4.6 “Rebusque” guaro.

El item Nº 11 indagó entre los habitantes de Barquisimeto encuestados, si realizaban alguna actividad que, en su criterio, pudiera ubicarse en el territorio de la informalidad.

Frente a la pregunta “¿Realiza Ud. alguna actividad que pudiera considerarse dentro de la Economía Informal?”, casi un 70% (69,33%) respondió negativamente, pero el 30,67% restante manifestó que sí realizaba actividades a catalogar como propias de la EI.

Al consultar a quienes respondieron afirmativamente, qué actividades desarrollaban, las categorías o áreas resultantes corroboran en cierta forma los resultados obtenidos en ítems previos. Las respuestas espontáneas y abiertas fueron analizadas y agrupadas en las siguientes categorías: Venta de mercancía seca /comerciante (25,97%); venta de ropa y accesorios (17,91%); venta de comida (15,22%); artesanía-manualidades (8,36%) y alquiler de teléfonos celulares (5,97%). El resto de las actividades se distribuye en menor cuantía entre la venta de perfumería y artículos de belleza, venta de productos por catálogo y la comercialización de c.d´s piratas.

Como dato curioso, un 4,18% de los entrevistados se autodefinió como “buhonero”, lo cual llama la atención, dado que el estudio abarcaba una muestra poblacional variada, en la cual no se pretendía entrevistar a buhoneros o acudir expresamente a los mercados o sitios en los que se concentran estos vendedores informales en la ciudad de Barquisimeto.

4.7 El consenso en torno a una solución.

La última pregunta del instrumento diseñado para el estudio, le formuló de manera abierta y directa a los barquisimetanos, cual sería, en su opinión, la solución para reducir la Economía Informal, partiendo de la premisa de que la formalidad y el cumplimiento de ciertos parámetros legales, tributarios o laborales, independientemente del tamaño, escala o área de actividad de la persona o unidad productiva, es el “deber ser” y el estatus ideal, de cualquier esquema organizativo que persiga el lucro en la realización de una actividad comercial, industrial, artesanal o de servicio, en la jurisdicción del Municipio Iribarren del Estado Lara.

Formulada la interrogante, la contundencia de la respuesta denota la gravedad de una problemática persistente en el momento actual, en el plano socio-económico local y nacional: La creación de nuevas fuentes de empleo concentró el 73,41% de las respuestas; promover la apertura de nuevas empresas e inversiones, 8,71%. Ambas categorías, muy vinculadas quizá en el sentir que expresan, representan el 82,12% de las opiniones obtenidas. Exiguos porcentajes, en cambio, se distribuyeron en opciones como “cambio en la política económica gubernamental” (3,68%); “legalización-formalización de los informales” (1,81%), “educación-capacitación-conciencia ciudadana” (2,45%) y mayor autoridad del gobierno-cumplimiento de la Ley (1,69%).

Además del consenso en torno al desempleo, como realidad a atacar para disminuir la presencia de la EI, se puede apreciar una alusión indirecta al Estado, en sus múltiples instancias y ámbitos de acción, como actor llamado a articular acciones y a asumir responsabilidades frente a la problemática de la informalidad.