IV.4. DEMANDA, ANTECEDENTES Y COMPETIDORES

La demanda de turismo rural ha crecido en la última década de forma exponencial, no solo en cantidad sino también en prioridades, gustos y motivaciones de sus integrantes. En España, partimos de la Encuesta de Ocupación en Alojamientos de Turismo Rural (EOATR), que viene elaborada por el INE desde 2001. En el 63,4% de las ocasiones no se utilizó el alojamiento reglado reflejando la falta de información estadística fiable.

Un problema importante es el de la estacionalidad de la demanda: aparte de las típicas fechas vacacionales de Verano, Semana Santa, puentes de Octubre-Noviembre y Navidad este fenómeno debe verse en perspectiva semanal y de concentración en fines de semana y puentes, no mensual.

Aunque la demanda se ha duplicado en el lustro de 2001-2006 los usuarios siguen siendo mayoritariamente nacionales. De hecho el mercado nacional genera el 89,9 % de los viajeros y el 82, 47% de las pernoctaciones. Dentro de este Madrid aporta el 27,57 % de los viajeros, seguida de Cataluña (17,21%) y Comunidad Valenciana (10,13%).

Los mayores receptores de flujos turísticos son Castilla-León, Cataluña y Cantabria junto a Asturias. En un cuarto puesto se encuentra Andalucía en ambos apartados del ranking.

Los mercados internacionales se han mostrado como insignificantes en cuanto al número de turistas rurales. Destaca Alemania entre ellos pero con un crecimiento por debajo de la media del citado lustro.

Debemos contemplar con humildad las importantes experiencias que algunos de nuestros competidores han vivido, como referencia inestimable que estudiar como buenas prácticas:

FRANCIA

Como pionera, tras el impulso dado a las políticas sobre el medio rural, Francia aprovechó este potencial de desarrollo y fijación de población en el territorio a través de las Logis de France y las Gîtes Ruraux, protegiendo las características propias de las áreas rurales. La oferta es muy amplia y variada, formada por microempresas de carácter familiar, aunque con alto nivel de asociacionismo, que llega hasta el 90%.

El primer espacio turístico para los franceses es el rural (36%) y el segundo en número de pernoctaciones (33%). Su política de promoción es homogénea, ingente, con oficinas propias para cada producto.

Destacan las experiencias en diferenciación de las Gîtes a theme y de propuestas innovadoras como los hotels “Parcs naturels de France”, los llamados alojamientos

“con encanto” o “con carácter”, las Gîtes a theme, enfocadas a ciertos sectores de la demanda con contenidos temáticos muy definidos, la clasificación por estrellas, así como la unión de toda la oferta a través de la web http://www.franceguide.com/, que engloba a todas las sub-territoriales.

ITALIA

Las primeras experiencias en Italia parten de su vinculación con el agroturismo, que depende de la acogida de turistas en explotaciones agropecuarias.

El asociacionismo es muy patente: existe un sindicato agrícola que les engloba y representa llamado Anagritur. Sin embargo el individualismo predomina en la oferta de servicios tradicionales y hospitalidad, con controles de calidad demandados por las propias asociaciones.

Su demanda es mayoritariamente nacional pero la extranjera es considerable, alcanzando un 25% con un crecimiento del 10% en la última década. La Toscana llega a recibir a un 66% de estos. Dada su imagen internacional acapara un 29% de las infraestructuras turísticas frente a un 10% del mezzogiorno.

Los agriturismi son en su mayor parte un éxito en la diversificación de rentas para un buen número de pequeñas granjas, pudiendo superar a la actividad agroganadera. Son obligatorias las ventas de productos típicos y la restauración. Las actividades culturales y de ocio deben ser típicas y relacionadas con la actividad agrícola.

Como competidor y punto de referencia podemos señalar el caso de las NEKAZATURISMOA. Veamos sus características:

En 1988 el Gobierno vasco publica un Decreto para encauzar las ayudas comunitarias a las explotaciones agrarias para inversiones de carácter turístico. En este se resume entre otros que los ingresos agrarios, turísticos y artesanales se complementarán entre sí para poder así garantizar la calidad de vida en el caserío. El Decreto contempla un régimen de ayudas para la instalación de alojamientos turísticos-agrícolas y la cuantía podía alcanzar hasta el 40% del coste de la obra necesaria para la habilitación de la vivienda siempre que no excediese los 30.000 €.

El producto consiste en una red de Agroturismos, que permite a los propietarios de viviendas rurales ofrecer servicios de alojamiento a particulares, promovidas por el Gobierno Vasco. Sin embargo, no se va más allá de la oferta de alojamiento y manutención, por lo que su oferta es de calidad pero no está integrada.