2.6. Los directores…

“…y medio, cuando vos decís, bueno, vamos a hacer esto y listo. O sea, poco democráticamente… (4)

Es innegable el rol protagónico de este actor en la escuela, mucho más en momentos de toma de decisiones como la elección del polimodal; papel este que es reconocido por los docentes y aceptado por algunos directores.

“Yo en realidad no sabía bien para qué lado arrancar. Pero es como que la decisión fue más de la dirección”. (9)

“Para mí fue inteligente lo que hizo la directora de achicar y decir, bueno, las horas que tenemos a ver cómo las podemos hacer disponibles. Y lo armó bien… O sea, fue inteligente, no sé si..., si es lo mejor o lo peor. Pero fue muy inteligente. Porque vos pedías las horas y no te las daban”. (9)

Este docente reconoce en el directivo una capacidad natural de mando a la que hay que obedecer. Lo que se modifica en las expresiones de los profesores es la interpretación que hacen de la forma o estilo de gobierno de esos directores, es decir, el modo de ejercer la autoridad.

“…yo calculo que si vos sos directora tenés el derecho de, eh..., algún tipo de decisiones tomar. No ser tan democrática en algunos momentos”… “Obviamente, me gustaría que haya más democracia en la escuela, que las cosas sean, por ejemplo, si se decide tener una escuela mediana, que nos pregunten. Seguro, que me pregunten. Me gustaría formar parte de esa discusión”. (8)

“ellos lo que hicieron fue organizar el plantel y bueno, eh..., vos das esto, vos esto. No lo hicieron autoritariamente, o sea, dieron en lo posible, eh..., a elegir”. (2)

Algunos directivos, por su parte no dudan en reconocer el papel que les cupo al hacer la elección de la modalidad…

“…y medio, cuando vos decís, bueno, vamos a hacer esto y listo. O sea, poco democráticamente. No, porque me parecía que eso podía llevar una decisión un poco desde la dirección. Dijimos, bueno, vamos a elegir, estaban ahí en duda, había gente para una y para otro, dije vamos a hacer comunicación y ya está”. (4)

2.7. Los docentes…

“…el maestro se acostumbra a trabajar en la pobreza, ya sea en la pobreza de discurso, pobreza de sueldo, en la pobreza de materiales, en la pobreza de sentidos, y sigue, y sigue…” (6)

Esta expresión y las que siguen dan cuenta de cómo los docentes interpretan su lugar en el proceso de reforma.

“…fue demasiado. A mí me daban todo nuevo, un montón de cosas nuevas, otras no. Pero, eran..., eran muchas cosas nuevas, había muchas cosas raras que no sabíamos de dónde venían… y el gran cambio era el del docente que es el que tenía que pararse frente al curso y decir cosas que no sabía. O no sabía qué tenía que dar”. (9)

“No había cómo protestar tampoco. Protestábamos en los pasillos…”(8)

“…los que más sufrieron en realidad, por lo menos en esta escuela, fueron los profesores de francés”...(4)

En general, el docente se presenta asustado, con temores razonables frente al cambio pero predispuesto a trabajar. La parafernalia de modificaciones se hace presente sin consultas previas.

Se percibe entonces que los maestros se ven no valorizados, sumisos y resignados ante la situación de cambio para la que no les pidieron opinión. A través de sus manifestaciones, los entrevistados sugieren un maestro sin posibilidad de protesta y casi doblegado frente a los sacrificios que impone el ejercicio profesional pero conscientes, muchos de ellos, de las múltiples carencias e insuficiencias en las que quedan sumergidos.