CAPÍTULO IV CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL

PRIMERA PARTE GENERALIDADES

Este capítulo, el más largo del presente documento dividido en dos partes, pone en manos del policía los aspectos generales que debe conocer en materia penal y le da a conocer además cada uno de los delitos considerados por la legislación.

En la primera parte se expone el concepto más simple de la palabra delito, se explica lo que es dolo y lo que es culpa y cuándo nos encontramos ante un delito culposo u otro doloso; quiénes son los responsables en la comisión de un delito; a quiénes se aplica la legislación penal; en qué casos puede aplicarse retroactivamente la legislación penal; las causas de exclusión del delito; las consecuencias jurídicas del delito; la responsabilidad de las personas morales; los delitos graves y no graves; los delitos que se persiguen por querella; la flagrancia; la libertad provisional; la extinción de la pretensión punitiva; la prescripción en materia penal; la supresión del tipo penal y lo que debe hacerse en caso de la existencia de una sentencia anterior dictada en proceso seguido por los mismos hechos.

Por otro lado, y estando conscientes de que la seguridad pública implica el mantenimiento del orden público, el salvaguardar la integridad de las personas y sus bienes y el prevenir la comisión de hechos ilícitos y faltas administrativas entre otros fines, y que éstos se encuentran íntimamente relacionados con la legislación penal, se incluye una segunda parte en este capítulo a efecto de que una vez que el elemento de seguridad pública le haya dado lectura, tenga más y mejores elementos para cumplir con su deber.

En dicho segmento se citan los delitos considerados por el Código Penal para el Distrito Federal con una breve explicación de cada uno de ellos y se indica cuándo y en qué casos se cometen. Se presentan los delitos: contra la vida y la integridad corporal; de procreación asistida, inseminación artificial y manipulación genética; de peligro para la vida o la salud de las personas; contra la libertad personal; contra la libertad y seguridad sexuales y el normal desarrollo psicosexual; contra la moral pública; que atentan contra el cumplimiento de la obligación alimentaria; cometidos en contra de un miembro de la familia; contra la filiación y la institución del matrimonio; contra la dignidad de las personas; contra las normas de inhumación y exhumación y contra el respeto a los cadáveres o restos humanos; contra la paz, la seguridad de las personas y la inviolabilidad del domicilio; contra el honor; contra el patri- 71 monio; de operaciones con recursos de procedencia ilícita; contra la seguridad colectiva; contra el servicio público cometidos por servidores públicos; contra el servicio público cometidos por particulares; en contra del adecuado desarrollo de la justicia cometidos por servidores públicos; cometidos por particulares ante el ministerio público, autoridad judicial o administrativa; cometidos en el ejercicio de la profesión; contra la seguridad y el normal funcionamiento de las vías de comunicación y a los medios de transporte; contra la fe pública; contra el ambiente y la gestión ambiental; contra la democracia electoral; y contra la seguridad de las instituciones del Distrito Federal.

Cuando el elemento de seguridad pública conoce las conductas considerada como ilícitas por la legislación penal, su labor se facilita ya que cuando se encuentre ante la comisión de un hecho ilícito no titubeará y sabrá de inmediato ante qué delito se encuentra, lo que le permitirá llevar a cabo una adecuada puesta a disposición en la que exprese claramente las conductas observadas por los presuntos responsables, situación que además le facilitará su labor al agente del Ministerio Público al integrar la correspondiente averiguación previa.