1.2 INFLACIÓN LIBRE E INFLACIÓN REPRIMIDA

La inflación libre se caracteriza porque el gobierno permite subir los precios para equilibrar el mercado, mientras que la inflación reprimida es una situación en la que al menos, una clase de precios no puede subir porque el gobierno establece medidas de fijación de precios máximos legales. Al hablar de precios se hace referencia a los salarios, precios de los artículos de consumo, tasas de interés y tipos de cambio de divisas.

Un ejemplo de estos tipos de inflación es el descrito a continuación y expuesto por Friedman (1976). En Alemania después de la primera guerra mundial se presentó una “hiperinflación fantástica”, tanto que los precios se duplicaban de un día para otro y los empleadores pagaban a sus empleados hasta tres veces al día, antes del desayuno, almuerzo y cena, para que salieran a comprar antes que su dinero se desvalorizara.

Para después de la segunda guerra se presentó también inflación pero en menor grado y ya no libre, de ser así se habría requerido de un aumento en los precios hasta de cuatro veces para poder absorber el dinero circulante. Se implantó un control de precios casi para todos los rubros, vigilado con rigidez por las fuerzas norteamericanas, francesas e inglesas y con menos escrúpulos que los de la policía y fuerzas armadas nacionales de la época, no obstante fue logrado con éxito.

Sin embargo, la producción alemana se redujo aproximadamente a la mitad de lo que se producía antes de la guerra, se hacía trueque, los trabajadores que producían cacerolas o utensilios de aluminio lo hacían durante tres días, cobraban en cacerolas y se iban los otros días de la semana a recorrer el campo buscando un cambio con algún granjero que tuviese tubérculos o diferentes víveres.

Nadie quería comerciar a los precios oficiales pues representaban solo una cuarta parte de los precios de mercado; los cigarrillos, el café y el coñac se convirtieron en el sustituto del dinero para reducir la desventaja del trueque puro. Friedman muchas veces dijo: “El coñac que circuló en esa época como dinero extraoficial, fue por cierto el dinero más líquido que el mundo ha visto jamás”.

Duesenberry (1965; 175) hace una relación entre el dinero y la inflación afirmando que la mayoría de los economistas concuerdan en que hay una relación entre los cambios de oferta monetaria y los cambios en los precios, no obstante dicha relación es indirecta ya que las disponibilidades monetarias influyen primero sobre los gastos en bienes y servicios, para que luego la tasa de gasto en bienes y servicios influya sobre la variación de los precios.

Por consiguiente es importante precisar que el índice de celeridad en la creación de dinero para un país en vía de desarrollo, depende de si el objetivo principal es la salud de la economía o la recaudación del gobierno, para la primera intención lo mejor es tener un nivel de precios que decrezca a una velocidad que permita que la tasa nominal de interés, libre de riesgos, se acerque a cero, como lo afirma Friedman (1976: 70)