BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESPERTEMOS

Domingo Dell´Aquila


Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (113 páginas, 226 kb) pulsando aquí

 

 

¿DE QUE VIDA ME HABLAN?

Dicen esos que…dicen que la vida la da Dios, y solo a él le cabe el derecho de quitarla.

Por eso no al aborto, no a la pena de muerte, si a la vida.

Pero… ¿de qué vida me hablan?

Ponen el grito en el cielo cuando se habla de aplicar la pena de muerte, y vemos impávidos como se asesinan todos los días a personas inocentes.

Se asombran porque algunas mujeres quieren recurrir al aborto para no caer en la desgracia de algunos de los múltiples problemas que puede crear la crianza de un hijo, debido al actual sistema socioeconómico que imponen las manda más de este mundo simulador.

¡Y lo califican de crimen!

Uno más entre los tantos que se comenten por sobre el valor de los derechos humanos, que solo se conoce en las letras sin contenido de una fuerza que haga posible la obligación al cumplimiento de los preceptos de tales declaraciones.

¡No al aborto!

Para que vivan como infelices, muchas madres por no poder mantener al fruto de sus entrañas con la debida dignidad que se requiere, y merecen.

Para que sigan mirando como enferman y/o mueren sus hijos en un mundo lleno de alimentos, para ellos inalcanzables porque están tan altos, que desde el pozo al que lo sumergen, les resulta imposible alcanzarlos, y deben vegetar

pordioseando para vivir.

¡Claro la constitución lo pide! ¡los derechos humanos lo exigen! ¡la lógica lo demanda en tono imperioso! ¡a gritos!

¡Como se pretende matar al feto! ¡es un asesinato a conciencia!

¿Quién no va a estar en un todo de acuerdo, en que esa gota de sangre que late dentro del vientre debe seguir su curso para que venga al mundo un hermoso bebé, que llenará de alegría y felicidad a cuantos sus ojos tengan la dicha de mirarlo?

Nadie con un dedo de frente, puede estar conforme con ese asesinato vil, llamado aborto. Nadie con un dedo de frente…pero…¿cuántos con una frente que les llega hasta la nuca, cuántos con derechos humanos que defienden no solo a los humanos, sino también a bestias humanas que asesinan a jubilados, mujeres y niñas sin lástima alguna y con toda alevosía?

¿Cuántos de todos esos defensores de la vida defienden, luchan, se preocupan o actúan para construir, o tratar de lograr un mundo para que puedan transitar los humanos que también tienen derechos y lógica a una seguridad para sus vidas?

¿Cuántos tratan de lograr un mundo con lo imprescindible para que los humanos, no digo vivan felices, porque los manda más jamás van a pensar en los que se arrastran sobre la miseria, por obligación impuesta, sino al menos, no tener que sufrir las penurias a que los obligan los que nunca conocieron el sacrificio de vivir en este mundo infernal.

Todos cuantos tienen poder, cargos elevados, funciones de mando en este cochino mundo, todos los que queriendo defender la vida, que es la esencia de una virtud anhelada por cualquier humano con moral elevada, sentimientos nobles y mente limpia, todos esos, ¿qué hacen?. Hay cosas que no se pueden pretender en este mundo donde todo es ficción, carnaval.

Hay ilusiones ciertas, claras que resultan absurdas.

Hay imaginaciones…si nos ponemos frente a un cañón, a un tanque de guerra, o ante un acorazado y miramos ese armamento infernal, terrible. ¿Alguien podría pensar en esgrimirlo para matar?

No obstante ¿cuántas veces se ha utilizado?

¿Cuántos inocentes humanos, cuántas mujeres embarazadas cayeron bajo las metrallas destructoras?

¿Se defendió la vida?

¡Después de imaginar todo ese arsenal, en acción! ¿podemos detenernos a juzgar entre el si o el no al aborto?

Los que verdaderamente pretenden luchar por la vida, esa que Dios nos da, deben encarar como principio fundamental, imprescindible, urgente, la lucha por la vida de todo cuanto en el mundo existe y vendrán por el no al aborto, y esa lucha tiene un solo camino; el verdadero desarme de todas las armas del universo.

Si en realidad desean velar por la vida de este mundo, la que el todopoderoso otorga, esa es la lucha. Si no se apegan para destruir ese obstáculo que atenta contra la vida, de este mundo preparado para exterminar a la humanidad, cuando la locura se apodere de los ambiciosos, no seamos farsantes, ¡callémonos la boca!

El terrible armamento existente en el mundo ¿no es una máquina de abortar en maza?

Si no luchamos por el desarme mundial ¡ya! ¿no seremos estúpidos que gritamos porque nos quieren cortar las uñas, y mirando impávidos, atónitos, sin que se nos mueva un pelo, viendo como los misiles arrasan pueblos enteros con hospitales, escuelas y todo cuanto halla a su paso?

¿Pero qué tenemos dentro del cráneo? El aborto ¡No! ¡La vida!

No vemos más allá de nuestras narices, queremos arreglar el mundo con un si o un al aborto, nos espanta la pena de muerte, mientras inocentes criaturas desaparecen.

¿Por qué no ponemos la cabeza en la palangana de la realidad? ¡Qué esperamos para despertar!

¡Se espantan por un feto no nacido, se angustian por la muerte de un asesino que arruina a una familia honesta y bien nacida y quedan mirando impávidos por la costumbre, como se destroza la vida de un niño deambulando en la nada, o despedazan el alma de una madre, una esposa, o una hija a quienes después de raptarles un familiar y extorsionarlos, se lo matan con todo cinismo.

Hay funcionarios públicos, señores con altas investiduras, religiosos y no religiosos, políticos que asombran como promocionan se personalidad con polémicas y discursos llenos de palabras pomposas para defender la vida humana, la nacida bestia y la no nata, pero son incapaces de resolver los problemas socioeconómicos, que son los que llevan a todos estas clases de complicaciones.

Apenas miramos los ojos tristes de ancianos o niños que ambulan por las calles muertos de frío, durmiendo acurrucados en el suelo o en los bancos que, aún duros, suelen ser más blandos que la sensibilidad que domina a los que a esa situación los empujan.

¿Y me hablan de vida? ¿De la que solo Dios puede quitar porque él la da? ¿Y quién cuida de la vida de esos desamparados?

Y mientras tanto todos los países del mundo fabrican armas cada vez más eficaces y sofisticadas para matar.

¡Y se matan diariamente con ellas! ¿O no lo ven?

Desde siempre dominó la muerte provocada brutalmente por el hombre, y sigue día tras día esa muerte que solo Dios tendría derecho a aplicar.

¿O es Dios quién de esa forma atroz determina el fin de esas vidas? ¿De esa vida me hablan?

¡Que difícil es ponerse de acuerdo en este mundo infernal donde suelen espantarse por la pena de muerte al criminal nato, que veja, maltrata, y goza dando muerte de la manera más horrorosa a una criatura indefensa.

¿De cuáles vidas me hablan? ¿De las que no volvieron de las Malvinas? ¿De esas que caen por efectos de bombas en manos de terroristas cuyas mentes gozan viendo como caen edificios para aplastar sin lástima ninguna a inocentes si distinción de raza, sexo, edad, ni religión? ¿De las que caen en las malditas guerras organizadas para dominar socio y económicamente a este mundo infeliz que vio morir de la manera más espantosa a todo un pueblo primero y otro después por efecto de armas nucleares que Dios no creó?

¿O es que Dios ilumina primero la mente de quienes crean esas bombas fatales, y luego sobre la voluntad de los manda más para sembrar la muerte que solo a él compete?

¿Pero no es el hombre el que de una manera u otra se toma la libertad de

Cercenar vidas? ¿y no se les va quitando vida a tantos seres humanos en trabajos insalubres, despiadados y crueles, u obligados por la situación espantosa que afecta a los desdichados, a trabajar más horas de lo que el organismo resiste?

¡Cuantas ironías afectan a este mundo!

Porque…¿no es irónico?

Mientras se obsesionan por defender la prosecución de un embrión, que se ignora en que se convertirá al final ese fruto, pues tanto puede llegar a ser un genio que descubre cosas tan importantes como una vacuna, o una bomba atómica, o tal vez un gobernante que destrozará a la humanidad, con la hecatombe de una guerra, o…no es irónico decía, que mientras pretenden obligar a tener un hijo a la única persona que tiene derecho a decidir lo que mejor concierne a sus sentimientos o a sus necesidades, por otro lado imponen una…tal vez muerte llena de sufrimiento, y mucho antes del tiempo que Dios pudo haber dictaminado a tantos jubilados que trabajaron toda su vida y ahora en el ocaso de sus existencias los someten a tantas privaciones con un mínimo que ponen las muertes en sus caminos antes de la hora señalada por Dios; porque esa hora la señalan humanos, que de haber abortado sus madres, se hubiera librado de ellos ahorrando muchas angustias y tormentos, tantos que a veces a obligado a más de uno preferir y acariciar la terrible idea de morir de un golpe, a seguir viviendo con la amargura de ver como les roban el privilegio como lo es, el derecho a una vida digna y sin privaciones.

¡Simuladores que tergiversan hasta sus mismos pregones de civilización y de una u otra manera marcan a sangre, hambre y fuego los destinos finales de la humanidad.

Obligan a maldecirnos los unos a los otros porque empujan a sufrir necesidades que desesperan y llenan de rabia innecesaria que obliga a la perdida del control mental, ante la impotencia de no poder desprenderse del ahogo que la arbitrariedad y la ignominia provoca.

¡Y dicen defender la vida!¿De qué vida me hablan


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios