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EL TÚNEL MÁGICO DE LOS PARADIGMAS ….LA CIENCIA REGIONAL AL ALCANCE DE LOS JÓVENES

Andrés E. Miguel Velasco y otros



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CAPÍTULO 7. TULA Y EL JARDÍN FANTÁSTICO DE LOS DIAGNÓSTICOS

Donají, José Pablo, Flor de Luna abrazando a Huitzi, y el pequeño danzante, flotando se aproximaron a una ciudad cubierta de todo tipo de flores, pero carentes de colores: era Tula. El techo de tan fantástica ciudad era un cielo matizado por un arco iris, ¡pero de tonalidades grises!.

La princesa Flor de Luna, impresionada por el orden de los edificios de la ciudad --pirámides con una exquisita decoración y con jardines por doquier--, trató de cortar una hermosa orquídea de color negro que llamó su atención, pero en el momento de intentarlo la flor la detuvo diciéndole:

--¿Quién trata de cortarme?. ¡Detente, aquí la muerte no existe!...Solo la provoca quien desconoce la armonía y el amor.

Flor de Luna, desconcertada con el suceso, retrocedió varios pasos hasta chocar con el pequeño danzante que la miraba sonriendo:

A sus espaldas escucharon otra vocecita que les dijo:

--No teman. Nadie les hará ningún daño, pues ésta es la región donde las almas prodigan el amor más sincero y profundo que pueda ser expresado.

Era la voz de un cempasúchil que se dirigía a los desconcertados caminantes:

--¡Aquí, uniendo nuestras voces, cantemos, pues tenemos la vida, y en esta región convivimos mi hermano, mi padre y mis amigos!.

Uniéndose entonces a quienes dialogaban, una flor de nopal expresó:

--¿Quien es el ser capaz de hacer daño en este lugar?.

No bien acababa de decirlo, cuando a sus espaldas escucharon una risa burlona que dijo:

--¡Nosotros, que somos los amigos de las metodologías de la confusión y del desorden!

Era Bezelao, nuevamente acompañado de la Matlacihua y su ejército de fantasmas, quienes inmediatamente se dedicaron a destruir todo lo que se encontraba a su paso, incluyendo las flores que empezaron a ser cortadas y a rodar por todas partes:

--¡Ja, ja, ja, como me divierte deshojar flores!, se explayaba la Matlacihua cortando y aventando flores por todos lados.

--Verdaderamente que resulta bastante divertido hacerlo, se unió a su algarabía Bezelao.

En pocos instantes el paraíso de Tula quedó convertido en un lugar de desolación:

--¡Ya paren con sus tonterías!, gritaba Donají.

--Verdaderamente que son unos destructores, intervino José Pablo.

--¡Yo los detendré con mis propias manos!, se expresó Donají llena de coraje, tomando la firme decisión de enfrentarse a Bezelao y sus secuaces.

--¡Ni lo intentes Donají!, la contuvo el pequeño danzante.

--¿Pero no ves lo que han hecho?, le respondió Donají furiosa.

--Han hecho algo verdaderamente grave, pues han aplicado una “metodología hermenéutica” bastante confusa, pero nosotros debemos actuar con la estrategia de la cautela...Por consiguiente, antes que nada conviene hacer un “diagnóstico” de la situación...

--¿”Hermenéutica”, un “diagnóstico”?, interrumpieron los niños al unísono al pequeño danzante.

--Sí, en casos como éstos conviene detenerse y reflexionar, analizar y evaluar lo que está sucediendo. El “interpretar” es la base de la “hermenéutica”, pero mal orientado el método puede generar confusión. Luego, agregó:

--Un “diagnóstico” es la comprensión del estado actual del problema o situación que se enfrenta, ayudados por el análisis de la información con la que se cuenta. En concreto, el diagnóstico describe y explica el contexto actual de los sucesos para poder ver cual es el camino a seguir a través de un plan.

--Pero en este caso la situación es obvia pequeño danzante, no necesitamos hacer ningún diagnóstico: todo es una verdadera destrucción, intervino Donají, la cual se notaba bastante enfadada.

--Así es, pero lo que tú estás viendo solamente es una parte de la problemática, pues el diagnóstico implica también valorar otros aspectos tales como: ¿podemos enfrentarnos a nuestros oponentes?, ¿no son demasiados para nosotros?, ¿somos más fuertes o más débiles que aquellos con los cuales competimos?, ¿dónde radica nuestra fortaleza?, ¿cuáles son nuestras debilidades?, ¿es posible reconstruir lo destruido?, ¿cómo podemos hacerlo?...

--Entonces realizar el diagnóstico implica efectuar una valoración de todo lo que nos rodea con la intención de conocer las causas, fortalezas y debilidades de nuestros enemigos y nosotros, con la intención de sacar provecho y ventaja de ello, intervino José Pablo.

--Efectivamente, y rápidamente debemos deducir una propuesta que nos permita reconstruir Tula tal y como tuvimos la fortuna de conocerla, pues déjenme informarles que existe un límite de tiempo para lograrlo...Verán, es casi mediodía en este lugar, y solamente tenemos oportunidad de reconstruir los jardines de Tula poco antes del anochecer, pues llegando la noche todo será irreversible, dijo el pequeño danzante con solemnidad.

--¡Oh, entonces tenemos que apurarnos!, intervino Flor de Luna.

--Niños, quiero escuchar su diagnóstico, así como las estrategias de sus propuestas para reconstruir Tula, fue tajante el niño guía.

--Bueno, mi diagnóstico es que efectivamente nuestros enemigos, en este momento, son más fuertes que nosotros, intervino José Pablo.

--Y la destrucción es muy grande, fue el breve comentario de Flor de Luna.

--Si a esto aunamos el tiempo que ya es muy corto, eso significa que nuestro ataque debe ser bastante efectivo, es decir, debemos concentrar nuestros esfuerzos en puntos decisivos, y yo propongo que sea en las debilidades de nuestros enemigos, fue tajante Donají.

--Bien, eso significa que ustedes han hecho un diagnóstico que apoya un “plan estratégico”, fue el decir del niño guía.

--¿”Plan estratégico”?, ¿qué significa?, fue la pregunta de Donají.

El Pequeño Danzante del Arco Iris iba a contestar, cuando intervino una dalia que afortunadamente se encontraba intacta:

--Significa que en este caso deben concentrar su esfuerzo y recursos en las debilidades concretas de sus enemigos utilizando sus fortalezas...

--¿Y cuáles son estas debilidades?, preguntó Donají.

--Se supone que es parte de lo que debimos haber diagnosticado, intervino José Pablo.

--Lo cual significa que si no lo hicimos es porque nuestro diagnóstico aun está incompleto, razonó Donají.

--Efectivamente, este importante “detalle” no ha sido destacado en los razonamientos que hemos hecho hasta ahora, fue el comentario del pequeño danzante.

--...¿Y si la debilidad estriba en el mismo daño provocado por los invasores?, intervino Flor de Luna.

--¿Podrías explicarnos?, fue la solicitud de Donají a la princesa que entonces razonó:

--Bueno, muchas veces manifestamos rechazo a lo que está más cerca de descubrir nuestras debilidades, nuestras verdaderas intenciones, nuestras aspiraciones más profundas, o que realmente pueden hacernos daño; es decir, yo considero que Bezelao, la Matlacihua y sus fantasmas verdaderamente le temen al perfume de las flores...

--¿El perfume?, interrumpió el pequeño danzante.

--¡Claro!, ¡ya entiendo!, confirmó Donají.

--¿Cómo es esto?, preguntó José Pablo.

--Pues que si ellos llegaron y de manera brusca destruyeron las flores es porque no quisieron oler los perfumes de este lugar, pues, o bien les gustan tanto que quedarían embriagados de felicidad, o bien, les causan tal repulsa que puede destruirlos, completó su razonamiento Flor de Luna.

--Lo que también significa que en ambos casos nuestros enemigos son débiles, razonó en voz alta José Pablo.

--Pues si el perfume es el punto débil de nuestros enemigos, entonces pongamos manos a la obra, pues como se dice por ahí, a río revuelto, ganancia de pescadores, dijo el pequeño danzante.

--Nosotros los ayudaremos en esta labor, fue el comentario de un ramillete de florecitas del campo que lograron levantarse después de haber sido aplastadas por la Matlacihua.

--Bueno, pues les propongo que la estrategia que ejecutemos tenga como propósito llenar de perfume a Bezelao y la Matlacihua, fue el comentario del pequeño danzante.

--Nos parece correcto, reafirmaron los niños.

--Pues manos a la obra. Niños escóndanse en un lugar donde puedan ayudarme, dijo el pequeño, ordenando también al ramillete de flores:

--Preparen la mayor cantidad de perfume que les sea posible, pues yo me encargaré de traer a Bezelao y la Matlacihua hasta ustedes.

Diciendo lo anterior, el niño guía se dirigió hacia el lugar donde se encontraban los destructores de Tula.


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