Desarrollo

Generalmente, las disparidades en el desarrollo son estudiadas desde un enfoque global: entre países, provincias o regiones, lo cual puede ocultar posibles desequilibrios en áreas de menor tamaño. Por tanto, es necesario profundizar en los análisis, a través de investigaciones de la evolución del nivel de desarrollo socio-económico a escala territorial, para poder identificar los problemas existentes en el interior de las zonas de los territorios o provincias.

En este sentido, los Asentamientos Humanos constituyen uno de los elementos que mayor influencia tiene en la estructuración del territorio, a partir de su localización y las relaciones que se establecen con el medio, la actividad productiva y social que desarrollan sus habitantes y los asentamientos entre sí.

El propósito de estudios como el presente, es la mejora de la calidad de vida de la población del ámbito en que se aplica, la consecución de lo cual se basa en el desarrollo de los asentamientos humanos, concepto clave que será a continuación tratado a profundidad en el sustento teórico inicial para el estudio de cualquier territorio cubano.

Desarrollo, concepto y evolución.

“Definir desarrollo históricamente ha supuesto grandes dificultades, sin que todavía se alcance unanimidad en cuanto a su interpretación, por ser un concepto sujeto a una constante evolución. Sin embargo se conoce de una primera conceptualización en un documento público en la primera Declaración Inter-Aliada de 1941 y en la Carta del Atlántico del mismo año (Sunkel y Paz, 1986; Sunkel, 1996; Prats, 1999). Luego volvió a reafirmarse en la Conferencia de San Francisco en 1945, que dio origen a la Organización de Naciones Unidas (ONU).”

Producto del enriquecimiento y evolución continua de la definición de desarrollo se encuentran diversos términos asociados como: crecimiento económico, igualdad, desarrollo humano, desarrollo a escala humana, calidad de vida, bienestar y capacidad; y, en los últimos tiempos, desarrollo sustentable o sostenido.

En el terreno de la Economía se ha abordado el fenómeno del desarrollo desde diferentes ángulos, de acuerdo al aspecto que cada teoría ha considerado clave en este concepto. . Así, hay teorías basadas en: las condiciones demográficas (Malthus y neomalthusianos); las condiciones geográficas y de dotación de recursos naturales (Landes, Sachs); la acumulación de fuerzas productivas (Harrod-Domar); la tecnología “exógena” (Ramsey, Solow); la tecnología “endógena” (Schumpeter, Romer, Lucas); las relaciones económicas internacionales (Gunder, Prebisch); las relaciones económicas internas: (a) desigualdad (Easterly, Alesina), (b) “dualidad estructural” (Lewis, Todaro), (c) “demanda efectiva” (Rosenstein-Rodin, Hirschman), (d) la superestructura jurídica y política (Coase, De Soto); la ideología y las tradiciones religiosas (Barro, Sala-i-Martin). En: Solow,1956; Romer,1990; Lucas,1988; Huato, J., 2002.

En estas teorías se encuentra la génesis de las aportaciones de la economía regional en materia de desarrollo, pues “en bastantes aspectos, por no decir en la mayoría, la economía regional ha sido y es subsidiaria de las teorías económicas de carácter general, tanto en el campo microeconómico como en el caso de las teorías del crecimiento y en todo el ámbito de la macroeconomía”. (Cuadrado Roura, J.R. , 1988, pág . 70).