Una evaluación propiamente rigurosa no aceptaría tales actividades, o mejor dicho no serían consideradas como tales, de ahí la denominación, puesto que dichas acciones no fueron tenidas en consideración en la evaluación EX ante del proyecto, y por tanto no se tuvieron en cuenta a la hora de financiar el mismo, por tanto oficialmente es como si no existieran.
Para no crear excesivas polémicas, a nuestro entender lo esencial es que enriquezcan, mejoren o sirvan para incrementar la eficacia y eficiencia del proyecto, su impacto socioeconómico o ayuden a permeabilizar el entorno y a la empatía de proyecto y contexto. Por ello es fundamental que su explicación y fundamentación sean pormenorizadas, dándose todo tipo de detalles en cuanto a su financiación. A nuestro juicio resulta básico evitar, en la medida de lo posible, acciones tangenciales que desustancien o distraigan recursos del proyecto hacia elementos no considerados en la evaluación EX ante.