IX.2. RECOMENDACIONES

En mi opinión sería muy positivo el fomento de un esquema de red de fincas rurales, productoras de bienes y servicios de toda índole. Se recomienda la introducción de algunos cambios:

1. Modificaciones en el sistema de financiación con el fin de asegurar que los proyectos inicialmente viables pudieran reducir su ámbito de incertidumbre, de asunción de riesgos, en un grado muy considerable, e iniciaran sus proyectos, que es lo realmente importante.

2. Asimetría en el sistema de concesión de subvenciones, introduciendo el criterio de equidad, lo que permitiría apoyar a las fincas que realmente lo necesitaran, que son las start-ups que inicialmente debían haberse impulsado en el proyecto.

3. Fomentaría que la red hubiera estado integrada por fincas ya consolidadas o en fase inicial, como Algaba de Ronda o Riscos Altos, durante este proyecto piloto. Existen 826 establecimientos catalogados como casas rurales, con un total de 6224 plazas legales . Hubiera sido más eficaz consolidar aquellas ya existentes y con problemas de viabilidad, que son muchas.

Mediante la revisión de la literatura científica sobre modelos y proyectos análogos pudimos ver que el modelo más exitoso en la integración de actividades productivas de los agroturismi toscanos. Este cuenta con una imagen consistente y de calidad en ámbitos internacionales. Hacia allí debía haberse enfocado este proyecto. Si el modelo hubiera buscado fincas con explotaciones agroganaderas ya existentes y las hubiera vinculado a un modelo análogo el éxito hubiera estado casi asegurado. Un factor más importante hubiera sido si la producción de estas fincas fuera agroecológica, como sello de diferenciación y calidad. Los propietarios de las dos únicas fincas que funcionan realizan estas actividades y les resulta medianamente rentable.

El modelo de actividades integradas que se plantean son innovadoras en España, pero no en el mundo del turismo rural. Si recordamos en el Capítulo IV vimos la experiencia de las Gites Ruraux. Dentro de ellas ha surgido en la última década una modalidad denominada como Gites a theme. Estas consisten en diferenciar la oferta alojativa mediante la creación de contenidos diferenciados para segmentos muy específicos de la demanda turística.

En el proyecto se pasa de la típica red de agroturismos como en los casos toscanos y vascos a una actividad principal interpretativa, relativamente barata, y desligada de las producciones agroganaderas. Se obtiene un proyecto desligado de la generación de rentas complementarias que el turismo supone, ya que este se constituye en su principal o único recurso. Después se le pueden añadir otras actividades como educativas, de producción ganadera, forestales, melífera, etc. pero con un rango mucho menor y que no pasará del disfrute de sus multifuncionales paisajes y senderos.

Al estar tan enfocados en la creación de paneles, webs y alojamientos no se ha hecho mucho por sacar adelante un modelo que debería haber integrado otras actividades productivas.

Otro problema añadido ha sido el intento de crear una red de productos turísticos sin contar con las infraestructuras o alojamientos mínimos. A efectos demostrativos las únicas fincas que disponen de estas infraestructuras son Riscos Altos y la ALGABA. Y esta última en grado mínimo. Por ello no es casual que la primera recibiera la panelización expuesta como acto de fin del proyecto en la jornada del 16 de Junio de 2009. En muchos casos la misma responsabilidad reside en la cautela en la inversión por parte de los gestores de las fincas, que esperan la captación, con el efecto expulsor consecuente respecto al concepto de emprendimiento promovido.

Se analizaron la oferta pero no la demanda existente de las actividades productivas propuestas. Los estudios de costos de inversión y capital, la determinación de costos e ingresos de los proyectos fueron trasladados a la red de apoyo territorial a los emprendedores, comúnmente denominadas como escuelas de empresa. Las condiciones legales que suponían los obstáculos de protección ambientales fueron trabajadas por cada finca con las administraciones. Las fuentes de financiación y subvención fueron ligadas por la gestión del GDR Alcornocales con sus homólogos en cada territorio donde se situaban las fincas.

Esta etapa permite escoger entre proseguir con el estudio de factibilidad, realizar un análisis complementario o abandonar el proyecto. De hecho, esto no fue posible. Ya que el proyecto culminó sin planes de empresa adaptados a un inicio sin subvenciones.

A pesar de que el proyecto MONTEmediterráneo no fue capaz de cumplir con los ambiciosos objetivos de los que partía, se culminó creando un producto turístico diferente, muy interesante, basado en la interpretación del paisaje y el patrimonio arquitectónico y etnográfico de cada finca participante. Y ello se intentó combinándose con la existencia de una red de fincas en diferentes comarcas andaluzas. En suma, promocionado por una marca común de productos denominada “Turismo Monte Andaluz”. Así, el proyecto ha puesto los cimientos para un modelo muy original y creativo, si mantiene su filosofía inicial.

Considero que las políticas de fomento del emprendimiento son importantes y descansan en las experiencias históricas más eficaces para el crecimiento económico de las economías nacionales, en caso de ausencia de iniciativas privadas. Sin embargo, no es necesario que si estas existen sean incentivadas a fondo perdido. Tampoco que en un entorno de creciente competitividad internacional se habitúe a la población andaluza a requerir el sostén de la administración regional o del estado, desincentivando su independencia de estos entes.