LA GESTIÓN LOCAL DEL DESARROLLO
EXPERIENCIAS DE PANAMÁ, ESPAÑA. MÉXICO, ARGENTINA Y PERÚ

LA GESTI?N LOCAL DEL DESARROLLO EXPERIENCIAS DE PANAM?, ESPA?A. M?XICO, ARGENTINA Y PER?

Lorena G. Coria (coordinadora)

Volver al índice

 

 

 

 

2. Lo municipal y lo microregional en Catamarca

2.1. Lo municipal

Atendiendo a la relación federal que caracteriza a Argentina, mencionada en el apartado Nro. 1, los municipios argentinos no son “sujeto” de ésa relación federal.

El desarrollo económico territorial es una típica competencia concurrente asignada por el derecho público argentino a Nación-Provincia-Municipios. Su ejercicio concreto y real depende de las condiciones del contexto no jurídico que son las que determinan, por razones de escala, qué hace y qué no hace cada unidad territorial.

En la década de los noventa surgió una revalorización del municipio, tanto en el campo político como en los intereses académicos, que dio origen a una suerte de nuevo localismo (García Delgado, 1997:7). Esta revalorización se produjo en un contexto dominado por un cambio profundo en las relaciones entre el Estado y la sociedad que incluyeron la crisis final del Estado del Bienestar y el surgimiento del Estado Postsocial de cuño neoliberal (García Delgado, 1994). Por ello, los estudios sobre el municipio se extendieron enmarcados por la concurrencia de dos fenómenos que marcaron la década: la globalización y la reforma del Estado (Cravacuore, 2004).

El papel limitado que había caracterizado a los gobiernos locales, siguiendo a Cravacuore (2002) se circunscribía a las funciones de regulación y control de la infraestructura urbana, las actividades económicas que se realizaban en el territorio, la prestación directa de la ayuda social y la administración de recursos del gobierno local. Conformando éstas últimas el conjunto de las denominadas "competencias tradicionales" de los gobiernos locales.

Las denominadas "nuevas competencias" en la actualidad, involucran al papel del municipio como agente de promoción económica. Esto comprende, en términos de Iturburu (2001)por un lado, la tarea de política arquitectónica del desarrollo local, que implica el diseño e implantación de estrategias, la puesta en valor de sus sociedades y territorios; la gestión de la imagen territorial, de manera de generar entornos territoriales innovadores capaces de atraer, retener y alentar la inversión y el empleo; la identificación, ampliación y respaldo de los núcleos de fortaleza sectorial para fomentar agrupamientos concentrados geográficamente. Por otro lado, le compete al gobierno local vincular al sistema educativo con el sistema productivo para evitar la emigración de los jóvenes, apoyar la formación de recursos humanos y fortalecer a las empresas locales. Cabe mencionar también, el papel del Estado municipal como facilitador de oportunidades, a través de la coordinación e innovación empresarial; el agrupamiento de sectores productivos; el mejoramiento de las condiciones de presión y estímulo de la demanda local; la recolección, preparación y transmisión de información para el cambio; la incorporación de criterios de calidad en el sector privado; la articulación de relaciones intracomunitarias y con actores extracomunitarios; la provisión de terrenos para actividades productivas, promoción y especialización productiva (Tecco, 1997; Madoery, 1997; García Delgado, 1997; Díaz de Landa y Parmigiani Bárbara, 1997).

A este conjunto, cabe sumar el cuidado del ambiente y el mejoramiento de la calidad ambiental que se asumen como nuevas incumbencias municipales, íntimamente relacionadas con el interés de posicionar o reposicionar el territorio (Tecco, 1997; García Delgado, 1997; Arnoletto y Beltrán, 1997). El tradicional ejercicio de la autoridad o poder regulatorio en el ámbito local (tránsito, obras civiles, seguridad e higiene de los comercios e industrial), incorpora nuevas áreas que incluyen la defensa de la competencia y del consumidor, la calidad en los bienes y servicios prestados - particularmente los pagados con recursos públicos - y la policía del trabajo (Arnoletto y Beltrán, 1997; Finot, 1998).

Las competencias de los gobiernos locales de la provincia de Catamarca se vinculan a la promoción del desarrollo urbano y rural, educación y salud pública, integración social y comunitaria, la seguridad, regulación y el cuidado del ambiente. En cuadro Nro. 5. se señalan las competencias correspondientes a los gobiernos locales según lo fija la Carta Magna provincial.