BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LAS POLÍTICAS INDUSTRIALES DURANTE EL GOBIERNO DE RAÚL ALFONSÍN

Priscila Palacio



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II.3.5. POLÍTICA EXTERIOR. EL ACUERDO ALFONSÍN – SARNEY

Para muchos especialistas en Latinoamérica, el verdadero proceso de integración al Sur de esta región, que habría de desembocar posteriormente en la creación del MERCOSUR, comenzó a fines de 1985. Fue en dicha oportunidad cuando los presidentes Raúl Alfonsín (Argentina) y José Sarney (Brasil) se reunieron en ocasión de la inauguración del puente internacional “Presidente Tancredo Neves”. Se suscribió entonces el documento que se conoció como Declaración de Iguazú, que fue firmada en Foz de Iguazú el 30 de noviembre de 1985, donde ambos mandatarios coincidieron en una serie de temas, como las dificultades económicas de la región debido al problema de la deuda externa, al incremento de las medidas proteccionistas en el comercio internacional, y al deterioro de los términos de intercambio, entre otros; acordaron entonces en el diagnóstico de la urgente necesidad de América Latina de reforzar su poder de negociación en el mundo. Con ese fin, decidieron comprometer los esfuerzos de ambos gobiernos, a los efectos de incentivar las políticas de cooperación e integración entre las naciones latinoamericanas. También los mandatarios expresaron su consenso sobre otros temas, como la necesidad de revitalizar la OEA, y el apoyo a la gestión del grupo Contadora, que consideraron el mejor medio para lograr una solución a la crisis centroamericana. Por su parte, el presidente de Brasil, José Sarney, expresó el apoyo de su país al reclamo de Argentina, en el tema de las Islas Malvinas. Los presidentes expresaron su voluntad de acelerar el proceso de integración bilateral, y con esa finalidad decidieron la creación de una Comisión Mixta de alto nivel de cooperación en integración económica bilateral, para examinar y proponer programas, proyectos y modalidades de integración económica. Recalcaron la importancia de los acuerdos firmados entre ambos gobiernos en ese año, para expandir y equilibrar el intercambio comercial entre Argentina y Brasil; y se congratularon por haber firmado (en dicha oportunidad) la Declaración Conjunta sobre Política Nuclear.

A mediados del año siguiente, el 29/7/1986, en Buenos Aires, los mandatarios de Argentina y Brasil suscribieron el Acta para la Integración Argentino – Brasileña. Mediante dicho documento se establecía el Programa de Integración y Cooperación Económica (PICE) entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil. Se trataría el mismo de un programa gradual, flexible, y que incluiría en cada etapa un conjunto reducido de proyectos integrados; sería un programa equilibrado, en el sentido de no inducir a una especialización de las economías en sectores específicos; debía estimular la integración intra-sectorial. Este programa también propiciaría la modernización tecnológica y una mayor eficiencia en la asignación de recursos en las dos economías, a través de tratamientos preferenciales ante terceros países, y la armonización progresiva de las políticas económicas con el objetivo de elevar el nivel de ingreso y de vida en las poblaciones de los dos países. Como consecuencia de este programa se procedió a la aprobación de los Protocolos adjuntos al Acta, que se consideraron como la primera etapa del PICE entre Argentina y Brasil. Entre estos protocolos encontramos los referidos a bienes de capital (N° 1), trigo (N° 2) complementación del abastecimiento alimentario (N° 3), expansión del comercio (N° 4), entre otros (hasta agosto de 1989 se suscribieron 24 protocolos).

Luego, el 10 de diciembre de 1986, los presidentes de Argentina y Brasil suscribieron el Acta de Amistad Argentino – Brasileña, Democracia, Paz y Desarrollo. Por la misma, ambos mandatarios reafirmaron la amistad argentino – brasileña; que el crecimiento económico es condición necesaria para la justicia social, la consolidación de la democracia y la paz. Además, se congratularon por el PICE, que ambos países estaban llevando adelante, y se comprometieron a hacer cada vez más sólida la cooperación bilateral en todos los sectores.

Luego, el 29 de noviembre de 1988, R. Alfonsín y J. Sarney suscribieron el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil. Entre los objetivos del mismo figuraba la conformación de un espacio económico común. Ello se realizaría en dos etapas, consistiendo la primera en la remoción de los obstáculos tarifarios y no tarifarios al comercio de bienes y servicios entre los países; y la segunda, consistiría en la armonización gradual de las políticas necesarias para la formación del mercado común entre los Estados Partes.

A mediados de los años ochenta, cuando se produjo el acercamiento entre ambos países con la firma de protocolos Alfonsín – Sarney, muchos analistas internacionales se planteaban que en el caso particular de Argentina, el éxito o fracaso de los acuerdos podían constituir un instrumento gravitante, para superar la crisis o para agudizar la desintegración productiva. Que, en cambio para Brasil, los acuerdos con Argentina no eran el eje principal de su estrategia. Ello porque ambos países se encontraban en situaciones muy asimétricas, en cuanto a la tasa de formación de capitales y el grado de tecnología incorporado en las estructuras productivas.

En cuanto al análisis de la relación comercial entre Argentina y Brasil, es necesario evaluar la información que nos brindan las tablas 18 y 19. Se analizan las principales exportaciones e importaciones de la Argentina, durante los años ochenta, y dentro de ellas, las que fueron destinadas a Brasil y las que tuvieron ese origen, ya sea que se trate de exportaciones o importaciones, respectivamente. Los datos estadísticos nos muestran que los principales productos de exportación de la Argentina en el período, con destino a Brasil, fueron productos primarios, y en menor medida, productos con valor agregado; mientras que las principales importaciones de la Argentina, originadas en Brasil, fueron productos con valor agregado. Si bien hacia fines de la década se observa un tímido incremento en la exportación de productos con valor agregado a ese país, no puede aseverarse que el acercamiento político con Brasil haya permitido incrementar las exportaciones de productos industriales hacia ese país, en forma significativa, en la década de 1980.


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