PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2007-2012

En el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, se encuentran plasmados los esfuerzos que realiza México, como nación, en el ámbito de la educación superior, toda vez que el documento describe las prioridades y estrategias de la presente administración a cargo del Ejecutivo Federal. La principal premisa del texto se refiere al desarrollo humano sustentable, concebido como una esfera de oportunidades en donde todos puedan aumentar las capacidades y ampliar las oportunidades para generaciones presentes y futuras. En este sentido se apunta que la inversión en educación es de alta rentabilidad social y contribuye de manera significativa al crecimiento económico (PND, 2007-2012: 11-23); la educación también se convierte en una posibilidad real para que los ciudadanos puedan iniciar negocios propios de manera exitosa (PND, 2007-2012: 88) añadiendo además, la “seguridad” como condición fundamental para el logro de los objetivos sociales.

El tema principal que nos ocupa está referido en el área de Transformación Educativa, objetivo 3.3 del eje titulado “Igualdad de Oportunidades”. Los principios descritos para este trabajo son elevar la calidad educativa. Al respecto, el documento afirma que no existe una evaluación sistémica para medir logros académicos de los estudiantes en educación superior, sin embargo, se estima entre 53 y 63% de eficiencia terminal, pero acentúa que esto no garantiza una inserción al mercado laboral, lo que ocasiona una falta de vinculación entre la educación superior y la oferta de trabajo. El Plan afirma que es necesaria una educación de calidad y que los contenidos y métodos educativos respondan a las características que demanda el mercado laboral (PND, 2007-2012: 106).

El texto citado apunta que la calidad educativa comprende cobertura, equidad, eficacia, eficiencia y pertinencia, siendo éstos criterios útiles para comprobar avances, así como el desarrollo de los estudiantes, los requerimientos de la sociedad y el entorno internacional. La calidad también está referida a impulsar el desarrollo de las capacidades y habilidades individuales en los ámbitos, intelectuales, afectivos, artísticos, deportivos, al tiempo se que fomentan valores para la solidaridad social y la competitividad internacional que exige el mundo del trabajo. Estos aspectos se deben trabajar de manera trasversal en los diferentes niveles y grados del sistema educativo nacional.

Una estrategia, señala el texto, será la evaluación a través de un sistema comprobado y aprobado para la medición, donde se evalúe al alumno, al docente , a los directivos, los procesos de gestión, y se incorporen valoraciones objetivas a los sistemas curriculares en educación superior ; es primordial actualizar los programas de estudio, sus contenidos, materiales y métodos, para el desarrollo integral de los estudiantes, con la finalidad de elevar su pertinencia y relevancia acorde con las necesidades actuales que exigen una educación que desarrolle capacidades, habilidades y competencias que les permitan salir avante, en un mundo cada vez más profesional, que se traducirá en un crecimiento exitoso para México en el aspecto económico y de desarrollo humano.

Fortalecer el federalismo educativo, es otra estrategia que señala el documento. Con la finalidad de asegurar la viabilidad educativa, es fundamental la cooperación de autoridades educativas estatales para lograr la inversión en infraestructura y servicios educativos necesarios, así como, la asignación de recursos para elevar los procesos educativos. Los criterios para la inversión económica serán de equidad, entre las zonas más rezagadas y las que han alcanzado mayor desarrollo.