este de Asia en virtud de los Acuerdos Plaza de 1985, resultados de los diferendos comerciales con EE.UU.. Concomitantemente, EE.UU. encontró tierra virgen en las potencialidades expansivas del Este de Asia.

La alianza EE.UU. – Japón, en medio de los diferendos económicos que en ocasiones adquirieron una relevancia política, siempre ha estado sujeta a la preeminencia de los intereses de seguridad de los EE.UU. y su presencia económica, política y militar en Asia.

El liderazgo de EE.UU. en Asia - Pacífico, su primer socio comercial, principal inversionista y considerado a su vez potencia responsable de la seguridad regional por los países del área, está fundamentado en el histórico desempeño de las empresas transnacionales estadounidenses en la región. Éstas apuestan por la liberalización de los mercados de bienes y capital, la privatización y desregulación en consonancia con las tendencias de la Globalización Neoliberal.

Aunque la negociación de forma bilateral ha sido en la práctica uno de los rasgos básicos de las relaciones de EE.UU. con Asia, ante el empuje de otros esquemas regionales en el planeta y las organizaciones transcontinentales de las cuales es miembro, EE.UU. ha esgrimido el apoyo en tanto éste signifique premisa para la creación de espacios más amplios y propicios a favor del unilateralismo estadounidense y de una Regionalización y Globalización a favor de sus intereses nacionales y de sus aliados de primer orden.


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