COOPERACIÓN Y CONFLICTO EN EL MERCOSUR

COOPERACI?N Y CONFLICTO EN EL MERCOSUR

Coordinadora: Noemí B. Mellado

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3. Hacia una fragmentación

A medida que se intensificaban las discrepancias en la relación bilateral -conflictos comerciales, recelos argentinos ante el liderazgo de Brasil en la subregión y discrepancias en el discurso político y posicional-el presidente Lula da Silva ratificaba su liderazgo latinoamericano mediante estas expresiones: «Brasil tiene obligación...» de impulsar el desarrollo de los vecinos sudamericanos ya que constituye «...la mayor economía, tiene la mayor población, es el país de mayor potencial científico y tecnológico»38.

EEUU, en la palabra de su secretario adjunto para América Latina -Roger Noriega-, calificaba a Brasil como el «líder de la región»39 .

La crisis política ecuatoriana, que desembocó en la destitución del Presidente Lucio Gutiérrez, constituyó otro foco de tensión.

El mismo se originó por las acciones de Brasil al emitir, de manera unilateral, un comunicado en nombre de la CSN, llevando a la reacción argentina en palabras de su canciller .En el episodio de Ecuador, la Argentina rápidamente adoptó la posición de que lo importante era Ecuador, no era quién se pronunciaba primero...preferimos de una manera profesional… ir al ámbito regional por antonomasia, que es la OEA40 ..

Las diferencias en política externa fueron aumentando; así lo reconoció el Canciller argentino respecto a la candidatura brasileña a la Organización Mundial de Comercio .... comprometimos nuestro apoyo al candidato uruguayo, Carlos Pérez del Castillo... antes de que la candidatura de Seixas Correa... fuese oficializada.

Cuando el gobierno de Tabaré ratificó su candidatura, Argentina no hizo más que honrar su palabra.41 .

También las reformas del Consejo de Seguridad de la ONU motivaron divergencias.

Mientras Brasil junto a Alemania, Japón e India pretendían ser protagonistas de esta reforma y pasar a ser nuevos miembros permanentes, Argentina apoyaba a Italia, España y Pakistán para evitar una modificación que los debilitara en sus respectivas regiones, a la vez que sostenía una banca rotativa para la región42 .

De este modo Brasil exploró nuevas asociaciones comerciales y participó activamente de todos los espacios y foros internacionales.

Por su parte, la Cancillería argentina señaló que la integración comercial multipolar constituía una política de Estado sustentada en la teoría de la diversificación de los riesgos.

El ex embajador de Brasil en la Argentina, José Botafogo Gonçalves, en clara referencia a la relación conflictiva entre ambos países sostuvo que, cada vez que uno de ellos es aquejado por un sentimiento de debilidad, tiende a alejarse del otro y a recostarse en Washington43.

Hacia el interior del MERCOSUR se agudizaba el conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de las papeleras como consecuencia de la presión que ejercieron las fuerzas vivas locales de Gualeguaychú.

Los presidentes de ambos países crearon una comisión Ad-Hoc (técnica-diplomática)44 descubriendo abiertamente la insuficiencia jurídico-institucional del MERCOSUR a la hora de dirimir conflictos de intereses nacionales.

Al celebrarse la XXVIII Cumbre del MERCOSUR45 y países asociados, se consensuó crear el Fondo de Convergencia Estructural – FOCEM-, como intento de superar las desigualdades económicas entre los Estados partes.

Sin embargo, por Decisión 18/05 del Consejo Mercado Común46 , se resolvió integrarlo con la suma de cien millones de dólares desvinculándolo de las rentas aduaneras comunes.

Esta situación y la insuficiencia del monto, minimizaban las acciones encaminadas a remover las asimetrías entre sus miembros y ellas perdían cualquier importancia47 .

En medio de este clima enrarecido, se realizó la I Cumbre de Presidentes de la CSN48 con el fin de establecer los objetivos y estrategias a seguir en este nuevo relacionamiento.

Ella reveló la falta de consenso e ideas acerca de las finalidades, modos, estructura e instrumentos que debían definirse para iniciar el camino.

A la par que el Presidente de Brasil manifestaba que «La Comunidad Suramericana de Naciones es más que una construcción política y jurídica, fruto de voluntarismo” 49, destacando la necesidad de vencer el escepticismo y los prejuicios, su par venezolano objetaba la estructura del nuevo proyecto por la falta de plazos, métodos y objetivos.

Por su parte, el Presidente chileno expresaba la necesidad de disminuir la extendida burocracia que limita el comercio y el tráfico de mercaderías.

Pese a que la .Declaración Presidencial y Agenda Prioritaria.50 definió como esencia de la CSN .el entendimiento político y la integración económica y social de los pueblos de América del Sur., de los dichos de los mandatarios se advierte los divergentes marcos ideológicos: uno, supone que en función de potenciar la capacidad de negociación externa o el desarrollo socioeconómico todo es posible; y otro, atado a la visión comercialista de la integración, no percibe más dimensión que la ampliación del mercado regional.

En el ámbito de las negociaciones hemisféricas, si bien el MERCOSUR presentó una posición común contraria a la perspectiva conjunta subregional, el Canciller uruguayo Reinaldo Gargano firmó un nuevo acuerdo sobre inversiones y comercio con Tom Shannon, secretario de Estado Adjunto para Asuntos Hemisféricos de EEUU.

En la Cuarta Cumbre Presidencial de las Américas51 se produjo una polarización entre las posturas en pugna: la mayoría de los países del hemisferio reconoció la contribución que los procesos de integración económica y liberación del comercio en las Américas pueden aportar al logro de los objetivos de crear trabajo, enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática.

Paralelamente, los países del MERCOSUR junto a Venezuela sostuvieron la falta de condiciones necesarias para un ALCA equilibrado y equitativo.

Las razones de estos contrastes podrían ser tanto externas como internas.

Las primeras se relacionan con la política del país del Norte tendiente a captar país por país mediante premios y castigos -TLCs con Chile, países de América Central a través del acuerdo del CAFTA, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, República Dominicana y Panamá-.

Las segundas derivan de las divergencias existentes en cuanto a políticas comerciales y de seguridad, tal como la decisión paraguaya de conceder inmunidad a las tropas estadounidenses, que cumplirían en ese país una serie de ejercicios militares hasta el mes de diciembre de 200652 .

El predominio de gobiernos progresistas en el ámbito regional no implica orientaciones ideológicas convergentes respecto a Estados Unidos.

Así, en contraposición a la perspectiva americanista y mostrando abiertamente una posición antinorteamericana, Venezuela lanzó la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe – ALBA-, la que se define por «la lucha contra la pobreza y la exclusión social».

Actualmente está liderada también por Cuba y secundada por Bolivia, Nicaragua y Ecuador.

En cambio otros países, imbuidos por el pragmatismo, han firmado TLC´s con los EEUU -México, el resto de países del Mercado Común Centroamericano, Panamá, Colombia, Perú y Chile-.

También se encuentran aquellos que tienen una conducta ambivalente -Uruguay y Paraguay-; sin embargo, el resto de los países del MERCOSUR rechazan los TLC´s bilaterales pese a que en conjunto, bajo el liderazgo de Brasil, dan prioridad a la integración sudamericana sin renunciar a entendimientos con otras áreas.

El eje estratégico Argentina-Brasil53 no logró aglutinar al resto de los países integrantes del MERCOSUR, quienes aducen indiferencia respecto a los socios menores.

Así, en la XXIX Cumbre54 del MERCOSUR, el mandatario uruguayo proclamó «El MERCOSUR somos todos»55 , en tanto Nicanor Duarte Frutos aseveró .todavía no constituimos un mercado común auténtico»56 .

El bilateralismo brasileño-argentino expuesto en la construcción de un mega gasoducto57 «sin convocar ni informar» a los otros dos socios, conforme a los dichos de Tabaré Vázquez58 , ocasionó malestar al tiempo que esos mismos países profundizaban acuerdos de cooperación con los EEUU.

Estas discrepancias impiden avanzar hacia la profundización del proceso, pese a los consensos obtenidos en esa Cumbre que permitieron ratificar el protocolo constitutivo del Parlamento del MERCOSUR y aprobar la incorporación de Venezuela al bloque como miembro pleno.

Al tiempo que esto ocurría recrudecía el conflicto argentino-uruguayo por las papeleras.

Por un lado, el gobierno uruguayo planteaba en el ámbito del MERCOSUR una queja formal contra Argentina por violación a la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, en contravención de la normativa subregional, a raíz del bloqueo de los puentes de acceso a Uruguay que llevaban adelante pobladores de Entre Ríos y asociaciones ecologistas.

Por otro, Argentina formalizó una presentación ante el Tribunal Internacional de la Haya por la que requería una medida cautelar de suspensión de las obras, aunque fue rechazada en el mes de julio.

Luego, Uruguay acudió a ese mismo Tribunal solicitando un pedido de medida cautelar para que obligue al país vecino a tomar medidas apropiadas para prevenir o poner fin a las interrupciones del tránsito en los pasos fronterizos.

La Corte Internacional de la Haya rechazó ese reclamo en el mes de enero del 2007.

La disputa entre ambos países llevó a Uruguay a cuestionar el liderazgo de Brasil en el área60; así lo expresaba el Ministro de Economía Danilo Astori «Todos estos meses en que ejerció la presidencia pro tempore del Mercosur, Brasil no movió un dedo para solucionar este conflicto.

Eso es abandonar todo deseo de liderazgo...»61.

La CAN tampoco estuvo exenta de dificultades internas.

Perú firmó un TLC con los EEUU, semejante a los de Chile, Colombia y México, y llevó a decir al Presidente venezolano que el bloque «no sirve si no beneficia a los pobres y los indígenas” presentando formalmente su retiro.

En efecto, en el mes de abril de 2006 denunció el Acuerdo de Cartagena y en agosto de este mismo año la Decisión 641 aprobó el Memorando de Entendimiento entre Venezuela y sus ex socios sobre la acciones a instrumentar por la denuncia del citado Acuerdo.

Simultáneamente, los cuatro presidentes de la CAN firmaron una carta dirigida a la presidente de Chile para que ese país se incorpore como miembro asociado a la CAN62 .

En este escenario de discrepancias, el nuevo gobierno democrático de Bolivia se sumó a Cuba y Venezuela en la el ALBA, firmando63 el Tratado de Comercio de los Pueblos que permitiría comercializar los productos de los tres países integrantes como modo de enfrentar a los TLCs que algunos países de la región negociaran con EEUU.