MERCOSUR Y UNIÓN EUROPEA

MERCOSUR Y UNI?N EUROPEA

Manuel Cienfuegos Mateo y otros

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3. Prospectiva

Se ha estudiado el efecto que habría de tener sobre el comercio el que se alcance un acuerdo interregional UE-MS. La herramienta más utilizada para pronosticar efectos de la liberalización en la actualidad son los modelos de equilibrio general computable (EGC) 20, que consisten en simulaciones de relaciones recíprocas y comportamientos óptimos entre los agentes (nivel macroeconómico) y los mercados.

Permiten examinar las consecuencias de las distintas opciones de política económica. El estudio realizado en 1998 (“snapshot”) predijo que los flujos comerciales recíprocos reportarían unos beneficios de renta real de 6.200 millones de dólares anuales para la UE y 5.100 millones para el MS. Se estimó que el sector de MS más afectado sería el de los automotores.

Si bien, el aspecto comercial ha sido uno de los más difíciles para concertar, el problema institucional del MS y su falta de entidad como verdadero bloque regional seguirá siendo un impedimento para que se alcance el acuerdo buscado.

No por nada la Estrategia regional de la UE para el MS para el período 2007-2013 se centrará en el “apoyo a los esfuerzos del MS en completar el mercado común” (eufemismo que resalta la necesidad de que MS profundice sus estructuras y modelo integrador), como así también -como es obvio en el marco de las negociaciones-
se facilite la implementación del futuro Acuerdo de Asociación Interregional.

Indudablemente, MS debe dar un salto cualitativo institucional, avanzando en el carácter comunitario (supranacional) de su modelo.

También los nuevos vientos políticos en el MS (particularmente, Argentina, Venezuela, Bolivia), traen sus propios escollos.

Cuando MS alcance verdadera identidad (no la personalidad jurídica que a sí mismo y en vacío se ha atribuido en el Art. 34 del Protocolo de Ouro Preto en 1994), a través de instituciones propias de un proceso de integración, alcance eficacia y credibilidad, se sustraiga a oscilaciones coyunturales (al menos en materia macroeconómica si no lo logra en la política), podrá afrontar sus desafíos políticos, de derechos humanos, de cohesión social y de pobreza y podrá alcanzar un acuerdo interregional con la UE, en el marco de los objetivos transregionales requeridos en este nuevo estadio global.

A la luz de la situación actual, un largo camino por transitar.