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EL TÚNEL MÁGICO DE LOS PARADIGMAS ….LA CIENCIA REGIONAL AL ALCANCE DE LOS JÓVENES

Andrés E. Miguel Velasco y otros



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CAPÍTULO 2. LA INVITACIÓN

Al llegar a casa, Donají y José Pablo notaron que un extraño viento soplaba en su jardín:

--¿Qué estará sucediendo, por qué todo está tan tenebroso, qué será ese ruido?, preguntó Donají.

José Pablo estaba a punto de responderle, cuando observaron a un zopilote que desde el árbol más alto de su jardín los había estado contemplando. Éste emprendió el vuelo rumbo a Monte Albán, uniéndosele al mismo un vampiro que merodeaba cerca de la ventana que daba a su estudio:

--¡Mira José Pablo, ellos se parecen al vampiro de Bezelao y al zopilote de la Matlacihua!. Esto me huele raro, exclamó Donají.

Los hermanos corrieron hacia su estudio, encontrándolo completamente desordenado:

--Se me hace que estuvieron hurgando en nuestro cuarto, dijo Donají.

--Efectivamente, no se encuentra el huipil que nos obsequió Flor de Luna, comentó José Pablo.

--No sólo el huipil, también ha desaparecido la piedra oscura de Bezelao y la pluma de Quetzalcóatl, señaló Donají.

--Esto es muy extraño, y supongo que tiene que ver con algo que ambos dioses están tramando, insistió su hermano.

--Por lo pronto, el ambiente que cubre la ciudad se ve más enrarecido, comentó con preocupación Donají.

--Efectivamente, pero veamos que más se llevaron, insistió José Pablo, quien se dedicó a buscar entre los papeles, plumas y lápices de su estudio completamente desordenado.

En la mesa que daba frente a la ventana donde ambos niños acostumbraban a hacer sus tareas, notaron un brillo proveniente de un rincón. Rápidamente se dirigieron hacia él, descubriendo una pequeña mariposa dorada revoloteando. Fue Donají quien extendiendo su mano permitió que la mariposa se posara en ella:

--¡Qué bonita es!, comentó.

José Pablo iba a responderle, cuando la mariposa comenzó a titilar y a emitir un delicado sonido de campanas. Ante su asombro la pequeña figura de oro cobró vida, diciéndoles:

--Niños, no se asusten...Soy yo, su amiga Flor de Luna, la princesa de Monte Albán, y vengo enviada por los dioses antiguos, en especial por el dios del Tiempo. Él está preocupado por la desaparición de Quetzalcóatl, y el poder que Bezelao ha adquirido para controlar la armonía de su mundo...

Donají y José Pablo se tomaron de la mano sin saber que decir. La princesa binigulaza, bajo la forma de hada, continuó diciendo:

--El mensaje está en este códice. Tómenlo por favor, se dirigió el hada a Donají.

--¿Y cómo nos enteraremos de su contenido?, preguntó ésta.

--Eso lo averiguarán en otra dimensión, respondió el hada.

--¿Significa que tenemos que viajar a otros mundos?, insistió José Pablo

--Así es, y si están interesados en ayudar como lo han hecho otras veces, deben apresurarse, pues el tiempo de que disponemos para viajar es muy corto. Dentro de unos breves instantes en el pasado mágico de su región se llevará a cabo una ceremonia en la cual deben conocer a quien puede ayudarlos a descifrar el mensaje y encontrar a Quetzalcóatl.

El hada Flor de Luna continuó con su explicación:

--Por ahora la dimensión mágica de Monte Albán se encuentra sumida en la tristeza. Cuando ustedes y yo derrotamos en el pasado a Bezelao y a la Matlacihua, volvió la felicidad. Pero posteriormente las deidades de la oscuridad regresaron a Monte Albán, donde se jactaron que ellos se apropiaron de la Ciencia en la dimensión humana, “para que la gente verdaderamente sepa lo que es la carencia de Bienestar”, según palabras burlonas de la Matlacihua. Por consejo del dios del Tiempo he venido a solicitar su ayuda para encontrar a Quetzalcóatl. No será una aventura fácil, pues nuevamente se debe luchar contra las fuerzas de la oscuridad...

--Con razón todo está oscurecido y enredado otra vez. Bueno, nosotros nos hemos enfrentado con Bezelao y con la Matlacihua. Quiero participar en la búsqueda de Quetzalcóatl, intervino Donají...

--Si tú participas yo también lo haré, respondió José Pablo.

--Si es así, entonces prepárense para el viaje, pues el dios del Tiempo considera que deben iniciarlo pronto, les indicó Flor de Luna, quien agregó:

--Ahora no solamente están trastocados la armonía y la Ciencia, sino también el “tiempo”. Esto implica que el pasado, el presente y el futuro de las regiones están alterados, y su viaje puede implicar recorridos tanto por el pasado como por el futuro de su propia dimensión para lograr el rescate.

--¿El tiempo alterado en las regiones?, la interrogó José Pablo.

--Debo recalcarles que tienen prohibida cualquier intervención en los sucesos históricos ya ocurridos y por suceder, aclaró Flor de Luna.

--¿Prohibido intervenir?, inquirió Donají.

--No puedo explicarles más, pero es posible que nos encontremos en esas dimensiones...Rápido, pues urge su partida, comentó el hada Flor de Luna.

--Suena interesante recorrer tanto el pasado como el futuro, y encontrarte en otra dimensión, comentó Donají.

Así que ambos hermanos rápidamente anotaron un recado para sus papás:

“Mamá y papá.

Fuimos al rescate de Quetzalcóatl a petición de nuestra amiga Flor de Luna, la princesa de la dimensión mágica de Monte Albán. No se preocupen por nosotros. Estamos en buenas manos y pronto volveremos como siempre: ¡bien!.

Besos y abrazos.

Los quieren Donají y José Pablo.”

Tomándose de la mano y mirándose a los ojos, los hermanos terminaron fundiéndose en el abrazo con el que siempre sellaban su pacto de unidad.

--¡Adelante!, respondieron llenos de ánimo decididos a emprender su aventura.

Entonces Flor de Luna tomó unos polvos dorados que llevaba entre sus alas de hada, que provocaron que Donají y José Pablo rápidamente pasaran a la dimensión mágica de Monte Albán.

--Ya están en el pasado de su región, y como ven, se encuentran en Monte Albán del Pasado, los ubicó Flor de Luna.

--¿Nos encontramos en Monte Albán?...¡Sólo son montículos!, comentó José Pablo.

--¡Qué diferente es al Monte Albán que hemos conocido hasta ahora!, exclamó Donají.

--Así es, y no puedo detenerme a darles más explicaciones, pues si se dan cuenta, es diciembre aquí, y es casi media noche. En el futuro de su región en esta temporada habrá mucha algarabía como ustedes ya saben, pues es “Noche Buena”...

--¿Noche Buena?...Pues no lo parece, comentó con decepción Donají.

--Sí, todo luce muy triste, reafirmó José Pablo.

--Efectivamente, estamos en la Noche Buena del Año de 1531, y debo marcharme...Si ponen atención, alguien viene, hizo una pausa Flor de Luna.

--Sí, parece que se acerca una sombra, comentó en silencio José Pablo.

--Se me olvidaba decirles lo siguiente: Donají, tú imitarás el canto del gorrión, y José Pablo, el del búho, y cuando les pregunten leerán esto...Es todo lo que puedo decirles por el momento, les deseo buena suerte...¡Empiecen a practicar los sonidos por favor!, les sugirió Flor de Luna, entregándoles a los niños unas hojas que brillaban en la oscuridad.

El hada se acercó a los niños para abrazarlos antes de despedirse. Después, arrojó los polvos que llevaba en sus alas, provocando que ella misma flotara sobre una nube dorada entre la cual desapareció.

Así inició la nueva aventura de Donají y José Pablo en la dimensión mágica de Monte Albán.


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