7.10.- MIGRANTES RECLAMAN EL FONDO DE AHORRO QUE NUNCA LES FUE DEVUELTO.

Después de años todo sigue sin respuesta y el problema se agudizó cuando cientos de braceros, de diferentes partes del país, entraron al rancho del entonces presidente Vicente Fox, en Guanajuato.

El fondo de ahorro, perdido y reclamado por los braceros era superior a los 500 millones de dólares, por lo que a la fecha a miles de braceros que, entre 1942 y 1964, se fueron a trabajar a Estados Unidos gracias a un convenio celebrado entre México y Estados Unidos. Se calcula, que en los años cuarenta, a nivel nacional unos 5 millones de mexicanos se acogieron al Programa Bracero, que pretendía facilitar la mano de obra en Estados Unidos, el proyecto que como se, ha mencionado anteriormente, fue creado en el año de 1942, en la administración de Franklin Roosevelt y Manuel Ávila Camacho, y para ello se habilitó un fondo de ahorro, que buscaba garantizar el futuro de los braceros, pues estos estaban en Estados Unidos por temporadas. De tal manera que el Gobierno creó un fondo de ahorro, descontándoles de su pago el 10 por ciento, el cual supuestamente les iba a servir cuando regresaran definitivamente a México.

Según las estimaciones de los diputados locales y federales serían unos 500 millones de dólares, lo que se juntó con las aportaciones de los braceros, que se perdieron con el paso de los años. La meta ahora es: encontrar los respaldos de ese dinero, para pagárselos a los miles de mexicanos vivos o a sus familias en caso de que hayan fallecido, para saldar la deuda que reclaman lo braceros.

Luego de mucho tiempo de discusión, el Congreso de la Unión aprobó hace seis años la creación de una comisión especial, de legisladores, para investigar en dónde quedaron esos recursos; los congresos de los estados hicieron lo propio. Los legisladores crearon un registro en el que participaron los municipios y la misma Secretaría de Gobernación, y aunque nadie prometió recuperar los fondos, estas instancias sí dieron esperanzas a los defraudados, que terminaron, desesperándose y presionando al presidente para que interviniera en el asunto.

Siempre se supuso que el gobierno mexicano entregaría el efectivo a cada rielero a su regreso a México. Incluso, se estableció como centro de pago el histórico edificio de La Ciudadela, en el Distrito Federal, y se sabe que hubo varios miles de ex braceros que hicieron el viaje a la capital y, en efecto, sí se les retribuyó. Pero fue una mínima parte, porque entre que se dieron cuenta de que podían cobrarlo, y entre que no podían hacer el viaje, muchos prefirieron dejarlo de lado.

Cabe señalar que, mucha gente ni siquiera se dio cuenta de que se les estaba descontando dinero, y muchos más pensaron que se trataba de algún impuesto no reembolsable.

Los requisitos para cobrar eran mínimos, ya que bastaba presentar la mica de bracero y el número de cédula. Alguna gente incluso pudo recibir su reembolso por correo. Se calcula que ni siquiera el diez por ciento del total de beneficiarios recibió el dinero del fondo de los rieleros. Y en el caso de los trabajadores agrícolas, que eran muchos más, y que se calculan en casi dos millones de personas, simplemente nunca recibieron en sus comunidades, ranchos o ejidos una sola pieza de la maquinaria agrícola que se suponía iba a ayudar a sacarlos del atraso.