5.3 Lo Axiológico y la Cultura Organizacional.

La cultura organizacional estaba mediatizada por un proceso que se venía dando desde el inicio de su fundación, se implementó y construyó a través de la dinámica impuesta por los encargados de la conducción. La Cooperativa puso en marcha un modelo de desarrollo social que se cimentaba en los valores solidarios; en la igualdad de oportunidades; en el respeto por el otro; en la honestidad y la sensibilidad por lo social; y en su aporte a una construcción de una sociedad justa, y orientaba la dinámica organizacional de sus integrantes . Es decir el modelo cultivaba y ponía en práctica ciertos principios filosóficos, sociales y económicos que enriquecían la vida en comunidad.

“La organización ha planteado de acuerdo a su filosofía, unos valores, una ética y lo que se aspira es que la transformación afecte al medio externo; es decir, que todo lo que se plantee y se ponga en práctica aquí en la empresa se irradie en el resto de la sociedad y no se quede solamente en el trabajo”. [t.e.8] El dominio de lo declarado y establecido como deseable, estaba sujeto a la confrontación con la realidad. Esto se palpaba en la aplicación e implementación de los fines y objetivos en la organización. Fueron muchos los contratiempos producidos por obstáculos creados por algunos miembros de la organización. En cierto sentido el enfoque del proyecto Avancemos implementado en la realidad laboral chocaba con sus intereses. Sus formas de pensar desconocían las posibilidades de transformación local o regional que se pueden generar a partir de un modelo empresarial con vocación social.

En fin, se crearon talanqueras que acarrearon consigo una serie de conflictos (controversias) e intereses particulares que retardaron las posibilidades de trabajar los objetivos y fines organizacionales en el entorno empresarial.

“Se crean conflictos en el sentido de que no hay un equilibrio entre los intereses individuales e intereses colectivos, la confusión a veces del poder, las concepciones de tener autonomía, la no precisión de conceptos”. [t.e.8] “Aquí no se puede hablar de poder [...] aquí lo que hay es que concebir una ética, una ética del hacer, [...] Esa ética del hacer me parece que reivindica una forma de poder [...] esa forma nos permite ser una autoridad en su conjunto para ser una referencia en la relación con nuestra base social y nuestros asociados, reales dueños de la financiera. [...] eso es precisamente lo que a muchos no les gusta. Le tienen pánico a las transformaciones sociales, y no conciben que desde una financiera se pueda hacer labores como éstas.”. [t.e.13] La cultura organizacional en la Financiera Avancemos estaba perfilada más allá de una actitud y una forma de pensar la realidad. Era la sumisión a un modelo diferente de gestión empresarial que intentaba aportar en la construcción de otro tipo de sociedad. Resaltaba la importancia de la labor social de la financiera, no como un mero discurso sino impactando en la realidad cotidiana de su base social y en la transformación de las regiones en la cual se encontraban circunscritas. En esta organización se gestaba un tipo de cultura que se muestra muy diferente a las que adoptan y practican otras empresas sean estas cooperativas o empresas privadas. Se explica así los problemas de adaptación del personal que eran incorporados a la Financiera. El acumulado de experiencias y vivencias traído de otras empresas requería de una evolución para no chocar contra la dinámica misma del proyecto empresarial y social de la cooperativa. “Es una cultura totalmente diferente a todas las empresas y por ende a todas las cooperativas; hay una apertura, una libertad, donde vos no podes hacer como muchas cooperativas, hacer uso del poder y utilizarlo para cosas indebidas, para manipular y meter gente, para tener prebendas en crédito, para el beneficio personal y no para el beneficio colectivo” [t.e.10].

Las manifestaciones inherentes a la cultural organizacional de la Financiera Avancemos, iban de la mano con su discurso social. La estructura organizacional estaba constantemente rediseñándose para reproducir y desdoblar lo axiológico e interiorizarlo en sus empleados. Se hacía mucho énfasis, por un lado, en el discurso socio-político y por otro, en el desdoblamiento de sus políticas y del mismo modelo empresarial que se quería construir.

Desde esta óptica, y teniendo de relevante que la cultura era motor para el desarrollo, se implementó en 1996 todo un proyecto cultural llamado NUEVA ESCUELA de dirigentes del proyecto solidario , con la exigencia de formar lideres en el ámbito de toda Colombia. El objetivo de fondo era darle continuidad y profundización al proyecto social y empresarial.

“En los últimos años AVANCEMOS perfila su proyecto social y empresarial haciendo énfasis en el aspecto cultural, como elemento globalizados de la sociedad que da cuenta de su materialidad pero también de su sentir, anhelos, aspiraciones y se constituyen en factor de cohesión del cuerpo social aportante de identidad, pertenencia y autoreconocimiento”.

Se trataba de implementar, con una metodología novedosa, la construcción de una cultura de desarrollo que relacionaba el tener y el ser. Se propiciaban ambientes organizacionales que posibilitaran el reconocimiento del ser humano a partir del reconocimiento del otro, de la diferencia. Lo que llevaría necesariamente a ubicar las relaciones de poder, conflicto e intereses de la Financiera Avancemos en contextos diferentes y amigables. Todo se hacía en función de fortalecer e implementar en la realidad organizacional el proyecto social y empresarial, y en reconocimiento en su interior del postulado sicoanalítico que los conflictos son inmanentes al ser humano. Se recogía así los elementos principales del sistema axiológico de avancemos.