LAS RELACIONES FAMILIARES EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS EN LA CIUDAD DE ROSARIO
LAS MUJERES EN LAS ESTRATEGIAS DE SOBREVIVENCIA

LAS RELACIONES FAMILIARES EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS EN LA CIUDAD DE ROSARIO LAS MUJERES EN LAS ESTRATEGIAS DE SOBREVIVENCIA

Ana María Ciancio

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I . PRESENTACIÓN

El presente estudio recoge y profundiza un trabajo anterior que fuera elaborado para el Seminario “Género y familia”, dictado en la Facultad de Humanidades y Artes de Rosario, el cual tomaba los efectos de la crisis económica argentina sobre las familias de sectores populares urbanos, haciendo hincapié en las mujeres en las estrategias de sobrevivencia.

Desde su presentación en el año 1998 han variado las condiciones macroestructurales de la economía, nos referimos no sólo a la extensión de los niveles de pobreza, sino a la profundización de la misma en los sectores donde ya existía, lo cual nos llevó a descartar centrar dichos análisis en los llamados “sectores populares”, por considerarlos como una categoría demasiado amplia y heterogénea la cual necesitaba ser recortada, según el modo de inserción de los mismos, en diferentes posiciones estructurales dentro de la estructura productiva.

La abundante bibliografía. referente a la categorización de los “pobres estructurales” o “históricos” y los “nuevos pobres o empobrecidos” es signo evidente de una realidad que se ha ido conformando a partir de las transformaciones operadas en las condiciones macroestructurales de la producción; es decir, ya no hablamos de la “pobreza” como si se tratara de una categoría analítica única, fácilmente identificable y estática, sino de un “universo de pobres”.

Es necesario aclarar que una de las mayores dificultades que se nos presentó fue el relevamiento de los datos que hicieran referencia a los índices de desocupación y/o subocupación, pues los mismos iban variando constantemente, motivo por el cual decidimos combinar dichos datos con los que fueron surgiendo de los testimonios cuyas historias de vida- inducidas por preguntas preestablecidas- fueran lo suficientemente elocuentes de la situación por la que atraviesan amplias capas poblacionales de nuestro país.

El haber circunscripto dicha problemática a la ciudad de Rosario- la segunda en orden de jerarquía, después de Buenos Aires, capital de la República Argentina- obedeció al hecho de que tomar los efectos de la crisis en nuestro país nos hubiera llevado a realizar un análisis pormenorizado de la situación operada en cada una de las provincias; para lo cual, si bien se podían volcar los datos surgidos de estudios pormenorizados- tales como Encuestas Permanentes de Hogares, cifras censales- no hubiéramos podido acceder al trabajo de campo que logramos recoger y analizar.

La elección de este tema ha tenido por objeto reconsiderar que, si bien las relaciones intergenéricas/intergeneracionales se inscriben en la existencia de factores socio-culturales que delimitan las esferas de influencia en las que los roles de género se desarrollan presentándolos como opuestos: la esfera “privada” reservada a las mujeres y la “pública” a los varones, y a pesar de que dicha separación existe (y fundamentalmente persiste), se trata de poder investigar y hacer visible cómo a partir de un hecho puntual tal como la creciente precarización del empleo masculino, “compensada” con la creciente incorporación femenina a la fuerza de trabajo, es un elemento que nos puede llevar a deconstruir el espacio de significaciones dominantes y la resignificación de dicho espacio que incluye a todos los integrantes del grupo familiar.

Lo expuesto precedentemente, no sólo nos lleva a cuestionar a la familia nuclear ”tradicional” como modelo hegemónico y predominante, sino que va desplazando el eje- continuamente jerarquizado- de que las mujeres son los agentes cruciales (únicos) en la localización doméstica, con la adscripción de roles de esposas/madres/amas de casa, como los únicos posicionamientos posibles, y que desde el discurso patriarcal dominante, se lo ha considerado como definitorio de la importancia funcional de sus tareas y como explicativo de las implicancias políticas y sociales que ello implica, y al mismo tiempo, poner en tela de juicio el hecho de que el trabajo masculino sea “productivo” por naturaleza, con las implicancias materiales y simbólicas que el mismo trae aparejado.