5. DANDO MARCHA ATRÁS EN EL RELATO: síntomas de que las cosas “no son como dicen”…

“…cuando nosotros comenzamos, no nos dieron nada…” (7)

Adelantar el final implica no saber cómo se fue dando el desarrollo de la obra ni la urdimbre que se va tejiendo entre los personajes. Es por esto que resulta interesante dar marcha atrás en la trama.

En el relato de los directivos acerca de la elección de las modalidades aparecen comentarios acerca de la escuela referente y las escuelas PITE. A pesar de que la sigla hace referencia al proyecto institucional que luego tendrían todas las escuelas polimodales, se conoció con esa denominación a los establecimientos que iniciaron en 1998 un proceso gradual de implementación del polimodal junto con otras ofertas de Educación Técnico Profesional.

“Las escuelas referentes que creo que habían sido tres en la provincia. (…) Y después se tenía las escuelas PITE, que eran algunas que fueron seleccionadas para iniciar el Polimodal y las asesoraba la escuela de referencia. En nuestra ciudad fue la escuela N°429 el EMPI que no me acuerdo el número, y la escuela “M”. (…) es así, primero se inicia el Polimodal en la 460 (referente); la 460 era, la escuela de referencia no sólo para la ciudad, también para una amplia región de la provincia. Después, al año siguiente esa de referencia es reconsultada, se reunían. El segundo año las PITE. Y el tercer año nosotros, el resto”. (3)

“…Hay escuelas, como por ejemplo yo digo en el caso de las escuelas PITE, que esas estuvieron como..., fueron las que empezaron, en donde había, digamos, de alguna manera habían dado el puntapié inicial, ¿no cierto? Una especie de ensayo...” (4)

Los actores reconocen, apenas comenzado el proceso de armado de las modalidades en las escuelas PITE, una serie de condiciones de inicio que no fueron para nada similares a las del resto de las escuelas.

“… ese año que empezaban con el piloto, les dieron horas y horas y horas y horas. Al año siguiente no le dan horas a nadie. Cuando empezamos nosotros no nos dieron nada”. (7)

“…cosas tan absurdas, como por ejemplo, la escuela “C”, como escuela PITE, armó una división para iniciar polimodal con los mejores alumnos de cada una de las otras divisiones. Fue una prueba de laboratorio donde... ellos empezaron con un curso. Pero era un curso de elegidos. Fue un curso de chicos que, inclusive ahora la misma gente de esa escuela lo refiere también así, ¿no?, era un curso o una división de elegidos, los mejores promedios de cada una de las divisiones se armó, este..., y habían hecho una encuesta y qué se yo. Pero de todos los chicos que eligieran empezar polimodal (los chicos tenían el derecho de elegir quiénes querían empezar polimodal y quiénes querían continuar la escuela media común) eligieron, ellos recuperaron los mejores alumnos y con esos armaron la división con la que querían probar la modalidad. Entonces, ¿qué pasó?, mil variables que intervienen en el hecho educativo normalmente, ahí estaban… Ahí estaban neutralizadas, porque todos los chicos eran estudiosos, todos tenían ganas, todos pensaban seguir estudios superiores, todos tenían familias que los apoyaran. (7)

“…eh..., no sé por dónde viene la diferencia. Pero yo veo que en “C”, como empezaron con el piloto, y la “T” que ni te cuento, fueron los primeros, primeros. Entonces les dieron disponibilidad económica para poner los docentes necesarios para eso. En “C” más horas y crear más horas para fulano, horas para sultano, horas para... Horas y horas y horas. Y en “LB” lo que hacían era achicar y ajustar”. (9)

“A esas escuelas les dieron capacitación, dinero”.(7)

Se tienen hasta aquí dos casos de escuelas que reciben indicaciones y las ponen en marcha. En ellas hay sólidos indicios de una fuerte relación entre el poder y la autoridad formal, legítima. Esto constituye un germen donde comenzar a desentrañar la trama de las relaciones de poder