1.6. Consideraciones finales del capítulo

A tenor de lo expuesto en los epígrafes anteriores, se extrajo un conjunto de ideas centrales que abarcan la esencia de lo tratado. Estas son:

1- Como disciplina emergente, la Bioinformática se encuentra aún delineando los contornos de su alcance. Actualmente su rango de acción son las técnicas de la información aplicadas a la investigación biológica.

2- Basa sus resultados en buena medida a partir de la colaboración, pues además de capital y tecnología requiere sobre todo de una alta calificación y una constante superación y actualización de su personal.

3- El vínculo (o relacionamiento) universidad-sector productivo es imprescindible en cualquier región o país del mundo si se quiere potenciar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.

4- Esta relación es mutuamente ventajosa para ambas partes. Las universidades se benefician con la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento que pueden constituir una palanca para el crecimiento económico y un estímulo para la investigación universitaria, para su pertinencia y aún para su relevancia. El sector productivo, por su parte, garantiza la superación y recalificación de su capital humano y adquiere nuevos especialistas capaces de enfrentar la innovación y los emprendimientos actuales.

5- Existen diferencias en las características de la relación universidad-sector productivo según el tipo de formación. (Pregrado o Posgrado).

6- Es particularmente necesaria la colaboración universidad-sector productivo en el caso de las disciplinas emergentes debido al desfase que puede darse entre las producciones académicas y científicas de las universidades y las necesidades reales del sector productivo, si no marchan armónicamente.

7- Cuba, siendo un país del Tercer mundo y con condiciones socio- económicas particularmente complejas ha podido insertarse con éxito creciente entre las naciones que tienen un desarrollo sostenido y cada vez más sólido en el ámbito de la Bioinformática.

8- El desarrollo de la Bioinformática en Cuba ha venido materializándose a partir de la integración multidisciplinaria en proyectos entre centros de los diversos polos científico-productivos y las universidades.