INTELIGENCIA HOLISTICA LA LLAVE PARA UNA NUEVA ERA

INTELIGENCIA HOLISTICA LA LLAVE PARA UNA NUEVA ERA

Fredy Hardy Wompner Gallardo

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CAPITULO VI. LA CONCIENCIA COLECTIVA DEL PLANETA

No hay nada que ocurra en los planos superiores del espíritu que no se manifieste en plano físico. Si estamos en presencia del nacimiento de una nueva especie de hombres con una conciencia mas desarrollada y preocupados de la responsabilidad que les acarrea su naturaleza multidimensional es una consecuencia ineludible que también se comience a pensar en expresiones colectivas de actividad restauradora y edificadora de un nuevo mundo.

A lo anterior se suma que justo en el momento del cambio de era y al final del milenio -cuando la civilización se encuentra en una encrucijada fundamental - surge un sistema de información global capaz de conectarnos en un instante a todos. La tecnología desarrollada y los cada vez mas avanzados sistemas de información catapultan a la humanidad, que se halla en un rápido despertar espiritual – hacia un acontecimiento que ha sido descrito de diversas formas: como una aceleración, una gran catarsis, un resucitar, un bautismo de conciencia. Se puede decir que a la tierra, le ha crecido un cerebro, ha expandido su mente y está descubriendo su destino, en una red global de conciencias despiertas. Esta combinación enciende la lámpara de la esperanza.

Uno de los primeros iluminados de esta nueva concepción fue un sacerdote Jesuita francés llamado Teilhard de Chardin, quien escribió una serie de obras que fueron la inspiración de la hipótesis de James Lovelock, GAIA: El ecosistema global como un superorganismo viviente, cuyo todo es mucho más grande que la suma de sus partes. Él imaginó una etapa de la evolución en la cual una compleja membrana de información alimentada por la consciencia humana envolvía nuestro planeta y lo cristalizaba hasta formar una "noosfera" (del griego noo, mente). Esta membrana del sistema nervioso global, que es biológica, espiritual y tecnológica, en los humanos ha aumentado el número de neuronas y expandido su percepción espiritual, mientras que, en la tecnología, ha generado una electrónica avanzada, ha dado nacimiento a un sistema planetario de pensamiento, a una red global de autoconocimiento, a una retroalimentación instantánea y a una comunicación planetaria.

De Chardin pinta este proceso como "un resplandor que se va extendiendo en ondulaciones hacia afuera a partir de la primera chispa de reflexión consciente; el punto de ignición se hace más grande y el fuego se extiende en círculos cada vez más amplios, hasta que finalmente todo el planeta se cubre con esta incandescencia". La humanidad se dirige hacia un "Punto Omega", una fascinante convergencia en donde la fusión espiritual y tecnológica de la Tierra y los humanos está dando nacimiento a una consciencia vibrante, que nos conduce a un nuevo estado de paz, de pasión y de unión planetaria. De Chardin, aunque vivió antes de Internet, sin duda imaginó el ciberespacio como el componente tecnológico de la membrana: un vasto sistema nervioso electrónico que rodea la Tierra, mediante una constelación de conexiones de líneas telefónicas, satélites y circuitos de computadora, que se funden en "la unidad viviente hecha de un solo tejido" de pensamientos colectivos. O, como lo resumió John Perry Barlow: "El punto de toda evolución hasta esta etapa es la creación de un organismo colectivo de Mente". Pero De Chardin, ferviente y astutamente insistió: "no se trata solamente de unir nuestras inteligencias o nuestros cuerpos, lo que tenemos que unir son nuestros corazones 'la humanidad está construyendo su cerebro compuesto ante nuestros ojos' su Corazón -sin el cual no puede alcanzarse la integridad definitiva de su poder de unificación".

Ahora estamos dando lugar a que evolucione una nueva percepción de la Tierra, como entidad conciente unificada con sus residentes humanos, en un despertar en sincronía y sinergia. Estamos haciendo la transición de experimentar a la Tierra como una biosfera física, a conocerla como una noosfera - un organismo milagroso con una mente y un corazón, al igual que con un cuerpo. En esta etapa en la evolución de la consciencia, una humanidad despierta se está fusionando a través de su capacidad de interconexión espiritual y tecnológica, como un nuevo órgano de la Tierra de consciencia espontánea. Como parte vital de nuestra Tierra viva y consciente, en la esencia misma de nuestra humanidad, reconocemos el Gran Espíritu de unidad y amor que yace en el corazón de prácticamente todas las tradiciones espirituales. Así, más allá de los distintos dogmas o de las diversas creencias, lo que todos compartimos cuando hacemos nuestras ideas a un lado y nos unimos en meditación u oración es este mismo Gran Espíritu, que irradia desde la fuente de nuestra existencia en el centro de nuestros corazones. Aquí nos fundimos en Uno Solo, en corazón, mente y espíritu, como la consciencia vital y transformadora del todo. A esta unicidad de pensamientos y voluntades al que todas las personas pueden libremente acceder se le conoce como la "Innernet" (red interior). Los pensamientos tienen alas, así como siete océanos conectan a todas las tierras de nuestro planeta, o el cielo enlaza a todas las regiones de la Tierra, así también nosotros estamos conectados a través de ondas de pensamiento. En el plano interior, todos estamos sutilmente conectados a través de energía en la "Innernet". Conviene aclarar que debido a que esta energía es invisible, muchas personas no entienden ni aceptan este concepto. Otros, incluyéndome a mí, sabemos cuán poderosa es nuestra realidad interna en la creación de nuestras circunstancias externas. Aunque operan en un nivel más sutil, las ondas de pensamiento se transmiten conforme a los mismos principios científicos que soportan la transmisión del sonido o la luz, que mueven a los teléfonos, a Internet, al radio, la televisión, los satélites y otras altas tecnologías.

El pensamiento es vibración. En su fuente, todos los seres emanan de la fuente de luz más alta y transparente del universo, la mayoría de las personas nos referimos a esta fuente como Dios o Espíritu. En el silencio y en la claridad, aquí todos podemos unirnos en una red global de amor y buenas intenciones.

En esta nueva era astrologica la Innernet está fusionando dos fuerzas, la espiritual y la tecnológica, en un proceso de evolución natural, para un propósito más noble y elevado: elevar el campo unificado de la conciencia colectiva de la humanidad.

Usando Internet y otras tecnologías convencionales avanzadas para organizar, sincronizar y unificar la belleza, la pasión y el poder ilimitados del espíritu humano, es el momento de proponemos reunir la masa crítica, el número cuántico necesario de hombres en la "Innernet" para ayudar a crear el punto mental requerido para que el curso de la civilización humana dé un giro de 180 grados. Al igual que círculos interconectados, una clave para la familia global entera será que hagamos a un lado las pequeñas diferencias y unamos nuestras manos en el bello espíritu del amor universal.

Hoy debemos vivir vidas más grandes que antes. Deben caer muchos muros divisorios y dogmáticos que obstruyen el fluir natural del espíritu. Otra clave es que las distintas personas y grupos inspirados que están trabajando en proyectos de transformación para un futuro renovable, sustentable y más brillante, encuentren puntos de conexión que permitan amalgamar y enfocar la energía que los ha inspirado en hazañas unificadas. Tenemos la necesidad, así como las herramientas, los recursos, el poder y la pasión. Ahora, debemos unir todo y alinearlo conforme al amor universal y a una visión iluminada. El reto del nuevo milenio será que nos unamos, que abramos nuestro corazón milagroso, que abracemos la unidad de la familia humana y que, con valentía, respondamos a las verdaderas necesidades de la colectividad, con belleza e inspiración. Una nueva y fulgurante esperanza ilumina el mañana.

En "La Tierra en Equilibrio", inspirado por De Chardin, Al Gore escribió, "armados con tal fe que nos parezca posible resantificar la Tierra, identificarla como la creación de Dios, y asumir nuestra responsabilidad de protegerla y defenderla". Y por primerísima vez en la historia del hombre, la familia humana entera está uniendo sus corazones en una serie de momentos resplandecientes de sintonía colectiva, cambiando para siempre el sentido interior y la visión que tenemos de los demás -ya no extranjeros desconectados y diferentes llegados de distantes tradiciones o tierras lejanas- sino verdaderos hermanos y hermanas, con un propósito común, en un Circulo de Vida universal: Una Red Planetaria de Luz.

"Algún día, después de que hayamos dominado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, aprovecharemos para Dios las energías del amor. Entonces, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego". - Pierre Teilhard de Chardin (1881 - 1955).

La concepción teilhardiana se resume en que somos de la Tierra, que no hay algo aparte. Es un concepto espiritualista y no materialista en cuanto, para él, el cosmos es materia espiritual. Habla del Espíritu de la tierra, la Tierra física es un ente espiritual, porque la materia es materia-espíritu inseparables. Nosotros pertenecemos a la Tierra a ese Espíritu de la Tierra, nacemos de la tierra volvemos a la Tierra y la Humanidad está hecha por los hombres que la habitamos.

La Humanidad es la Monada Humana, la cual absorberá las monadas individuales las cuales integrará en si misma las Mónadas individuales permaneciendo como tales, que somos los hombres, representados en nuestros cuerpos físicos. Estas mónadas individuales son inmortales no desaparecerán con su agregación a la Mónada Humana sino que se unifican con ella.

Según John Grim, presidente de la Asociación Teilhardiana de las Américas y profesor de religión en la Universidad Bucknell. El concepto que tuvo Teilhard de la noósfera—o sea, una red planetaria de pensadores—tiene importantes implicaciones para la actualidad.

“Su legado nos presenta con el reto de buscar una espiritualidad profunda en la cual los humanos reconozcamos que la salud y bienestar de todas las especies vivientes, más la de la tierra misma, ahora depende de nosotros”, dijo Grim. “Lo que Teilhard nos ha dado es una visión incipiente de la evolución que las generaciones del futuro, y nosotros, tendremos que pensar vez tras vez al paso de nuestro progreso hacia adelante”.

Esta nueva evolución implica alejarnos de los estados separados con su conducta divisiva, para dirigirnos hacia una civilización planetaria, sostenible y globalmente unida, según observó Mary Evelyn Tucker, vicepresidente de la Asociación Teilhardiana de las Américas y profesora de religión en la Universidad Bucknell.

“Cada uno de los sistemas de vida muestra señas de una alarmante y precipitada declinación”, Tucker dijo. “Ahora podemos observar el profundo efecto de nuestra presencia humana sobre la tierra a través de los tiempos—y especialmente en los tiempos recientes. Necesitamos un sentido de propósito común como nunca antes en la historia humana, el propósito común de crear una civilización planetaria y sostenible. Esta fuerza unificante es lo que Teilhard quería decir al referirse al `espíritu de la tierra´”.

Representantes de los grupos que trabajan en favor de una sostenibilidad universal hicieron eco de la declaración de Tucker.

“Estamos ayudando a crear una conciencia colectiva”, dijo Bertrand Collomb, presidente del Business Council for Sustainable Development (Concejo Comercial para el Desarrollo Sostenible). “A esta campaña no la llamamos `desarrollar la noósfera´ sino `desarollar un mundo más unido para salvar la raza humana´, y la denominamos `el desarrollo sostenible´. Teilhard propuso una perspectiva más exaltada y noble para ser co-creadores de la tierra. Esta visión es lo que le hace a él un guía y una inspración para el siglo 20”.

La visión de Teilhard fue formada por su profunda espiritualidad católica, la cual valoriza la vida y toda la naturaleza como una creación de Dios. Esto incluye un profundo compromiso con la unidad fundamental de la humanidad. Siendo consecuente con la teología católica, Teilhard vio la explotación humana del medioambiente como “desordenada” o incompatible con la voluntad de Dios.

Jeffrey Sachs, director del Proyecto Milenario de las Naciones Unidas y consejero especial a Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, dijo que tanto los gobiernos como los individuos tenemos el poder necesario para vencer las amenazas de la pobreza, el hambre y el deterioro medioamiental.

“Vivimos en una época de profunda paradoja, pero también de profundas posibilidades y profundas esperanzas”, Sachs dijo. “La paradoja consiste en la perpetuación de la pobreza y deterioro medioambiental en medio de un mundo de tremenda riqueza y tremendos conocimientos. La esperanza es el hecho de que vivimos en una época de grandes posibilidades. Si seleccionamos nuestras opciones con juico, este tipo de pobreza extrema podrá eliminarse en nuestra generación”.

Pese a los avances tecnológicos, más de un millón de milliones de seres humanos luchan por su sobrevivencia, entre los cuales sucumben a la muerte día tras día 20 mil, dijo Sachs. Para él, el reto del desarrollo sostenible implia el desarrollar vida material para los más pobres de los pobres. Esto incluye ayudarles con la nutrición, la atención médica, y las severas condiciones medioambientales.

“En nuestros mejores momentos reconocemos que somos una comunidad global”, Sachs dijo. “No somos `nosotros contra ellos´. Somos todos seres humanos juntos. Compartimos el mismo legado genético, la misma esperanza para nuestros hijos, y al darnos cuenta de ello, nos acercamos mucho más a las soluciones que necesitamos”.

Tucker, quien también es uno de los coordinadores del Foro Sobre la Religión y la Ecología, dijo que la Unión Europea es un importante ejemplo de naciones que se unen para perseguir una meta común, lo cual es algo que debe suceder a escala planetaria.

“Tal como Teilhard observó, la época de las naciones ha pasado”, dijo Tucker. “Y ahora, a menos que queramos perecer, debemos despojarnos de los viejos prejuicios y construir la tierra”.