LA GESTIÓN LOCAL DEL DESARROLLO
EXPERIENCIAS DE PANAMÁ, ESPAÑA. MÉXICO, ARGENTINA Y PERÚ

LA GESTI?N LOCAL DEL DESARROLLO EXPERIENCIAS DE PANAM?, ESPA?A. M?XICO, ARGENTINA Y PER?

Lorena G. Coria (coordinadora)

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2. Contextualización

La provincia de Colón es parte de la región más privilegiada del país, pero se caracteriza por una fuerte desigualdad socioeconómica y marcadas disparidades territoriales entre los distritos que conforman la provincia.

En eso, Colón es el reflejo del país tal como fue descrito por la Unión Europea: “La persistencia de altos niveles de pobreza en un país con una ventajosa posición en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) solo se explica por las profundas desigualdades en su estructura socioeconómica y por una situación de privilegio de una región y un sector limitado de la población.”

 Historia

La provincia de Colón fue fundada en 1852 cuando Panamá era parte de la República de Colombia. La región, sin embargo, ha tenido enorme importancia en la historia del Istmo desde la llegada de los españoles a tierras firmes americanas a principios del siglo XVI.

En el área que es hoy la provincia de Colón se fundaron las ciudades terminales de Nombre de Dios y Portobelo que sirvieron de puertos y almacenes para el paso de los tesoros suramericanos a Europa. En Portobelo se celebraron durante siglo y medio las ferias más ricas de su época.

La ciudad de Colón se fundó cuando se construyó el ferrocarril de 80 kilómetros que uniera el Caribe y el Pacífico entre 1850 y 1855. La nueva ciudad se convirtió en el terminal norte de la vía férrea. En el otro extremo, sobre el Océano Pacífico, el ferrocarril llegaba a la ciudad de Panamá.

La ciudad de Colón y su entorno experimentó fuertes impactos económico y social cuando se puso en marcha la construcción del Canal (francés) a fines del siglo XIX y, aún más, a principios del siglo XX cuando EEUU abrió la vía acuática a la navegación internacional.

 Problemas actuales de desarrollo

En la actualidad, Colón sigue siendo el terminal del Canal de Panamá sobre la costa del mar Caribe, cuenta con una próspera Zona Libre de Colón y un complejo portuario que maneja anualmente varios millones de contenedores. La ciudad y su entorno se dedican principalmente a ofrecer servicios al comercio marítimo mundial. El resto de la provincia se dedica a las actividades agropecuarias (en gran parte de subsistencia) y existen proyectos de explotación turística y minera.

Las políticas de desarrollo se convirtieron en prácticas generalizadas durante parte importante de la segunda mitad del siglo XX en Panamá. La provincia de Colón no se escapó de esa lógica. Se supuso que, bajo la dirección de gobiernos elegidos, la sociedad civil y las organizaciones empresariales impulsarían políticas de desarrollo que generarían incrementos en la producción de riquezas y una mayor inclusión social expresada en mejores niveles de participación política y económica de la población.

A fines del siglo XX se detectaron tres problemas que surgieron concomitantes con la aplicación de las políticas de desarrollo.

El principal problema surgió al comprobarse que las políticas de desarrollo no arrojaban los resultados esperados en cuanto a la distribución de riquezas entre la población y, además, no contribuían a la participación social. En segundo lugar, las políticas de desarrollo que se ponían en marcha no contribuían a disminuir la pobreza entre sectores importantes de la población que eran excluidos socialmente. En tercer lugar, las políticas de desarrollo diseñadas y ejecutadas tenían características depredadoras agotando los recursos naturales y sociales que formaban parte de la ecuación que estimulaba el crecimiento económico.

Panamá como país tiene problemas agudos de desigualdad y de pobreza. Esta situación es aún más visible en la provincia de Colón. Mientras que el índice de Gini en Panamá es de 0.60 (según el Banco Mundial), se calcula que en Colón el índice de Gini es de 0.70. En Panamá el 37 por ciento de la población vive debajo de la línea de pobreza. En la provincia de Colón se acerca al 45 por ciento.

La caracterización de la provincia de Colón, que refleja problemas económicos y conflictos sociales al nivel de la población, contrasta con un conjunto de actividades económicas que tienden a atraer a inversionistas nacionales y extranjeros. La provincia de Colón genera más del 12 por ciento de la riqueza nacional (PIB) aún cuando sólo tiene el 7 por ciento de la población.

Los llamados “enclaves” – Zona Libre de Colón, puertos, Canal de Panamá -, aunque constituyen pilares de la economía nacional, no benefician en su justa dimensión a la población de la provincia. Existe una tendencia a buscar la explicación para esta situación en las características culturales de la población, siendo común oír que los colonenses se marginan a sí mismos. Pero la propia naturaleza del desarrollo con base a enclaves que ha sido promovido históricamente por el Estado y que aún sigue implementándose, genera estas contradicciones. Las políticas públicas participan de la exclusión más que de la integración social. En esto, la provincia de Colón no es muy diferente de la de Panamá. Las políticas públicas inadecuadas o inaplicadas, orientadas hacia un fuerte desarrollo del comercio internacional, más que la idiosincrasia del colonense, explican la situación actual de la provincia.

Cerca del 90 por ciento de los empleados en la provincia se dedican a actividades comerciales. A pesar de que cerca del 40 por ciento de la población es rural, menos del 1 por ciento es empleada en actividades agrícolas. A su vez, las actividades industriales solo absorben el 3 por ciento de la PEA.

La provincia conoce un auge económico importante. La ampliación del Canal de Panamá genera inversión en megaproyectos que incluyen, entre otros, un parque energético, concesiones mineras, puertos, la ampliación de la Zona de Libre Comercio (ZLC), la construcción de la autopista Panamá-Colón y de infraestructuras turísticas. La ambición es hacer de Colón un componente de la plataforma logística para el comercio continental y mundial.

Para que la población de la provincia de Colón sea participe y se beneficie de este auge, se requiere una mayor inversión pública en la provincia para el desarrollo del capital social y del capital humano. Con relación a su población, se aprecia que tiene un capital humano con mucho potencial pero es necesario asociarla en forma adecuada a los elementos que conforman su entorno, principalmente en su formación para el empleo. En las áreas urbanas hay un capital humano alto, con buena educación y niveles de salud adecuados. No se puede decir lo mismo para la población de las dos subregiones rurales. Especialmente, la subregión de Costa Abajo que tiene un capital humano bajo.

El capital social de la población de la provincia de Colón es menos favorable que su capital humano. Las redes económicas, sociales y culturales son débiles, sin posibilidades de generar oportunidades para su población. En la subregión predominantemente urbana de Colón, la red económica no general empleo formal para los trabajadores del área. En el caso de las dos subregiones rurales, la organización de susbsistencia agrícola no contribuye a la formación de redes económicas de producción.

 Infraestructura básica

Si bien el Distrito de Colón se compara ventajosamente con el resto del país en cuanto a desarrollo de infraestructuras básicas, no es el caso para los otros distritos, particularmente los de Costa Abajo. La falta de acceso tanto al agua potable como a instalaciones sanitarias, establecimientos de salud y educación, servicios de luz, servicios de comunicación y red vial es severa.

 Turismo

La provincia ha compartido del boom en inversiones del sector turístico que se ha dado en Panamá desde 1995. Ha logrado mantener el ritmo de su participación en el PIB de hospedaje y restaurantes nacional.

A pesar sus ventajas y posibilidades, el desarrollo de este sector enfrenta serios desafíos en infraestructura y de orden social e institucional. Además, existe deficiencia en infraestructura y servicios básicos para los distritos de Costa Arriba y Costa Abajo.

El turismo es una actividad con potencial en la Provincia de Colón. Esto hace que sea aun más importante lograr una buena definición de estrategias y de acciones al corto y mediano plazo para impulsar esta actividad y lograr el mayor impacto socio-económico posible.

Cuenta con una costa caribeña extensa y queda fuera del paso habitual de huracanes y otros desastres naturales y con importantes atractivos de valor monumental, histórico, eco-turístico y cultural accesibles vía terrestre y marítima.

 Patrimonio cultural

El patrimonio cultural provincial se encuentra descuidado. Necesita de una inyección de recursos (económicos y humanos, entre otros), visiones renovadas de conservación, y manejo responsable y sostenible en lo técnico y lo administrativo. Solo de esta forma se puede garantizar su durabilidad, su inserción al desarrollo económico y su disfrute por parte de las generaciones de hoy y del futuro.

El cuantioso acervo cultural de la provincia de Colón, vinculado al tránsito a través del Istmo de Panamá desde la colonia es un recurso que puede, potenciado de forma adecuada, constituir un eje de desarrollo sostenible. De igual modo, ser un elemento clave en la construcción de comunidades más conscientes de su origen y con mejor visión de futuro.

 Ambiente

La provincia de Colón presenta fuertes contradicciones en materia ambiental. Si bien la existencia del Canal de Panamá ha contribuido por mucho tiempo a inducir un enfoque conservacionista en una parte del territorio en la que la productividad hídrica es determinante otras zonas se enfrentan a una creciente degradación.

Mientras extensas áreas han sido declaradas como áreas protegidas, fuera de estás áreas, la preocupación respecto a impactos ambientales ha sido mínima. En las áreas rurales de las subregiones de Costa Abajo y Costa Arriba, el impacto de la ganadería extensiva se manifiesta en problemas de erosión y deforestación. Estos procesos de deterioro ambiental afectan los ecosistemas marino-costeros, donde se acumulan los suelos lavados por las fuertes precipitaciones.

Aunque debidamente autorizados, los megaproyectos actuales y previstos constituyen una presión ambiental efectiva. Conllevan la destrucción de ecosistemas costeros (manglares, recursos marinos), particularmente en el área de la ciudad de Colón. En la subregión de Costa Abajo, el desarrollo de las actividades mineras en Donoso ha comenzado a generar conflictos sociales por sus impactos ambientales actuales y previstos. Se han iniciado obras infraestructurales sin realizar estudios de impacto ambiental y sin obtener las debidas autorizaciones de la autoridad competente.

La gestión de los desechos sólidos representa un problema generalizado en la provincia. La recolección y/o disposición de desechos carecen de una gestión adecuada, a pesar de iniciativas recientes de apoyo a esta actividad sanitaria.