B. PROSPECTIVA TERRITORIAL

En el marco de la planificación del desarrollo, la prospectiva territorial se convierte en una herramienta útil para establecer tanto las tendencias de lo que pueden ser las cosas, de acuerdo a las circunstancias actuales y hechos pasados, como las acciones pertinentes a una apuesta de futuro en la que lo deseable y realizable constituyan un propósito de común esfuerzo para lograrlo.

En las anteriores páginas, se ha establecido a manera de diagnóstico un análisis situacional de carácter socio-espacial de la zona de desarrollo, a partir de cuatro ejes temáticos, que delimitaban a modo próximo la realidad del territorio. Sin embargo, el valor agregado que ofrece la planificación consiste en identificar, teniendo en cuenta lo que se es y de dónde se viene, los escenarios tendenciales que servirán de punto de referencia para diseñar las estrategias con las que se buscará el mejor estar social en un horizonte de tiempo determinado.

B.1 Escenarios tendenciales

Al hablar de escenarios tendenciales, se hace alusión a cómo serían las circunstancias de la zona desarrollo, dentro de una concepción espacio-temporal, si la realidad actual continuara bajo una secuencia inercial, es decir, si las cosas no cambian.

Como se observa en el cuadro B.1, el escenario tendencial para la zona de desarrollo es desfavorable para la población. Lo cual indica, que de acuerdo a como se está viviendo la situación actualmente esta propenderá por empeorar si no se definen las acciones de cambio social pertinentes en el plazo corto.

B.2 Escenario deseable: Visión

En la zona de desarrollo integral no todo es negativo. Se han podido identificar algunos gérmenes de futuro con lo que es puede potencializar la obtención de un escenario futuro deseable y a la vez con la factibilidad de hecho.

Con la presencia institucional de organizaciones como el PDPMM, la ACVC, los programas de familias en acción y guardabosques y la movilización, el liderazgo social ejercido actualmente por las JAC y la entrada en funcionamiento de asociaciones de mujeres, hacen prever que existe una posibilidad de mejora para la población en los próximos años.

De acuerdo a lo anterior, la población ha identificado lo que será la prospectiva territorial de la zona de desarrollo, consistente en que:

Para el 2015, la zona de desarrollo se caracterizará por ser un territorio de paz, convivencia social, tolerancia y de respeto de los derechos humanos; libre de la producción de cultivos ilícitos, donde las actividades agroindustriales en productos como el cacao, café, caña de azúcar, arroz, maíz, junto a la piscicultura y la ganadería conformarán la base de la economía, la ocupación y la generación de ingresos de la población, en una forma sustentable en armonía con el medio ambiente.

La zona tendrá personería jurídica para administrar autónoma y colectivamente su desarrollo. El 100% de las personas que en ella viven dispondrán de servicios públicos permanentes, de tal manera que no habrá analfabetismo ni deserción escolar y en la que la población estudiantil estará cubierta totalmente por el sistema educativo. Las escuelas y los puestos de salud contarán con el personal idóneo y permanente, con una infraestructura locativa adecuada. El sistema de intercomunicación vial garantizará la fácil movilidad de las personas y el fortalecimiento de la producción y el comercio a nivel Interveredal y con los centros de consumo regionales y nacionales.

Los miembros y líderes de las organizaciones comunitarias como las JAC estarán profesionalizados, desempeñando gestiones con resultados para la población. Las asociaciones de productores, tanto de hombres como de mujeres estarán fortalecidas y capacitadas liderando procesos productivos, con eficiencia y productividad.