BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LATIBEX. EL MERCADO LATINOAMERICANO DE VALORES

Lorenzo Jiménez Almaraz



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3.- LA BOLSA ESPAÑOLA Y EL IBEX 35. LA BURBUJA TECNOLÓGICA (2000-01).

En la segunda mitad del año 2001, en la Bolsa española se aprecia una clara desproporción entre el deterioro de los resultados económicos y el derrumbe en las cotizaciones de los mercados financieros. Independiente de las fuerzas exógenas que causan mínimos sucesivos, estos datos han llevado a la conclusión, que tal vez lo que haya que explicar y estudiar no es el desplome del presente, sino la subida del pasado; es decir: estudiar las variables endógenas del año anterior, tal vez, el más importante del último ciclo bursátil.

El año 2000 la Bolsa española, que posiblemente evidencia un optimismo desmesurado, se encuentra con un factor de decepción, la rentabilidad negativa creada por el mercado en general, que por otra parte resulta ser factor común de los mercados mundiales.

Según datos de la Bolsa de Madrid, tanto el selectivo IBEX-35 como el Índice General (IG) sufren caídas del 21,70% y 12,7% respectivamente, limitando sus pérdidas el Índice Total al 10,4%.

El mal comportamiento de estos y otros índices, puede deberse a las inquietudes de los inversores acerca de algunos aspectos coyunturales del complejo mercado. La supervaloración de los valores tecnológicos en 1999 sin el respaldo de unos buenos fundamentales, comienza a titubearse a principios del ejercicio, en sincronización con los mercados bursátiles mundiales.

Paralelamente, se comienza a temer que el denominado “aterrizaje suave” de la alta cotización del dólar se traduzca en una caída de los resultados empresariales. De igual manera, se teme que la subida del petróleo y la divergente paridad euro-dólar, se asiente y siembre la duda en el futuro económico de los ciclos europeos y concretamente el español. Sin embargo, este difícil año resulta significativo por el gran crecimiento de los beneficios totales de las empresas que cotizan en Bolsa, cuyos volúmenes rompen registros históricos, no sólo en términos absolutos, 4,5 billones de pesetas, sino también relativos, consecuencia lógica de la presentación de una tasa de crecimiento del 26,78%, que posteriormente resulta la mayor del decenio.

La Bolsa de Madrid, contrata ese año, 81,3 billones de pesetas, que suponen 1200 veces mas que lo contratado en 1980 y casi veinte veces mas que lo que se negocia en 1990. El 2001 queda marcado por el elevado crecimiento de casi todas las magnitudes, absolutas y relativas. Los indicadores coyunturales y estructurales reflejan mejoras cualitativas y cuantitativas.

Con esto, el crecimiento del mercado no sería posible si en la economía no existiese una corriente paralela de demanda de títulos por parte de los inversores, no sólo nacionales sino también internacionales como muestra el hecho de que en el reparto de la contratación ha destacado notablemente la participación de los inversores no residentes, que se multiplica por 30 en el período 1991-2000, siendo la tasa media anual acumulada de crecimiento en el mercado secundario del 40,36% en este mismo intervalo de tiempo.

El análisis estadístico de lo que representa la contratación extranjera, refleja que la suma de compras y ventas de estos inversores en 1998 era del 43,9% del total del mercado continuo, en el 2000 fue del 54,6% lo que demuestra que más de uno de cada dos euros negociados mediante el Sistema de Interconexión Bursátil (SIBE) tiene como origen un inversor no residente que procede en su mayoría de la Unión Europea y Estados Unidos. Todo ello ha sido propiciado por los nuevos canales tecnológicos que se ponen a disposición de la economía. La tecnología se pone al servicio del inversor y la información se torna en la mejor herramienta para la toma de decisiones estando al alcance de la mayoría.

Otro factor determinante fue la aparición de los warrants, que son valores que dan a su poseedor el derecho a adquirir valores de una sociedad y están teniendo un enorme peso en los mercados financieros. En el año 2000 se hacen más de 400 emisiones y desde el inicio de 2001 hasta julio se contabilizan 242 con lo que el número de emisiones se acerca al millar, ya sea sobre índices nacionales (Ibex-35) o internacionales (Nasdaq o Nikkei).

Esto es, el estado de la Bolsa de valores y sus principales variables en el marco que ocupa el año 2000 y el primer trimestre de 2001, dónde nos encontramos que la inflación vuelve a brotar en la UE disparándose el IPC de Alemania, Francia y España.

INVERSIÓN EXTRANJERA 1991/2000

Datos: Bolsa de Madrid. Elaboración propia.

La producción industrial europea desemboca en recesión, pero como contrapartida, el consumo de los particulares y los hogares consigue mantener la economía en números negros a ambos lados del Atlántico, sobre todo Argentina. No obstante, el contexto generado por los malos resultados de las empresas tecnológicas, alimentan cierta apatía bursátil, y en sólo un año las contrataciones negociadas en la Bolsa de Madrid se minoran en más de 100.000,00 millones de euros, como muestra el siguiente gráfico.

Datos: Bolsa de Madrid. Fuente: Elaboración propia.

Recientemente, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (ECOFIN) ha rechazado un nuevo impuesto europeo para financiar la ampliación de la UE hacia el Este. Este hecho coloca al BCE ante la eterna disyuntiva de la economía clásica: contener la inflación o dotar al sistema de nuevos estímulos monetarios para reanimar la economía.

En cualquier caso, la actividad bursátil que nos atañe ha pasado de ser minoritaria a ocupar una posición relevante en el sistema financiero de toda la zona euro. Diversas encuestas del Banco de España coinciden, entre otros datos, en que uno de cada cuatro españoles a partir de 18 años tiene algún dinero invertido en productos bursátiles y se aprecia un cambio en la mentalidad ahorradora de la sociedad moderna, pasando a ser el modo habitual de ahorro de una parte significativa de ella.

De acuerdo con lo anterior, podemos concluir, que el extraordinario desarrollo de la Bolsa se debe: a la aparición de nuevos canales de información que propiciaron su acercamiento a la sociedad, a la modernización de los sistemas y la globalización de los mercados, como muestra el crecimiento espectacular de la capitalización del mercado Latibex, es decir, el Mercado de Valores Latinoamericano en euros.


 

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