1. PARTE GENERAL

A. DIAGNÓSTICO

A.1. DELIMITACIÓN GEOGRÁFICA

La zona de desarrollo integral se encuentra ubicada al sur del departamento de Bolívar. Está Integra por 36 veredas pertenecientes a los municipios de San Pablo, Cantagallo y Simití, que son:

De San Pablo pertenecen: Cerro Azul, Alto Berlín, Las Colinas, San Juan Bajo, Villa Nueva, El Retorno, Monte Carmelo – Alto Sicué, Medio Sicué, Caño Frío, Agua Sucia, La Unión, La Florida, La Golondrina, La Fría, El Jardín, Patio Bonito, Vallecito y La Esmeralda. De Cantagallo corresponden: La victoria, El Taladro, La Peña, Caribú, El Limón, Miralindo, Diamante, Yanacué, Chaparral, La Palúa y El Cedro. De Simití hacen parte: El Diamante, Las Pavas y El Paraíso.

De acuerdo a los mapas geo-conflictivos con referencia al sur de Bolívar, se puede establecer que al interior de la zona de desarrollo confluyen dos aspectos: el primero, sería el relacionado con la pertenencia de las veredas a las zonas de dominio, influencia y disputa de organizaciones armadas ilegales como las FARC, ELN y las AUC. Y como consecuencia de lo anterior, en segundo lugar, se presentan veredas que se caracterizan por presentar una expulsión rural-urbana, urbana-rurales (receptoras) y una alta vulnerabilidad por expulsión forzada de las AUC.

Considerada como un espacio muy sensible, la delimitación inicial de la zona de desarrollo se constituyó tomando en consideración los criterios de pobreza, presencia de cultivos ilícitos y violación de derechos humanos, para de este modo establecer políticas de intervención estratégica que procuren contrarrestar las condiciones irregulares de atraso, marginación y desarticulación social presentes en la población.

La interpretación territorial de la zona de desarrollo se toma a partir de un criterio de flexibilidad en los límites que la definen, es decir, será un área en permanente expansión teniendo en cuenta los resultados y las evaluaciones realizadas durante el proceso de consolidación y puesta en marcha de los programas y proyectos de intervención estratégica.

Se adopta un enfoque dinámico del territorio, en el sentido de considerarlo como un cuerpo en permanente expansión y contracción, en contraposición a lo que es el enfoque estático clasico de territorio, cuya estructura y delimitación son fijas e inmutables, sin sufrir transformaciones y reacomodamientos de las áreas físicas delimitatorias.

Este enfoque le permite a las demás comunidades, mantener una opción de inclusión-exclusión del territorio, en la medida en que observen el desenvolvimiento de los acontecimientos de desarrollo al interior de la zona, que pueda beneficiarlos o desbeneficiarlos de conformidad con una decisión soberana tomada por las mismas comunidades.