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LAS CASAS DE EMPEÑO EN CULIACÁN; UNA OPCIÓN DE FINANCIAMIENTO RÁPIDO

Mireya Coronel Leòn

 

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ANTECEDENTES.

En México existen tanto prestamistas prendarios del sector informal como Montepíos que operan legalmente. Las Casas de Empeño representan la más clara operación del crédito prendario, al ser una fuente importante de crédito relativamente barato para los personas de bajos ingresos.

Los prestamistas prendarios pueden considerarse como intermediarios financieros y, al igual que la banca comercial, buscan utilidades con los intereses que cobran. Cuando los objetos pignorados no se redimen, los prestamistas no pueden cobrar intereses vencidos y deben dedicar espacio, personal y demás infraestructura a la venta de los objetos; mientras más tiempo permanezcan éstos, mayor será el costo de oportunidad del prestamista en intereses que no pueden cobrar. Sin embargo, los prestamistas prendarios a diferencia de la banca comercial tienen siempre la garantía prendaria para recuperar el préstamo.

Las Casas de Empeño se establecieron en México conforme a una larga y respetada tradición europea, en donde el crédito prendario como fuente de préstamos a bajo costo para personas de escasos recursos fue asumido por la Iglesia, después por el Estado y en algunos casos por fundaciones caritativas.

La primera casa de empeño en México fue el Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, conocido hoy en día como el Nacional Monte de Piedad (NMP), fundado en 1775 por Don Pedro Romero de Terreros. Uno de sus principales objetivos era proporcionar ayuda permanente a las personas necesitadas. En esta primera casa de empeño no se cobraban intereses y en caso de que el pignorante quisiera donar alguna cantidad, ésta se utilizaba para ayudar a los desvalidos y para la celebración de las misas de los difuntos.

Esta forma de empeño poco a poco se convirtió en práctica socorrida. Así surgieron otras casas de préstamos, como el Montepío Luz Saviñón, creado en 1904. Estas dos, tenían los mismos objetivos y hasta la fecha son consideradas Instituciones de Asistencia Privada (IAP). Existen otras Casas de Empeño de Asistencia Privada de características similares, como el Montepío Rafael Dondé.

En la España antigua la iglesia fungía como prestamista de dinero. El gobierno español se vio en la necesidad de crear instituciones de crédito para sustituir a la Iglesia y restar importancia a los comerciantes que también cumplían esa función. La primera y más importante Casa de Empeño en México, fue el Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, conocido ahora como NMP, fundado en 1775 a través de la Real Cédula Pedro Romero de Terreros, primer conde de Regla, gracias a una cantidad aportada por el rey Carlos III. El NMP fue declarado como Institución de Asistencia Privada en 1927, y actualmente separado de la Iglesia, es una Institución del Distrito Federal.

A continuación se describen los objetos que empeñaron 5 personas el día que abrió las puertas el NMP. La información completa sobre la historia del NMP se puede consultar en la página de Internet.

Los primeros empeños del NMP fueron realizados el sábado 25 de febrero de 1775 cuando el Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas (hoy NMP) abrió sus puertas, fue con el fin de apoyar a las familias de la Nueva España. Aquella mañana del sábado 25 de febrero de 1775, dio inicio uno de los sueños de su Ilustre Fundador, Don Pedro Romero de Terreros.

La Institución empezó con un depositario de nombre Don Ildefonso de Aizza, Marqués de Aizza; el Tesorero, Don José de Cheverría y el Tasador (hoy conocidos como Peritos Valuadores) de nombre Francisco Pavia, quien analizaba toda clase de tejidos, telas, joyas y otros objetos de valor.

De acuerdo con los datos registrados en el primer libro de empeños del NMP, los tasadores podían prestar hasta 100 pesos, el Director, hasta 2 mil y la Junta Particular, hasta 4 mil. El plazo general para los préstamos era de seis meses. Aquella mañana del sábado 25 de febrero de 1775 se realizaron 22 operaciones prendarias y el total de los préstamos fue de 575 pesos oro. La primera de ellas fue realizada por una familia de apellido Cervantes, que por su aderezo con diamantes recibió 40 pesos oro.

El segundo préstamo que se llevó a cabo en aquella histórica mañana de febrero fue a Don Mariano Macías, quien empeñó un relicario de oro con corona pendiente y esmeraldas y un anillo; se le prestaron 15 pesos oro.

La tercera persona que realizó una operación prendaria en el Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas fue Don Manuel Salgado, quien empeñó un cabriolé de mano con brillantes, por el que le prestaron 70 pesos oro, (que vivía en la calle del Espíritu Santo hoy Isabel la Católica); seis meses después, al recuperar su prenda, otorgó ocho reales como limosna.

La cuarta usuaria respondía al nombre de Antonia de Letona, que empeñó dos pulseras con monedas de 20 y dos hilos; cada una con broches de plata dorada y cintillo de oro, con tres diamantes. Esta persona vivía en la calle del Empedradillo y se le hizo un préstamo de 70 pesos.

El quinto pignorante que acudió al Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas en busca de un apoyo financiero, llevaba por nombre León de Chávez. Dejó 12 cuchillos cóncavos de plata quintada y se le hizo un préstamo por la cantidad de 20 pesos.

Sin duda alguna, estos apoyos financieros fueron de gran importancia para las familias de la Nueva España, como lo son hoy para los millones de usuarios que anualmente atiende el NMP en más de 100 sucursales.

Primer Libro de Operaciones del Nacional Monte de Piedad (Foto: Tomada por Alejandro Acosta) La matriz del NMP se localiza en una esquina del Zócalo de la ciudad de México en una mansión colonial comprada a los herederos de Hernán Cortes, No. 7, Centro.

Con una enriquecida historia adquirida en más de dos siglos de trabajo, la experiencia y la satisfacción de servir al necesitado ha hecho que la empresa sea la Institución de Asistencia Privada (IAP) más importante y de mayor historia en muestro país. Sin lugar a dudas, el desarrollo del NMP mantiene y asegura la permanencia en el mercado, al satisfacer los gustos y necesidades del público consumidor sirviendo con confianza y calidez.

En el periódico mensual del NMP así como en su página de Internet, aparece el Honorable Patronato y Administración, en el cual llama la atención el Patrono Secretario Arq. Luis Romero de Terreros que, por el apellido, se presume que es descendiente directo del Fundador de esta Magna Institución de Beneficencia.

También, a manera de información, el Patrono presidente actual es el C.P. Martín Marmolejo, al cual se dirigió la petición para la entrevista realizada en el NMP de Culiacán. El Honorable Patrono y la Administración, se localizan en casa matriz del NMP en la Ciudad de México.

En otro orden de ideas, de acuerdo a la consulta de la página web del NMP, en el año 2003 el NMP estimó atender a más de 10.5 millones de familias mexicanas en el país y que la red de centros de operación de la Institución llegaría a por lo menos 100 sucursales en todo el territorio nacional resguardando un promedio de 30 millones de artículos y realizando 15 millones de operaciones prendarias. Esto lo anunció a inicios del año 2003.

Por otra parte, Arturo Ramírez, vocero del NMP, dijo que anualmente otorgan recursos por 5 mil millones de pesos que se contemplan en tres ciclos anuales. “La cuesta de enero, las vacaciones de la semana mayor y el inicio del ciclo escolar entre agosto-septiembre". En el inicio del ciclo escolar 2004-2005, es decir, entre agosto y septiembre, se preveía apoyar financieramente a casi un millón de familias en todo el país, generando una derrama económica en préstamos por 964 millones de pesos.

En el país, el Nacional Monte de Piedad en sus 101 sucursales, 96 por ciento de los pignorantes logra recuperar sus pertenencias. Además, el 85 por ciento empeña alhajas y relojes, 14 por ciento artículos varios y uno por ciento recibe un préstamo prendario por obras de arte y antigüedades.

A escala nacional existen ocho sucursales donde se reciben automóviles y vehículos de todo tipo. En el Valle de México existen tres: una en la avenida de Miguel Ángel de Quevedo, en Coyoacán; en la avenida Lorenzo Boturini, colonia Tránsito y en el centro de Cuautitlán-Izcalli. Sin embargo, también hay otras casas de empeño que se anuncian en las secciones de aviso de ocasión de los diarios, donde ofrecen préstamos inmediatos a cambio de automóviles, casas o terrenos.

Haciendo un recuento desde su origen y la forma como operaba, el NMP ha logrado un expansivo crecimiento tanto en tamaño como en modernización de sus instalaciones, así como la forma de operar; ya que ahora, quien empeña en el MNP puede hacer el pago de intereses en cualquier sucursal, con sólo presentar la boleta de empeño. Además, ofrece en la página web la opción de compra de mercancía en remate. Tiene un espacio destinado a la exhibición de prendas de oro. El cliente elige la prenda y paga con tarjeta de crédito o débito vía Internet. Como es de esperarse, los gastos de envío corren por cuenta del cliente.

No obstante, este crecimiento expansivo al que se hace alusión ha sido acelerado únicamente los últimos 10 años, por que si bien conocemos una trayectoria de casi 230 años, en 1993 sólo tenía 33 sucursales; estamos hablando de 218 años de fundación y únicamente 33 sucursales. Así tenemos que, a octubre del 2004 cuenta con 101 sucursales. En el Distrito Federal y área conurbada suman 22 y, en el interior de la República 79.

La filosofía del NMP es atender a más familias mexicanas con apuros temporales de financiamiento, estando cerca de ellas. Por eso está llegando con más sucursales a estas familias, para evitar que se trasladen en busca de mejores condiciones de financiamiento y acudan a las sucursales más cercanas a su domicilio. Así fue como se estableció en Culiacán, Sinaloa la sucursal del NMP en mayo del 2004. Para esta fecha, la sucursal Mazatlán ubicada en Mazatlán, Sinaloa ya celebraba su cuarto aniversario.

Ahora, si consideramos que el NMP en 1960 tenía 21 sucursales, 33 en 1993 y en 2004 suman 101. Significa que en el primer periodo de 12 años creció 57 por ciento, en tanto que el segundo periodo de 11 años creció 206 por ciento. Lo anterior nos hace reflexionar en la importancia que ha tomado el negocio del préstamo prendario. No sólo las IAP han crecido rápidamente sino también, las empresas particulares con fines de lucro. Así, en Culiacán, Sinaloa en 1993 únicamente atendían este mercado tres empresas; Casa de Empeño Culiacán, Hangar Joyero y Casa de Empeño Rosales. Posteriormente, fueron incursionando en el ramo del crédito prendario otras empresas hasta llegar a 23 distintas empresas en 2004; donde las de mayor número de sucursales son Culiacán Casa de Empeños y Bazareño. La primera con cerca de 30 sucursales en tres estados de la República Mexicana. Tan sólo en Culiacán, Sinaloa suman 16 a octubre de 2004 y la segunda, Casa de Empeño Bazareño con presencia sólo en Sinaloa. Esta última tiene 8 sucursales en Culiacán y tres filiales.

La explicación al creciente número de empresas dedicadas al préstamo prendario se entiende por el rápido crecimiento de la población con bajos salarios y escasas o nulas posibilidades de acceder a financiamiento de la banca comercial o de desarrollo, por lo cual, la demanda de créditos con garantía prendaria ha ido en aumento en los últimos 10 años.

A pesar de que el NMP es una IAP y destina las ganancias a ayudar al necesitado y por ello se ha caracterizado como la Institución altruista número uno de México, no deja de ser negocio lo que hace, ya que proporciona 5 meses de plazo; el más amplio en el empeño y cobra el interés más bajo del mercado dentro del Crédito Prendario; 4% mensual, sin embargo considera meses nominales, es decir; si alguien empeña el día 30 se le cobra el mes completo.

Por otra parte, si las prendas no son desempeñadas o refrenadas en el tiempo estipulado en el contrato, salen a remate al día siguiente de que se vencieron. El Montepío Luz Saviñón (MLS), si bien menos conocido que el NMP, es otra de las casas de empeño legales en México. Esta institución de asistencia privada no lucrativa fue fundada en 1904 por la señora Luz Saviñón y tiene sus oficinas en el centro de la ciudad de México, en lo que fuera alguna vez la residencia de la familia Saviñón. En 1993 el MLS prestó entre 50 y 60 millones de pesos y otorgó 300 mil préstamos. (Mansell, 1995, p. 101).

De acuerdo a las fuentes consultadas, lo anterior, nos remite al inicio de una etapa de préstamos basados en el empeño, el cual en nuestros días ha crecido y se ha fortalecido de manera rápida.


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