BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESPERTEMOS

Domingo Dell´Aquila


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LA MUERTE Y YO

¿Qué a mi puerta golpeas y nadie acude?

Pues no te desanimes, ya han de abrirte,

si paciencia no tienes puedes irte

para volver con quien te ayude.

¿Qué amistades no tienes en tu mundo

en ese donde a tantos has llevado?

si buscas se pondrá pronto a tu lado,

el alma del que en vida fue un inmundo.

¡Hay almas que en la espalda siempre hirieron,

¡también hay quien se arrastra cual serpiente!

Buscando hallarás alguien que aliente,

a muchos que del mal siempre vivieron.

En tu recinto tienes a malvados

que tan solo temblaron ante ti,

con ellos o con todos ven a mí,

tal vez fuercen mi puerta tus aliados.

Si así y todo no puedes penetrar,

te aconsejo que no te desesperes,

que cuelgues la guadaña, y luego esperes,

tarde o temprano, mi hora ha de llegar.

Cuando la noche en mi se torne obscura,

y se enturbien mis ojos y mi mente,

y mis pasos ambulen tristemente

asomarás tu lúgubre figura.

Cuando veas mis manos temblorosas

cuidar la llama que se está extinguiendo,

da el primer paso que han de estar huyendo,

de mi ser, mi alma y vida presurosas.

Cuando por la rendija de mi puerta,

fluya para rozar tu rostro frío,

la brisa de mi último suspiro,

recién a mi ilusión la verás muerta.

Cuanto el fragor de mi batalla diaria,

llame a silencio, pues penetrar;

postrado, ye vencido te he de dar,

mi vida con la última plegaria.

¡Sola, triunfante entonces entrarás,

sin que de nadie ayuda necesites,

y orgullosa, sin que al llamarme grites,

a la tumba, feliz me llevarás.

HE VISTO A DIOS

¿Será posible? Dije al mismo instante,

que se sombra cruzó delante mío,

que sea el de Dios un gesto tan sombrío

y el poder de su fuerza tan gigante?

¿Será posible? Dije al vislumbrar,

un reguero de ruinas a su paso,

que el mismo creador lleve hacia el fracaso

la obra cumbre que lo hizo consagrar?

¡He visto a dios cual nadie lo había visto,

donde la muerte llega aterradora,

mismo en la iglesia donde el ser implora,

invocando su nombre y el de cristo.

Donde caían las torres y edificios,

por el temblor fatal del terremoto.

Que acompaña al estruendo tan remoto,

que en la profunda tierra hace bullicio.

Lo he visto dando fuerzas al ciclón,

que ha de arrasar sin lástima ninguna,

ranchos humildes, gentes sin fortuna,

y todo lo que fuera su creación.

También lo he visto en noches muy obscuras,

enfureciendo al mar con las tormentas,

y en sus siniestras olas tan violentas,

naufragar barcos llenos de almas puras.

¡Lo he visto en los estragos de la guerra,

ante el terrible estruendo de cañón,

impávido en la cumbre de un peñón,

dirigiendo la muerte hacia la tierra.

¿Será posible dije al verlo así,

el todo poderoso haciendo daño?

¡Sí es él, quien rige al mundo no es extraño,

que ha sido Dios, aquél, el que yo vi!

EL DIABLO Y YO

SI, si, ya se quién eres,

tu rojo te delata,

si acompañarme quieres…

haré una caminata.

Iremos por el mundo

este en que yo he nacido,

y donde vagabundo

ambulo cual perdido.

Aquí verás de todo,

tristezas, alegrías,

vivir en seda, en lodo,

verdades, fantasías.

Ves?...eso allí enfrente

antes fue hermosa flor,

más implacablemente,

quitó el tiempo su albor

Y aquí…debajo nuestro,

no ves ese puñal?

lo ha usado un brazo diestro

que fue amigo del mal.

¿Aquello junto al hambre?

es destrozo de guerra,

¡es muy feroz el hombre

si a una ambición se aferra!

¿Sonríes? Pues me extraña

no veo la alegría

te juro eso me daña,

tu risa es ironía.

¿Quizá porque allí enfrente

ves hombres criaturas?

¡no rías! Esas mentes

son llenas de locuras!

¿Te extraña en este mundo

ver falsos y traidores,

canallas y hasta inmundos,

que quieren ser señores?

Pero ahora…¿Qué te pasa

que mi ruta desvías?

¿Quieres volverte a casa

sin ver las alegrías?

¡¿Y ríes a carcajadas!

¿Conoces lo que has visto?

mi pregunta no evadas,

¡respóndeme anticristo!

Fue así que en su vocablo

con una mueca impía,

me contestó el diablo;

¡sí todo es obra mía!


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